Sus penetrantes ojos se posaron en mi mirada llena de rabia. Él no mostraba ninguna expresión más que sorpresa. Todos en el sillón voltearon a verme pero ninguno de los dos los tomo en cuenta.

- l.. Lucy..- se paró y camino a mi torpemente. Cada paso, cada centímetro solo podía ver mi collar meneandose en su cuello.

-¡Maldito hijo de perra!- solo seguí mi impulso de estampar mi puño contra su cara y así lo hize no hubo ningún arrepentimiento en eso. Todos callaron y su atención se puso en el cuerpo de Natsu callendo. Estaba claro que lo había tomado por sorpresa pero los anillos en mis dedos habían dejado una gran marca en su mejilla.

El había logrado tomar el equilibrio recargandose en una silla. En ese momento estaba apunto de lanzarme a él para arrancar lo que me pertenece del cuello pero unos brazos rodearon mi cintura apretándome.

- ¡tranquila!,¡tranquila!- decía el mismo chico con el que había chocado minutos antes.

- ¡seguridad! Alguien llame a seguridad- grito espantada una de las chicas que se encontraba con el.

-¡sueltame! No es asunto tullo- grite tratando de zafarme. No es que no pudiera hacerlo simplemente no quería herir a personas no involucradas.

- Grey suéltala- ordenó Natsu el cual se limpiaba el hilo de sangre que salía de su boca.

- no se permite este comportamiento en este bar- los de seguridad llegaron dispuestos a sacarme.- tendrá que acompañarnos a fuera.

- esperén...- murmuró Natsu.

- usted no se meta señor draganel- lo miro amenazante.

- yo me retiraré por mi cuenta- la rabia consumida no me dejó pensar bien por lo que olvide el motivo de mi visita.

- ¡lo se, lo se!, Levy fui una tonta. Lo tenía enfrente y preferí golpear su cara a quitárselo- gritaba estética por toda la habitación del hotel.

-Te advertí que no hicieras ninguna tonteria. Tenías que centrar tu mente en lo esencial, el idiota estaba de menos, lucy por dios- me dijo del mismo modo mi amigos- y ahora perdiste la oportunidad de ingresar a ese bar.

- no estés segura de eso, ya me las arreglaré- dije más calmada. Lamentarse ya no servía de nada.

- Loky llamo, dijo que Sting quiere verte y te está buscando. Por supuesto se nego a decir donde estabas pero el mando a sus "tipos" le destrozaron el local y golpearon a algunos de sus empleados.

- ese maldito, lo único que me faltaba. Tener detrás de mi a Sting- maldeci por dentro.

- de momento estás segura ya que estás del otro lado del mundo pero ya sabes que el tiene muchas influencias por lo que no será por mucho tiempo.

- de momento hay que dormir. Mañana tengo muchas cosas que hacer.

- ni creas que te dejare ir esta vez sola- observo mi mano con los nudillos manchados de sangre- mira como regresaste.

- tranquila no es mi sangre.

Había comparado un café y un pan en una tienda de auto servicio. Estaba preparada para ir a investigar nuevamente en el latín Kiss.
Loky no había conseguido mucha información además que se estaba manteniendo a los márgenes por culpa de Sting. A buena hora se volvía aparecer.

- no eres la que sacaron ayer a jalones- dijo burlón el hombre de los piercings.

- salí por mi cuenta- respondí.

-Escuche que le partiste la cara a un tipo- me miro interesado.

- los rumores se extienden rápido.

- si, bueno el escándalo se escucho en todo el bar.

- pues no tengo tiempo para discutir así que si te hicieras a un lado me ayudarías mucho.

- ¿para que vienes de día ? Además no eres bienvenida.- Realmente no tenía excusa. Por inercia mire a mis alrededores buscando mi salvación y Eureka. Había un papel pegado justo a mi lado donde se solicitaba meseras. Tomé el papel arrancándole y pasándolo frente su rostro.

- vengo por el trabajo- sonreí

- no, ¿no te he dicho que no puedes ingresar a las instalaciones?.

- no he venido como cliente. Tengo derechos.- el tipo trataba de empujarme mientras yo reclamaba mis derechos. El alboroto fue tanto que una mujer muy elegante de cabello rojo se asomó por la puerta.

- gajeel,¿ que está pasando?- la mire, nos miro a los dos. Después miro mi mano sosteniendo el volante- ¿vienes por el trabajo ?

- si- respondí firme.

La chica miro al hombre enfadado después me miro a mi y dijo sonriente.

- pasa, yo soy la encargada de las entrevistas de trabajo- !en tu cara gorila!, Estube apunto de hacer la infantiles de sacarle la lengua pero me contuve y seguí a la mujer a su oficina.

- ¿como te llamas?

- lucy heartifalia - respondí.

- soy la gerenta, Erza escarlet- sonrió amable- el trabajo aquí puede ser algo duro por la gran cantidad de patanes que entran ya que nunca falta quien intente pasarse de listo con alguna.

- créame estoy deacuerdo- y por patanes me refiero a natsu.

- aún así aceptas el trabajo, la paga es buena y solo es por la noche.

- acepto- estreche mi mano con la de la gerente.

- mañana comienzas.

(......)

Narra Natsu.

Esa noche, esos hermosos ojos color chocolate se volvieron a encontrar con los míos. ¿Que hacía lucy en Suecia? Y peor aún en el bar. Estaba claro pues no creo que me buscas a mi sino a su collar. El collar que yo robe. Al principio solo fue un juego. Un favor de mi prima. Jugar con sus sentimientos, enamorada y cuando se descuidara robar lo más preciado para ella y desaparecer. Todo hiba bastante bien hasta que me enamoré.

Pero tenía que obedecerla....Tenía que......

"
- así que ese es el collar....Dejame verlo- dijo la peli blanca entre risas.

- no te lo daré lisana - el pelirosa retiro el collar se sus manos.

- ¿he? ¿Por que no?.....No me digas que te has enamorado...- peliblanca comenzó a reirse.- el gran Natsu enamorado, no me lo creo.

-¡ callate!- grito el pelirosa.

- ella te odia y lo sabes. Ha se me olvidaba padre dijo que empacaras tus cosas tiene un trabajo para ti en Suecia.

- de todas maneras no pensaba quedarme.

- ¡mierda¡- aplaste el vaso tequilero en mi puño sin importar que este sangrase. Esos recuerdos me atormentaban

- Natsu ¿que te pasa?- pregunto Grey preocupado.

- nada, solo lárgate de aqui- le dije a mi amigo.

- es ella verdad...La chica por la que intentaste hacer eso- miro mi mano derecha cubierta por un guante blanco.

- debiste dejar que lo hiciera- murmuré retirando mi guante para dejar a la luz la fea cicatriz en mi dedo meñique. Señal que que quise cortarlo.

- ¡estás loco! Que obtenias con eso- me grito molesto.

- las heridas de la piel sanan tarde o temprano pero las de corazon perduran.

- que mierdas estás diciendo- Grey alzo la botella medio vacía de tequila- ¡estás ebrio!

"

-Rompi la promesa, Grey....Le menti- decía el pelirosa ahogado en alcohol.

- no se de que estás hablando pero desde que llegaste lo único que has echo es beber y beber. Acaso quieres auto destruirte.

- nisiquiera meresco eso- el ebrio chico tomo el cuchillo que se encontraba en la mesa y en un ataque de locura poso su dedo meñique debajo de este.

- !idiota!- el pelinegro solo veía como la sangre se derramaba por toda la zona- hay que llevarte a un hospital rápido.

(....)

- por suerte lo trajo a tiempo y pudimos reimplantar su dedo- dijo el doctor hablando con un pelinegro preocupado- ¿ como fue que pasó esto? El hombre está ebrio.

- acidente de cocina...Como ve no estaba en sus cinco sentidos pero el inciste en cocinar- bajo la mirada mintiendo.

- entendido. Estara bien, solo que lleve reposo a la mano.

- tan solo olvida, aveces es mejor olvidar- decia el pelinegro mirando asu amigo reposado en la cama.

"

Al cabo de unos meses el pelirosa había vuelto a ser el mismo de antes al parecer había olvidado todos sus tormentos.