Octubre 2 semanas - jueves.

Hacía bastante frío, pero con una bufanda extra se arreglaba. Al menos así estaba Nightmare mientras observaba una partida de tenis de mesa bastante movido, la pelota iba de cada extremo a veces rápido o a veces lento, pero siempre con una precisión que podía ser envidiable. Cross llevaba puesto un gorro que tapaba todos sus mechones blancos, se veía distinto de esa forma, pero no por eso mal, mientras que Error tenía puestos los guantes que siempre se colocaba al salir de la escuela.

Contando los puntos de cada uno parecía que el verdadero ganador en esa índole era el daltonico demostrando su mayor experiencia pues Error no solía jugar a este deporte porque era muy difícil conseguir la mesa para ellos solos. Todo parecía bien hasta que el destino quiso jugar en contra una vez más, la mano de Cross no reaccionó bien y tosco golpeó la pelota cayendo directamente en la cara de Night, justamente en el ojo. 

— Oh no. —Susurró Error.

Intentó, aguantó no enojarse pero no comprendía qué hacía Cross para alterarlo por un simple error; su expresión era directamente una mueca enojada que poco a poco se hacía una sonrisa ligeramente espeluznante.

— Te dignas a darle competencia a Error... cuando apenas puedes controlar una pequeña pelota.

— ¿Hah? ¿Crees que es fácil?

— Tsk, no me refiero a eso.

— No, no. Ya hablaste, Nightmare, ven y juega.

El aludido se dio cuenta de que era primera vez que el contrario decía su nombre, al menos frente a él. Se sintió de alguna forma desafiado, no iba a perder. Error por su parte dijo algo que al menos Nightmare no escuchó, dejando la paleta en la mesa para que posteriormente el mayor de los tres la tomara, ahora iban a pelear.

Como era el nuevo fue el primero en tomar la pequeña pelota, la botó un par de veces antes de hacer una entrada que dejaba mucho que desear, Cross respondió sin mucha prisa, era realmente una partida lenta que estaba poniéndole de los nervios al azabache, más con la cara que estaba poniendo Cross.

— Oh vamos, hombre. —Se aguantó reír, cuando la pelota iba hacia él la golpeó rápido haciendo que Nightmare no reaccionara a tiempo y perdiera el punto— ¡Wohooo!

Night reprimió sus gestos de humillación y dejó la raqueta en la mesa con algo de fuerza, lo suficiente para que sonara el golpe, no podía creer que todos esos meses sin práctica cobrarían factura. 

— Viva. Ahora me largo.

— ¡Vamos, Night! ¡No seas mal perdedor! 

Sus regodeos pararon cuando el timbre sonó pues Night se dio la vuelta y se fue, Error cual robot le siguió, se notaba que estaba pensando en otras cosas pues no reaccionó a su triste derrota.