Podía ser extraño y confuso. Un villano y un héroe trabajando juntos para salvar la ciudad. Spider-Man junto a Venom. Era extraño incluso para el mismo Peter Parker. Fue Mary Jane quien lo convenció para que uniera fuerzas para detener los planes del doctor Octavius. Unos planes que causaron la liberación de un compuesto mortal sobre la ciudad, un escape masivo de La Balsa (una de las prisiones de máxima seguridad más seguras del mundo) y la liberación de cinco villanos con los que el hombre araña había peleado con anterioridad, que había vencido con su propia fuerza trabajando en solitario. Pero aquellos enfrentamientos siempre fueron llevados en una situación de igual de condiciones, de estado físico. Ahora estaba cansado, lastimado y había estado a punto de morir si no hubiera sido por el villano que lo acompañaba, que lo ayudaría a pelear contra las fuerzas de Otto.

Ver a Otto fungiendo como un villano, había tocado psicológicamente a Peter Parker. Octavius había sido un brillante científico, alguien que trabajaba por el bien de los demás. Pero la presión financiera, la presión mediática lo habían llevado a romper todo aquello que era, que representaba y lo llevó a un odio enfermizo contra Norman Osborn; odio que otros villanos parecían compartir como el mismo Martin Li, quien había estado guiando a su grupo de delincuentes sobre los pasos de Osborn en todo momento, engullendo a los trabajadores de Fisk y haciéndose lentamente con el control de Nueva York.

Wilson no había mentido cuando dijo que los pequeños se alzarían cuando la noticia de su aprensión fuera conocida en el bajo mundo. Poco después de la caída del Kingpin, los hombres de Li se alzaron en una batalla constante en la que parecieron buscar algo. Y ese algo resultó ser el Aliento del Diablo, un veneno que había afectado a la gente de Nueva York al punto de llevarla a estar en cama.

Todo era incluso peor si se paraba a pensar en como vencer al Doctor Otto y a los otros villanos y, al mismo tiempo, retener a los criminales que escaparon de la balsa con el ataque de Otto; ataque que había generado una importante brecha en la seguridad de La Balsa que ahora sus dueños (el gobierno) debían reparar. Y no podrían hacerlo si los presos andaban en una batalla campal con los hombres de Silver Sable por toda la ciudad generando destrucción y muerte, dejando cientos de heridos que los médicos y la policía debían recoger. Hasta que toda aquella situación no fuera controlada, nadie podría generar las reparaciones y arreglos que la ciudad necesitaba, así como todas las ayudas que los civiles necesitaban para sobrevivir.

Teniendo estos puntos en mente, Spider-Man decidió que no era tan mala idea trabajar con un enemigo que no quería matarlo. Había habido ocasiones en las que Venom (usado por Eddie Brock) lo ayudó para vencer a algunos villanos y enemigos que casi destruyeron la ciudad o incluso el mundo entero. Ese punto era esencial para completar su trabajo junto al nuevo Venom que lo acompañaba, el cual se había denominado como Agente Venom o algo parecido al nombre que usó Flash al tener al simbionte consigo mismo.

Pero había algunos puntos que la mente de Spider-Man encontró demasiado interesantes como para dejarlos pasar. Los simbiontes eran débiles ante el fuego y el sonido, por lo que un lanzallamas o un sonido estridente y fuerte podrían crear una fisura en la unión de Naruto y Venom, o incluso podría ser el final de la vida útil del mismo simbionte, lo que dejaría al chico a su protección. ¿Podría pelear contra los villanos y proteger a Naruto al mismo tiempo? Debido a sus enfrentamientos con Venom, conocía los puntos fuertes y débiles del simbionte, así como sus características en un enfrentamiento. Pero no conocía nada sobre el chico que estaba bajo el amasijo oscuro conocido como Venom. Y desconocer los puntos fuertes del chico podrían abocar aquella misión a un fracaso directo que los enviaría a ellos a la tumba.

La experiencia hizo que Spider-Man mantuviera la calma. La muerte era algo a lo que estaba demasiado acostumbrado. Estar al borde de esta, había generado entre Parker y la Muerte una unión que ningún otro mortal podría compartir. No al menos si volvía de la misma. Por eso mismo no tenía miedo a la muerte o estaba preocupado por esta. Lo primero era la ciudad, la gente. Después iba su propia seguridad, su propia recuperación. Al menos así funcionaba su pensamiento.

Ambos detuvieron su avance en el muelle. Los ojos del arácnido se centraron en la enorme figura de Rhino acompañado por la figura más esterilizada de Scorpion. Los dos villanos parecían estar llevando algo acabo por ordenes de Otto; algo que ellos tendrían que deshacer y obtener una victoria sobre su enemigo y retrasar los planes que el doctor tuviera con la ciudad.

―Eso no se ve como algo que haría una persona normal. Esos trajes no son de personas normales.

―¿Lo dices tú? Llevas un ser extraterrestre como un uniforme de combate.

Mucho más compacto, con hombreras protegiendo sus hombros y espinilleras cubriendo sus espinillas. Lo único que pertenecía a la realidad y no al simbionte era el cinturón que recorría la cintura del joven, donde llevaba una Glock en su cartuchera junto a la munición oculta en los bolsillos del cinturón militar que obtuvo de uno de los mercenarios de Sable Internacional.

―Al menos mi traje es mejor que el de esos tipos. Creyendo que trajes mejorados tecnológicamente podrían ser superiores aun traje orgánico como Venom. Él suple mis debilidades, cabeza de red.

―Un moco negro gigante suple las debilidades de un humano. Si, ahora esto está mejor.

Naruto resopló, conteniendo la risa que le hubiera encantado dejar escapar. Pero eso habría sido un segundo golpe en el orgullo de Venom, lo que lo llevaría a perder aquel traje que estaba usando y a pelear con sus propias manos contra los villanos. No es que tuviera miedo, por supuesto, pero su poder físico no era comparable al que Rhino poseía con ese traje mecánico creado y mejorado por Octavius.

―No ofendas a mi traje, cabeza de red. Eso podría causar mi muerte y tu depresión por mi muerte.

―¿Has reconocido que tu traje tiene sentimientos? Eso es demasiado turbio, hombre.

―No me jodas.

Un crujido detuvo la discusión de ambos. Spider-Man abrió los ojos cuando un picor golpeó su cabeza y Agente Venom reaccionó cuando lo hizo el arácnido. Un enorme contenedor voló hacia ambos y estos lo evadieron saltando hacia la derecha y la izquierda, dejando que el contenedor destruyera el tejado donde habían estado.

―¡INSECTO!

―¡SOY UN ARÁCNIDO!

Rhino corría hacia Spider-Man como si no hubiera un mañana. Carecía de raciocinio, de un pensamiento que lo hiciera detenerse. Como un toro ante el movimiento, Rhino se lanzó hacia el hombre araña con la clara intención de atravesarlo, de ensartarlo hasta que viera como la vida desaparecía de su mirada.

Twip

Dos líneas oscuras cayeron a ambos lados del rinoceronte. Este entonces detuvo su carrera, permitiendo que Agente Venom estrellera al villano contra el suelo con una doble patada de tirachinas, lo que hizo rodar al hombre rinoceronte por el suelo durante varios segundos hasta que se detuvo así mismo, utilizando sus manos gruesas.

―¿Otro insecto?

Una enorme araña blanca estaba presente en el traje oscuro que cubría al joven Naruto. Este no había caído en su aspecto demasiado similar con el de Spider-Man, salvo que era completamente negro con ligeras marcas blancas, siendo la araña una de ellas. Pero la diferencia estaba en su traje: el de Spider-Man era más delgado, más aerodinámico. El suyo por otro lado era algo más fuerte, robusto, debido a las defensas con las que contaba gracias a Venom.

Pero ¿qué tan estúpido podía ser un villano como para confundirlo como un Spider-Man? La inteligencia de Rhino no estaba siendo demasiado elevada en ese punto; no a ojos del Uzumaki al menos, quien alzó una de sus cejas encontrando divertido como parecía confundido con su apariencia.

―¿Si sabes que no soy un Spider-Man o algo así no? ¡Él es el insecto en este equipo!

―¡Pero no me vendas!

Agente Venom reaccionó cuando un enorme aguijón intentó clavarse en su piel. Apartó el cuerpo dejando que el aguijón pasara frente a él sin llegar a clavarse en su cuerpo. Cuando la cola se movió, levantó el brazo y la agarró con fuerza.

―No es una araña estúpido simio sin cerebro.

Scorpion llevaba un traje no tan voluminoso como Rhino, pero aquel color verde era tan vistoso que no podía ser perdido de vista, lo que lo hacía un objetivo completamente visible en todo momento.

―Casi me ensartas con esta mierda―Naruto clavó los talones en el suelo. Scorpion intentó mover su extremidad con el objetivo de lanzar a su adversario a los brazos de Rhino; pero su objetivo no llegó a cumplirse pues ni siquiera pudo moverlo un centímetro―. ¡Ni sueñes que te dejaré moverte, moco andante!

―¡Cabeza Hueca! ¡Ayúdame!

―¡NO ME INSULTES!

Un ligero temblor acompañó los movimientos de Rhino. Este cubrió su cuerpo con su brazo, como un jugador de rugby que estaba a punto de embestir a su contrincante.

―¡Encárgate!

Naruto soltó la cola de Scorpion. Usando sus brazos, recibió de lleno el cuerpo de Rhino embistiendo contra el suyo, empujándolo hacia un conjunto de contendores.

Spider-Man disparó varias bolas de red contra los pies de Scorpion. El villano quedó completamente inmóvil, siendo envuelto por la red del hombre araña.

―Tío, no debiste centrarte en mi compañero.

―Araña...

―No sé exactamente que es lo que os prometió Otto, pero no voy a dejar que llevéis esta ciudad al desastre, a su destrucción. Ya tengo demasiados problemas con un veneno en el aire y con un profesor desquiciado que está intentando llevar a cabo su venganza sin darse cuenta de que puede llevarse a inocentes con ello.

El karma existía en el mundo. Las personas recibían su merecido en algún punto de su vida cosechando aquello que sembraban, llevando sus vidas o a un punto muy bueno o a uno muy malo. Si hacías cosas buenas, obtenías cosas buenas. Pero si hacías cosas malas, recibías cosas malas. Al menos, eso era lo oficial y lo que terminaba pasando. Spider-Man ya vio a los villanos recibiendo su merecido e incluso podía estar a favor de cobrar un poco ve venganza. ¿Pero llegar a un punto en el que sacrificaría a inocentes para obtener su propio bienestar? Eso no era algo con lo que él estaría de acuerdo.

―¡Rah!

―¡No me escupas!

Usando su brazo derecho, Agente Venom detuvo el rostro de Rhino a centímetros del suyo. El villano había logrado utilizar su fuerza para empujar al joven contra los contenedores, generando una abolladura en estos tras el impacto.

―¡Bastardo!

Dos redes negras pasaron por ambos lados de Rhino. Estas se pegaron directamente contra un contendor elevado y Naruto se aferró a ambas tiras y tiró, haciendo que el contenedor cayera hacia ellos.

Usando sus pies y la fuerza obtenida por el simbionte, el chico logró zafarse del agarre del villano y quedar en una posición elevada y superior a la del villano. Desde aquel sitio, mirando directamente a Rhino, Naruto vio como el contenedor cayó sobre el rinoceronte y lo aplasto contra el suelo dándole la ventaja por varios segundos.

[Eso ha sido asqueroso. He sentido la saliva de ese asqueroso golpeando contra mi piel hombre. Espero que no permitas eso de nuevo, chico. ¡O voy a devorarte!]

Naruto no respondió a la amenaza ni al exabrupto del simbionte. Se centró en el villano que se estaba incorporando nuevamente a pesar de haber recibido de lleno un contenedor de metal contra su cuerpo. Otro hubiera quedado aplastado, inconsciente ante el ataque; pero Rhino parecía decidido a obtener lo que estuviera buscando en los muelles.

Twip

Spider-Man disparó sus redes, golpeando directamente la espalda del villano. Rhino rugió con furia y giró su torso, obligando al arácnido a moverse de forma circular, quedando al alcance de la mano de su enemigo. Rhino podría atrapar el rostro de Spider-Man y aplastarlo contra el suelo...

Twip

Naruto reconocía que los poderes de Spider-Man eran muy utilices. Conociendo la habilidad de adaptación de los simbiontes, no le extrañaba que Venom hubiera obtenido lo de lanzar redes de simbionte como lo hacía Spider-Man con la telaraña. Una vez, o varias, Venom y Spider-Man estuvieron unidos, por lo que el simbionte adaptó todo eso a su propio sistema de constante mejora y evolución.

Rhino giró la cabeza. Naruto tiró de la red y desvió el brazo del villano, permitiendo que Spider-Man se deslizara bajo este y golpeara el mentón de Rhino con sus pies, enviándolo a volar hacia atrás, entrando en un contenedor que Naruto cerró usando sus redes negras.

―Eso es trabajo en equipo.

―No voy a chocar los cinco contigo, cabeza de red.

―¡Aw!

―Ni siquiera voy a decir algo sobre ese quejido que has soltado. Es turbio.

Rhino y Scorpion habían sido vencidos. Les quedaban cuatro villanos por vencer para poder detener todo aquello; pero también tenían que lidiar con el Aliento del Diablo y con Sable Internacional, todo eso con el poco apoyo que Stacy y Watanabe podían proporcionarles desde la comisaría, lo que los dejaba casi completamente solos en aquel trabajo conjunto.

―Dijiste que Mary Jane estaba buscando información sobre el Aliento del Diablo, ¿verdad?

―La dejé buscando eso, sí. Miles está ayudando a las personas de FEAST en estos momentos. Por más que quiera, no puedo dejarle participar en una pelea directa. No tiene poderes.

―La gente sin poderes es peligrosa, cabeza de red.

―¿Tú tienes poderes?

No había nada más bajo el simbionte que Uzumaki Naruto, un asesino entrenado desde los cuatro o cinco años por el mismo Kingpin y miembros de La Mano. Si le quitaban al simbionte, Naruto sabía que tenía los conocimientos y las habilidades necesarias para poder enfrentar a personas con poderes como lo era Spider-Man. Y si no hubiera tenido a Venom, lo habría hecho cuando pelearon en la Torre Fisk.

―No. No los necesito. Venom es como un potenciador de mis propias habilidades, de mi propia fuerza. Lo utilizo más como un potenciador, como un empuje a mi fuerza.

―¿Y no intenta tomar el control de tu mente? El simbionte es como una droga...

―Una mala, entonces―una risa salió de los labios de Naruto―. Él no ha podido ni podrá controlar mi mente o el impulso más oscuro que tenga. Es un hecho que puedo prometerte que jamás pasará.