Uno
-—Adrien, tu padre llamó — Abrió la puerta mientras revisaba su agenda electrónica, haciendo algunos ajustes — Quiere que ¡Oh dios mio! ¡Adrien! — Cuando levantó su mirada y observó al joven Agreste, dejo caer lo que tenia en manos e inmediatamente giro el rostro.
— ¡Nathalie! — El rubio estaba nervioso, tomo una de las almohadas que tenia cerca y se la colocó encima — ¡Se toca antes de entrar! —.
¿Situacion vergonzosa? Sí, ¿Humillante? Definitivamente.
La asistente de su padre había entrado mientras el se autosatisfacia.
Era un adolescente con diecisiete años recién cumplidos, tenia las hormonas a flor de piel y realmente no tenia un contacto cercano con ninguna chica como para tener una relación y de ahí, llegar a la intimidad.
Se golpeaba mentalmente cuando pensaba en aquello, solo tenia diecisiete años y ya pensaba en aquello ¿Eso lo haría un pervertido en potencia?
— Dime que eso no es mi ropa interior — La escucho murmurar mientras intentaba reducir su visión con su mano.
Oh, cierto. Quizás eso era lo que lo hacia un pervertido en potencia.
Su rostro tomó mucho más color del que tenia hacia unos instantes, se sentía avergonzado.
— ¡Por favor, Nathalie! No le digas a mi padre sobre esto — Bajó la mirada completamente avergonzado, sintiéndose culpable — Estuvo mal y lo acepto ¡No tengo ninguna excusa! —.
Nathalie suspiró, nunca pensó que en algún momento estaría en una situación tan incomoda con su ex-pupilo, pero al pensar en retrospectiva se dio cuenta que quizás le habría pasado a ella o a su jefe, Gabriel.
Y las probabilidades realmente no estaban a su favor puesto que Gabriel rara vez se encontraba en la mansión.
Además sabia muy bien que no había recibido la "charla" como era debido.
Se acercó, sentándose a un lado de él en la cama, intentando observar algún punto de la habitación e intentando quitar el hecho que Adrien estaba desnudo de su parte baja, solo con una almohada cubriendo su intimidad.
— Creo que me va a tocar a mi esto — Suspiró, de nuevo, intentando encontrar el valor necesario — Adrien, no estoy molesta, solo un poco sorprendida a decir verdad, pero debo entender que no serias un niño para siempre — Acomodó sus gafas, viéndolo de reojo, parecía que anhelaba que la tierra lo tragara — Cuando se entra a la pubertad se pueden tener ciertas necesidades que todo ser humano necesita cubrir — Fue interrumpida.
— Lo sé, lo sé — Cerró sus ojos, desesperado — Tocamos ese tema en clases, así que realmente sé lo que se tiene que saber —.
— ¿Sabes poner un condón adecuadamente, entonces? —Preguntó ella, de la nada — ¿Sabes cuales son las enfermedades que puedes contraer y contagiar posteriormente? ¿Sobre el embarazo? —.
— Por favor no sigas — Observó hacia otro lado, haciendo presión sobre la almohada que tenia encima, sintiendo que el leve rose con aquello no estaba del todo mal.
— Adrien, estas en crecimiento y en esta etapa es cuando mas necesitas apoyo, entiendo tu sentir —.
— Pensé que estarías molesta — Murmuró, llamando la atención de ella — Por tomar tu ropa interior, disculpame, realmente no sé en que pensaba —.
La mujer tosió levemente, mirando como el joven movía un poco la almohada que cubría sus genitales.
— Un poco, por hurtar de mi habitación — Fue sincera y directa, logrando que él rubio se crispara — Pero, como te dije, son necesidades y las entiendo — Finalizo con un suspiro.
Un breve silencio se instaló sobre ellos, que fue destrozado por Adrien.
— ¿Me las podre quedar? — Preguntó sin mirarla — Tus prendas —.
Ella abrió los ojos de par en par en cuanto lo escucho, la edad lo estaba volviendo un chico descarado.
— No creo que sea buena idea — Le dijo, levantándose de la cama.
— Dijiste que me entendías — Replicó él, haciendo un mohín con su boca.
— Ahora soy yo quien te pide que no sigas — Tomo sus prendas de ropa interior para después darse la vuelta y emprender su salida.
— ¡Bien! Seguiré siendo el perdedor que todas las chicas quieren pero que no sabe como hablarles — Exclamó, levantándose y dejando su miembro a la vista.
Nathalie arqueo una ceja, sin observarlo.
— ¿Y exactamente en que ayudaría el que conservaras mi ropa interior? — Pregunto, inquisitiva.
— Valor, quizás, o dejar de ser un frustrado adolescente y poder jactarme que me masturbe con los interiores de mi antigua tutora y asistente de mi padre — Se le estaba yendo la cordura al decirle eso a Nathalie, estaba siendo alguien completamente grosero e irrespetuoso.
Estaba inundado por las hormonas, además de que la visión de que ella, quien lo había visto crecer lo encontrara en esa situación, le comenzaba a causar un cosquilleo en su miembro.
— ¿De esto se trata? — Cuando se giró, todo el valor que el joven Agreste había mostrado se esfumo, dejándolo como un tonto mientras cubría su miembro — Hoy, Adrien, te comprendere, pero sobre todo, volveré a ser tu tutora —.
[...]
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No Puedo creer que enserio estoy publicando esto.
Me siento sucia, pero a la vez bien.
Es un twoshot sin mucho sentido. Algo que me vino a la cabeza hace tiempo pero que hasta hoy termine.
Solo esperó que esta probadita les guste, y que no me odien por lo que pasará, sean de mente abierta pos(?
Ya, me voy. Mañana subo la siguiente parte.
No hay sexo, pero si hay otras cosillas.
Besos, perdón por el trauma.
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