33
Diciembre 4 semanas - jueves.
Tal cual había declarado, estuvo la siguiente semana buscando por todos los rincones de la escuela a su compañero Nightmare, era posible que al llevar menos de un año en las instalaciones habría muchos caminos que no conocía, pero eso no le impediría de buscar hasta debajo de las rocas o preguntarle a compañeros de su curso si lo habían visto.
Únicamente en uno de los recesos del jueves pudo encontrarlo, el pelinegro iba caminando por uno de los pasillos, no quería perderlo de vista así que no esperó ni un segundo más y a zancadas lo alcanzó. Llevaba días pensando lo que su corazón sentía, sopesando y reflexionando cada latido y sensación, quería que lo supiera a como diera lugar. Tomó su mano al tener la distancia adecuada y empezó a tironearlo para que lo siguiera, Nightmare reaccionó haciendo resistencia, quejándose en claro gesto de ira.
— ¿¡Qué crees que estás haciendo!? —Exclamó, intentando como podía en zafarse, mas Cross le gana en fuerza, tomando su muñeca con ambas manos le miro por sobre el hombro frunciendo el ceño.
— ¡Vamos a hablar!
Nightmare chasqueó la lengua, todos parecían mirar la escena.
— ¡Puedo caminar solo, gracias!
Cross observando lo que estaba provocando, suspiró resignado y con una mueca lo soltó; Nightmare con bastante molestia se sobó la muñeca, siguiéndole el paso. Al estar en un sector mucho más apartado, a sabiendas de que nadie los escucharía, abultó los labios mirando al más alto, este tenía una expresión de fastidio, derrochando ira por sus ojos.
— Dime qué te ocurre.
— ¿Seguirás con lo mismo?
— Sí, porque quiero saber qué te ocurre, Nightmare.
— Te lo vuelvo a repetir, no es de tu incumbencia.
— ¡Sí la es! —Con tal exclamación, Cross tomó ambas manos, apretando suavemente y sintiendo cómo sus nervios aumentaban de golpe por lo que iba a decir. Alzó la mirada, sus mejillas ardían pero debía decirlo ahora— ¡Porque tú me preocupas mucho, Nightmare! Me importas muchísimo y me lastima mucho verte así, quiero saber lo que pasa en tu vida, cuáles son los sentimientos que ocultas bajo tu expresión de indiferencia porque ¡Me gustas!
Su propia respiración era temblorosa, intentó no flaquear. Nightmare se sonrojó ligeramente por tal declaración, observando fijamente el rostro del menor. Tras unos largos segundos, el mayor desvió la mirada, chasqueando una vez más la lengua.
— No porque me digas eso empezaré a decirte mi vida.
— Tal vez no, pero trataré que sea así.
Dejó de hacer fuerza con sus manos en ademán de soltarle, pero se halló con la sorpresa de que quien sostenía las manos ahora era el adverso. Avergonzado bajó la cabeza, ya había dicho lo que quería, no esperaba ninguna respuesta así que estaba satisfecho, Nightmare sabía lo que sentía y con eso era suficiente por ahora.
El timbre sonó y ambos se soltaron definitivamente, notó que el silencio se hacía más eterno de lo que deseaba por lo que volvió a hablar, sonriendo más tranquilo.
— ¿Mañana también sales temprano?
— Ah, te diste cuenta.
— Claro, te he buscado todos estos días.
Nightmare asintió, guardando sus manos en los bolsillos y mirando al menor con más calma.
— No seas tan insistente.
— Ya te dije que no dejaré de serlo.
El mayor suspiró, empezando a caminar, cada uno debía volver a sus respectivas salas.
— ¿Nos vemos el lunes, entonces? —Preguntó Cross.
Solo recibió un asentimiento como respuesta, una vez quedó solo fue corriendo hasta su salón, no sabía si sentirse feliz, pero sabía que había dado un paso muy importante.
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