Marzo 3 semanas- Miércoles

A pesar de ser madrugada, el cielo apenas mostraba tintes de colores claros, siendo opacados por las nubes que cubrían toda su extensión. Era un nuevo día tras un experiencia que seguía palpable en la mente del de cabello bicolor, quien llevaba solo un minuto fuera de los brazos de Morfeo. Sentía sus párpados pesados, pero eso no impedía que de sus labios se esbozara una tonta sonrisa al tener frente a él la espalda de su querido novio, su cabello oscuro era corto por su nuca, pero lo suficientemente largo para poder apretar con los dedos y peinarlo, aunque la almohada había sido la responsable de dejarle el pelo desordenado ahora, como el suyo. Se preguntaba qué hora era, pues quería seguir disfrutando de la calidez de Nightmare, este parecía seguir durmiendo pues el único movimiento que hacía era el de sus brazos en el bamboleo de su respiración.

Bostezó evitando soltar ruidos innecesarios, tallando su ojo por la lágrima que escapó por sus lagrimales; y dispuesto a seguir durmiendo se removió para acercarse al azabache y apegarse en un sutil abrazo, rodeando su torso y posando su mejilla en su omóplato. No obstante, por su movimiento logró que el mayor se despertara, puesto a que no tardó tanto tiempo en darse vuelta y quedar frente a frente con el de ojos claros. Su cara adormilada era muy tierna, ambas pupilas eran distinguibles gracias a que su flequillo no lograba tapar su rostro. 

A pesar de todo, no dijeron ninguna palabra, no era necesaria para expresar la felicidad y calma que sentían al estar tan cerca del otro, sintiendo como de los cuerpos contrarios irradiaban un leve calor. La cama los incitaba a simplemente acurrucarse, mientras que ahora Nightmare era quien acobijaba al adverso con sus brazos, aprovechando que faltaba para que la alarma sonase.