Diciembre 3 semanas - miércoles

En el momento que supo que las cosas no estaban mejorando fue cuando notó que Nightmare no lo visitó en el gimnasio el día anterior ni cuando estuvo compitiendo con Error en el recreo pasado. Por más que buscó en esos días, ni siquiera en la biblioteca lo pudo encontrar, quizás hasta había faltado o retirado temprano, no quería pensar lo peor.

A la hora de la salida, salió abrumado de la escuela para dirigirse al paradero más próximo para retirarse a la casa, pero al alzar la mirada entre la espesa neblina pudo reconocer aquella mochila, por fin lo había encontrado. Corrió esperanzado hasta él, alzando la mano como si fuese un objetivo inalcanzable.

— ¡Nightmare! —Le llamó, solo consiguió que de a poco los pasos adversos bajaran velocidad, no se dio vuelta y apenas podía verlo por su bufanda.— ¿Dónde estuviste ayer y hoy? Te estuve buscando.

— No es asunto tuyo, Cross.

Su voz era seria, mucho más que de costumbre, empero al escuchar su nombre de su garganta, sintió en sentimiento que no podía descifrar. Alcanzó sus pasos, colocándose a su lado y al ver que no se detenía, se colocó frente a él.

— ¡No, pero...!

— ¿Pero qué?

Sus ojos apenas los distinguía de la sombra que sus negros cabellos entregaba, no sabía de qué color eran aquellos iris por su enfermedad, pero sí sabía que no había felicidad ahí. Tragó saliva, sintiéndose nervioso, no quería arruinarlo, no quería que Nightmare se alejara de su vida por sus malas decisiones. 

Se sumergió en una gran inseguridad, ya no sabía qué decir; Nightmare notó que no iba a decir palabra y dio unos pasos al costado para seguir con su camino.

— Me voy a casa, haz eso también.

Lo vio hasta perderlo de vista, sus piernas flaquearon y para sostener su propio ánimo se llevó la mano al pecho pues su corazón latía frenético, con adrenalina y miedo. Poco a poco estaba siendo más consciente de lo que pasaba en su propia mente, no era normal que de verdad quisiera la felicidad del mayor, quería escucharle, quería apoyarle en todo lo que le sucedía.

— Que me preocupe tanto... —Susurró para sí mismo, alzando el mentón para ver las oscuras nubes que cubrían el cielo— Nightmare...