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Taehyung no era perfecto y él era muy consciente de todos sus aspectos personales, incluso los que no eran tan positivos. Por esa misma razón, intentaba con todas sus fuerzas el poder comprender a los demás y aceptar sus disculpas cuando veía que estas eran sinceras.
Por eso mismo, no se encontraba para nada incómodo en ese momento.
―Lo que sucede es que rescatamos a Bam cuando era un cachorrito, querían usarlo para perro de peleas y cortarle las orejas puntiagudas como a la mayoría de los perritos Dóberman, pero por suerte lograron sacarlo junto a sus hermanos―hablaba Yeonjun con rapidez, encontrándose muy interesado en el tema, tanto que no era realmente consciente de la gran cantidad de información que llevaba soltando desde hace diez minutos.
Jungkook le había dicho que se calmara, que primero se había deshidratado con sus propias lágrimas y que en ese momento se iba a acabar el aire de su cuerpo al hablar con demasiada velocidad y pocos descansos.
Taehyung se encontraba intrigado, había conocido al chico con una actitud cortante, grosera y hasta fría. Sin embargo, el chico que estaba escuchando en ese momento era totalmente diferente a lo que tenía en mente.
No le desagradaba, le gustaba hablar, aunque en ese momento no hacía mucho más que escuchar.
―Por eso puede llegar a ser algo desconfiado y tiende a querer asustar a todos los desconocidos que llegan. No suele morder―Yeonjun apretó los labios por un momento, pensando―Bueno, en realidad ha mordido a Namjoon hyung una vez, pero eso es porque él se puso a jugar como si fuera un monstruo y Bam se asustó, por eso lo mordió un poco en la pierna.
Taehyung no pudo evitar soltar una pequeña carcajada, colocándose la mano sobre su boca, para que no salieran más risas.
―Perdón, no es que me alegre de la situación, es solo que ese hyung se ha presentado ante mí como alguien demasiado serio y antipático, que se me hace gracioso imaginarme todo eso―confesó, haciendo que el hermano menor se sorprendiera, pero manteniendo una pequeña sonrisa en sus labios.
― ¿Él antipático? ¿El mismo hyung que chilla como cerdo cada vez que va a la playa porque se emociona al ver los cangrejos? ―preguntó realmente confundido, haciendo que Taehyung asintiera.
―Namjoon tenía el mismo pensamiento que tú sobre los Naturalistas. Pero a él lo criaron así, no pasó por algo personalmente―aportó Jungkook, quien se sentía abandonado en la parte delantera del auto, ya que su hermano se había ido atrás con Taehyung―Además de que se puso protector porque se hizo amigo de Jin hyung.
El menor comprendió mejor, no sabiendo aquella información.
―Uh, entiendo. Es un buen hyung, espero que pronto pueda darse la oportunidad de concerte mejor, hyung―dijo, esta vez viendo a Taehyung, quien asintió sin darle mucha importancia.
Cuando llegaron al edificio de Taehyung para dejar las cosas, ambos hermanos tomaron las bolsas más pesadas para poder llevarlas, haciendo el trato de dejar las cosas en la casa del peligris, para después ir al departamento de los hermanos.
―Mi conejito te olerá, pero no muerde, no te preocupes―dijo Taehyung cuando el ascensor se abrió, el menor viéndose emocionado ante esa información.
― ¿¡Tienes un conejito!? ―Taehyung asintió, contento― ¿Cómo es que Jungkook no se orinó cuando vino a tu departamento? Les tiene miedo y de verdad no lo comprendo.
Jungkook chasqueó con la lengua ante aquello, avergonzado.
―Le tuvo miedo, pero creo que ahora se van a llevar muy bien―le dio una sonrisa reconfortante al tatuado, para que no sintiera vergüenza.
Taehyung colocó la clave, la puerta abriéndose para dar paso a un conejo enfadado, quien movía su nariz rápidamente, demasiado impaciente ante la tardanza de su compañero de vida.
―Hola, mi Guu―lo saludó con una sonrisa, el conejo viendo atentamente a los visitantes, manteniendo sus orejas en alto―No asustes a la visita, sé un buen anfitrión.
Yeonjun se acercó corriendo a dejar las cosas en la encimera, para después acercarse al conejo en el suelo.
― ¿Si le hablo me entiende? ―preguntó mientras acercaba su mano a la nariz húmeda, el conejo olisqueando interesado.
―No, solo me entiende a mí. En realidad, solo le entiende a los de mi especie―el menor mostró un puchero.
― ¿Puedes decirle que me parece muy hermoso? Por favor―pidió con ojos brillantes, haciendo que ambos mayores, quienes se encontraban ordenando las cosas en la cocina, lo vieran con ternura.
―Ow, eso es muy lindo―Taehyung se acercó a su conejo, quien lo vio con atención―Yeonjun dice que eres muy hermoso.
El conejo comenzó a mover más rápido su nariz, para después comenzar a restregar su cabeza en la mano ajena, haciendo que el menor chillara alegre, dando caricias a las oreas peludas.
― ¡Ay! ¡Qué lindo! ―soltó Jungkook emocionado, acercándose a los demás―Te diría que lo llevemos con nosotros, pero me da miedo que Bam lo lastime.
Taehyung soltó una risa, levantándose del suelo.
―Guu es un conejo temerario, te aseguro que el miedo debería ser que él le haga algo a Bam―aseguró, el conejo inflando su pecho desde el suelo, orgulloso―De hecho, me gustaría sacarlo a pasear, no sale desde que venimos a la ciudad.
El su pueblo, Guu tenía la libertad de salir cada vez que quisiera y regresaba a casa todas las tardes para poder estar con Taehyung. Sin embargo, al llegar a la ciudad, su rutina se había reducido a las cuatro paredes. El conejo expresaba sentirse bien, pero Taehyung siempre se disculpaba con él por haberle arrebatado aquella libertad, a pesar de que Guu había estado de acuerdo con irse con él a la ciudad.
― ¿Cómo lo sacas a pasear? ¿Tiene correa? ―Yeonjun cargó al mencionado con cuidado, levantándose del suelo.
―No, en realidad siempre ha salido en mi pueblo, por lo que no tiene nada como eso―Taehyung analizó, viendo al peludo ser―Puede seguirnos en el camino, igualmente el auto está cerca.
Yeonjun dio un pequeño salto, emocionado.
Taehyung se acercó un poco más a Jungkook, haciendo que el tatuado se sonrojara.
― ¿No te molesta que lo llevemos? Puede quedarse en casa si lo deseas, no quiero presionarte sobre tu temor―preguntó con ojos atentos, haciendo que Jungkook suspirara, viendo los iris púrpuras ajenos.
―N-No, en realidad sería lindo, ya no le tengo miedo―aseguró, dando una sonrisa sin saber que se veía demasiado ido en su expresión.
Yeonjun de la nada tuvo una idea, acercándose rápido y apartando a su hermano del camino de un empujón, uno que lo sacó de la ensoñación que mantenía sobre el rostro de Taehyung. El peligris se sorprendió.
― ¿Y si hacemos una pijamada? ¡Podemos comprar postres y comer mucho! También podemos jugar en nuestra consola―pidió emocionado, Guu manteniéndose muy cómodo entre sus brazos― ¡Por favor, hyung!
Taehyung no sabía reaccionar, especialmente porque no tenía idea de qué era una pijamada.
―Yeonjun, no lo presiones. A penas acabas de disculparte por lo que hiciste, no creo que sea buena idea pedir eso ahora―lo regañó Jungkook, aún molesto por el empujón que había recibido.
― ¿Qué es una pijamada? ―preguntó, intrigado.
―Es el hacer como una pequeña reunión y que te quedes a dormir en el lugar―explicó breve Jungkook―De verdad que no debes sentirte presionado, es solo que Yeonjun es demasiado apresurado.
El menor se encogió de hombros, aún deseando la pijamada.
Taehyung no se había quedado a dormir en una casa ajena jamás, no era algo que no se hiciera entre Naturalistas, simplemente él no había tenido la confianza suficiente en nadie como para hacerlo. Al menos no hasta ese momento.
―Oh, entiendo. No quisiera incomodar―sonrió, viendo a Jungkook de reojo, quien se sintió aludido.
―No es que incomodes, en realidad me parece un gran plan, pero no sé qué tan cómodo puedas sentirte con la idea. Especialmente por lo que sucedió―dijo el tatuado rápidamente, siendo él parte de los que deseaban tener al mayor cerca por mucho tiempo.
Taehyung se enfocó en las emociones contrarias, no encontrando nada de qué preocuparse.
Aunque no había podido dejar de fijarse en los nervios de Jungkook e incluso el deseo que sentía, poniéndolo nervioso a él.
―Bueno, creo que podemos ir. Solo tendría que llevar algunas cosas―sus mejillas se colorearon ante las emociones de Jungkook, sintiendo su corazón acelerarse, especialmente cuando el tatuado lo vio con aquellos ojos redondos.
― ¡Muy bien! ―celebró Yeonjun, levantando a Guu con cuidado, el conejo estando emocionado por salir también.
Taehyung comenzó a arreglar las cosas que llevaría para él en su maleta, no estando del todo seguro de si llevaba lo necesario, pero colocando algunas cosas extras por si acaso.
Yeonjun y Jungkook se encontraban guardando las cosas de Guu, siendo orientados por Taehyung sobre lo tenían que llevar, el conejo siguiéndolos de cerca al ver su área siendo invadida.
Cerró su maleta y se la colocó en el hombro, respirando hondo ante la nueva experiencia que estaba por vivir, sabiendo que no era bueno el ponerse tan nervioso.
― ¿Cómo van con las cosas de Guu? ―preguntó Taehyung mientras llegaba a la sala, logrando ver a los dos hermanos cerca de la zona del mencionado.
Jungkook mantenía al conejo entre sus manos, muy quieto, como si fuera una estatua.
―Hyung, tu conejito es la mejor arma para callar a mi hermano, deberías utilizar esta estrategia―señaló mientras cerraba la maleta del conejo, siendo claro que él le había colocado a Guu entre sus brazos―Es un dramático, solamente lo ha olido.
Taehyung se acercó a Jungkook y tomó al conejo entre sus manos, viendo con algo de preocupación al menor.
― ¿Estás bien? ―le preguntó con sincera preocupación, tomando al conejo con una mano y acercando la otra al rostro de Jungkook, apoyando su palma en la mejilla ajena―Estás algo pálido ¿Estás seguro de llevarlo?
Jungkook se encontraba nervioso debido a los bigotes que se paseaban por sus manos, sin embargo, cuando sintió la mano de Taehyung colocarse sobre su mejilla, sus nervios subieron de un diez por ciento a un mil por ciento.
Sus mejillas se tornaron rosas, apretando los labios antes de apartarse de forma torpe hacia atrás, casi tropezando con sus propios pies.
― ¡Estoy muy bien! Totalmente bien―habló en voz alta, haciendo que Taehyung se sorprendiera.
Taehyung era testigo de cómo las emociones de Jungkook eran demasiado fuertes, moviéndose como locas ante el cúmulo de nervios que era el tatuado.
Aquello lo hizo sonrojarse también, apretando la mano con la que había tocado el rostro ajeno.
Yeonjun veía todo con atención, sorprendido.
― ¡Vamos! Todo está listo y así podemos comer más rápido―Jungkook habló muy rápido, casi imitando a su hermano minutos atrás.
Jungkook se alejó, encaminándose a la entrada.
Taehyung se mordió el labio inferior, para después ver a Yeonjun, quien tenía ambas cejas alzadas con una sonrisa.
― ¡Será la mejor pijamada!
Yeonjun insistió en que Taehyung fuera en el asiento delantero, expresando que él, las maletas y Guu debían ir cómodamente en los asientos traseros, por lo que el peligris no había tenido mucha opción.
El camino no fue realmente incómodo, específicamente porque Yeonjun iba explicándole a Guu todo lo que veían por la ventana, aunque el conejo no le entendiera ni una sola palabra.
Jungkook seguía con las mejillas rosas y las extremidades inquietas, sabiendo que esa reacción no era algo normal en él y que jamás le había pasado con nadie, mucho menos con un hombre.
No es como que su sexualidad se centrara en la heterosexualidad, aquello lo había tenido muy claro. Solo que no había aparecido un hombre que lo pusiera lo suficientemente nervioso como para poder afirmar sus gustos, al menos hasta ese momento.
Jungkook afirmaba sin pensarlo, en su cabeza, que Taehyung era el hombre más atractivo que había visto en toda su vida, no solamente por su gran físico, sino por su personalidad tan definida, madura e intelectual que el mayor poseía.
El día en que recibió los mensajes de Taehyung, después de lo que pasó con su hermano, se sintió tan mal ante la situación, pero no pudo evitar el sentirse atraído por la forma de hablar del mayor, el cómo establecía sus limites y cómo expresaba sus pensamientos y emociones con las palabras más adecuadas.
No estaba acostumbrado a ese tipo de comunicación, estaba acostumbrado hacerse la ley del hielo con Yoongi por haberse comido su orden de costillas de cordero.
Jungkook era consciente de que, si aquella conversación hubiese sido en persona, se habría sentido ligeramente intimidado y extremadamente atraído.
Se sentía un poco tonto por eso, pero a la vez se comprendía.
En esos momentos sentía cómo su mejilla hormigueaba ante el toque contrario, como si este hubiera dejado una marca.
―Jungkook ¿Quieres helado de galleta o de chocolate negro? ―preguntó Taehyung de repente, haciendo que el tatuado se concentrara en él nuevamente.
―De galleta, por favor―carraspeó la garganta, viendo a su mayor pedir la comida a domicilio.
Debo controlarme, solamente me veré como un ridículo e incomodaré a Taehyung.
Pensó, respirando hondo y dejando salir silenciosamente el aire.
― ¡Hemos llegado, Guu! Siéntete con el derecho de correr por la casa si Bam te molesta.
El conejo fue bajado del auto en los brazos del menor, sin embargo, sentía la necesidad de caminar y estirarse, por lo que comenzó a agitarse sin demasiada brusquedad para ser bajado.
Taehyung lo notó al bajarse, tomando su maleta y la de Guu.
―Quiere estirar las patas, por eso se mueve así―dice con una sonrisa, una que se convirtió en una sorprendida cuando sus maletas fueron quitadas con cuidado.
Jungkook se colocó la maleta de Taehyung en el hombro, sosteniendo la de Guu en su mano derecha, dándole una sonrisa tímida.
― ¿Nos seguirá si caminamos? ―preguntó Jungkook mientras avanzaba un poco, no dando oportunidad a ponerse más nervioso ante la mirada agradecida de Taehyung.
―Sí, podemos avanzar.
Los tres se encaminaron tranquilamente al edificio, Taehyung habiéndose colocado su boina y lentes antes de salir del auto, para evitar miradas en la recepción del edificio.
Lo que sí robó miradas de su llegada, fue el ver al conejo seguirlos en medio de pequeños saltos, inclusive entrando al ascensor con ellos y quedándose sentado sobre sus patas traseras, esperando a que las puertas metálicas se cerraran.
― ¿Todos los animales reaccionan así contigo, hyung? ―preguntó Yeonjun al ver al conejo junto al Naturalista, muy tranquilo.
―En general los animales tienden a reaccionar distinto con nosotros, saben que podemos escucharlos, cuidarlos y amarlos de una forma más cercana que los humanos. Por eso nos prefieren―dijo mientras veía a su propio compañero de vida.
No le gustaba usar el término mascota o llamarse el dueño de Guu, ya que no lo tomaba como un ser inferior, sino que como alguien más en su familia. Por ello, lo llamaba como lo que era, su compañero de vida.
―Tengo mucha curiosidad de cómo podría reaccionar Bam, en realidad―dijo Jungkook, sintiéndose aliviado de saber que los animales podían ver eso, específicamente en Taehyung.
Las puertas del ascensor se abrieron, por lo que comenzaron a caminar por el pasillo.
―Guu, estaremos en un hogar ajeno, así que nos comportaremos. Ellos tienen un compañero de vida canino, es alto, grande y posiblemente intente acercarse mucho a ti. Si te sientes incómodo corre hacia cualquiera de nosotros para protegerte―dijo, viendo a Jungkook de reojo, quien se veía cómodo con aquellas palabras―Nada de orina, no es tu territorio, lo compartirán con nosotros. Nada de roer, ni dañar pertenencias ajenas.
El conejo seguía saltando, pero con sus orejas atentas.
―Un salto alto si quedó claro.
Guu se impulsó en el suelo y brincó alto, haciendo que ambos humanos quedaran completamente sorprendidos y encantados a la vez.
―Vaya, eso es increíble―jadeó Yeonjun, deseando el poder hacer eso.
El código de la puerta comenzó a ser colocado y ladridos acompañaron la canción de la clave correcta. El primero en entrar fue Jungkook, dándole algunas caricias a Bam de forma distraída, para después Yeonjun entrar y hacer lo mismo.
Taehyung se sentó sobre sus piernas en el pasillo y colocó las palmas de sus manos hacia abajo sobre el suelo, comenzando a crear una planta de maceta fuerte.
La primera planta era para Yeonjun, siendo una clavelina con pétalos de colores blancos en la mitad externa, para después terminar con un color rosa del medio hasta el centro.
Dejó esa maceta a un lado, para poder hacer la de Jungkook.
Sus manos hicieron el mismo proceso, pero Taehyung sentía que las cosas eran un poco diferentes, no logrando comprender el porqué.
Sus manos crearon la maceta, pero una cantidad mucho más abundante de flores comenzaron a crearse en la tierra, siendo, al menos, cinco flores de tigre que se enlazaban entre ellas, abriendo sus grandes pétalos, siendo estas de color púrpura.
No era un color tan común en esas flores, por lo que Taehyung sonrió.
Era la primera vez que salían más de dos flores en la misma maceta y no era Taehyung quien elegía aquello.
Ambos hermanos, incluso Bam, se quedaron observando con atención lo que estaba pasando, los humanos realmente sorprendidos por lo que veían. Aunque no era la primera vez que Jungkook lo veía, le seguía sorprendiendo.
―Una disculpa, pero es tradición―dijo mientras se levantaba, tomando primero la maceta de Yeonjun―En agradecimiento por dejarme entrar a tu hogar.
El menor la tomó con mucho cuidado, realmente sorprendido y encantado con todo, pensando en que las flores eran realmente hermosas.
―Oh, muchas gracias a ti por esto, hyung―dio una reverencia, siendo cuidadoso con las flores.
Taehyung se agachó para poder tomar la maceta de Jungkook, porque era más pesada que cualquiera que hubiese hecho en toda su vida, extendiéndola con ambas manos.
―Y esta es para ti, gracias por invitarme a tu hogar―Jungkook la tomó rápidamente, sonriendo―Es la primera vez que hago tantas flores de agradecimiento en una sola maceta.
Jungkook no pudo evitar el sentirse halagado por ello, sus mejillas retomando el color rosa que había abandonado su piel minutos atrás.
―Muchas gracias, Taehyung. Son hermosas―las examinó, carraspeando ante la coincidencia―De hecho, esta es mi flor de nacimiento, incluso la tengo tatuada.
El peligris se sorprendió ante aquello, ya que antes había examinado los tatuajes de Jungkook y no lo había notado.
O quizás no estaba inspeccionando solo los tatuajes.
―Oh, eso fue muy acertado, en realidad―dijo con una sonrisa apenada, pero sintiéndose muy bien ante ello―Me alegra que les gusten, se mantendrán bellas y vivas siempre que ustedes las cuiden.
― ¡La cuidaré mucho! ―dijo Yeonjun, viendo a Bam, quien se encontraba detrás de Jungkook―Oh, Bam. Nos olvidamos de ti por un momento.
Taehyung colocó su mirada sobre el cachorro, porque, aunque se veía muy grande, solamente tenía seis meses.
―Mi nombre es Kim Taehyung, te agradezco el permitirme entrar en tu hogar, permíteme conocerte―le dijo con una voz más aguda al perro, colocándose de rodillas aún en el pasillo.
Jungkook se puso un poco nervioso, pensando en que hubiera sido mejor dejarlo pasar al departamento a que pasara aquello en el pasillo, pero no quería interrumpir cuando ya había comenzado.
Bam comenzó a acercarse a Taehyung, quien estiró su mano para que el canino pudiera olfatear.
Poco tiempo pasó para que Bam se acercara al rostro de Taehyung y apoyara su cabeza en su hombro, como dándole un abrazo. Taehyung correspondió, abrazándolo mientras acariciaba su lomo.
―Un ser que ha sufrido por su naturaleza, espero poder brindarte el consuelo que necesitas para seguir―dijo Taehyung con los ojos cerrados, ambos humanos quedándose callados y atentos, no sabiendo qué estaba pasando―Eres uno de los míos y soy uno de los tuyos.
Guu se mantenía tranquilo junto a Taehyung, solamente moviendo su nariz.
Taehyung abrió los ojos y se separó del canino con una sonrisa, Bam comenzando a mover su cola demasiado rápido mientras se lanzaba a besar a Taehyung, quien soltaba risas mientras se dejaba querer.
―Ha pasado por mucho desde pequeño, pero ahora su consciencia descansa―dijo Taehyung sonriendo, para después levantarse del suelo―Terminé.
Ambos hermanos se agitaron un poco al saber que estaban tapando la entrada, dándole permiso a Taehyung para pasar, Bam siguiéndolo de cerca.
Guu entró antes de que lograran cerrar la puerta y comenzó a limpiarse sus patas, para poder entrar a la casa ajena.
El ruido de la lengua del conejo hizo que la vista del canino se colocara sobre él, levantando sus orejas alerta.
―Él es mi compañero de vida, por favor respétalo y conócelo―pidió Taehyung de nuevo a Bam, quien bajó un poco las orejas.
Guu terminó de limpiarse y vio al perro que se acercaba con su gran nariz húmeda, oliéndolo por todos lados.
Se dejó oler, quedándose quieto.
En poco tiempo Bam se familiarizó, por lo que comenzó a correr para jugar con el conejo, quien le siguió el juego mientras correteaban por toda la sala.
―Qué alivio, se llevaron bien―dijo Jungkook mientras dejaba las maletas de Taehyung y el conejo en el sofá―Quiero saber si te sientes más cómodo quedándote en mi habitación para dormir o prefieres que acomode el sofá cama. Lo que desees se hará.
Taehyung lo analizó, pensando en que sería mejor quedarse en la sala, para no sacar a Jungkook de su habitación.
―Ambos son cómodos, así que no temas en elegir algo que te incomode por mí―volvió a decir Jungkook, viendo de reojo como Yeonjun se había unido al juego con los animales―Siéntete en la comodidad de decirme si deseas algo o si prefieres pasar, me interesa tu bienestar.
Taehyung sintió su rostro y pecho calentarse ante aquella atención, sabiendo que Jungkook era así de amable y solidario, pero siendo diferente al ser el invitado.
―Estoy bien en el sofá, de verdad―asintió, decidido―Muchas gracias, Jungkook. Aprecio el cómo me recibes en tu hogar.
El tatuado asintió con una sonrisa, acomodando las maletas a un lado, para poder extender la cama.
Cada uno se repartió para poder colocarse ropa cómoda, Taehyung llevando pantalones deportivos y una camiseta grande, no queriendo llevar sus pijamas estampados.
Para su sorpresa, tanto Jungkook como Yeonjun tenían pijamas estampadas de dibujos animados.
Se arrepintió de su elección.
La comida llegó y Taehyung se quedó sorprendido ante la variedad de pastas que habían pedido, algunas sumergidas en salsas, hasta fideos fríos. Ambos hermanos comiendo en cantidades considerables.
El celular de Yeonjun comenzó a sonar, haciendo que dejara su plato sobre la mesa, leyendo el nombre.
― ¿Hola?
Colocó el altavoz, siguiendo con su comida.
―Yeonjun ¿Estás listo para trabajar? ―aquella pregunta hizo que los movimientos de ambos hermanos se detuvieran, atentos.
― ¿Mh? ¿Trabajar? ―preguntó confundido.
―Sí, me dijiste que hoy iniciaríamos el trabajo de inglés. Tú pusiste el día y la hora hace tres días―dijo el chico de la línea, haciendo que el menor se diera un golpe en la frente con su mano libre.
― ¡Es verdad! Ay no ¿Cuánto nos falta para terminar el trabajo? ―Taehyung fue testigo de cómo el menor comenzó a absorber la mayor cantidad de fideos posibles, no comprendiendo cómo no se atragantaba.
―En realidad no tanto, pero es mejor terminar hoy, porque después tenemos el proyecto de japonés―Jungkook vio a su hermano con una ceja alzada.
―Bien, dame unos minutos, ahora voy a la computadora―se estiró para silenciar la llamada―Terminaré rápido con eso, pongamos pausa a la pijamada.
Taehyung sonrió, asintiendo ante la idea.
―Ve y termina eso bien, no hagas algo deficiente por las prisas―lo señaló Jungkook con sus palillos, el menor asintiendo y corriendo a su habitación.
Taehyung siguió al menor con la mirada, logrando ver también a Bam y a Guu dormir juntos, sobre la cama del cachorro.
―Es un olvidadizo, me hizo comprarle una libreta de Anpanman para anotar sus trabajos y aún así olvida todo―se quejó Jungkook con una sonrisa, dejando su plato vacío a un lado y bebiendo de su cerveza.
―Lo entiendo, nunca he sido bueno para recordar cosas así, por eso tengo mi libreta de apuntes, para organizarme―dijo Taehyung, dejando de lado su plato y bebiendo su agua fría―Es adorable.
―Lo es, en realidad lo que pasó fue el único motivo del por qué no te lo presentaba. Porque en realidad yo sabía que se llevarían muy bien―Jungkook se acomodó sobre el sofá cama, para poder ver mejor a Taehyung.
― ¿Fue por eso por lo que Yoongi hyung y Jin hyung se pusieron nerviosos cuando mencionaste a tu hermano el día del almuerzo? ―recordó.
Ese día en el que se encontraban comiendo y Jungkook mencionó las alergias de su hermano, Taehyung recomendándole el plantar algo para ayudarlo y las miradas incomodas entre todos, cosa que le quitó el apetito durante todo el día.
En ese entonces lo comprendía.
―Sí, ellos sabían lo que le pasó a su familia y por eso se mantenían algo distantes ante la idea de presentarlos―apretó los labios, sintiéndose mal al saber que Taehyung había notado aquellas miradas―Lamento que hayas tenido que ver ese momento incómodo.
―Ya no es problema, no te preocupes―le restó importancia con una sonrisa.
Ambos sentían que la conversación se encontraba en un tono más suave a lo que sabían hablar con sus demás amigos, sus manos y pies moviéndose ante la timidez, pero no queriendo dejar la conversación hasta donde estaba.
― ¿Y cómo están tus padres? ¿Te extrañan mucho? ―preguntó Jungkook, sabiendo de sus primeras interacciones con Taehyung que era cercano a sus padres.
El peligris bajó la mirada, sintiéndose un poco mal al recordar.
―En realidad no he hablado con ellos hace tiempo―se lamentó, tomando entre sus manos la esquina de la almohada que tenía junto a él―No sé de ellos, pero sé que están bien, porque los siento.
Jungkook frunció el ceño ante aquello, no sabiendo si era correcto preguntar más.
―Si te sientes cómodo, puedes hablarlo conmigo. Sé que es un tema delicado, pero estoy para escucharte.
Jungkook acercó una mano a la que Taehyung tenía aferrada a la esquina de la almohada, ambos sintiendo el cálido toque, haciendo que el peligris lo viera a los ojos nuevamente.
Sus corazones bombearon fuerte en sus pechos, exigiendo el salir.
―En realidad se enojaron conmigo porque les reproché lo que me enviaban―Taehyung tragó saliva, nervioso ante el presente toque en su mano―Ellos me enviaban muchas noticias sobre Naturalistas muertos, secuestrados, vendidos y asesinados todos los días. Al menos unas tres noticias al día.
Jungkook se extrañó al escuchar aquello, dejando los nervios un poco de lado ante la confusión.
―Yo les dije que dejaran de enviarme esas cosas, porque yo soy consciente desde antes de venir aquí lo que pasa con mi especie y a lo que me enfrento quedándome, pero ellos no me comprenden y yo estaba cansado de que me generaran más miedo a diario―Taehyung apretó los labios, no queriendo llorar―Pero quizás les hablé muy duro y ahora no he tenido mensajes de nada.
Jungkook logró ver el esfuerzo de Taehyung por no llorar, por lo que se acercó un poco más, sintiendo la necesidad de abrazarlo.
―Estableciste tu límite, Tae y aunque muchas personas no lo comprendan, debemos dejar claro nuestros pensamientos incluso a nuestros padres―Taehyung levantó la vista ante la cercanía―Ellos seguramente están preocupados, pero alimentar tu miedo no conseguiría más que hacerte retroceder e incluso aferrarte al miedo constante y no disfrutar el estar aquí.
Taehyung asintió, porque eso era lo que sentía.
―Es duro el pelear con tu familia, especialmente cuando eres muy unido a ellos. Pero Taehyung...―acercó su mano libre al rostro contrario, limpiando la única lágrima que había bajado de sus ojos, sus iris púrpuras inundadas―El que respeten tus decisiones es algo muy importante y no solo eso, sino que también comprendan que sus acciones pueden generar cosas negativas que no desearon en un primer lugar.
Jungkook sentía una opresión en su pecho muy distinta a otras cosas que había experimentado, suponiendo que era por ver a Taehyung vulnerable por primera vez.
―Admiro mucho el cómo enfrentas los problemas, por lo que sé que podrás dar un paso para cerrar ese conflicto con tus padres, cuando te sientas cómodo y listo―su pulgar limpio el rastro de la lágrima, para después bajar su brazo.
Taehyung sonrió ante aquello, sintiéndose un poco mejor al haber sido escuchado.
―Gracias, Jungkook. Por escucharme y por todo en general.
El tatuado sentía que todo su cuerpo picaba, desde la punta de sus pies, hasta la punta de sus cabellos.
No era una reacción común, no le había sucedido ni con sus parejas anteriores, de las cuales juraba, en aquel entonces, que eran el amor de su vida.
Pero no podía evitarlo y tampoco iba a obligarse a no sentirlo.
― ¿Puedo abrazarte? ―soltó, nervioso ante la sorpresa de Taehyung ―O darte unas palmaditas en la espalda, si no te sientes cómodo con lo primero.
Taehyung soltó una pequeña carcajada, acercándose más, hasta el punto en que sus rodillas chocaron.
Jungkook envolvió la cintura del mayor, sintiendo una calidez explotar dentro de su cuerpo cuando los brazos del peligris rodearon su cuello, dándose el abrazo más reconfortante que ambos habían entregado.
Taehyung sintió sus manos temblar, sabiendo que no había vuelta atrás.
¡Holaaaa!👀✨️
Regresamos con un capítulo de 5,000 palabras 😭 Intentaré el que no pase tanto tiempo para el próximo capítulo.
Seguramente a muchos se les olvidó la existencia de este fic o de lo que pasaba, incluso yo me lo tuve que releer JAJAJA
Igualmente, espero que les haya gustado💜
¡Nos leemos prontooooo!✨️
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