Intro

Mis padres suelen decir que entre más te pareces a una persona, más la odias y como dice el dicho, del odio al sexo hay solo un... ¿esperaban que dijera la palabra con a? ni que estuviera loca.

Todo mi odio se desencadenó una noche. Usualmente suelo sacar a pasear a Eritrocito, mi tortuga. Si, sacó a pasear a mi tortuga. El punto es que cuando estaba en el patio de mi casa, sacando a Eritrocito, vi unos ojos amarillos brillantes, muy brillantes.

- Maldita sea- murmuré mientras apretaba la cuerda de Eri. Todavía estaba entrenándolo para que peleara y estaba completamente segura de que el aún no estaba completamente listo

- No creo que puedas huir esta vez – escuché una voz profunda muy profunda. Al inicio me sobresalté un poco, he de admitir que es completamente normal, pero después me acordé de que solo conocía a alguien con una voz tan profunda.

- Judd, vete a la mierda con tus mapaches – Judd soltó una risilla burlona, hasta cuando se reía seguía siendo profunda su voz. – No te cansas de tocarme las bolas

- El único que tiene bolas aquí soy yo, los mapaches macho y tu tortuga – fruncí el ceño, aun sabiendo que el idiota no me podría ver.

- Sal de una maldita vez – Birch salió con su típica cara de culo. – Me explicarías por qué estás en mi patio

- Para tu información no estoy espiándote, estoy en una misión junto a mis mapaches, no te creas tan importante, Estúpida – el tic de mi ojo izquierdo se hizo presente, solía aparecer solo cuando Judd Birch me hacía enojar

- Eres un imbécil – él se cruzó de brazos y simplemente sonrió con prepotencia. Sus ojos verdes como esmeraldas resaltaban en la noche. Nos quedamos callados, nunca me había molestado en lo absoluto quedarme en silencio junto a Judd, a la final estoy acostumbrada a que me analice con el fin de encontrar alguna debilidad para joderme

- Escuché tu conversación con Leah- lo que me faltaba

- Supongo que ahora vives detrás de las paredes y en los tubos de ventilación- se encogió de hombros

- Podría decirse que es una buena manera de recoger información- rodé los ojos – Sé lo que te hizo las bolas tristes de tu ex – alcé una ceja esperando a que continuara con lo que fuese a decir

- ¿Vas a agregar algo? - un mapache le trajo una botella de Jack

- Simplemente me limitaré a preguntarte algo – una sonrisa maquiavélica se dibujó en sus labios- ¿llegaste a tener algún orgasmo cuando cogías con él? – me ahogue con el aire, solo esto me pasa a mí. Empecé a toser descontroladamente y el me ofreció con cierta burla el whisky. Tomé un sorbo que me alivió ligeramente. Sé que eso no debería pasar, pero me acostumbré a tomar whisky cuando salía con Judd.

Aclaré mi garganta, alcé la vista, miré a Judd y me acerqué a su rostro

- Ni sueñes con que te vaya a decir como cogíamos mi ex y yo. Eso a ti te debe importar una puta mierda, Birch- Él sonrió torcidamente y me tomó por la cintura

- Esta situación me recuerda a lo de hace un año- acercó su nariz a mi cuello y aspiró mi piel – Tu oliendo a Jack Daniels, frente a mí y no teniendo en cuenta que podríamos terminar cogiendo como unos malditos salvajes detrás de ese arbusto- me aparté, este hijo de puta

- Eres un puto Imbécil- él sonrió

- Que coge mejor que tu ex

- Eres un odioso de Mierda

- Nos vemos mañana, ________, para hablar sobre tu anhelada venganza

- ¡Deja de escuchar mis malditas conversaciones con Leah!

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