Capítulo 9
Capítulo 9
Lo bueno: Judd me dejó hacer mis tareas. Lo malo: difícil concentrarme cuando sabía que Judd estaba semi desnudo, acostado en mi cama, observando cada movimiento que hacía. Solo faltaba poco para terminar el ensayo, solo necesitaba concluir, pero algo chocó con mi ventana.
Judd se incorporó de un salto, miro a través de la ventana y acto seguido me miró con gesto burlón.
- ¿qué pasa?- soltó una risita casi inaudible, se cruzó de brazos y me hizo un gesto con la cabeza para que me asomara -vas a decirme qué pasa o no- caminé hasta la ventana y lo que vi, bueno, más bien al que vi – ¿es enserio Jake?- la cara de él, era un poema. Me imagino que las fachas de Judd y mía no eran las más presentables. El sin camisa, solo con sus bóxer, despeinado y yo con su camisa, sin ropa interior, con el pelo mal recogido, definitivamente, no éramos la imagen de la decencia encarnada.
- ¿Es enserio, _____? ¿Con Birch? - Ay, pero qué tiene de malo, rodé los ojos
- Jake, callate y largate para tu casa- Sabia cuanto disfrutaba Judd de semejante espectáculo- estoy muy ocupada como para lidiar contigo
- ¡Eres una perra!- respira______, respira- ¡Pudiste meterte con cualquiera! ¡Con cualquiera! ¡Pero preferiste meterte con Birch, sabías que me haría daño que te metieras con él, todo el mundo sabía que ustedes terminarían juntos, lo haces por vengarte! ¡Porque no soportabas la idea de que te haya reemplazado por otra!- solté una carcajada, Judd permanecía inmóvil, observando, analizando.
- No seas estúpido, Jake- tomé aire y continué- el tipo de relación que tengo con Judd no es ni de tu incumbencia ni de la de nadie, ¿estamos claros? Y para que sepas, imbécil. No, no es venganza. Me encanta el sexo, y sobre todo como lo hago con Judd, porque el conoce cada puto rincón de mi cuerpo y yo del suyo. Y con respecto a mi "reemplazo"...No seas ridículo, si me hubieras reemplazado, no estarías en mi casa en estos momentos- Judd me miraba fijamente, esto me va a costar muy caro-Ahora, si no te largas, llamaré a mi padre, el no será tan diplomático
No se movía, estaba ahí, plantado. Judd agarró una navaja mariposa del bolsillo de su jean y comenzó a jugar con ella. Si no recuerdo mal, fue una que compramos un día que nos encontramos en el centro de la ciudad.
- Ya la escuchaste bolas tristes- su voz, definitivamente este hombre es mi ruina -Si no viene el padre de _______, bajaré yo, y sabes que la diplomacia no es lo mío- a la que le encanta la mala vida, ese hombre podía decir queso y me iba a calentar de todas maneras.
- Judd dejalo, se aburrirá eventualmente
-Permíteme dudarlo,________- Y Jake seguía sin moverse
-¿Llamamos a la policía?- Judd rodó los ojos y agarró sus jeans oscuros, para luego ponérselos y bajar por la maldita venta- ¡Birch! Ni se te ocurra- pero fue demasiado tarde, Judd le dio un puño en la mandíbula a Jake y fuera, el hombre quedó noqueado.
- Ja- desde arriba los hombros de Judd se veían tan... ¿qué te pasa_____? Demasiados halagos mentales hacia el idiota de Birch – ¿Siempre fue así?- su tono denotaba decepción- ¿alguna vez ha tenido alguna pelea?- negué
- La que se metía en peleas era siempre yo- soltó una carcajada oscura y cargó con facilidad a un noqueado Jake
- Sabía que eras una perra loca, pero no creí que estuvieras realmente loca- me miró una última vez- ¿qué hacemos con el?- ¿qué se supone que hagamos con él? Piensa ______, llevarlo a su casa, meh, no me da la gana de hacerlo, además podría ser demasiado comprometedor. Dejarlo en la sala, menos. Meterlo en el closet...no, hay demasiadas cosas que él puede encontrar ahí- ¿Lo dejamos en la puerta de su casa?
- Pero sería muy comprometedor ¿no crees?- Judd pareció meditarlo un momento, hasta que aquella sonrisa tan típica de el -Birch, lo que sea que estés pensando, no. No planeo pasar otro día junto a ti en la cárcel- chaqueó la lengua
- Lo voy a dejar en la casa de tu vecina- ese hombre no se va a salvar -se lo tiene merecido- un punto válido.
- Está bien, espera, voy a bajar a ayudarte- agarré unos lentes 3D desechables y unos pañuelos desechables. Bajé las escaleras despacio, agarré las llaves, abrí la puerta, procurando no hacer ruido, cerré con sumo cuidado y me encontré con Judd- Por lo menos que parezca que haya bebido o algo así. Judd sonreía con malicia- Deja de sonreír así- soy tan débil.
-Obligame- ay no, otra vez no
- Concentrate, Birch- caminamos hasta la casa de la vecina escogida. Su patio era enorme, tenía una piscina y no sé qué más. Dejamos a Jake en una silla de bronceo o como se llame, le pusimos los lentes, y pusimos pañuelos, no sé por qué escogí los pañuelos, pero son un buen toque.
Finalizada nuestra hazaña, volvimos a mi casa.
- Increíble, encontrarnos con ambos ex un mismo día- ¿qué probabilidad había? Solo nos pasa a nosotros
- ¿En serio ese marica retrasado tenía miedo de que lo dejaras por mí?- asentí. No era un secreto que Judd y yo por mucho que peleáramos, nos llevamos bien, bueno nos toleramos. Fue algo que debimos aprender a hacer, nuestras familias eran amigas y ajá. La amistad surgió casi por obligación.
- Una de tus ex se metió con él y así logró sacarle algo de información de nuestra amistad- seguí escribiendo en mi pc mientras le contaba- No escatimó en ningún detalle- y terminado. Guardé, envié y apagué.
Me levanté de la silla para sentarme al lado de Judd en mi cama
- ¿ah sí?- puso su mano en mi pierna y comenzó a torturarme- ¿qué detalles?- ronroneo con esa voz que me matará algún día
- B-bueno, detalles- concentrate ________
- ¿Cuáles putos detalles?- su caricia comenzó a ser un poco menos inocente, si es que en un principio lo fue- Vamos,________ sé que te mueres por decírmelo- tragué saliva y lo miré fijamente
- El que se muere por saberlo es otro- me senté sobre sus piernas, a lo que el me movió más hacia su entrepierna- Tu no quieres saber qué dijo tu ex, sino cómo reaccionó Jake- me acerqué a su cuello, esparcí pequeños besos, para luego dejarle un lindo chupado. Judd soltó un gruñido gutural, por los dioses, como me encanta ese sonido- siempre tan sediento por demostrar que eres superior en muchos sentidos- La mano de Judd viajó hasta mi cuello, rodeándolo, acariciando mi arteria con su pulgar
- Solo demuestro mi superioridad- acercó sus labios a mi cuello- a los hombres que te rodean,_______- su lengua realizó pequeños círculos. Sentí como el aire se escapaba de mis pulmones, mierda, definitivamente va a acabar conmigo- porque de esa manera- cerró sus labios un poco más arriba de mi clavícula, para luego...- te das cuenta de que soy la mejor opción para ti- mordió suavemente la delicada piel y comenzó a succionar- y así te das cuenta- su nariz seguía la línea de mi cuello hasta llegar a mi oído- que eres la mejor opción para mi- mordió mi lóbulo y lo lamió
- Y-yo no soy opción de nadie, Birch- una risita oscura se deslizó por mi conducto auditivo
- ¿Pobre elección de palabras?- asentí lentamente- tendré que solucionarlo entonces- pegó sus labios a los míos.
Pero no duró mucho el contacto, mi teléfono sonó y cuando vi quien era.
- Odio a mi hermana- me puse ropa y le pasé la camisa a Judd
- Hoy es la noche de los despechados- fuimos a la casa de los Birch, esta noche iba a ser muy larga.
Leah nos contó lo que pasó. Eva había vuelto a la casa, dando gritos de que Judd la había engañado conmigo, claramente drogada y borracha, empezó a golpear todo, hasta que le tiró una botella a la cabeza de Leah.
- ¡Tu maldita ex está loca! – Menos mal el señor Birch era médico- ¿qué mierdas les haces? – Judd gruñó y fue a la patrulla que tenía a Eva retenida.
No alcanzaba a escuchar nada, solo podía ver a Judd decirle algo mientras que ella lloraba histéricamente.
- Me voy, ya sé que estás en una sola pieza- le di un beso en la mejilla a Leah- Diane, Señor Birch, por favor cualquier cosa me llaman- El señor Birch me dio un abrazo rápido y siguió atendiendo a su hija
- No te preocupes_______, Eva no significa nada para Judd- sonreí
- Lo sé Diane, pero Judd y yo solo somos amigos- y con un abrazo nos despedimos.
Salí de la residencia de los Birch, pedí un taxi y esperé. Judd seguía discutiendo con Eva, pero esta vez si podía escucharlos
- Judd, cielo, qué necesito hacer para que entiendas que te amo- La cara de Judd era un poema
- Eva, callate, estoy malditamente harto de esta maldita situación de mierda- su tono neutro solo la hacía enojar más
- ¿Es por esa? ¿es por qué no puedes amarme?
-¡Si mierda, si!- oh...soy la tercera en cuestión
- Eres patético, Judd, patético- Judd soltó un suspiro desesperado, pasó sus dedos entre su cabello y la miró
- No tanto como tú, por lo menos lo que hay entre ______ y yo es mutuo- esto está mejor que cualquier novela.
- ¿Estás enamorado de ella, Judd?- no respondió y espero que no lo haga, por lo que más quieras Birch, no digas nada - ¡¿estás o no estás enamorado de ella, Birch?!- este la miró, se agachó hasta su altura
- Si te dijera que sí, ¿me dejarías en paz?- Eva palideció, yo también y llegó mi taxi. Mierda, mierda qué hago
- Adiós bolas tristes, nos vemos- me despedía rápidamente, sin darle tiempo a responder a Judd.
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