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Analizó con cuidado las máquinas que tenía frente a él, posando nuevamente su vista sobre los instructivos, los cuales le habían indicado cómo debía encenderlas y todas las funciones que tenían, pero igualmente no lograba comprender muchas cosas de su uso.
En ese momento estaba haciendo una lista de las cosas que compraría para su nueva casa, ya que prácticamente no tenía nada en la alacena y menos en el refrigerador. Además de que quería comprar productos de limpieza y de cuidados.
―Entonces, debo poner dos líquidos en esta―Habló para sí mismo mientras señalaba la lavadora―Y esta es solamente para secarla, pero puedo colocarle olores...
Bufó bajito, pensando en que sería mejor consultarle a alguna vendedora en la tienda, aunque no estaba del todo seguro de si alguien se mantendría a su lado por más de dos segundos de forma voluntaria.
Era un nuevo día en su departamento y Taehyung se encontraba bastante tranquilo con su estadía, porque en ese momento solamente había tenido que luchar contra los electrodomésticos desconocidos, pero con nadie más.
Ese día tenía que asistir a la universidad, no porque sus clases comenzaran, sino porque tenía que firmar algunos papeles, además de que le darían algunos documentos e información sobre las clases, horarios y cursos que debía tomar, por lo que tenía que ir atento.
Aprovecharía esa salida para poder ir a una tienda y comprar comida y cosas necesarias, ya que realmente no le apetecía el pasearse por la cuidad a diario o más de lo necesario.
― ¿Prefieres las zanahorias o el apio? ―Preguntó en voz alta, sabiendo que su conejo se encontraba en algún lado de la habitación de lavandería. Supo que tuvo razón cuando pronto lo vio a su costado―Calcetín es zanahoria y bolígrafo es apio, elige―Taehyung colocó ambas cosas sobre el suelo, frente a Guu.
El conejo dio un salto hacia delante y tomó entre sus dientes el calcetín limpio, saltando hasta donde se encontraba el bolígrafo y tomándolo también.
―Eres codicioso, conejo glotón―Sonrió de lado, tomando los objetos con cuidado―Bien, te traeré ambos. Al menos hasta que pueda conseguir los materiales para cultivar tu comida aquí, tendré que comprarla en alguna tienda.
Al encontrarse satisfecho con el resultado, el conejo se fue a la sala.
Se levantó del suelo y dejó los instructivos sobre la lavadora, saliendo del pequeño cuarto, no sin antes apagar la luz.
Se encontraba listo para salir, solamente quería terminar de anotar todo lo necesario para que nada importante se le olvidara y creía que había logrado terminar con su tarea, por lo que era tiempo de salir. Tomó su maleta cruzada al pecho, sus llaves y celular, dejando agua fresca y la mitad de la zanahoria que quedaba para Guu antes de salir, prometiéndole que volvería pronto y pidiéndole que no hiciera un desastre.
Debía admitir que su edificio le gustaba mucho, los departamentos eran bonitos y grandes, los pasillos también y los vecinos realmente eran tranquilos. No había tenido la oportunidad de toparse con algún vecino, pero realmente prefería que fuera de esa forma, al menos en esos momentos.
Bajó por las escaleras y llegó a recepción, apretando las manos mientras agachaba la mirada cuando sintió los ojos de los recepcionistas sobre su persona, intentando ignorarlo y pensar en que era el único en ese lugar.
La universidad no estaba demasiado alejada de su edificio, eran diez minutos a pie y cinco en transporte, pero como no tenía automóvil o licencia de conducir, tenía que caminar. No le molestaba en absoluto, por lo que solamente tomaba ese pequeño tiempo para poder conocer la cuidad.
Al cruzar la esquina, la atención de la gente en la calle comenzó a posarse en Taehyung. Hombres, mujeres, ancianos y algunos niños viéndolo con diferentes expresiones mientras caminaba, logrando sentir todas ellas.
Apretó los labios mientras mantenía su vista sobre el camino, no queriendo enfrentar todas las miradas, mucho menos en esos momentos en donde no quería encontrar las cosas negativas de vivir en Seúl.
¿No tienen nada más interesante que ver?
Pensó con molestia, apartándose para no chocar con algunas personas que caminaban y esquivando a aquellas que se habían detenido para verlo.
Era claro que el color de su cabello no era el más común entre los humanos, además de que muchos de ellos evitaban pintarse el cabello para evitar ser confundidos con Naturalistas, por lo que entre cabelleras negras, cafés y algunas rubias, su gris platinado se hacía notar.
Jadeó tranquilo cuando, al dar una vuelta en una esquina, la acera estaba menos concurrida.
Con el cuerpo tenso logró llegar a la universidad, sorprendiéndose al ver lo grandes que eran los edificios que conformaban las manzanas, pensando en que seguramente terminaría perdiéndose en ese lugar, porque su sentido de la orientación era defectuoso.
Le dijo al de seguridad que estaba en la puerta peatonal lo que iba a hacer, quien lo dejó pasar. Ese día tenía que firmar unos papeles y saber más sobre los cursos, pero también tenía que tomarse una fotografía para su identificación de estudiante.
Le gustaba tomar fotografías, pero no salir en ellas.
―Edificio cinco―Susurró mientras caminaba, viendo que cada uno tenía su número en grande, por lo que sería un poco tonto el perderse―Oh, no está tan lejos.
Debido a la soledad que solía mantener en casa desde que era pequeño, constantemente hablaba consigo mismo, en especial cuando hacía actividades cotidianas, como el buscar algo. Le daba un poco de vergüenza, porque no quería hacerlo cuando estuviera acompañado de otras personas, pero era algo que no podía premeditar en ocasiones.
Leyó en el correo que era el piso número cuatro, en el área de decanato. Por lo que se acercó al ascensor y lo vio con atención, notando los puntos que había pegados a la pared, al lado de ambas puertas metálicas.
La tecnología dentro de la zona Naturalista era algo limitada, en especial en artefactos que eran fácilmente reemplazables o que se podía vivir sin ellos, como los elevadores. Había unos cuantos en edificios importantes, pero no eran tan vistos.
―Aquí no dice cuatro―Bufó, dándole igualmente al único botón que estaba, viendo que se iluminaba ligeramente.
Las puertas se abrieron y entró al ascensor, viendo que dentro había más botones con números, por lo que sonrió de lado y presionó el número cuatro, las puertas cerrándose nuevamente.
Taehyung podía jurar que la sensación de subir en el ascensor fue una de las más raras que había sentido en toda su vida, dejando en segundo lugar la vez en la que tuvo que meter su brazo en el ano de una vaca.
Las puertas se abrieron nuevamente y miró el pasillo a ambos lados, saliendo.
Se acercó al puesto que estaba al fondo derecho del pasillo, cuyo cartel indicaba que era el lugar que estaba buscando.
―Oh, buenas tardes―saludó con una pequeña reverencia―Soy nuevo estudiante del programa Naturalista y vengo por los papeles y la toma de fotografía―Habló suave, pero siendo escuchado.
La mujer asintió, tecleando en su computadora sin verlo.
― ¿Nombre?
―Kim Taehyung.
Después de teclear un poco más, se levantó de su silla.
Taehyung vio que la mujer tenía un perrito de plástico sobre su escritorio, el cual movía la cabeza de lado a lado. Eso lo hizo sonreír.
―Muy bien, tengo tus papeles aquí―la mujer le sonrió por primera vez y lo vio por el vidrio de sus gafas―Solamente debes firmar el compromiso con la universidad a tomar los cursos obligatorios durante tu proceso―Le dejó el papel frente a él, el peligris leyendo.
― ¿Curso de control de ira? ―Preguntó confundido, porque no sabía que se impartían esos cursos dentro de la universidad―Control emocional, Compromiso y solidaridad.
―Son cursos para dar atención a su salud mental―Aclaró la mujer, al ver la confusión en su rostro.
―Oh, bueno. Supongo que es bueno―asintió, terminando su lectura para después firmar.
Le entregaron su horario y le explicaron el proceso, además que tenía que inscribirse a los cursos en la plataforma de la universidad para las tareas y demás, cosa que intentó recordar lo mejor posible.
―La toma de fotografías es en este piso, en el salón doscientos―señaló, Taehyung asintiendo.
―Muchas gracias por su ayuda, secretaria.
Tomó los papeles y los metió en su maleta mientras caminaban, teniendo el tamaño suficiente para que no se doblaran o dañaran, solamente dejando el necesario para la fotografía.
Tocó la puerta y escuchó un "Pasen" Por lo que empujó la puerta con suavidad, viendo a varias personas dentro del salón.
―Buenas tardes, vengo por la fotografía para la identificación―Explicó mientras daba una pequeña reverencia.
No obtuvo una respuesta inmediata.
Entre las personas, un chico de hombros anchos se levantó con una sonrisa, acercándose a él mientras le daba un golpe a algunos de los chicos y chicas que lo veían a la distancia.
―Buenas tardes, pasa aquí―Le indicó mientras señalaba con ambos brazos una de las sillas, haciendo que Taehyung asintiera, caminando hasta la silla―Lamento esas miradas, no están acostumbrados.
―No hay problema―Dejó su maleta al lado de la silla, viendo hacia la cámara.
―Me llamo Kim SeokJin―Habló mientras se acomodaba detrás de la cámara, viéndolo por la pantalla― ¿Cuál es tu nombre?
―Kim Taehyung―Contestó, no sabiendo si le avisaría antes de tomarse la fotografía o solamente la tomaría.
―Oh, tenemos el mismo apellido y supongo que estudiamos la misma carrera. Tomaré la foto en tres―Taehyung asintió―Uno, dos y tres.
Taehyung apretó los labios, no siendo una sonrisa, sino solamente labios apretados con mejillas ligeramente infladas.
―Oh ¿Prefieres que tome una nueva en donde sonrías? ―Ofreció amable.
―No, gracias. No es necesario.
Jin asintió y dio media vuelta para decirle algo a los chicos que estaban en la computadora, pronto dándose vuelta nuevamente.
― ¿Eres de primer año?
―Sí, es el primer año que aceptan Naturalistas aquí―Juntó sus manos sobre su regazo.
―Es cierto, no lo recordaba. Pero no te sientas incómodo, eres un estudiante más aquí.
Taehyung asintió, viendo a los lados con impaciencia.
―Ojalá sea así.
Jin hizo una pequeña mueca antes de suspirar, mordiéndose el labio inferior mientras intentaba pensar en algún tema interesante para hablar.
― ¿Cuántos años tienes? Te ves más joven que yo, pero no sé si eres mi hyung―No quería que el chico se sintiera incómodo, por lo que se mantenía ligeramente distante.
―Tengo veintiuno.
―Yo también, cumplo años el cuatro de diciembre―Sonrió emocionado Jin―Eso significa que vamos a tocar en las mismas clases ¿Tomaste todas las del primer curso?
―Sí, estaré en las cinco―Taehyung no sabía si era algo bueno el que Jin estuviera en su misma clase, suponía que sí, así no tenía que mantenerse solo durante las clases.
Aunque él se veía alguien sociable, probablemente tendría más amigos dentro de la carrera, por lo que tampoco tenía que ilusionarse.
―Eso es bueno, entonces nos veremos de nuevo el lunes―Uno de los chicos que estaba detrás de la computadora se acercó, dándole la identificación a Jin, quien se la dio a Taehyung.
El peligris se levantó con algo de prisa, colocándose su maleta nuevamente, queriendo salir de ahí.
―Gracias, Jin hyung. Nos vemos―dio una pequeña reverencia, caminando rápidamente para poder salir.
Esperaba no haberse visto como alguien grosero ante Jin, porque realmente no quería eso, pero no le gustaba sentir las miradas de otros sobre su persona, en especial cuando no podía concentrarse en otra cosa para intentar no pensar en eso y ese salón lo estaba agobiando.
Ya no estaba seguro de si ir al centro comercial sería buena idea, porque no tenía ganas de nada más que de lanzarse sobre su cama y comenzar a prepararse mentalmente para el primer día de clases.
Recordó que Guu no tenía más que una zanahoria a la mitad, por lo que negó con su cabeza, sabiendo que tenía que ir.
Durante el camino hasta el edificio, había algunos comercios, más que todo restaurantes y tiendas de ropa, pero en ese momento se encontraba más interesado en la comida de su conejo que en otra cosa. El centro comercial era grande, pero el supermercado estaba en la parte externa, por lo que no tenía que adentrarse para poder ir a hacer las compras.
En la puerta corrediza, había un cartel pegado, por lo que lo vio con atención.
"Puedes comprar nuestros productos en línea, hasta la puerta de tu casa"
Taehyung se interesó totalmente en el anuncio, porque no quería entrar al supermercado y claramente pedir todo desde casa sería algo bueno para él.
―Buenas tardes ¿Puedo ayudarlo? ―Una voz aguda hizo que se asustara, dando un pequeño brinco en su lugar, viendo a una chica en uniforme frente a él―Tenemos el servicio en línea y puede pagar con tarjetas de crédito y débito o PayPal.
―Buenas tardes―Susurró― ¿En dónde tengo que entrar para comprar? ―Sacó su celular de su bolsillo, mostrándoselo a la chica.
―Sentémonos ahí, le enseñaré a hacer la primera compra ¿Le parece bien? ―El peligris asintió, no porque se sintiera en confianza, sino porque eso podía salvarlo de incómodas situaciones en el futuro.
Le enseñó cómo agregar los productos al carrito y a seleccionar las categorías para los productos. Eligió desde comida para él, hasta comida para su conejo y productos para lavar la ropa. La chica le recomendó algunos productos e intentó explicarle lo mejor posible cómo colocarlos y las cantidades.
― ¿Y lo llevarán a mi edificio? ―Preguntó cuando había pagado la compra, la chica asintiendo.
―Sí, es probable que por la cantidad de productos lo lleven hoy hasta las cuatro, pero es seguro que lo tendrás hoy―Eso hizo que Taehyung se sintiera tranquilo, asintiendo.
Ese día no había desayunado, porque realmente no sentía hambre ante sus nervios y porque tampoco tenía mucho que elegir en la cocina. En ese momento tampoco tenía tanta hambre, por lo que comería en la cena.
―Tendrías que consultar en tu edificio si dejarán pasar al repartidor o si tendrías que ir por él a recepción. Eso depende de cada complejo.
Taehyung dio una pequeña reverencia y se levantó de la banca, la chica imitándolo.
―Muchas gracias por la ayuda―Sonrió de lado, leyendo la pequeña placa que la chica tenía en su uniforme―Nayeon-ssi.
―No es nada, tenga un buen día.
Taehyung consideraba que las compras en línea era de las mejores cosas que había descubierto desde su llegada a Seúl, pensando en que eso hacía las cosas más fáciles, en especial para personas como él.
Lo único malo era que tenía que consultar sobre lo que la chica le había dicho y no había tenido la mejor impresión de los recepcionistas cuando llegó.
Entró al edificio y vio que solamente estaba el chico en la recepción, por lo que apretó los labios, sabiendo que en algún momento tendría que hablar con ellos.
―Buenas tardes, tenía una pregunta―Se acercó tímido, el chico levantando la vista de su celular, para colocarla sobre él.
―Buenas tardes, dime―sonrió amistoso, viéndose alguien mayor a Taehyung―Mi nombre es Park SeoJoon.
―Un gusto, soy Kim Taehyung―Sonrió un poco más tranquilo―Yo pedí el supermercado a domicilio y quería saber si el repartidor podrá subir a mi departamento o si tengo que recogerlo aquí.
SeoJoon soltó una risita.
― ¿No crees que es demasiado grande como para que entre en tu departamento? ―Intentó hacer una broma, pero cuando vio el rostro confundido de Taehyung, comprendió que no había captado el chiste.
―No...No entiendo.
―Lo siento, fue un chiste malo―Movió las manos de lado a lado, queriendo quitarle importancia―Normalmente pedimos que dejen las cosas aquí y podemos ayudarte a subirlas, pero preferimos que no suban a los departamentos. Te avisaré cuando lleguen las cosas por el teléfono que está junto a la puerta de la entrada.
Taehyung asintió, viendo hacia al ascensor de reojo.
―Gracias, hyung.
No había sido tan malo, en su opinión, al menos sabía que el chico recepcionista no sería grosero con él.
Abrió la puerta de su departamento y Guu saltó para recibirlo, Taehyung agachándose para poder tomarlo entre sus brazos, mientras se quitaba los zapatos y los dejaba en el mueble, caminando descalzo después de cerrar la puerta.
―No fue tan malo, supongo.
Pasó el tiempo viendo vídeos de cómo utilizar la lavadora, la secadora y la aspiradora. Al saber un poco más sobre su uso, sacó la aspiradora del cuarto de lavandería y comenzó a arrastrarla hasta la sala.
―Esto es ruidoso, Guu. Aléjate un poco―Le advirtió, viendo cómo su conejo pasaba de largo sus palabras, olfateando la máquina como si no tuviera nada mejor que hacer―Te lo estoy advirtiendo, después no me llores como un conejo caprichoso.
Como solía pasar, al conejo le importó muy poco lo que Taehyung dijera.
El peligris suspiró y apretó el botón para encenderla, la espiradora comenzando a succionar mientras soltaba un sonido estrepitoso, haciendo que Guu saliera corriendo hasta donde estaba su pequeña cama, escondiéndose debajo de las mantas como un exagerado.
Colocó la extensión de la aspiradora arriba de la alfombra, viendo que se llevaba el poco polvo que había quedado, sonriendo ante la efectividad.
―Es buena, es más sencillo que usar una escoba―Sonrió encantado, apagándola.
La rodó hasta poder desconectarla del enchufe, para llevarla nuevamente a la habitación de la lavandería.
Cuando la dejó en el suelo, escuchó el teléfono sonar, por lo que salió rápidamente de la habitación hasta donde estaba el teléfono, contestando.
― ¿Hola?
―Hola, soy SeoJoon. Tu pedido del supermercado ya está aquí, tienes que firmar para que el repartidor pueda irse.
―Gracias, ahora bajo.
Colgó la llamada y vio de reojo a su mascota, quien había dejado el drama de lado al escuchar que el teléfono sonaba, porque Taehyung le había dicho que vendría la comida.
―No tienes remedio―Se quejó con una sonrisa el peligris―Quédate aquí.
Se colocó sus zapatos nuevamente y salió del departamento, entrando en el ascensor para poder llegar a la recepción. Ahora que había probado el de la universidad, podía utilizar el del edificio sin tanto problema. Aunque la sensación seguía siendo extraña.
Un hombre con casco y muchas bolsas se encontraba abajo junto a SeoJoon.
―Firme aquí―dijo sin más el repartidor, extendiéndole una pequeña máquina.
Taehyung la tomó, no logrando ni terminar la firma cuando el aparato le fue arrebatado por el repartidor.
El chico se fue sin más, haciendo que Taehyung bufara.
―Hay personas muy groseras en este mundo―se quejó SeoJoon mientras chasqueaba la lengua, tomando algunas bolsas para poder ayudar al peligris, porque eran muchas.
―Es lo que pasa cuando eres un Naturalista―Susurró sin intenciones de que el otro lo escuchara.
― ¿Tan malo es? ―Preguntó, no siendo muy prudente con sus palabras.
Taehyung rodó los ojos, comenzando a caminar hasta el ascensor, con el mayor detrás.
―No podemos salir de nuestros pueblos sin autorización, estamos aislados de ustedes y no tenemos permitido el compartir un transporte con ustedes si no están de acuerdo todos...―Golpeó el botón para subir, comenzando a sentirse molesto―No tenemos los mismos derechos, somos separados como si fuéramos una especie diferente y no podemos caminar entre ustedes sin que todos nos vean como un animal extraño.
El más alto apretó los labios y las manos al sentirse regañado, no sabiendo qué decir.
―Ser un Naturalista es una mierda, lo único bueno de todo esto es que no nos sentimos superiores por ser diferentes, no como los humanos.
Soltó un suspiro cargado de rabia cuando terminó de hablar, sintiéndose apenado cuando entendió que el chico ni siquiera le había dicho algo malo y él había explotado de forma desconsiderada.
Además de que estaba haciendo algo que odiaba mucho, la generalización.
―Lo siento―El ascensor se abrió y Taehyung comenzó a caminar rápidamente hasta su puerta, soltando unas bolsas para poner el código, no dejando que el otro viera su rostro―Gracias por la ayuda.
SeoJoon asintió, dejando las cosas en la entrada, sintiéndose mal por haber preguntado.
―No tienes que disculparte, al contrario, es bueno que te desahogues de vez en cuando.
Guu se mantuvo alerta de la situación ante la violenta entrada, sus ojos manteniéndose sobre el desconocido.
―Si tienes algún problema, nosotros podemos ayudar―Aseguró con una sonrisa de lado―Mi compañera de puesto y yo. No somos como los demás, nosotros no te vemos como alguien inferior a nosotros.
Taehyung asintió, limpiándose las pocas lágrimas que habían logrado bajar, dando media vuelta para darle una pequeña sonrisa sincera.
―Muchas gracias.
El pelinegro le dio una última sonrisa, cerrando la puerta para poder irse.
Taehyung soltó un jadeo molesto, no por lo que había preguntado SeoJoon, sino por su simple reacción. No era alguien que compartiera sus verdaderas emociones con regularidad, al menos no con personas.
Sintió un toque en su pie, viendo a Guu frente a él, intentando subirse en su regazo.
―Supongo que no es tan malo ¿Verdad? ―Le habló, intentando confortarse a sí mismo, pronto sintiendo la lengua contraria sobre la punta de su nariz―Sí, pudo ser peor.
¡Hola! 👀❤
Lamento haber tardado con el capítulo, pero tuve ciertos problemas para comenzarlo, debido al trabajo y la universidad. Pero me alegra poder estar subiendo finalmente el segundo capítulo❤
Muchas gracias por darle una oportunidad a esta historia y espero les esté gustando🌷🥺
¡Nos leemos prontooooo!✨
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