Haku ahora estaba inundada de sentimientos caóticos, su mente estaba por romperse, todo lo que ella había pasado, el asesinato de su madre a manos de su padre en su niñez.
Pensó que sería feliz con Zabuza pero, el la abando y desprecio...

Cómo sufrió la perdida de su único amigo, el se había sacrificado por ella, cómo sufrió el haberlo enterrado, como no sintió más su pulso.
Cómo sufrió el ya no tenerlo con ella.

Todo lo acumulado en este tiempo desde su infancia, su sufrimiento y ahora su obsesión... Naruto...
Ese chico le hizo abrir los ojos, ella no sería feliz, ella no sería feliz si no estaba con el.

Ella necesitaba estar con el, ser la única mujer especial en su vida, lo aceptaba ella en el tiempo que pasó con el se había enamorado. El en verdad era único, cada persona que ella veía, ninguno se podía comparar a el.

Todos a comparación de el, solo eran basura la cual no necesitaba ser ni mirada. Su amor sería correspondido, cueste lo que cueste, no le importaría dejar toda está aldea cubierta de su hielo, destruirlo todo por el.

Sentía que el había vuelto solo por ella, que había vuelto de la muerte solo para estar con ella.
No le importaría que tuviera que mancharse las manos de sangre que se metan en su camino.

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El Decapitado ahora estaba explorando los alrededores de la aldea, tal vez podría encontrar algo útil, algún arma o algo por el estilo, seguiría hasta que encontró la entrada de un enorme bosque.
Al ver el cartel su curiosidad aumentó, "Alejese Bosque de la Muerte".

Con curiosidad y sin importarle nada entraría al conjunto de enormes árboles.
Pero al escalar unos de los enormes árboles algo ocurrió, caería de rodillas, sintiendo un terrible dolor en todo su cuerpo.

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Haku trataría de encontrar a la persona que había robado su corazón, ella necesitaba hablar con el, necesitaba saber si la reconocía.
Al estar caminando y viendo todo a sus alrededores, sin saberlo había llegado a la zona de los clanes ninjas más importantes de Konoha.

Vería a lo lejos como un trío de gennis con su Jounin sensei estaban al frente de unos de los distritos.
Curiosa se acercó sin que sospecharan nada, y escucharía algo que le provocaron una furia y celos enormes.

Ya te lo dije, Hinata, el Hokage dijo que Naruto no volverá dentro de un mes, el está en una misión con otro equipo y no lo veremos durante los exames chunin - diría una mujer muy hermosa de ojos rojos, con un extraño traje echó de vendas y telas rojas.

La Yuki pudo notar que la chica nombrada como Hinata, podía ver qué esa niña era una Hyuga por sus ojos perlados, está estaba con una expresión triste y ojos decaídos, pero lo que le provocaron esos sentimientos de furia y celos fue lo que dijo el chico con apariencia salvaje y marcas en las mejillas.

No te preocupes Hinata, una vez que Naruto vuelva, te ayudaremos para que puedas declararte a el, ya verás que el te aceptará de inmediato - diría el chico que pudo notar era del clan Inozuka.

El otro chico se quedó callado, no sin antes asentir a las palabras de su compañero de equipo.
La niña Hinata, levantó su mirada feliz y también asentiría, ella lograría estar con su gran amor.

Haku solo se iría, furiosa.

¿Quién se creé esa ciega?, ¿creé que podrá estar con mi Naruto?, no, no, no, no y no... -
Ella no es nadie para estar con el -

Haku se iría a su ahora departamento, no iría a otro lugar, aparte de que no dejó que ningún idiota le quitará las cosas de su Naruto.
Ahora ya sabía de quién tenía que encargarse, protegería a su Naruto de cualquier perra que se le acerqué a el.

El, el es mío... -

Con una mirada ensombresida y una sonrisa aterradora, se iría del departamento, necesitaba hacer algunas cosas, en especial con esa chica Hyuga.

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El Decapitado despertaría en el mismo lugar en el que apareció por primera vez, estaba rodeado de agua una vez más.
El agua estancada le llegaba a los tobillos, sin más y muy confundido seguiría con su travesía.

Hasta que llegó a la jaula gigante, vería de nueva cuenta al cráneo de lo que parecía ser un zorro, no le importaría mucho y se daría la vuelta viendo ahora que ya no había solo una tubería con su mismo tamaño, ahora había dos, una de color rojo y otro negro.

El recordaba claramente que antes había cruzado por la tubería roja, ahora guiado por su curiosidad se adentraria por la de color negro.
Una vez cruzado, vería que llegó a un lugar extraño. Seguiría con su andar hasta que vió que había una puerta de madera.

Y al lado de la puerta de madera, apoyado en esta misma, había una katana chocuto, la cual era de un color rojo sangre, se acercaría y tomaría la espada en su mano derecha.
Si hubiera visto mejor, podría haber notado que la chocuto estaba desbordando un liquido rojo.

Con su nueva arma abriría la puerta viendo cómo un especie de mounstro humanoide de color verde lo venía a atacar, con sus increíbles reflejos, El Decapitado lograría quitárselo de enzima suyo con una fuerte patada.

Con rapidez El Decapitado agarrando fuertemente su chocuto iría y le cortaría la cabeza al mounstro verde.
Este vió como del cuerpo salía un orbe de color celeste y que este se adentraba a su interior, como no sintió nada en el después de que este se adentrara en el, no le importaría y seguiría.

Pasando los minutos lograría acabar con un total de cuarenta mounstros, veintisiete de color verde, seis de color rojo con unos extraños tumores brillantes en todo su cuerpo en jorobado y con otros siete de color morados lo cuales tenían unos escudos.

Conseguiría en total, si su mente no fallaba unos treinta orbes celestes.
Seguiría caminando haga que llegó a una puerta extraña. Al encaminarse en ella llegaría a un lugar extraño al dar unos pocos pasos vería a un ser celeste con ropas extrañas y lo que parecía ser una jeringa gigante en su espalda.

Aunque esa criatura se le hacía muy conocida, le parecía muy familiar,  era como el señor que se encontró esa tarde una vez que escapó de esa chica, con la cual sus manos se tocaron.

~ Flash Back ~

El Decapitado correría rápidamente, esa extraña sensación que lo azotó por todo su cuerpo cuando chocó su mano derecha con esa chica con kimono lo había alterado.
Al seguir corriendo llegaría a la zona comercial de la aldea.

Ya calmado, caminaría por el distrito comercial hasta que vió un puesto de comida que se le hacía muy conocida.
Entraría y vería a un señor mayor el cual estaba limpiando el lugar con una cara decepcionada.

Pero al entrar su cara cambio por una de felicidad, aunque también algo confundida al ver a un chico con esqs ropas desgastadas y rotas. Viendo todavía con una sonrisa como ese chico se sentaba en unas de la sillas al frente suyo.

El Decapitado vería el menú y sin saber el porque eligió el ramen de cerdo, pero se le hacía tan natural, el señor se daría cuenta al instante de que el chico o era mudo o no era alguien de palabras.
Aún con su sonrisa fué a la cosina a preparar el plato de ramen.

Ya habiéndo comido El Decapitado se daría cuenta de que no tenía nada de dinero, el señor que le había mencionado que se llamaba Teuchi le iba a decir que ese plato iba por la casa por haber sido su primer cliente en semanas.

Pero se vería interrumpido por El Decapitado que con gestos frenéticos le haría saber que esperara un poco, sin nada que perder Teuchi asistiría esperando al chico con esa extraña máscara.

El Decapitado iría rápidamente por todo el lugar hasta que llegaría al centro del distrito comercial y ahí vería una fuente, la cual vió como las personas tiraban monedas. Sin importarle o sin ninguna pisca de vergüenza se echaría adentro de la fuente agarrando todas las monedas que podía con su bufanda mal echa.

Sin prestarle atención a las mirádas de desaprobación y de disgusto de los aldeanos, El Decapitado volvería al lugar del ramen, cuando llegó vió al señor que lo estaba esperando tranquilamente.
Vió algo divertido como este se sorprendía con todas las monedas que este tenía, aunque también se confundió nuevamente, ya que las monedas estaban mojadas.

Sin más El Decapitado se despediría de Teuchi alegré por haberle pagado, se sentiría mal si se iba sin pagar, hasta le dió más dinero del necesario.

Sin saberlo una chica lo vio con una sonrisa, era Haku, la cual con su corazón a mil, vería una vez más la amabilidad y bondad de su Naruto.

Muy pronto Naruto Kun, muy pronto estaremos juntos, solo déjame encargarme de una piedra en el camino, solo espérame.. -

~ Fin del Flash Back ~

Al acercarse a la criatura, está lo vió por unos segundos y le dijo.

Miren quién está aquí... -
Soy el Coleccionista, soy la única compañía decente que encontrarás en toda está isla maldita... -
Si me traes las células que encuentres podré otorgarte mejores objetos, si encuentras algún plano de algún arma o otra cosa interesante también me lo traes, será un intercambio justo... -

El Decapitado habiéndo comprendido las palabras del Coleccionista, se con el para intercambiar sus células por objetos.
Primero cambiaría unas cinco células con unos nuevos pantalones, después otras cinco células en un frasco curativo y sus otras células las inercambiaria por un latigo que liberaba la misma sensación que su espada.

Al ya no tener más células, El Decapitado vería como la puerta metálica detrás del Coleccionista se habría, este se iría rápidamente, llegando al final del pasillo a una puerta de la misma forma que la anterior que se encontró.

Cruzando llegaría a un puente echo de concreto y madera, al caminar notaría algo, un mounstro distinto a lo que había visto antes.
Algo gigante de torres metros y medio, al notar su presencia el mounstro soltaría un gran rugido hacía el.

El Decapitado agarrando su espada y su nueva arma se lanzaría al ataque.

Con rapidez esquivaria un puñetazo directo a su cara y con su látigo empezaría a golpear de manera frenética la espalda del gigante, cada golpe que daba hacía resonar el ambiente, cada golpe más fuerte que el anterior.

Pero dejaría de dar latigazos y esquivaria tres golpes seguidos del mounstro, las pintas de este mismo mounstro se parecía a unas de las caras de la montaña que cubría gran parte de la aldea, más específicamente era la tercer cara del monumento.

Continuaría ahora con su espada, colocándose detrás del gigante subiendo a su espalda y clavando con todas sus fuerzas la chocuto en la nuca del mounstro que sacaría otro fuerte rugido, mucho mas fuerte que el anterior.

Haciendo que El Decapitado saliera volando de su agarré, viendo cómo el mounstro que lo bautizo como "El Consejero", había caído de rodillas, para posteriormente desaparecer en polvo.

Y con entusiasmo vería una cantidad inmensa de más células, eran como unas veinte si no contaba mal, además de que también había soltado un cilindro muy raro de color naranja.

Seguiría su camino, pero se sintió de la misma forma que se sintió arriba de ese árbol y caería desmayado de nuevo en el suelo.
Despertaría en la rama del gigantesco arbol, pensando al principio que era un sueño pero luego noto que tenía los mismos pantalones que le habia pedido al Coleccionista y sus armas estaban con el, así que solo se iría a explorar contento.

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Unas semanas más tarde, en el campo de entrenamiento número siete, el nuevo equipo siete estaban al frente de su sensei Kakashi debido a que este les había dicho que tenía un anuncio que darles.

Bueno mis genins, en unos tres días los exámenes chunin darán comienzo,  así que aquí tienen..- les daría a cada uno un panfleto.

Ellos aceptarían, Kakashi contentó iría a la torre Hokage, no sin antes decirles a sus genins que descansarán tendrían que tener muchas energías para ese examen.
Haku eso lo sabía muy bien, ella había entrenado con todas sus fuerzas y dedicación.

Motivada por el pensamiento de hacerse fuerte por Naruto y para encargarse de la niña ciega, ella provenía de unos de los clanes más importantes de Konoha, tenía que actuar con cabeza, tarde o temprano ella se encargaría de ella.

Ellos se irían cada uno a sus respectivas casas o departamentos.

Su primer acto daría comienzo...

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Era de noche, Hinata estaba volviendo a su hogar después de haber sido eliminada brutalmente de las preliminares de los exámenes por su primo Neji, estaba algo triste por ser unas de las primeras en ser eliminadas.

Afortunadamente no estaba muy lastimada, un chico con capucha y una maltrecha bufanda roja la había salvado de su primo.
Al cruzar por un callejón vería a la chica que era el reemplazo de Naruto Kun en el equipo siete.

Algo tímida se acercaría, pero se asustaría al ver la mirada de la última usuaria de hielo.

Una mirada fría, sin sentimientos, sin ninguna pisca de alma en ellos, trató de saludar pero vería aún más asustada como la chica empezó a hacer movimientos de mano, pudo distinguir que eso era un genjutsu, gracias a su maestra Kurenai podía distinguir los sellos de mano que se necesitaban para hacer una ilusión.

Haku diría en voz baja.

Genjutsu, "Helados Espejos De Los Nueve Demonios"..-

Hinata caería desmayada en un lago congelado, le hacía frío, mucho frío.
Su miedo iba en aumento al ver como nueve espejos se formaron del hielo que la rodeaba y que en cada uno de estos espejos una Haku aparecía.

Así empezaría una masacre en contra de la tímida Hyuga con los senbons de Hielo de la Yuki.
Al terminar de jar con ella Haku se saldría lentamente del último espejo ensangrentado en pie de una manera en la que Hinata casi le diera un para cardíaco por el miedo.

Al estar frente a frente, Haku terminaría el genjutsu, viendo que Hinata estaba tirada en el piso convulsionando.
Al ver que terminó de convulsionar, formaría dos senbons de hielo y con una fuerza y furia inmensa está le arrancaría los dos ojos perlados de la Hyuga, la cual dió su último respiró viendo esa imagen aterradora de la Yuki.

Haku con la mirada ensombresida y con una expresión fría, manchada de sangre vería el cuerpo de la Hyuga.

Y después daría una enorme sonrisa de sicópata y enloquecida.

Fin del capítulo 3

Palabras: 2470