56
Marzo 2 semanas — lunes.
Uno de los grandes consejos que adoptó a su vida fue realizar la tarea en los recesos para tener mucho más tiempo libre después de clases. Al principio le costaba pues quería ir a jugar deportes con sus compañeros o pasar el rato con su pareja, pero con el tiempo pudo ordenar mejor la dinámica.
En el primer receso se quedó en su asiento realizando la tarea de matemáticas, al tener la materia fresca en su cerebro no se iba a complicar mucho. Masajeaba su sien mientras leía los números que al principio no tenían sentido, pero con el tiempo cada expresión se hacían entendibles, pasado los diez minutos se alejó del cuaderno para relajar los músculos de la cabeza, soltando un perezoso suspiro.
— Hah...
Mientras se destensaba notó que desde la puerta del salón se iba asomando Nightmare, al principio no reaccionó hasta caer en cuenta que pocas veces el mayor lo visitaba a él; sonrió contento de verlo, sin importarle mucho que sus compañeros empezaran a prestar atención al joven de segundo año entrando al salón de primero como si fuese dueño del lugar.
— ¿Qué haces? —Preguntó Nightmare una vez a su lado.
— Termino una tarea, así tengo más tiempo libre.
Nightmare ladeó la cabeza para tener una mejor visión de los escritos en aquel cuaderno, hizo un sonido de entender lo que veía.
— Muy bien, ¿quién te enseñó eso?
Cross rió.
— No me enseñaron, te lo copié.
Los labiales del azabache se alzaron ligeramente.
— Entonces te dejo para que termines.
— Es tu decisión, Night.
El aludido asintió, pero antes de poder retirarse una acción impulsiva lo detuvo, Cross sostuvo su brazo para hacerlo volver a su anterior postura y al tenerlo suficientemente cerca, su cabeza se apoyó en su abdomen. Nightmare intentó mirar su rostro, pero posiblemente lo escondía por completo para que nadie viese lo avergonzado de hacer eso, tuvo que suspirar para alzar su mano y llevarlo a su cabello, allí le propinó pequeños mimos.
Después de eso se fue.
Cross carraspeó, todavía sentía su cabeza calentarse por haber actuado sin pensar, al principio pensó que era buena idea recalcar al mundo que ambos eran pareja, pero a mitad de camino ya se había arrepentido. Intentó concentrarse nuevamente en su cuaderno, no obstante una palmada en su hombro lo sobresaltó.
— Hey, Cross. —Alzó la mirada encontrándose ahora con un compañero de curso, Dust.— ¿Ese es tu novio?
— Sí.
— Woah, dominas a los más difíciles. —Rió burlón el de capucha, mientras se apoyaba en el pupitre del monocromático— Desde la primaria hay muchas personas enamoradas de él y tú llegas hace unos meses y lo tienes en tus fauces.
— ¿Fauces?
Su vergüenza aumentó de golpe, tratando de mantenerse serio en la conversación, mas parecía más a una mueca ridícula que otra cosa.
— ¿Aún no lo han hecho?
— Todavía somos muy jóvenes. —Argumentó, escondiéndose en sus propios ropajes, ganó una risa de su interlocutor.
— Sí, tienes toda la razón, eres un pan de dios para eso.
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