🔪|•3|El enojo abre puertas al verdadero amor.
Lamento el retraso akddjskjsjssj.
20:13 horario argentino.
Vocabulario soez.
Leve "violencia".
Este libro participa en el proyecto#Natsukasaweek del perfil: _Kou_006
La noche había llegado y la luna menguante se asomaba entre las nubes.
Un azabache se encontraba en los pasillos flotando, parecía estar emocionado. Este subía las escaleras y se dirigió a la azotea. Abrió la puerta y salió corriendo al ver a otro azabache idéntico a él.
—¡Amane!~—se abalanzó hacia él,dejando que la puerta se cierre sola.
—Tsukasa,hay alguien más aquí.—
—¿Uh?—miró a la acompañante de Amane.—¿Qué hace esta fea daikon aquí?—miró con asco a la chica.
—Tsukasa,no digas groserías.—
—¿Por qué? Si es la verdad.—
—Tsukasa,yo...vine a decirte algo...—
—¿Viniste a decirme que me amabas?Eso ya lo sé Amane~—
Nene sólo observaba la escena con rabia. Pero era mejor no abrir la boca.
—Tsukasa.—llamó con seriedad a su hermano.—No te amo. Ya te lo dejé claro miles de veces. Somos hermanos Tsukasa,solo te veo como un hermano.—suspiró.—Y te pediría que te alejes de nosotros.—
El azabache menor escuchó atentamente las palabras de su querido hermano.
—Pero…—
—No dudaré en pedirle a Teru que te exorcise.—frunció su ceño.
—Amane…—
—Nos vamos.—agarró de la mano a la albina de puntas turquesas y ambos desaparecieron de la vista del azabache menor.—Encuentra a alguien más para amar, Tsukasa.—dijo Hanako a lo último mientras se iban por la escalera de la azotea.
Aquellas palabras solo entristecieron al menor. ¿Cómo era podía ser que esa estúpida daikon le haya robado a su Amane? Pensó Tsukasa.
Apretó sus dientes fuertemente y cerró su puño. Intentaba tener paciencia pero su enojo ganaba. Hasta que finalmente, gritó.
—¿¡COMO SE ATREVE!? ¡ESA ESTÚPIDA DAIKON NO PUDO HABERME ROBADO A AMANE! ¡ELLA NO ES PARA ÉL! ¡LOS RÁBANOS SON FEOS PARA ESTAR AL LADO DE MI AMANE!—
Parecía totalmente un loco. Aunque en realidad si lo estaba. El enojo y rabia lo carcomía por dentro. La tristeza estaba también por aquella, según Tsukasa,hiriente confesión de su hermano.
Caminó hasta la puerta de la azotea para abrirla y encontrar un mokke.
»Hum…No vendrías mal para desahogarme...«
Tsukasa tomó aquel mokke que le ofrecía un dulce.
Apretó el mokke entre sus manos a tal punto de que el pequeño animalito soltara el dulce.
—Esa asquerosa daikon va a pagar...—
En un instante destrozó aquel mokke.
La sangre cayó con fluidez, manchando el piso y parte de la vestimenta del azabache.
Tiró al mokke por ahí,no le importó en lo absoluto si algún espectro fuera a asustarse o alarmarse.
Prosiguió a bajar las escaleras; aún insaciable por no haberse conformado destrozando aquel mokke.
Llegó finalmente al club de radio. Abrió la puerta y se dirigió a una de las mesas de aquel salón. Agarró unas hojas en blanco,un lápiz,una goma y comenzó a trazar líneas.
Natsuhiko y Sakura se miraron entre sí;¿qué le pasaba? Siempre corría a abrazar infantilmente a Sakura y algunas veces a Natsuhiko.
La peli-verde le hizo señas al de cabello cobrizo para que fuera a ver qué le pasaba a Tsukasa. Mientras tanto,ella prepararía algo de té y algún dulce.
Natsuhiko se acercó a al menor y colocó su mano en el hombro de este.
—¿Enano? ¿Qué pasó?—preguntó con algo de preocupación.
El menor giró su cabeza. Sus ojos ámbar no tenían brillo alguno,solo estaban cristalizados,parecía vacío y roto.
»Me voy a desquitar contigo por llamarme enano.«
—¿Cómo me llamaste?—un tono de molestia bastó para erizarle la piel al contrario.—No soy un enano, estúpido.—
—¿Discúlpame? ¿Estúpido yo? Sé más respetuoso,enano.—ahora Natsuhiko también estaba molesto.
—¡Deja de llamarme así!—se levantó de su silla para ponerse enfrente de Natsuhiko,comenzando una "pelea" de miradas.
—¿Por qué? Si eso es lo que eres,¿no ves que soy más alto que tú?—
—¡Cállate! ¡No estoy de humor!—
—Eso parece, estás más amargado que de lo común.—
—¿Que mierda dijiste?—
—Ese vocabulario es grosero. No hables así enano.—
—¡Basta!—
—¿Por qué no mejor te calmas? Así me puedes contar lo que te pasa.—Natsuhiko aún tenía paciencia,al parecer.
—¡Tú empezaste! ¡Me dijiste enano!—gritó Tsukasa,iniciando así una especie de berrinche.
El de ojos grises estuvo escuchando el berrinche del contrario,hasta que su paciencia se acabó completamente.
—¡Silencio, Tsukasa!—
Debería haberse cortado las manos.
•
•
•
Antes de cometer aquella estupidez.
•
•
•
¿Pegarle una cachetada?
¿De dónde sacó el valor?
»¿Qué...?«
Natsuhiko reaccionó instantes después.
—Y-yo…l-lo lamento…—buscaba excusa alguna,el solo pensar que el azabache cometiera alguna atrocidad hacia que el de cabello cobrizo sudara frío.
Pero el menor jamás le devolvió la cachetada o algo peor.
Se quedó en silencio, cabizbajo.
—¿Enano...?—
El menor se abalanzó al mayor para abrazarlo mientras derramaba lágrimas.
»¿Por qué lo traté mal? ¿En qué diablos estaba pensando?«
—Traté muy mal a Natsuhiko…—se aferró aún más al mayor mientras escondía su cara en el torso del de cabello cobrizo.
—T-tranquilo…—habló como pudo. No es que estaba nervioso,sino que aquella acción lo tomó desprevenido. No sd imaginaba que el menor le pidiera disculpas. Sus brazos enredaron al pequeño cuerpo del azabache y sonrió.—Está bien, está bien. Te perdono.—
El de ojos ámbar sonrió sinceramente.
»Quizás en realidad... Jamás me di cuenta que a mi lado había una persona tan maravillosa y comprensiva… Sólo me fijé en una obsesión que terminó siendo contradictoria para mí. Pero tú me abriste los ojos Natsuhiko. Y ahora yo seré quién abra las puertas de mi frío corazón para que entres a mí con esa calidez.«
“El enojo abre puertas al verdadero amor,ya que si tú no estuvieras, seguiría con mi falso amor.”
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top