ღ23
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Es que mis padres quieren verte...
Taehyung se quedó congelado al leer aquellas palabras, no sabía a qué venía algo tan inesperado, ni siquiera sabía que Jungkook le había hablado sobre él a sus padres.
Se relamió los labios, sabiendo que tenía que darle una respuesta a Jungkook, quien podría estar muchísimo más nervioso que él, al otro lado del teléfono.
―Tae ¿Todo bien? ―preguntó Jimin al llegar a la sala y verlo tan tenso, unos tonos más pálidos de lo que era― ¿Ocurrió algo? ¿Quieres que te llevemos a algún lado?
Jimin se ponía nervioso de tan solo ver a alguien nervioso.
El peligris negó, despegando la mirada del celular, para ver al contrario.
―N-no, lo que pasa es que Jungkookie quiere que hagamos una videollamada―dijo, apretando los labios después.
Jimin levantó ambas cejas, sintiéndose más tranquilo.
―Mh, ese niño odia las llamadas, pero supongo que no sería la primera vez que tenga una contigo―dijo, no entendiendo el porqué de los nervios ajenos.
Yoongi salió de la cocina, manteniendo un cucharon humeante en una de sus manos.
― ¿Pasa algo, Tae? ―preguntó también, al ver al peligris ansioso.
―Jungkookie quiere una videollamada...―Yoongi asintió, no logrando comprender tampoco―Con sus padres.
La pareja se sorprendió ante las palabras ajenas, Jimin comenzando a sentirse muy nervioso, otra vez.
― ¿Qué? ¿Les habló de ti? ―subió una de sus manos a su boca, comenzando a morder su pulgar―Sus padres no son malos, pero tienen una opinión similar a la que tenía Yeonjun sobre los naturalistas.
Yoongi colocó su mano libre sobre la que Jimin tenía en su boca, entrelazando sus dedos y bajándola, para que dejara de morderse el dedo.
―Deberías responderle a Jungkook, sus padres pueden ser un poco intensos e impacientes, con cosas así―dijo Yoongi, al ver que en el celular contrario se mantenía abierto el teclado, mas no le había contestado nada.
Taehyung respiró hondo y vio nuevamente los mensajes, en donde Jungkook aparecía "en línea"
Tú:
Espero no haberte causado problemas, Jungkookie.
Claro, podemos hablar. Llámame.
5:21 pm
Ante los nervios, ni siquiera pudo colocar emojis de los que tanto le gustaban, viendo cómo Jungkook comenzaba a escribir, casi automáticamente.
Jungkookie💜:
Ok, confío que te sientes a gusto con la idea.
No los veo molestos, pero me están presionando para que te pida hablar con ellos, no sé si es algo negativo o todo lo contrario ('• ω •')
5:23 pm
Te llamaré, cualquier cosa que digan, sabes que siempre te voy a defender y que jamás me alejaré de tu lado ¿Sí, Tae?
5:24 pm
Taehyung sonrió enternecido al leer lo último, sintiendo sus mejillas sonrojarse.
―Puedes usar nuestra habitación para hablar, si te sientes más cómodo―invitó Jimin, soltándose de la mano de su novio cuando el peligris asintió―Vamos, te guío.
El pelinegro entrelazó sus dedos con los de Taehyung y lo encaminó hasta su habitación, la cual había sido ordenada antes de la llegada del peligris.
Jimin se había vuelto más afectuoso físicamente y aquello tenía contento a Taehyung, ya que se sentía cómodo con ese tipo de acercamientos. Especialmente ahora, que confiaba en Jimin.
―Tómate tu tiempo, te avisaré por mensaje cuando esté la comida―Taehyung asintió.
―Gracias, Jiminie.
El de labios carnosos salió de la habitación, cerrando la puerta detrás de él. Taehyung se sentó en la cama de la pareja, comenzando a escribir la respuesta para Jungkook, sabiendo que él no lo llamaría sin obtener una confirmación de su parte.
Tú:
Lo sé y gracias por eso Jungkookie.
Por eso me gustas tanto, siempre tan dulce (' ω '♡)
5:30 pm.
Su mensaje fue visto al momento de ser enviado, sonriendo al pensar en el rostro apenado de Jungkook, con sus mejillas teñidas de rosa y manos temblorosas, seguramente queriendo ocultarle el mensaje a sus padres y hermanos.
Atractivo, así lo imaginaba.
Jungkookie💜:
Mis padres acaban de desesperarse más...
También me gustas mucho, lo sabes, Taehyungie (❤ω❤)
Ahora sí, te llamo.
5:34 pm.
Pocos segundos después de llegarle los mensajes, la notificación de una videollamada entrante comenzó a sonar en su celular, logrando visualizar la foto de perfil de Jungkook, en donde aparecía sonriendo hermosamente.
Una fotografía que el mismo Taehyung le había tomado en su última cita.
Contestó, acomodándose lo mejor posible sobre su cama, dejando el celular en la mesa de noche, para no tener que sostenerlo toda la llamada.
El rostro colorado de Jungkook apareció en la llamada, su cabello viéndose aplacado, haciendo a Taehyung sonreír, ya que se veía más pequeño que de costumbre.
―Hola, Tae―dijo con voz nerviosa, una sonrisa adornando sus labios y dando a conocer lo feliz que estaba de ver al peligris―Lamento esto, sé que fue sorpresivo.
Taehyung sonrió amplio, también.
―No te preocupes, Jungkookie. Estoy feliz de verte―sabía que sus palabras en chat habían causado un efecto en Jungkook, pero también era consciente de que las palabras ajenas también habían generado algo en él―No sabía que le hablarías a tus padres de mí.
Jungkook se encontraba en la sala de su casa, sus padres y hermano encontrándose al otro lado, esperando a que el tatuado les permitieran el colarse en la llamada.
Habían sido reprendidos por el hijo mayor, recalcando que, si aparecían de repente en la llamada, Taehyung se asustaría y él mismo terminaría la llamada, ya que jamás permitiría que lo incomodaran.
―Lo tenía pensado, aunque no tan pronto en la visita―dejó el celular sobre unos libros de la mesa de centro, comenzando a frotar sus manos― ¿Ya comiste? ¿Te sientes muy cansado de tanto movimiento?
Ambos padres escuchaban atentamente cómo la conversación de su hijo no tenía intenciones de involucrarlos, no pensando en aquello como tal negativo, sino que priorizaba el estado del chico antes de llegar al asunto denso.
Ambos padres pensaron que aquello era adorable, pero mantuvieron sus rostros serios.
Yeonjun estaba demasiado ansioso, sabiendo que su hermano no llegaría al punto al inicio de la llamada. Por ello, él mismo había comenzado el tema de Taehyung sobre la mesa, a la hora de la comida.
―Me alegra escuchar eso, Tae. Trata de descansar donde Jiminie y Yoon hyung, no es bueno que te vayas a casa tan cansado, aunque ellos te lleven―dijo con voz dulce, escuchando una afirmación del otro lado.
Hasta ese momento, se sintió cómodo para comenzar con el tema de sus padres, por lo que se enderezó en el asiento.
―Bueno, ahora quería presentarte a mis padres. Ya les he hablado un poco de ti, pero ellos querían conocerte―una sonrisa tensa se colocó en su rostro, mirando a sus progenitores, quienes se levantaron del sofá, como dos resortes.
Jungkook se sintió como el jamón de un emparedado, ambos padres aplastándolo en el centro, intentando quedar bien en la cámara.
Taehyung sonrió ante eso, logrando identificar los rasgos que ambos padres le heredaron a su hijo, pensando en que ambos eran realmente apuestos.
Ambos adultos se asombraron al ver al chico detrás de la pantalla, examinando cada elemento llamativo que poseía en su rostro.
Jiyu estaba sorprendida ante la belleza del chico, sus facciones eran hermosas y el color de sus ojos hacía que su mirada se quedara hipnotizada por aquel chico.
Hayun sabía por diversas fuentes que los naturalistas poseían una belleza distinta a las de los humanos, pero no pensó que fuera tan específico.
Jungkook juzgaba a sus padres por haberse quedado callados, viendo con demasiada atención al peligris, quien también los inspeccionaba.
Los adultos retomaron la atención cuando Taehyung se levantó de la cama en la que estaba sentado y colocó el celular un poco más lejos, de forma que sus piernas se vieran también.
―Un gusto poder presentarme, mi nombre es Kim Taehyung y soy naturalista puro―comenzó, escuchándose un poco más bajo ante la lejanía, pero siendo comprensible―Me presento con respeto y en búsqueda de una relación pacífica―se inclinó, dando una reverencia de noventa grados, para después enderezarse―Mis intenciones son positivas y estoy dispuesto a afrontar cualquier reacción ante mi especie, siempre y cuando estas sean objetivas y realizadas con respeto.
Todos en la sala, incluido Jungkook, se quedaron sorprendidos ante la presentación, pareciendo algo que Taehyung realizaba por costumbre, más que por esa ocasión en específico.
El peligris se sentó nuevamente, viendo los rostros sorprendidos.
―Así nos presentamos a los mayores con los cuales queremos relacionarnos de forma más cercana, solo agregué algunas cosas, por la situación...―aclaró, sintiéndose un poco avergonzado, pero no intimidado.
―Eso fue muy lindo, hyung―dijo Yeonjun, saludando por primera vez a su mayor en la llamada.
―Gracias, Yeonjunie―le sonrió, feliz de verlo también.
La madre fue la primera en reaccionar, sonriendo con un poco de dificultad.
―Un gusto conocerte, Taehyung. Mi nombre es Jeon Jiyu―dio una reverencia más pequeña desde su asiento―Y él es mi esposo, Jeon Hayun.
El mencionado salió de su sorpresa, dando una reverencia también, sonriendo de lado.
―Un gusto, gracias por tu presentación tan respetuosa―dijo el hombre, sorprendiendo a Taehyung, por su voz grave―Disculpa nuestra sorpresa inicial, no es común para nosotros ver personas de tu tipo.
Taehyung apretó los labios ante la palabra "tipo" sintiéndolo como algo despectivo.
Yeonjun jadeó ante eso, dándole un zape en la cabeza a su padre, quien se quejó alto mientras se acariciaba la zona.
― ¡No le digas tipo! Eso fue muy grosero―reclamó, viendo el rostro totalmente asustado de Taehyung, pero no comprendiendo el motivo.
―Taehyungie, no te preocupes, nosotros nos llevamos así―aclaró Jungkook, sabiendo el por qué Taehyung se veía tan perturbado de repente― ¿Verdad que sí, papá?
El adulto asintió, notando el rostro pálido contrario.
―Así juegan, es su forma de llevarse―dijo la mujer también, interesada en la reacción ajena― ¿Sucedió algo?
Taehyung suspiró.
―Lo que sucede es que, para nosotros, los padres deben ser respetados y el tan solo levantarles la mano es impensable―aclaró, todos comprendiendo, aunque Jungkook ya lo sabía―Madre nos permite hacerlo en defensa, pero si no es una situación de peligro, nos castiga.
― ¿Madre? ¿Tu madre? ―preguntó el hombre, aún sintiendo el punzón por el golpe de su hijo, pero no quejándose.
―Madre naturaleza―sonrió―Ella nos brinda nuestros dones, pero siempre los controla y limita. Así que no tenemos derecho a abusar de ello, en ninguna circunstancia.
Aquellas palabras resonaron en la mente de ambos adultos, especialmente al haber perdido a dos amigos cercanos, y padres biológicos de Yeonjun, ante naturalistas.
―Pero en aquellos laboratorios, los naturalistas mataron a los humanos para poder salir―dijo la mujer, más en un pensamiento en alto que en palabras dichas hacia el peligris.
La sonrisa de Taehyung bajó, mostrándose más serio.
―Los naturalistas requerimos de la presencia de naturaleza para poder funcionar y ellos no la tuvieron por meses, por lo que jamás tendrían control de alguno de sus dones, ni aunque madre lo quisiera...
Jungkook se preocupó.
―Tae, no es necesario que respondas si no te sientes cómodo...―intentó intervenir, pero los ojos duros se movieron hasta él, haciendo que se arrepintiera.
―Nunca me sentiré incómodo para defender a mi gente, así que no te preocupes, no estoy enojado―la voz se suavizó al ver los ojos brillantes de Jungkook―Pero gracias, Jungkookie.
El tatuado asintió, permitiéndole seguir.
―Como decía, ellos no hicieron nada, fue madre que actuó al encontrarlos en peligro por humanos―la adulta se mordió el labio, sintiéndose regañada, pero sabiendo que necesitaba aquello―Madre no los atacó por ser humanos, los atacó por cometer actos inmorales y horribles, cosa que pudo hacer uno de los míos y hubiese sido castigado de peor manera.
Un corto silencio se apoderó de la llamada, pero fue interrumpido por Hayun.
―Sentimos el tener un pensamiento tan ignorante sobre ustedes, especialmente en este tipo de acontecimientos―inició, viendo el rostro angustiado de su esposa―Nosotros perdimos personas cercanas en ese evento y no es una justificación, porque sabemos que lo que hicieron no estaba bien.
Taehyung fue comprensivo, asintiendo.
―Lo entiendo y lo comparto, señor Jeon.
―Discúlpame por haberte dicho eso, estuvo fuera de lugar―dijo la mujer con rapidez, sintiéndose mejor al ver el rostro calmado del chico―Es solo que nos preocupamos, nuestros hijos son muy importantes para nosotros y queremos conocer a aquellas personas que quieran mantener en sus vidas.
―Lo entiendo, señora Jeon. Mis padres son así, de hecho, tuvieron un encuentro complicado con Jungkookie.
El tatuado soltó una risa al recordar aquello, ambos padres viéndolo con interés.
― ¿Ya conociste a sus padres y a nosotros nos lo presentas por llamada? ¿Una llamada casi obligada? ―se indignó la mujer, dándole un tirón leve de orejas, Jungkook quejándose.
― ¡Ay! No fue en persona y tampoco fue planeado―comenzó a acariciar su oreja, colocando un puchero al ver a Taehyung reír bajo―Es solo que estaba cuidando a Tae de un desmayo y sus padres no dejaban de llamar, así que tuve que contestar y su madre casi me acuchilla verbalmente.
Taehyung asintió.
―Sí, mis padres no son muy fanáticos de los humanos―se encogió de hombros.
Irónico.
― ¿Les diste una mala impresión? ―preguntó el adulto, negando con la cabeza, mientras suspiraba.
―Su mamá me insultó mucho, pero de repente madre comenzó a hacerle algo y me dejó. Después hablé con su padre y las cosas fueron mejor―intentó explicar, los demás sintiéndose confundidos ante el "mamá" y "madre"
―No entendí lo de las mamás―dijo Yeonjun, intentando encajar las palabras, sin éxito.
―Madre naturaleza ama a Jungkookie, no sé si les comentó―dijo Taehyung, emocionado.
No había cosa que le emocionara más que la aceptación de la naturaleza hacia Jungkook, aquello solamente lo incentivaba a seguir con la relación que estaban cultivando.
El tatuado sonrió presumido, chasqueando la lengua y viendo a los demás con superioridad.
―Es así, me ama y me da regalos.
― ¿Y eso es normal? Por su mueca fea y pretenciosa, supongo que no―dijo Jiyu, logrando que Jungkook se indignara, cambiando su gesto.
Taehyung negó.
―No lo es, jamás se había visto de un humano que fuera del agrado de madre. No al menos para obsequiarle cosas o recomendarle a uno de los míos el iniciar una relación amorosa―Jungkook se mordió el labio inferior con una sonrisa, como un tonto.
― ¿Te recomendó a mi hijo, en serio? ―preguntó Hayun con una mueca, ganándose un alarido indignado del tatuado.
―Lo hizo y lo sigue haciendo―asintió con mucha seguridad y felicidad―Así que por eso lo defendió de mi mamá y eso al final les dejó una buena impresión, ya que es algo sumamente raro que madre defienda a un humano por sobre mi especie.
Yeonjun suspiró, colocando ambas manos en los hombros de Jungkook y empujando hacia abajo un poco.
―Lamento que te diera una recomendación tan simple, hyungie. Pero al menos es sincero y obediente―dijo el menor, ganándose un golpe en la frente de su hermano, uno que lo hizo quejarse y correr a los brazos de su madre.
―Soy un gran partido, tengo buenas características―se cruzó de brazos, sonrojado.
―Es así, Jungkookie es dulce y sincero, comprensivo y trabajador. Me gusta todo de él―aportó Taehyung, escuchando sonidos de ternura de parte de los padres y hermano del mencionado―No busco su aprobación como persona, pero sí me gustaría tener su apoyo para poder desarrollar una relación formal con Jungkookie, en un futuro.
―Un futuro cercano ¿No? ―la voz ansiosa de Jungkook intervino, ganándose una carcajada dulce del peligris.
―Uno muy cercano, sí―asintió con su labio inferior entre sus dientes, sintiendo su pecho cálido y los dedos de sus manos hormiguear.
―Bueno, Taehyung. Sinceramente, me gustaría conocerte en persona―comenzó la mujer interrumpiendo el coqueteo, sabiendo que su hijo se alargaría demasiado si lo dejaba seguir―Nos encantaría que algún día vinieras a comer o a quedarte algunos días, si te sientes cómodo. Incluso conocer a tus padres, en alguna salida.
Taehyung tragó duro, intentando no verse muy triste.
―Mis padres no pueden salir de nuestro pueblo, lastimosamente―Jungkook escuchó atento, no sabiendo sobre eso―No puede salir más de un naturalista por familia y como estoy aquí, ellos no tienen permitido venir.
El rostro de todos mostró pena ante eso, sabiendo que era una situación compleja.
―Entonces, en alguna oportunidad, nos gustaría hablar con ellos por videollamada, si ellos lo desean también―Hayun le dijo con voz dulce, muy paternal y dando de lleno en Taehyung―Pero nos gustaría tenerte aquí, si te sientes cómodo con eso. Lamentamos el haber iniciado un poco mal, pero de mi parte, tienen mi apoyo para que esta relación siga creciendo de esta forma tan linda como la llevan.
Taehyung no pudo evitar que sus ojos se humedecieran ante aquellas palabras, levantándose de su lugar y dando una reverencia más corta que la primera.
Jungkook, mientras tanto, sonreía con emoción y felicidad al ver el cambio en sus padres. Después de todo, no habían tratado de forma grosera a Taehyung y no lo habían despreciado, logrando separar las cosas y actuar con objetividad.
―Yo también estoy muy agradecido, padres―dijo, dándole una sonrisa dulce al peligris, quien se limpiaba las lágrimas con una mano―Hablaremos después con Tae sobre otra visita, más adelante.
Yeonjun soltó el aire que había estado molestando en su pecho, al saber que las cosas habían salido bien, sintiéndose muy aliviado.
―Se los agradezco mucho, señores Jeon.
El fin de semana había pasado, dando llegado al lunes, en donde Jungkook había regresado a su departamento en Seúl, para seguir con su vida con normalidad.
Se había despedido de sus padres con mucha emoción, sabiendo que la parte que más le preocupaba estaba resuelta y que no debía seguir preocupado sobre la opinión de ellos sobre su futuro novio.
Habló con Taehyung al llegar a su departamento, ambos haciendo una videollamada y prometiéndose el verse ese día por la tarde, para poder estar pendientes de la llamada de la veterinaria que prometía llegar ese día, esperando el poder recibir palabras positivas y buenas noticias.
Jungkook se encontraba regresando a la universidad, ya que, al terminar sus clases del día, había decidido el salir un rato para comprar algunas cosas para Taehyung. Independientemente de la respuesta, se sentía muy feliz de que el peligris diera el paso de intentar encontrar un trabajo y quería celebrarlo con él.
―Estoy pensando seriamente en robarme una dona―dijo Jin desde el asiento del copiloto, el mayor habiéndose ofrecido a acompañarlo, al haber sido una de sus clases canceladas.
Taehyung se encontraba en uno de sus cursos de "Conociendo los valores humanos" en donde seguramente se encontraría muriéndose del aburrimiento y decepcionándose ante la ignorancia humana. Con mayor razón, Jungkook quería consentirlo.
―Puedes llevarte una, compré varias, en realidad―Jungkook asintió, quitándose el cinturón de seguridad y garantizando por el retrovisor que llevaba lo que necesitaba.
Jin levantó una ceja, sorprendido.
―Mh ¿Estás bien? ―preguntó, colocándole una mano en la frente al menor, haciendo que este se asustara ante lo imprevisto.
Jungkook frunció el ceño, no entendiendo.
― ¿Sí?
Jin rio, despegando la mano de la frente, encontrándose de una temperatura normal.
―Es que no me pellizcaste los pezones, tampoco me empujaste para que no agarrara nada, para después darme una mientras te burlas de mi dolor...―Jungkook se encogió de hombros, sabiendo que era lo que haría en cualquier otro día.
―Estoy nervioso por el puesto de trabajo de Tae, quiero que le den una oportunidad en algo que le guste y esta es una oportunidad de que se sienta menos odiado―confesó, limpiándose el sudor de las manos en el pantalón―Sé que intentará fingir que no se siente afectado si no le dan el puesto, pero es claro que le afectará y no quiero que eso pase.
Jin hizo un puchero, enternecido. Le encantaba ver esa faceta enamorada de Jungkook.
En todos los años que llevaba conociéndolo, jamás lo había visto ser tan dulce con alguien, incluso era más atrevido con sus padres, que con Taehyung. A Jin le parecía adorable que fuera un pretendiente tan respetuoso y sabía que encajaba perfectamente con las preferencias de Taehyung.
―Oh, eso es muy dulce―acercó una mano para pellizcarle una mejilla, Jungkook rodando los ojos―Es normal que estés ansioso e igualmente es normal que le llegue a afectar una noticia negativa. Pero lo bueno es que se tienen el uno al otro para apoyarse y seguir intentando y sé que Tae lo valora muchísimo.
El tatuado asintió, no queriendo ponerse sentimental con Jin, por lo que simplemente abrió la puerta para poder salir.
―Ya me incomodé por este momento sentimental, te daré tu dona para que te vayas―Jin se carcajeó ante eso, regresando las reacciones que esperaba de Jungkook.
El tatuado tomó la dona y aseguró las puertas, cuando Jin salió.
Se acercó al de hombros anchos y le dio la dona, Jin recibiéndola feliz.
Sin embargo, al ver la dona, logró notar que se encontraba aplastada y con menos malvaviscos y dulce en la parte de arriba, por lo que jadeó indignado.
―Lo siento, es la única que se aplastó―Jungkook se carcajeó, mientras se alejaba en medio de brincos altos― ¡Gracias y adiós!
Jin no pudo evitar el carcajearse también, viendo a Jungkook correr por los pasillos, hasta desaparecer.
―Niño desgraciado―suspiró, acercando la dona a su boca para darle un mordisco, sintiendo un buen sabor.
Jungkook llegó hasta el piso en donde el mayor se encontraba, sentándose en una de las bancas para poder esperarlo, entreteniéndose con su celular mientras tanto.
Sonreía al ver la fotografía que Taehyung había publicado en su Instagram, junto a sus amigos naturalistas del curso. Le parecía adorable que en ese entonces tomara muchas fotografías, siendo aquello un punto importante para su presente de ese día.
Escuchó una puerta abrirse, levantando la mirada y viendo a Taehyung despidiéndose del chico de cabello chicle y el otro de cabello verde, ambos tomando una dirección distinta.
― ¡Tae! ―el mencionado buscó el origen de la voz, sonriendo en grande al ver al tatuado y acercándose a él con un poco de nervios― ¿Cómo estuvo el curso? ¿Llevadero?
Jungkook, como se estaba volviendo costumbre, se acercó hasta el mayor y pasó ambos brazos por la cintura ajena, el peligris estirándose para poder abrazarlo por el cuello, ambos apretándose con cariño.
―Aburridísimo―suspiró, cerrando por unos segundos los ojos, al amar el calor corporal que Jungkook le brindaba―La maestra se desmayó una vez y como no supimos qué hacer, solo esperamos a que se despertara y siguió la clase como si nada.
Se separaron un poco y Jungkook soltó una carcajada.
― ¿Se pusieron a jugar en el celular mientras se despertaba del desmayo la maestra? ―Taehyung rio igualmente, encogiéndose de hombros. Ambos manteniéndose cerca.
―Si llamábamos a alguien, dirían que nosotros le hicimos algo. Así que mejor dejamos que ella se despertara sola―el menor asintió, aún riendo bajo―No esperábamos que siguiera con la clase normal, después de eso.
Al terminar de hablar, Taehyung se acercó para poder besar la mejilla del tatuado, haciendo que este se sonrojara, apegando más su mejilla a la boca ajena, con una sonrisa tímida.
― ¿Cómo estuvo tu día?
Jungkook sentía la zona besada hormiguear de una forma encantadora, aún manteniendo sus mejillas sonrojadas y calientes.
―Bien, salí un momento con Jin a hacer unas cosas y regresé―Jungkook no se quedó con las ganas, acercándose a la mejilla de pan del mayor y dejando varios besos cortos.
Taehyung se mordió el labio en medio de una sonrisa, encantado.
―Tenía muchas ganas de verte por fin, ahora podemos ir a comer y esperar la llamada.
El peligris había estado algo inquieto durante el día, demasiado pendiente de su celular, esperando el no perderse ninguna llamada que podría corresponder a la veterinaria a la cual se había postulado.
Sabía que lo llamarían por la tarde, pero no podía dejar de pensar en que recibiría una llamada y podía perderla por estar pendiente de otras cosas.
―Sí, estoy hambriento y ansioso. No es una buena combinación―Jungkook puchereó en medio de un sonido de pena, separándose después de dejarle un último beso en la mejilla.
―Entonces vámonos, te tengo una sorpresa.
Se encaminaron hasta el auto, que en ese entonces ya era de Jungkook solamente y el menor le abrió la puerta a Taehyung para que pudiera entrar. No logrando pasar mucho tiempo, antes de sentir el olor dulce de las donas.
―Huele rico―dijo, Jungkook cerrando su propia puerta y colocándose el cinturón.
―Compré algunas donas, para que comamos después del almuerzo―se estiró, tomando el cinturón de Taehyung y colocándoselo.
El peligris se sonrojó ante eso, no esperándolo.
― ¿Donas?
Taehyung había mencionado una vez que no conocía el alimento redondo y con un agujero que anunciaban en la televisión, un día que se encontraba con los chicos en la cafetería.
Su principal duda había sido sobre su sabor, no logrando probarla anteriormente, al no tener una tienda cercana. Su segunda duda era el por qué tenían un agujero al medio y qué hacían con el pan que sobraba de aquel agujero.
Ninguna de sus dudas había tenido respuesta, hasta ese momento.
―Las cosas redondas con agujeros―Taehyung jadeó al comprender, emocionado.
― ¡Oh! Gracias, Jungkookie. Tenía ganas de probarlas―se acomodó contento en el asiento―Es muy dulce de tu parte que recordaras que las quería probar.
El auto comenzó a avanzar, saliendo del estacionamiento de la universidad.
―Siempre te presto atención y quiero cumplirte con todo lo que pueda. Incluso cosas pequeñas como esta.
Taehyung sintió un calorcito alojarse en su pecho, ante la voz dulce y suave que el contrario había usado.
―Por eso me gustas tanto, te quiero mucho, Jungkookie.
El tatuado sintió cómo sus manos comenzaban a deslizarse un poco sobre el volante, sonriendo mientras intentaba que sus nervios no lo desconcentraran demasiado del camino.
―También te quiero mucho, Tae.
En medio de música del gusto de ambos, llegaron al departamento de Jungkook, quien anteriormente había ordenado y dejando la carne marinándose para poder prepararla al llegar.
Taehyung se quitó sus zapatos e iba a colocarse las pantuflas para invitados, sin embargo, se sorprendió al ver unas pantuflas distintas a las de Jungkook y Yeonjun.
El tatuado lo vio expectante, ansioso por su reacción.
― ¿Son para mí? ―la voz enternecida dio en el corazón de Jungkook, especialmente al ver la sonrisa del mayor.
―Sí, las compré para ti―Taehyung hizo un puchero, tomando las pantuflas de ositos cafés y colocándoselas con cuidado, como si fueses frágiles―Ya que nos visitas, quiero que te sientas cómodo y parte, así que pensé que sería buena idea.
Taehyung se acercó con pasos cortos y los brazos estirados, el más alto entendiendo y abrazándolo por la cintura, sintiéndose muy contento por la reacción.
―Jungkookie, eres tan lindo―Taehyung le acarició el cabello, sintiéndose muy tocado―Muchas gracias, es un gesto hermoso y me hace sentir bienvenido y querido.
El tatuado asintió ante eso, siento exactamente aquellas emociones las que quería transmitirle al mayor.
―Me alegro de que sea así, porque eres querido y bienvenido.
Yeonjun no llegaría temprano aquel día, yéndose a la casa de un amigo con Bam, por lo que ambos se encontraban solos. Cocinaron juntos y sirvieron la comida, dejando un plato y un poco más para el hermano menor.
Al terminar de comer el almuerzo, se sentaron en el sofá con sus donas en platitos y agua fría, Jungkook queriendo ver la reacción del menor.
Taehyung tomó la dona que más le llamó la atención, siendo la que tenía decoraciones de flores hechas con dulce, siendo al fondo de color rosa.
La olfateó, adoptando ese hábito de Jungkook.
Le dio un mordisco y se sorprendió ante el hormigueo que sintió en su lengua, sabiendo que era una reacción que mantenía debido al azúcar artificial que tenían ese tipo de cosas.
Jungkook veía los ojos y labios del mayor, sonriendo en silencio cuando vio los ojos abrirse un poco más e incluso juraba haberlos visto brillar.
― ¡Rico! ―expresó, cubriéndose la boca para que no se viera la comida masticada―Pero creo que no podré comer más de una, es mucho dulce.
―Me alegra que te gustara, compré un trozo de pastel de moras, por si no te gustaban―dijo, señalando la nevera.
Taehyung rio suave, terminando de masticar y acurrucándose al lado de Jungkook, para poder comenzar a ver la serie que comenzarían juntos.
Por un momento se concentraron tanto en la serie, que dejaron de pensar que estaban esperando una llamada. Taehyung se mantenía abrazado al brazo derecho de Jungkook y con su cabeza en el hombro ajeno, ambos muy cómodos.
El teléfono de Taehyung comenzó a sonar y el peligris suspiró, no queriendo pausar la serie, completamente ido en la idea de que estaba esperando una llamada importante.
Se acercó y lo contestó sin ver el número que lo llamaba, acomodándose otra vez en Jungkook.
―Buenas tardes
― Buenas tardes ¿Kim Taehyung?
El peligris logró conectar nuevamente con la realidad, jadeando y acomodándose mejor en el sofá. Aquel movimiento repentino, hizo que Jungkook se acordara también.
―Sí, soy Kim Taehyung―asintió, aunque no podían verlo.
―Mi nombre es Choi Soo y hablo de parte de Haengbok Pet, en donde recibimos su hoja de vida―Taehyung asintió hacia Jungkook, confirmándole que era aquella llamada.
―Sí, dígame―alejó su celular de su oreja, colocándolo en altavoz.
―Queríamos notificarle que su perfil fue aprobado y que queremos proponerle el realizar un día de prueba, antes de darle la lectura y firma del contrato―Jungkook sonrió el grande y aplaudió sin juntar sus manos, para no hacer ruido, pero demostrando su emoción.
―Sí, claro que sí ¿A qué hora debo presentarme y qué día? ―intentó controlar la emoción en su voz, para que no pareciera que antes estaba algo desesperado.
Sí lo estaba, pero no era necesario que la mujer lo supiera.
―El miércoles, entiendo que eligió el tiempo de tarde, por lo que podría venir a las doce y saldría a las cinco ¿Le parece bien?
―Claro, ese día me presentaré, muchas gracias por la oportunidad―Jungkook se acercó al mayor y lo abrazó, teniendo que esperarse antes de felicitarlo directamente.
―Perfecto, lo esperamos entonces. Tenga un lindo día.
―Igualmente.
Taehyung colgó y pudo chillar emocionado, abrazándose fuerte a Jungkook, mientras escuchaba las felicitaciones ajenas cerca de su oído, sintiéndose eufórico.
―Sabía que te darían la oportunidad―Jungkook lo separó un poco, acomodándole el cabello con una sonrisa―Lo harás excelente y quedarás, te amarán.
Taehyung se sentía muy feliz de tener a Jungkook con él, poder compartir su felicidad al momento y sentirse halagado ante las palabras del menor.
―Te tengo una sorpresa, algo por haber conseguido tu primera oportunidad―Taehyung estaba a punto de agradecerle por lo anterior, escuchando las nuevas palabras.
― ¿Otra sorpresa? ―preguntó ansioso, estando bastante a gusto con las donas―No era necesario, Jungkookie.
El tatuado negó, removiendo uno de los cojines que tenía a su lado, sacando de ella una caja de tamaño mediano, decorada con papel café claro y un listón del mismo color, pero más oscuro.
―Toma, es un detalle―Taehyung lo tomó con manos temblorosas, sonriendo dulcemente―Espero que te guste y no te preocupes, yo te explicaré lo que es cuando lo veas.
Comenzó a romper suavemente el papel, guardando el listón a su lado, para poder reutilizarlo.
Al romperlo, vio la imagen de algo rectangular de color azul oscuro, no logrando entender lo que era, leyendo un poco para saber.
―Es una impresora de fotografías, las tomas en su celular y las puedes mandar a la impresora y saldrán impresas―Taehyung se sorprendió al escuchar aquello, sintiéndose muy emocionado.
― ¿Cómo las que vimos que tiene Jiminie en su cuarto? ―preguntó con una gran sonrisa, comenzando a abrir la caja.
―Sí, salen así. Dentro hay varios paquetes de papeles y un estuche para que la guardes―Taehyung apretó las manos al sentir sus ojos picar, dejando el paquete a un lado y levantándose del sofá.
Aquello asustó por un momento a Jungkook, sin embargo, el susto pasó cuando sintió al mayor sentarse de costado sobre sus piernas, para después abrazarlo por el cuello, comenzando a sollozar en su hombro.
―Gracias, Jungkookie―dijo en medio de suspiros, el tatuado enterneciéndose y devolviéndole el abrazo―Agradezco tanto a madre el haberte conocido y el haber desarrollado sentimientos amorosos por ti.
―Yo también estoy muy agradecido, Taehyungie. En verdad, te has vuelto una de las personas más importantes de mi vida y deseo que lo sepas siempre―acarició la mejilla ajena con su nariz, viendo a Taehyung separarse y verlo con sus iris púrpuras húmedas.
―Te quiero mucho y quiero que pronto pasemos a la siguiente fase del noviazgo―Jungkook apretó sus labios, encontrándose tan ansioso de poder avanzar, igualmente.
―Lo pediré de una forma linda, te lo prometo―garantizó, enfocando su vida en los labios de Taehyung― ¿Puedo hacer algo?
El peligris notaba las emociones desbordantes del menor, queriendo saber el por qué, por lo que asintió rápidamente.
Jungkook colocó una de sus manos sobre la parte trasera del cuello ajeno y lo acercó a su rostro lentamente, para poder juntar sus labios, en un toque tranquilo y con labios sellados.
Taehyung respiró hondo ante eso, cerrando sus ojos y colocando ambas manos sobre los hombros de Jungkook, estirando un poco más sus labios, no sabiendo si lo estaba haciendo muy bien, pero siendo los picos su único concepto de beso que poseía en su mente.
Jungkook se separó un poco, con la mirada borrosa y una sonrisa, en donde sus dientes se dejaron ver.
―Me gustan los besos en los labios―Taehyung susurró, hipnotizando al tatuado con sus palabras.
―A mí también.
¡Holaa!👀🌌
Sé que me desaparecí por mucho tiempo, pero mi salud ha estado muy complicada y he estado con algunos tratamientos médicos 😮💨 Pero aquí estamos de nuevo.
Me encanta la relación de este Tae y Kook, ya quería que se dieran el besito 😭💜
Espero les haya gustado el capítulo❣️
¡Nos leemos prontooooo!🌌
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