Mi nombre es Mendel Wells, aunque mi verdadero nombre debería ser Mendel Thompson-Wells y desde pequeño siempre he sentido una gran curosidad sobre el espacio. Mi madre pensaba que era algo que pronto se me pasaría, como una moda, pero al ver que mi habitación seguía llena de cohetes y planetas de decoración y de juquete después de varios años de haberlos comprado, ella se dio cuenta que no era una cosa que se me pasaría pronto.

Eso era algo que a ella no le gustó mucho saber, porque mi padre se dedicaba a la astronomía, y todo lo relacionado con mi padre no le gustaba a mi madre desde que se separaron.

Mis padres se divorciaron cuando yo todavía no había cumplido ni los 2 años. Y la verdad es que no puedo recordar absolutamente nada de mi padre, porque mi madre nunca me dejó ver a mi padre después de su divorcio. La gente me dice que físicamente soy muy parecido a mi madre, salvo por el color del cabello, de un castaño roble, como mi padre, mientras que mi madre tiene un rubio color de pelo. Sin embargo, también me dicen que tengo una personalidad muy parecida a la de mi padre, y al parecer una misma pasión: El espacio.

Intenté contactar con él, pero de alguna forma mi madre había conseguido mantenerme aislado a todo tipo de forma de contacto con Adam Thompson, mi padre.

Pero eso no quería decir que no quisiera a mi madre, Martha Wells. Ella era muy cariñosa y comprensiva, y a pesar del resentimiento que le tenía a mi padre, aunque no tenga muy claro por qué, ella no me impidió cumplir mi aspiración de ser astronauta.

Mis amigos también tenían desde pequeños claros a qué querían dedicarse. A Carter la apasionaban los seres vivos en general, y quería ser biologa para poder estudiarlos. Su hermana gemela, Sarah tenía un amor por la medicina, le encantaba hacer como que nos curaba a todos y a sus peluches, y quería ser doctora. A Austin le encantaba hacer bromas y hacer reír a la gente. Por eso quería ser comediante, aunque sus padres querían que estudiara derecho, como Matthew quería hacer. Y Alex buscaba la justicia y que el mal quedara entre rejas, y por eso quería ser policía.

No todos ellos llegaron a cumplir esas aspiraciones que tenían, pero si que fueron mis amigos durante mucho tiempo, demasiado tiempo para poder ser contado.

Tengo muchos recuerdos que guardo con cariño de nuestro grupo, o como nos hacíamos llamar, 'los pros'. Era un nombre muy infantil que fue mutando de profesión a profesional, para acabar siendo 'pro'.

Nosotros éramos muy buenos estudiantes y siempre competíamos por sacar la mejor nota. Pero en los recreos o cuando quedábamos en el parque o en casa de alguno del grupo nos inventábamos nuestras propias aventuras. Todavía tengo una foto que nos hicieron en medio de una de nuestras aventuras. Yo estaba disfrazado de astronauta pilotando una nave espacial que era una caja de cartón. Mientras, Sarah y Carter estaban cuidando y curando a un 'alienígena' que en realidad era el perrito que ambas tenían, con el que estaban jugando. Austin estaba haciéndonos reír a todos con sus chistes, pero al que más a Matthew. Alex estaba a mi lado, con esa expresión que ponía siempre de entusiasmo animándome a derribar a la nave enemiga imaginaria para así poder apresar al villano de nuestra historia.

Quedábamos muy a menudo gracias a que todos nuestros padres se llevaban casi igual de bien que nosotros, lo cual era una ventaja. Y gracias a eso hemos hecho muchos viajes juntos, sobre todo de acampada, los que más me gustaban, poder estar tumbado mirando el cielo al anochecer y dormir con las estrellas.