Octubre 2 semanas - lunes

Un gran bostezo salió de su boca, no podía controlar el sueño que tenía, pero era normal si se quedaba hasta tarde con su lectura, debía evitar descontrolar su horario del sueño, sino, no podría concentrarse bien en las clases. Al entrar al salón vio al lado de su puesto a un Error haciendo gestos raros con las manos, a decir verdad, cada día estaba más extraño y a pesar que a diario era raro, ahora superaba los límites.

Para despejarlo de su mundo imaginativo, le dio un pequeño golpe sobre su cabeza, provocando que casi se golpease con la mesa, afortunadamente no fue así. Antes de poder recibir más quejas, justificó sus actos.

— La cara que hacías era terrible.

— ¿Aaaah? —El moreno arrugó el rostro mas se acomodó en su asiento, estaban en el salón, esperando que las clases comenzaran.

— ¿Es por Ink, cierto?

—...No.

Por supuesto que así era, una de las características de las que más se enorgullecía era poder leer la mente de las personas a través de sus reacciones y gestos, empezó a convivir con Error por lo distinto a lo acostumbrado, ahora su amistad era más liviana y más honesta, pese a ninguno de los dos les gustaba decirlo.

— Orejas rojas. —Error se tapó la zona y por su parte se sentó a su lado— Eres demasiado fácil de leer, ¿qué hiciste ahora?

— ¡Nada! Nos juntamos el sábado y competimos.

— Me sorprende que seas un estudiante destacado y no entiendas ni un poco de sentimientos. —Ahora, la expresión de confusión adversa era un poema, un poema de mal gusto. Se pasó los dedos por el entrecejo, dándose paciencia para ese pobre chico— Me dejaste claro que te besaste con él. Nadie con dos dedos de frente besa porque sí, ese albino te gusta.

— ¿Gustar? —Sonrió de manera estúpida— ¿Que estás loco?

— Tú eres el lunático retrasado que no capta nada, pensé que eras único en tu especie, pero seguramente Ink es igualito a ti respecto al tema.

El amor no era algo tan nuevo para sí, solamente que solo había sido una experiencia y mucha investigación por parte de los libros. A contraparte ajena, el moreno no entendía nada, el amor nunca había pasado por su cabeza y su cara demostraba lo confundido que estaba.

— Nunca me ha gustado alguien, no sé nada de esta tontería del amor, nunca me había interesado.

— El amor no se busca, por desgracia llega solo. —Explicó— Pienso que lo tuyo siempre estuvo pero desde que él se alejó de ti y llegó de repente, tu cerebro se inundó de hormonas.

— No puede ser...

Se encogió de hombros, el timbre sonó.

— En fin, te harás ilusiones si no resuelves el temita con él, así que háblale luego porque no pienso consolarte.

Pronto el profesor llegó, esperaba que su amigo se colocara los pantalones y actuara.

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Les invito a comparar las novelas, las fechas están puestas especialmente para que vean el avance paralelo de las parejas.