La Balsa fue construida para ser la prisión más segura del mundo, para mantener a los conocidos como Super Villanos dentro de sus muros. Muchos enemigos de héroes fueron encerrados en La Balsa para ser controlados y no causar problemas, siendo mayormente personas con poderes. Estos Super Villanos eran retenidos gracias a los collares que inhibían los poderes de estos humanos que derivaban en diferentes tipos: mutantes, inhumanos o simplemente personas con poderes que no pertenecían a ninguno de ambos grupos. Otros villanos que también eran detenidos en el lugar, eran aquellos que, sin poderes, habían causado un estrago en Nueva York o en el mundo lo suficientemente grande como para ser considerado como una amenaza pública. Y de este último tipo, Nueva York había conocido a muchos de ellos, siendo gran parte de estos villanos enemigos del héroe local Spiderman.

La Balsa había sido creada para impedir que los presos escaparan o para que alguien los ayudara a escapar fácilmente, no para impedir los enfrentamientos entre sus habitantes, lo que hacía que las peleas dentro de la prisión fueran frecuentes entre las distintas bandas que habitaban las celdas de la prisión de máxima seguridad. Tampoco los empleados de John Walker eran enviados a detener las reyertas, sobre todo cuando el mismo alcaide era el causante de estas mismas. Instigado anteriormente por Kingpin, Walker maltrató a aquellos tipos que el mismo Wilson Fisk le indicó, solo para que finalmente el imperio de su jefe indirecto llegara a su fin tras ocho años siendo hostigado por el hombre araña.

Y ahora el mayor mafioso y su hijo estaban presos en La Balsa, sin posibilidad de escapar y con diversos enemigos que podrían utilizar la oportunidad para asesinarlos. ¿Pero quien querría asesinar al mismo Kingpin? Muchos criminales, incluso allí dentro, sabían de la estabilidad que el Kingpin creó en los suburbios de Nueva York, estableciendo un submundo con ciertas reglas, ordenado y que daba beneficios a todos los que no estuvieran en el ojo del Kingpin. Por eso nadie atacaría directamente al inmenso hombre, al Rey del Crimen. ¿Pero y a su hijo? ¿A caso no podría el chico ser usado para lastimar al Kingpin? ¿Para hacerlo temblar y descubrir que no era intocable?

El hijo adoptivo del criminal no era muy conocido en el bajo mundo. Habiendo tomado el apodo de su padre como Kingpin solamente durante un año, el joven no contaba con una carrera delictiva como la de su padre, por lo que nadie podía reconocerlo como un gran mafioso y criminal. Esto, por supuesto, jugaba en contra tanto de Wilson Fisk como de su hijo adoptivo. Aunque Naruto hubiera sido conocido como el Kingpin durante un año, el chico no tenía un respaldo sólido para no ser atacado dentro de La Balsa. Nadie sabía de lo que era capaz o lo que podía lograr con sus propias manos. Esto, por supuesto, hacía del joven un blanco directo para aquellos férreos enemigos del Kingpin, un punto débil que los enemigos del mayor criminal usarían para lastimarlo.

Wilson Fisk conocía esto mejor que nadie. Vanessa y su hijo biológico fueron asesinados por eso mismo. Eran sus puntos débiles y sus enemigos los usaron para destruirlo. Los asesinaron usando a Lester y eso fue un golpe que casi lo destruyó. Pero aprendió de su error. Jamás preparó a Vanessa o a Richard para hacer frente a sus enemigos, a aquellos que fueran a lastimarlos como terminaron haciendo. En su momento pensó que sus enemigos respetarían su retiro, pero no lo hicieron y lo obligaron a volver para aclarar las cosas y recuperar aquello que dejó a un lado cuando se fue a Japón.

Usó todo aquello para educar a su hijo adoptivo, a aquel niño de cinco años que tomó a su cuidado cuando mató a Bullseye en aquel motel de carretera. Su hijo biológico y esposa no fueron entrenados en artes marciales o en el oscuro arte del asesinado. Naruto sin embargo fue entrenado en todo aquello que sus difuntos familiares necesitaron en su momento. Fisk mismo se encargó en buscar a los mejores instructores, dotando al chico desde que quedó a su cuidado de todo aquello que necesitaba.

Vanessa y Richard fueron sus puntos débiles. Murieron en un simple accidente de carretera y casi lo llevaron a la muerte. Fueron fáciles de asesinar, de eliminar. Naruto en cambio fue formado para sobrevivir, para ser mucho más duro de matar y que no lo usaran como su punto débil para derribarlo. Cualquier persona que pensara que podrían matarlo fácilmente solo por no haber sido realmente el Kingpin, estaba completamente equivocado y Wilson disfrutaría de ver como el rostro de aquella persona se volvía sangrante por haber sido confiado.

―¡Mierda!―un preso habló exaltado, observando con asombro lo que había pasado―. ¡El chico realmente lo golpeó! ¡Golpeó a Punisher con un golpe directo en su rostro, sin temor!

―No esperé que el chico lo hiciera―un preso mayor rio secamente, observando junto a los demás presos y algunos de los guardias la pelea entre el hijo del Kingpin y el mayor enemigo de este―. El muchacho ha destrozado los morros del mercenario con un jab directo sin resistencia por el aire.

―¿Seguro que el chico es fácil?―otro preso murmuró en voz baja, mirando como ahora Castle daba el paso hacia adelante, presionando al hijo de Fisk con un jab de vuelta―. Castle es marine...bueno ex marine. Por lo que sé, tienen un peculiar estilo de pelea cuerpo a cuerpo creado para matar. ¿El chico sobrevivirá a esta pelea?

―¿No lo ves con tus ojos?―un cuarto preso habló por encima de los gritos de los demás presos, volviéndose el centro de atención de algunos de sus compañeros―. Ese chico tiene un cuerpo entrenado. Creo que no solo sabe boxeo. Ambos se están conteniendo ahora. Se están analizando, están esperando el momento para ir con todo y matar a su enemigo. Punisher no deja a ninguno de sus enemigos vivo; pero desde luego ese chico no va con caricias contra Frank Castle.

―Russo―el mayor de los presos miró al viejo compañero de Frank Castle: William Russo aka Jigsaw. Este hombre, anteriormente un marine y compañero en las fuerzas especiales de Frank, ve volvió el peor enemigo del mismo debido a la envidia y los enfrentamientos que desfiguraron su rostro. Tomando el sobrenombre de Jigsaw, Russo peleó en diversas ocasiones con el mismo Punisher, forzando al ex marine a pelear completamente en serio. También era uno de los pocos enemigos del vigilante que seguía con vida―. ¿Estas del lado del chico? ¿Crees que vivirá?

―Nunca estaría del lado de Frank, viejo―Russo escupió hacia un lado. Con los brazos cruzados sobre su torso, el ex soldado de los Estados Unidos miró como su viejo compañero devolvió el golpe, conectando su puño contra el costado del hijo de Fisk―. Prefiero ver como el hijo de Wilson Fisk mata a Castle con sus propias manos. Eso sería arte para mis ojos. La sangre manchando el frío suelo y siendo de Castle...

Las palabras de William Russo fueron amortiguadas por el rugido general entre presos y guardias. Frank Castle había tomado al hijo de Fisk lo tenía bajo su cuerpo, golpeando al chico con su puño constantemente, estrellando al mismo tiempo la cabeza de su contrincante contra el suelo. Parecía que el ex marine finalmente se sobrepuso al envite constante del joven y utilizó su experiencia para detenerlo.

―Parece que tendrás que esperar para esa visión tuya, Russo―el viejo preso rio nuevamente, oyendo como un gutural gruñido escapó de la garganta del ex soldado―. Castle ha derribado al chico con una llave y no lo suelta. ¡La experiencia se sobrepone a la juventud!

Russo no respondió a aquello. Acarició su mentón y, como los demás, miró a Frank golpear al hijo de Fisk. El marine asestaba los golpes con fuerza, uno tras otros, mostrando a cada preso su rostro lleno de ira, una abrupta y burbujeante que él como su viejo amigo conocía. Siendo uno de los causantes de la muerte de su familia, Russo sabía que ahora no estaba viendo a un chico de veinte años, si no al hijo del Kingpin, de Wilson Fisk, ex miembro de Maggia y mente maestra tras el asesinato de sus seres queridos. Era normal que Punisher golpeara con tal ira al muchacho. Su mente ya no distinguía al verdadero Kingpin del falso; al verdadero causante de la muerte de sus familiares de un simple chico que no tendría la edad suficiente de matarlos cuando los hechos sucedieron.

Gracias a la ira su amigo Frank estaba superando al muchacho. Ya podía ver la sangre goteando de los nudillos de Castle, la sangre fresca manchando el mentón del hijo de Fisk. Dentro de todas las probabilidades, la victoria del muchacho ya quedaba remotamente lejos y cualquiera que hubiera apostado por el muchacho perdería todo su dinero.

―Eso parece―Russo gruñó. No le gustaba ver a su viejo amigo ganar. No le gustaba verlo feliz. Apretó ambos puños y pensó en sus posibilidades. ¿Y si aprovechaba el momento para asesinar a Punisher? ¿Y si se deshacía de su viejo hermano del ejército y terminaba con todo el ciclo? Frank deseaba volver con su esposa e hijo, ¿por qué no dárselo, enviándolo al otro lado con un simple navajazo? Podía aprovechar ahora. Frank estaba centrado en el chico, matándolo a golpes. Las ocasiones como esa, escaseaban demasiado.

―¡Ey, ey! ¡Mirad!

William Russo observó como el puño de su viejo amigo Castle fue detenido. El hijo del Kingpin, el Príncipe del Crimen, había usado su mano para detener el décimo puñetazo. Sin importarle la sangre que escurría por su boca, manchando su anaranjado uniforme, Naruto finalmente se estaba preparando para el contraataque.

―Ese chico―el viejo preso miró como ahora Naruto devolvió el golpe, asestando un puñetazo directo contra la sien de Castle. Esto hizo que el mercenario se desestabilizara, permitiendo al muchacho girar y quedar ahora sobre el mercenario―. No le hace ascos a la sangre. Esta manchando el rostro de Frank con su sangre. Está sobre él, devolviendo los golpes recibidos. No parece temer a la muerte. ¡Jajajaj!

―Estas demente―Russo suspiró. Se alegraba que el chico ahora golpeara a Punisher, a su viejo amigo Frank Castle. Era un arte visual para sus ojos. Lo hacía sentir "mariposas" en su estómago. Podría decirse que estaba feliz por ver como Franky era golpeado por el joven hijo de Kingpin, recibiendo cada puñetazo como el chico recibió anteriormente―. Pero esto es mejor que las películas de los sábados y domingos. Ver como Franky es golpeado por un mocoso hasta la muerte, es una imagen que mantendré en mi mente por el resto de mi vida. Sería mi imagen preferida, mi recuerdo más preciado.

―¿Demente? ¿Yo?―el viejo presó rio ante aquella declaración. ¿Le había llamado demente alguien a quien llamaban Jigsaw? ¿Había pasado en serio o solo era un recuerdo falso de su mente?―. Yo no soy a quien llaman Jigsaw, Russo. No soy quien oculta su rostro con una máscara debido a las cicatrices. No soy quien teme a Punisher por un enfrentamiento, por una pesadilla oscura. Russo yo no esto loco.

Presos y guardias mantuvieron el silencio. Frank golpeó el pecho del chico y, con un movimiento ágil, tomó al hijo adoptivo de Fisk en una llave denominada Kimura, tomando fuertemente el brazo derecho del muchacho con un férreo agarre. Todos podían ver que, si Frank Castle presionaba lo suficiente, el brazo crujiría y el chico estaría perdido.

―Ya ha perdido―Russo gruñó por segunda vez. El chico lo estaba decepcionando―. ¡El chico ha perdido, joder!

―Espera, ¿lo está levantando?

Ante la mirada espectante de todos (presos y guardias), Naruto lentamente se puso de pie con algo de esfuerzo. Dejó que su brazo quedara engarzado en ambos brazos de Castle y plantó con firmeza sus pies en el suelo. Respiró hondo, llenando sus pulmones con oxígeno. Se había desecho, con dificultad, de la llave Kimura; pero aun tenía inmovilizado su brazo.

―¡RAH!

Respiró hondo varias veces. Flexionó las piernas y el brazo derecho. Castle quedó aferrado al mismo brazo como un koala; pero a pesar de ello, con solo el brazo derecho, levantó los cien kilos que pesaba el ex marine. Sudor apareció en la frente el joven adulto y la respiración se volvió entrecortada por el esfuerzo. Probablemente los músculos de su extremidad se habían roto ante el movimiento desesperado.

―¡JODETE!

Levantó el brazo todo lo que pudo, moviendo a Castle con ello. Afianzando las piernas, separándolas y cuadrándolas con sus hombros, tiró hacia abajo el brazo y empujó con fuerza con el brazo izquierdo el pecho del ex marine. Estrelló al hombre contra el suelo en un movimiento de bomba, golpeando la espalda contra el duro cemento de la prisión, generando un sonido hueco acompañado brevemente por un sonido de crujido. No hubo nadie que se perdiera aquel sonido ni aquel movimiento sacado de la lucha libre americana.

Con la respiración entrecortada, Naruto rodó por el suelo hasta apoyar su espalda contra un grueso pilar. No sentía el brazo al mismo tiempo que sentía todo el dolor subiendo desde los tendones de la mano hasta el codo. Había levantado algo más de cien kilos solo con un brazo y usó toda la fuerza posible para estrellar a Punisher contra el suelo. Que no le doliera sería extremadamente extraño. Había esperado aquel dolor una vez levantó todo el peso de Frank Castle solamente con su brazo derecho.

―Cough Cough.

―¡Frank no ha perdido! ¡Sigue respirando!

El ex marine parpadeó varias veces, manteniendo siempre los ojos fijos en uno de los alógenos del techo. Sentía como los pulmones le pedían oxígeno, todo el cuerpo le pedía oxígeno, pero la boca solamente le sabía a sangre. Incluso oyó como sus propias costillas estaban destrozadas tras ese golpe. El chico realmente era más fuerte de lo que pensó en un primer momento y con ese movimiento se lo había demostrado. Levantó cien kilos solo con un brazo y le importó poco realmente sus tendones y músculos o el brazo en general. Debía admitir que con eso el chico se ganó su respeto, solo con esa llave. había logrado sobrevivir a su envite rabioso y seguía vivo tras la llave. Casi lo mataba.

―¡Chico!―con el grito, Frank escupió gotas de sangre hacia el techo. Las sintió cayendo contra su rostro, golpeando sus mejillas―. ¡Ey, chico del Kingpin!

―¡No grites, Castle!―Naruto gritó de vuelta. Sentía los ojos de los presos y guardias sobre él. ¿Tan sorprendente era que hubiera sobrevivido a una pelea contra The Punisher? Lo encontraba realmente divertido―. Estoy a unos metros.

Con esfuerzo, Castle quedó apoyado sobre su brazo derecho, mirando al chico apoyado contra el grueso pilar. Como él, el chico tenía el rostro manchado de sangre. El líquido, rojo como el vino veraniego, caía de su boca, goteando hacia el uniforme de preso que todos llevaban.

―Gracioso, muy gracioso―Frank sintió la punzada cuando respiró hondo. Una costilla había dañado su pulmón, o al menos era lo que creía que podía haber pasado―. Te has ganado mi respeto, chico.

―¿Solo por aguantar un puto asalto con el enemigo de mi padre? Cualquiera se ganaría entonces tu respeto, Frank Castle. Yo solo he peleado para matarte y para sobrevivir. Y es algo que pienso hacer si vuelve a pasar.

―Lo entiendo―Frank se dejó caer sobre su espalda. Podía oír los gritos de los guardias, como ponían orden en todo el lugar mientras obligaban a los presos a volver a sus celdas. Pronto Walker aparecería con sus guardias y él y el chico serían encerrados en la celda de aislamiento de La Balsa―. Espero que no lo tomes como algo personal, chico.

Naruto no supo si reír. Tras detener todo movimiento, la sangre comenzó a enfriarse, lo que le hizo completamente perceptible de su lesión en el brazo derecho: se había destrozado el brazo, tanto tendones como los huesos, y apenas podía mover los dedos ligeramente. Era dificultoso y solo flexionando las falanges ya sentía un lacerante dolor corriendo por su extremidad.

―No lo hago viejo―la voz salió rota. Apretó los dientes y cerró los ojos al mismo tiempo que echó la cabeza hacia atrás, sintiendo el frío concreto con el que el mismo pilar fue construido―. Odias a mi viejo, al todo poderoso Kingpin. Pero Punisher, nunca lo odiarás más que yo. Él destruyó mi vida entera con sus elecciones y yo fui un villano nada mas caí en sus manos. Lo odio más que cualquier persona de este mundo...y seré el verdugo que lo envíe al infierno.