Octubre 3 semanas - viernes

Fue algo complicado, pero ambos pudieron convencer a Cross de ayudar al moreno en aquel viaje amoroso, ahora no solo verían al bicolor en algunos recesos por las competiciones entre Error y él, sino que también se verían algunos días en el almuerzo. La primera tarea era que se tomaran de las manos, el próximo lunes verían los resultados.

Ahora solamente estaban en el patio, viendo cómo Cross se aprovechaba de los nervios del moreno para retarle a competir y este aceptaba con el apoyo del de ojos cyan. Todavía no cerraba capítulo con la curiosidad que le tenía al joven de primer año, a pesar de ser un año menor que él y tener una faceta demasiada infantil propia para su edad, a la hora de competir era como si se activase un interruptor de seriedad y madurez.

Eso es lo que veía Nightmare, observando desde un banco la carrera que tenían entre la nieve. De alguna forma, Cross tenía suerte de estar viviendo en una de las ciudades más frías del país, donde abundaba el hielo por más de cinco meses, un lugar donde el blanco y negro eran los colores más comunes en el día. 

— ¡Hahá! ¡He ganado! —Gritoneó Error al cruzar la meta primero que el menor. 

Cross trató de recuperar el aliento, como estaban ellos dos algo lejos de Nightmare, le costaba leer sus expresiones.

— Ya lo veremos... la próxima semana. —Al menos hablaban fuerte.

— Claro, pero recuerda que mientras más gano más obligación tienes de ayudarme con Ink.

— ¡Sí, sí! 

Ambos jovenes se dan vuelta mirando a Nightmare, como se había quedado apartado, el primero en acercarse era el monocromático, sonriendo amistosamente.

— Oye, ¿tú vendras también a vernos?

Se encogió de hombros, dejando al joven con un semblante algo apenado, se despidió de Error y partió. No entendía por qué se colocaba así, siempre que conversaban terminaban discutiendo, pero parecía que no le importaba al menor, siempre le trataba con notorias intenciones de ganar su amistad.

No lo comprendía.