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Sabía que su especie tenía el derecho de sentirse indignados con los seres humanos, después de todo, lo que habían tenido que sufrir e incluso, lo que seguían sufriendo, no era causa de otros que de los seres humanos.

Genocidios, cazas de Naturalistas, asesinatos sin pena alguna ante la ley, laboratorios clandestinos e incluso legales para la investigación y pruebas con los Naturalistas, como si fueran objetos y no seres vivos. La historia jamás había estado del lado de su especie, sin embargo, las cosas comenzaban a cambiar poco a poco.

Había aprendido a no generalizar a los seres humanos, ya que, al fin de cuentas, si los repudiaba por el simple hecho de ser humanos, terminaría siendo aquello de lo que tanto se quejaba y odiaba. Especialmente si tenía planeado sobrevivir en la ciudad.

―Eso es lo que queríamos decirte con todos los vídeos y noticias que te enviamos, cariño. No es más que eso―suspiró cansado mientras veía atentamente a su mascota, quien se encontraba molesto por escuchar las voces constantes de sus padres desde el celular, no siendo realmente una conversación, sino un monólogo.

―Yo creo que no nos has prestado nada de atención ¿Verdad, hijo? ―preguntó su padre con una mueca, haciendo que el ceño de su madre terminara por fruncirse aún más, molesta.

―Sí les presto atención, solamente que tengo cosas que hacer y su gran plática sobre las mil maneras en las que puedo morir estando en la ciudad, me distrae un poco―apretó los labios, tomando nuevamente entre sus manos su agenda, siguiendo con la escritura sobre lo que haría en la semana―No es que no valore su preocupación, pero francamente comienza a desesperarme.

La última oración dejó descolocados a los padres e incluso al mismo Taehyung. Eso debía quedarse en su mente o al menos decirlo de una forma más discreta, pero las palabras habían salido con más fuerza de lo que había querido.

― ¿Desesperarte? Kim Taehyung, solamente estamos advirtiéndote de lo que podría pasar―se quejó la mujer exasperada, siendo el número uno en cuanto al estrés del mundo de los humanos, cuando ella se encontraba perfectamente en la zona de los naturalistas.

Aunque en ese momento pensaba que sería una oportunidad para terminar con eso.

―No, mamá. No me están advirtiendo, lo que hacen es intentar asustarme para que regrese. No necesito que me generes ansiedad, yo soy totalmente consciente de que los humanos nos aborrecen y que probablemente más de uno tenga deseos de matarme cuando me ve en la calle―comenzó a alzar la voz, no siendo capaz de ver los rostros de sus padres en el celular, porque si lo hacía, detendría sus palabras por completo― ¡Estoy intentando hacer algo por mí! He tenido la suerte de estar con humanos buenos, que jamás me harían daño e incluso me ayudan con lo que necesito. Sí, puede ser que algún día mi vida corra riesgo, pero llenarme de paranoia no va a ayudar en nada, solamente hará que me enoje más con ustedes y termine bloqueándolos de la aplicación de mensajería y todo lo que pueda hacer que mantengan comunicación conmigo.

Respiró hondo cuando terminó de hablar, soltando el aire por su nariz. No había sido maleducado, no había utilizado expresiones groseras, había dicho las cosas lo mejor posible.

― ¿Así es como quieres verlo? Bien, puedes verlo de esa forma. Pero cuando los dichosos humanos que tanto halagas en este momento te den la espalda, vas a agradecer todo lo que estamos...

Taehyung se sintió sumamente abrumado ante las palabras de su madre.

"Cuando los dichosos humanos que tanto halagas te den la espalda"

No le dio más oportunidades a hablar, finalizando la videollamada de golpe.

Una de las metas que se propuso antes de llegar a la ciudad fue dejar los prejuicios sobre los humanos atrás, pero jamás olvidarlos. Porque no era tonto y sabía que muchas cosas de las que dicen son ciertas. Pero recordarlas a cada segundo y temer en cada paso que daba no sería de ayuda, solamente terminaría con una crisis nerviosa y regresaría a su pueblo, siendo todo su esfuerzo en vano.

No pondría sus manos al fuego por todos los humanos que había conocido, pero sí lo haría por dos.

Eso era suficiente para él.

Vio cómo su celular se encendía y el tono de llamada genérico que mantenía el celular sonaba, pensando en que quizá era su madre o su padre, por lo que soltó un suspiro cansado. Sin embargo, al ver el nombre en la pantalla una sonrisa apareció en su rostro, siendo el nombre de Jin.

―Hola, Tae―saludó el mayor contento, haciendo que la pesadez que el peligris sentía anteriormente se redujera.

―Hyung ¿Cómo estás? ―Jin soltó una pequeña risa, dejando un poco confundido al menor.

―Muy bien ¿Por casualidad estás ocupado?

Algunas voces se escucharon al fondo, siendo como susurros, lo cual lo puso algo nervioso.

―No estoy ocupado, realmente―visualizó los platos que había terminado de lavar durante la llamada de sus padres, encontrándose relucientes― ¿Sucede algo? ¿Necesitas ayuda?

―Ay, eres adorable―soltó el mayor―En realidad solo quería preguntarte si te gusta el pastel de zanahoria. Sé que pude escribirte un mensaje solamente, pero estamos con Namjoon en una panadería y quiero llevarte algo delicioso el lunes.

Al menor suspiró encantado, siendo ese un detalle pequeño, pero muy dulce.

Ignoró el que los susurros que había escuchado lo habían hecho desconfiar inmediatamente, sabiendo que ese era el único efecto de las palabras de sus padres.

―Sí, me gusta mucho. Gracias por pensar en mí―asintió, comenzando a sentir su celular vibrar, haciendo que viera atentamente la pantalla, viendo ahora el nombre de Jungkook―Oh, creo que me está llamando Jungkook ¿Se puede hablar con dos personas a la vez? ―se sorprendió, no sabiendo realmente hasta dónde podía llegar la tecnología.

―Sí, aunque en esta forma de llamada debes finalizar mi llamada y contestarle. ¡Contéstale! Te escribo en un rato para enseñarte el postre que te llevaré.

―Bien, gracias hyung. Disfruta tu día.

― ¡Igual tú!

La llamada finalizó ahí, Taehyung despegando nuevamente el celular de su oreja y deslizando el ícono verde, para contestar.

― ¿Hola, Jungkook?

―Hola, Taehyung ¿Cómo estás? ¿Estás haciendo algo importante ahora? ―preguntó rápido. El peligris frunció el ceño, ya que Jungkook se escuchaba algo tenso, podía decir que, hasta nervioso, no comprendiendo el motivo.

―Uh, no estoy haciendo nada y estoy bien ¿Tú estás bien? ―preguntó con sincera preocupación.

A pesar de conocer por más tiempo a Jin, conocía mejor a Jungkook.

―Eh, sí, estoy bien―afirmó, pero su voz decía lo contrario―Es solo que quería...Invitarte a comer a mi departamento ¿Puedes? No es necesario que digas que sí, no debes sentirte presionado...

Jungkook divagaba demasiado y eso solo lo hacía cuando estaba realmente nervioso o se encontraba mintiendo.

¿Era debido a los sentimientos florecientes que Taehyung había percibido? Lo dudaba, ya que eran muy leves y estaba seguro de que el menor no los había detectado ni mucho menos asimilado.

― ¿Estás seguro de que estás bien? No te escuchas convencido de tu petición―fue sincero, porque realmente siempre era sincero con Jungkook.

No le gustaban las mentiras.

― ¡Sí! Me refiero, no quiero que pienses mal de mí, es solo que...―hubo un ligero silencio, pero lograba escuchar a Jungkook y alguien más susurrar, como si discutieran muy bajito.

"Cuando los dichosos humanos que tanto halagas te den la espalda"

La frase de su madre comenzó a dar vueltas nuevamente por su mente, haciendo que cerrara los ojos, sabiendo que esa frase lo marcaría más de lo que quisiera.

―Jungkook, me estás incomodando. Escucho perfectamente que estás discutiendo con alguien y tu voz demostraba incomodidad al invitarme. No entiendo qué pasa, pero no me gusta―aclaró con voz dura, como sentía que debía ser.

Al otro lado de la línea, Jungkook y su hermano menor se vieron con pánico.

―Lo siento mucho, Taehyung. De verdad que no es nada negativo, es solo que...―no supo que decir, su hermano dándole un golpe en la frente, haciendo que el mayor se quejara suave.

― ¡Hola, hyung! Soy Yeonjun, el hermano menor de Jungkook―se presentó rápidamente, no queriendo que el amigo de su hermano se sintiera peor, pero tampoco comprendiendo la actitud de su hermano mayor.

Él siempre le había presentado a sus amigos sin que se lo pidiera, pero con Taehyung no era así, sino que siempre evitaba hablar de él. Su curiosidad no dejaría las cosas, así como así.

―De verdad lamento la estupidez de mi hermano, yo tampoco entiendo qué le pasa―Jungkook lo vio con total indignación, siendo callado cuando intentó hablar―En realidad la idea de invitarte a comer fue mía, me gusta conocer a los amigos de mi hermano y escuché que te estaba ayudando en cosas de computación, así que pensé que yo también podría ayudarte, hyung.

Taehyung comprendió un poco mejor la repentina invitación, pero la actitud de Jungkook seguía sin tener explicación.

―Hola, un gusto escucharte, Yeonjun. En realidad, me gustaría conocerte también, pero no quiero incomodar a nadie―fue nuevamente sincero, Jungkook sintiéndose abrumado ante aquello.

―No vas a incomodar a nadie, Tae. Lamento mucho que sonara así―hizo una mueca, angustiado― ¿Puedes mañana?

― ¡Incluso puede ser hoy! Podemos ir por ti para que cenes con nosotros, hice una pasta muy buena―se metió nuevamente el menor, haciendo que Jungkook sintiera más pánico.

―Uh, si ambos están de acuerdo con eso, puedo hoy en la cena―aceptó, no sintiéndose convencido de las palabras de Jungkook, pero queriendo saber qué pasaba y la mejor forma de saberlo, era estando frente al pelinegro―Puedo llevar helado.

― ¡Sí, muchas gracias! ―habló eufórico el menor, tomando el teléfono de su hermano y levantándose del suelo, en donde anteriormente ambos estaban acostados sobre sus panzas―Entonces pasamos por ti en unos minutos ¿Está bien para ti, hyung?

Taehyung sonrió un poco, pensando en que el menor era adorable.

―Bien, está bien―aceptó―Nos vemos en unos minutos.

― ¡Bien, adiós!

Jungkook ni siquiera tuvo la oportunidad de despedirse o decir algo más, levantándose del suelo y viendo a su hermano con los brazos cruzados, no sabiendo qué era lo mejor en ese caso.

Su familia era lo más importante para él en el mundo, incluido Yeonjun, claramente.

Taehyung se había convertido en alguien muy importante también, por lo que no quería incomodar a ninguno de los dos.

Sin embargo, no sabía cómo decir ciertas cosas sin lastimar a alguien, además de que su hermano era demasiado rápido para su propio pensamiento.

― ¡Vamos por nuestro hyung!

Jungkook sabía en lo que se estaba metiendo, pero no quería subestimar a su hermano. Se encontraba en un punto en donde no sabía si lo expondría o lograría hacer cambiar la perspectiva de su hermano. Ambas opciones le daban miedo, pero dejaría que las cosas fluyeran lo mejor posible.

Se subieron al auto y Jungkook condujo nervioso hasta el edificio del mayor, no pudiendo concentrarse en la música pop que su hermano y él amaban.

Taehyung era una buena persona, pero no se podía liberar de los prejuicios y mitos sobre su especie. Especialmente ante aquellos que no lo conocían.

Aquel pensamiento lo inundó durante todo el camino, siendo totalmente incapaz de detener la música y decirle a su hermano francamente lo que sucedía y el por qué no quería presentarlo.

El edificio de Taehyung no quedaba demasiado lejos, por lo que no tuvo mucho tiempo para reflexionar sobre lo que estaba haciendo.

El peligris se encontraba frente a su edificio, su cabello siendo cubierto con un gorro y sus ojos por sus gafas para sol, porque, aunque estaba un poco oscuro, siempre se mantenía precavido a que otras personas vieran sus características.

Taehyung intuía que el hermano de Jungkook conocía su situación, pero ante el miedo del tatuado, comenzaba a dudarlo. Solo esperaba que el menor se lo tomara lo mejor posible.

― ¡Hyung! ―Yeonjun abrió la ventana y sacó la mano en forma de saludo, Taehyung devolviendo el saludo, amistoso― ¡Sube!

Taehyung se acercó al auto y abrió la puerta, dejando los botes de helado dentro de las bolsas en el asiento, cerrando la puerta detrás de él.

―Hola, gracias por venir por mí e invitarme―saludó, logrando ver al tatuado completamente tenso, quien ni siquiera devolvió el saludo o lo miró.

Yeonjun se acomodó en el asiento, no importándole que el cinturón lo apretara como a un embutido, queriendo ver al mayor.

―Es un... ¿Uh?―Detuvo su vómito verbal al ver al contrario totalmente cubierto― ¿Por qué tienes gafas para sol? Está oscuro afuera―preguntó dudoso, haciendo que Jungkook apretara el volante, nervioso.

Taehyung suspiró, quitándose las gafas lentamente.

Yeonjun frunció el ceño al ver al contrario, un nudo comenzando a instalarse en su garganta.

Ojos morados, tiene ojos morados...

―Yeonjun, necesito que respires profundo y...―fue interrumpido nuevamente ante el movimiento repentino de su hermano, quien se acercó a Taehyung y le quitó su gorro con brusquedad, un jadeo saliendo de sus labios ante la confirmación de sus sospechas.

Taehyung se sorprendió notoriamente, sintiéndose enfadado por el arrebato, pero dejando que el menor procesara lo que estaba viendo.

No sabía lo que Yeonjun estaba pensando, pero sus emociones eran confusas. Tristeza, confusión, enojo y desagrado.

Estaba acostumbrado a las últimas dos, pero no comprendía las primeras.

Jungkook se estacionó en una zona asignada, sabiendo que algo podía pasar y era mejor no conducir. Por la reacción que había presenciado recientemente, sabía que las cosas terminarían mal.

Yeonjun estaba congelado, manteniendo entre su mano el gorro del contrario, no pudiendo procesar lo que estaba viendo.

Un naturalista, uno de esos es amigo de mi hermano.

Mi hermano, está cerca de mi familia.

Mi familia.

Pensaba Yeonjun, hasta que fue capaz de hablar.

―Sal del auto―susurró después de un momento, haciendo que Taehyung asintiera, no sorprendido ante la petición― ¡Vete, asesino de mierda!

Jungkook sabía que la había cagado al no decirle a su hermano que Taehyung era un naturalista para que dejara de insistir, pero él había querido darle el voto de confianza a su hermano.

Taehyung se bajó del auto, sintiéndose entre decepcionado y triste. Especialmente porque Jungkook no decía nada.

― ¿Cómo pudiste, Jungkook? ―preguntó el menor después de gritarle a Taehyung, quien inmediatamente cerró la puerta del auto― ¿Por qué te juntas con uno de esos? ¿¡A caso no recuerdas lo que me hicieron!?

Jungkook vio de reojo cómo Taehyung caminaba por la acera, intentando regresar a su edificio con rapidez y la mirada gacha.

Se sintió más culpable.

―Yo quería decirlo, pero no se dio la oportunidad. Querías conocerlo tanto y pensé que quizás podrías darle una oportunidad...―el menor soltó una carcajada frustrada, lanzando el gorro de Taehyung hacia atrás, asqueado―Tengo que ir con él, debo disculparme con él también.

― ¡No! ―gritó nuevamente, colocando su mano sobre el brazo del mayor, sus ojos con lágrimas que amenazaban con salir en cualquier momento― ¿Por qué tienes que disculparte con eso? ¡Yo quería conocerlo porque pensé que era un humano!

Jungkook sabía que su hermano tenía sus motivos, pero también sabía que no era justo para Taehyung.

―Yeonjun, sé que lo que pasó te causó repudio hacia los naturalistas y es completamente válido. Pero él no tiene la culpa, él no es responsable de lo que pasó y sabes que ninguno lo es―intentó convencerlo, haciendo que su hermano soltara las lágrimas finalmente, viendo a su mayor atentamente, totalmente ofendido.

―Mataron a mis padres, a ambos y me dejaron huérfano―reclamó con dolor y firmeza, haciendo que Jungkook apretara los labios, sabiendo que aquello era sumamente difícil―Naturalistas los mataron sin piedad ¿Y pretendes que me lleve bien con uno?

Yeonjun respiró entrecortado, dejándose caer sobre el asiento nuevamente.

Claramente Jungkook sabía toda la historia, por eso mismo había odiado a los naturalistas por muchos años, al menos hasta que pudo comenzar a pensar en frío y analizar lo que pasaba en el mundo y cómo eran tratados por los humanos. Además de que había leído la noticia completa del incidente.

―Y sé que fui insistente, pero créeme, si me decías que era uno de esos me hubiera callado para siempre y te hubiera gritado por ser amigo de uno, cuando su especie mató a mis padres.

Jungkook se encontraba en un dilema, quería ir con Taehyung para disculparse por todo, pero no quería dejar a su hermano en ese estado, especialmente porque había sido por su culpa.

―Yeonjun, de verdad lamento no haberte dicho nada, fue mi error―se acercó para poder limpiarle las lágrimas al menor, quien lo apartó con un manotazo―Pero tengo que ir a disculparme con él, sé que es doloroso lo que pasó, pero Taehyung es igual de inocente que nosotros.

El menor se cruzó de brazos y mantuvo su vista sobre la ventana, molesto en totalidad.

―No puedo creer que hagas esto―jadeó entrecortado, las lágrimas apoderándose de él.

Yeonjun era adoptado, fue adoptado a los tres años, ya que sus padres fueron asesinados dentro del ataque de Naturalistas en los laboratorios clandestinos. Ambos padres eran trabajadores de esos laboratorios, se encargaban de inyectar y trasladar a los naturalistas para las pruebas, además de identificar a los que se encontraran a los alrededores.

No era un trabajo legal, ni mucho menos correcto dentro de la moralidad, pero para Yeonjun seguían siendo sus padres.

Todo el personal del laboratorio fue asesinado ante la intervención de la naturaleza para proteger a sus hijos, no siendo algo que los mismos naturalistas causaran, pero en las noticias y el periódico los responsables de la masacre habían sido los naturalistas.

Las víctimas habían sido acusadas como culpables, cuando ellos ni siquiera tuvieron consciencia de lo que estaba pasando.

―Yeonjun, hemos hablado de esto antes, no es bueno generalizar...―intentó hablarle sin hacerle más daño del que ya había causado―Él es buena persona, es amable y alguien que está luchando por eliminar esos prejuicios que se han creado sobre su especie.

El menor negó, totalmente indispuesto a hablar.

―No pretendo que te vuelvas su amigo, solamente quiero que me dejes ir a disculparme con él, porque es importante para mí―sabía que sus palabras se encontraban siendo ignoradas o al menos eso pensaba.

―Mis padres murieron en un laboratorio clandestino, ellos no hacían lo correcto―susurró, siendo completamente consciente de esa parte de la historia―Pero tampoco tenían derecho a matarlos, eran humanos, seres vivos.

Jungkook soltó el aire que tenía retenido, acomodándose en el asiento nuevamente.

Su hermano era muy inteligente y sabía eso, pero el tema de sus padres era algo muy delicado y él no podía simplemente decirle que se lo merecían, porque no era insensible.

―Ellos también son seres vivos, Yeonjunie. Y sé que es doloroso, no podría imaginarme jamás pasar por algo así, te lo he dicho siempre. Pero las demás personas no conocen tu dolor―El menor se limpió las lágrimas con las mangas de su sudadera, escuchando todo, a pesar de sentirse abrumado―Iremos a casa y vamos a descansar, pero necesito disculparme con Taehyung. Fue mi error no decirle nada y no decirte nada a ti.

El menor se encontraba totalmente indispuesto, a pesar de que sabía que su hermano tenía razón.

Taehyung se encontraba sumamente abrumado, las emociones del menor habían sido tan fuertes que había logrado calarle en lo más profundo de su alma, sintiéndose incómodo consigo mismo.

Sabía que esas cosas pasaban y que era poco probable que el hermano de Jungkook no tuviera una reacción como esa, pero no dejaba de ser doloroso.

En ese momento entendió el por qué siempre evitaban el tema del hermano de Jungkook, además de que no se incluía a la hora de ir al departamento del tatuado. Porque, aunque no lo expresara, sabía que ellos se reunían en casa de Jungkook y no era invitado, pero jamás se enojó por ello, porque consideraba que no era necesario invitarlo a todo, después de todo ellos eran amigos antes de su llegada.

Al menos intentaba hacerse creer que no le incomodaba.

Guu se acercó a él con dudas, logrando percibir las emociones de su cuidador.

―Lo siento, Guu. Necesito un tiempo para calmarme y luego regreso, no quiero hacerte sentir mal con mis emociones―le dijo mientras se quitaba sus zapatos y calcetines, dejándolos en la entrada.

Caminó rápidamente hasta su habitación y se sentó sobre la cama, colocando su cabeza entre sus manos, estresado.

―Jungkook no me hablará de nuevo después de esto―susurró, apretando los labios para evitar el comenzar a llorar, no queriendo ponerse demasiado sensible con algo como eso, algo que ya ha experimentado anteriormente.

El desprecio.

Tomó mechones de su cabello entre sus dedos, apretándolos con fuerza hasta que su cuero cabelludo comenzó a arder. Sin embargo, unas patas comenzaron a golpear su brazo con velocidad, colocando su vista sobre el golpeador, viendo su conejo, quien movía la nariz con indignación.

― ¿Puedes dejarme en mi sufrimiento? No necesito que me golpees como a un tambor con tus patas―reclamó con una pequeña sonrisa, la cual era imposible de ocultar―Aunque me salvaste de arrancarme la mitad del cabello, gracias, supongo.

Dejó salir el aire que se había aprisionado en su pecho cuando su gorro fue arrebatado, dejándose caer de espaldas a la cama.

Estaba enfadado con Jungkook por no haberle dicho a su hermano que era un naturalista, después de todo era su hermano y él debía conocer las opiniones de su hermano ante su especie.

Aunque cuando pensaba en las cosas de mejor manera, la actitud de Jungkook en la llamada y cada vez que mencionaban a su hermano con él presente, demostraba que él sabía sobre la posible reacción de Yeonjun y a pesar de eso, no le había advertido a nadie.

No quería entrometerse en situaciones familiares, pero como su amigo, Jungkook debió comunicarle.

Al menos para ahorrarse el mal trago que le quedaría por días.

Decidió el relajarse un poco, por lo que se preparó para poder tomar un baño relajante, uno que lo ayudara a destensar sus músculos.

Durante su ducha, estuvo atento a cualquier llamada que pudiera recibir, pero nadie llamó. Esperaba que al menos Jungkook dijera algo después de tan incómodo momento, pero no había sucedido.

Se colocó ropa cómoda y secó su cabello con una toalla, dejándolo esponjoso ante la fricción de la toalla con su cabello, pero logrando aplacarlo con una crema.

―Al menos no me golpeó―susurró para sí mismo mientras se veía en el espejo, dejando el cepillo para cabello a un lado―Ni me lanzó del auto, había muchas posibilidades, así que supongo que esta fue la mejor.

Guu brincó sobre la cama, siendo el encargado autonombrado de supervisar el bienestar de Taehyung.

―Es un niño, no voy a culparlo de sus pensamientos―se encogió de hombros, sentándose sobre su cama―Todos tienen el derecho de decidir a quien quieren tener a su lado.

Revisó su celular una vez más, no logrando encontrar ningún mensaje de Jungkook, solamente las fotos que Jin le había mandado de su postre. Le agradeció y entró al chat de Jungkook, sintiendo la necesidad de decir algo.

Jungkook:

Hola, Jungkook. Solamente quería expresarte que me siento enfadado por no haberle dicho a tu hermano la situación o haberme dicho que él tiene un pensamiento negativo hacia mi especie. Entiendo que cada uno tiene sus motivos y por eso mismo es importante respetarlos, para que estas cosas no sucedan.

No iré mañana al centro de computación, no creo que sea correcto el seguir como si nada después de todo esto, eso es algo que no me gusta. Tampoco pienso ignorarte como si nada, simplemente creo que estas cosas se deben hablar y si no estás dispuesto, creo que lo mejor es tomar distancia.

8:59 pm.

Esperó unos minutos, manteniendo la esperanza de que Jungkook respondiera o incluso le llamara, pero no sucedió.

Su mensaje fue leído, según había aprendido los cheques azules significaban que la persona había leído los mensajes, por lo que sabía que estaba siendo ignorado. Suspiró y dejó su celular en la mesita de noche.

Ahora su lista de dos humanos por los que pondría las manos al fuego, se reducía a uno.

Me encanta regresar de tanto tiempo y con drama jejeje 🤭

¡Nos leemos prontooooo!

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