Capítulo 2

Las noticias se inundaron con el aspecto del nuevo dueño de Industrias Wayne. Las portadas de los periódicos mostraban su cara, la enorme sonrisa que estaba presente en su rostro mientras saludaba a los medios de comunicación en su primera rueda de empresa en Gotham, al mando de la empresa más importante y grande de la ciudad. El nuevo CEO e inversionista, se mostró jovial, alegre y carismático frente a los periodistas, siempre con la sonrisa en su rostro y sin hacer caso a los comentarios venenosos que los mismos periodistas lanzaban, intentando obtener una reacción negativa del hombre.

El nuevo dueño de Industrias Wayne se mostró hábil en el manejo de las palabras. Evadió cada una de las preguntas venenosas que indicaban que podría ser el asesino de Bruce Wayne para así obtener la empresa, para dar pie a su carrera como un empresario en Gotham y un posible líder de la mafia, otro más que llegaba a Gotham tras la desaparición de Batman.

El Caballero de la Noche había sido la oscura luz que iluminó a las personas de Gotham, una pequeña esperanza por una Gotham mejor, sin guerras de bandas en las calles, sin enfrentamientos abiertos de la mafia por cada rincón de Gotham con el deseo de hacerse con la ciudad. Sin la presencia del vigilante, aunque hubiera sido por una semana, había abierto la veda para que los criminales inundaran la ciudad, para que las principales mafias se asentaran en Gotham y volvieran a manejar el bajo mundo.

Ambos hechos (la adquisición de Industrias Wayne y las cotas de criminalidad en aumento constante) habían sido un punto de cambio para Gotham. La ciudad nunca había sido considerada como la más segura de la ciudad; pero la presencia de Batman durante los últimos años y el trabajo constante por el cambio de parte de Industrias Wayne, el Departamento de Policía de Gotham y del mismo vigilante, habían dejado a la ciudad en el mejor estado posible; estado que ahora, en solo una semana, se había reducido a cenizas hasta no dejar rastro de aquellos cambios que los habitantes de la ciudad disfrutaron en los últimos años.

Otra noticia que inundó las calles fue la negativa del departamento de policía por seguir con la búsqueda del Caballero de la Noche. Desde hacía dos días, la Bati-señal dejó de iluminar el oscuro cielo de Gotham sin explicación alguna hasta la rueda de prensa del propio Jim Gordon, el comisionado del Departamento de Policía de Gotham, quien señaló que su búsqueda de Batman había sido un fracaso durante los últimos días y que no podían depender de él constantemente. Cuando el vigilante volviera, sin embargo, trabajarían juntos para solucionar los distintos problemas que acuciaban la ciudad.

La crisis solo aumentó tras el comunicado de Jim Gordon, dando la señala a los criminales para que llenaran las calles con su presencia, aterrorizando a los habitantes de Gotham llegando a un punto de declive para la ciudad. Los distintos mafiosos y criminales importantes, viendo una oportunidad en la desaparición del vigilante. El miedo se generalizó y las personas volvieron al punto de partica: una Gotham sin Batman, con el miedo a salir a las oscuras calles de la ciudad por temor a ser robado o asesinado, aumentando el trabajo sobre el Departamento de Policía y obligando al alcalde a aumentar los recursos de su cuerpo de policía, inundando las calles con coches y furgones policiales para intentar mantener una imagen de "seguridad". Las personas, sin embargo, no creyeron en esa falsa seguridad que el nuevo alcalde promovía; un alcalde que parecía más interesado en su propio bolsillo que en mantener la seguridad de los ciudadanos.

El Comisionado Gordon fue el principal impulsor de los cambios en su departamento y fue el principal culpable de que los policías aumentaran su presencia en las calles. Esto no fue algo que los habitantes vieron con negatividad, pero eran realistas. La policía podía ser corrompida y por mucho que Jim fuera un hombre completamente integro, el mismo departamento estaba lleno de personas que trabajaban para alguna de las principales familias mafiosas que recientemente habían reaparecido en la ciudad a tomar una tajada del pastel.

Actualmente, tras diecinueve días sin la presencia de Batman y tras la muerte de Bruce Wayne, la ciudad se encontraba en un punto que los criminales denominaron como "La Edad Dorada del Crimen", o eso era lo que los jóvenes criminales que comenzaron a aparecer mencionaban al emborracharse en los habituales bares exclusivos de los criminales, de los mafiosos.

Uno de esos jóvenes mafiosos, resultó ser el hijo mayor de Carmine Falcone: Mario Falcone. Recientemente el hijo del difunto mafioso había ocupado el puesto de su padre al mando de la nueva familia Falcone, restructurando con aquellos que le fueron leales a su padre a la familia y tomando como objetivo el puesto de líder mafioso de toda la ciudad de Gotham, un Rey del Crimen.

Mario junto a su círculo interno, comenzaron a manejar la vieja red de contactos de su padre formando aliados con pequeños grupos mafiosos y aliándose con la Tríada china para operar completamente sobre los puertos de Gotham, formando una sólida base para el crecimiento de los Falcone como una importante familia criminal escalando posiciones mientras el resto de las familias aún estaban reorganizándose.

Esto se debió a la habilidad de Mario en los negocios, consiguiendo contratos con la Tríada china y con otros pequeños y medianos empresarios para no llamar la atención sobre sí mismo, pues esperaba que al terminar el mes y sin la presencia de Batman, los Falcone ocuparían el primer puesto dentro de las familias de la mafia con más influencia y poder: controlaban los puertos de Gotham cortando cualquier acceso de cargamentos a otras familias y habían solidificado su posición al contar con el apoyo financiero de la Tríada, quien salía beneficiada al montar una red dentro de la ciudad fría de Gotham.

Debido a esto, Mario encontró su apogeo como "La Edad Dorada del Crimen" y lo mencionó a otros jóvenes mafiosos en sus lugares de reunión, donde otros jóvenes apoyaron la frase de Marito creando una falsa seguridad a los pequeños mafiosos que iniciaban en el bajo mundo, resultando en un insulto para aquellos que llevaban años dentro del bajo mundo, operando.

La policía de Gotham no podía tocar a Mario. Con sus contactos, con su red y aliados, durante el inicio de la nueva era oscura de Gotham, se mantuvo intocable absorbiendo a otras pequeñas familias de mafiosos, extendiendo su red de contactos dentro de la policía y aumentando sus fuerzas con inteligencia y seguridad, deseando llevar su imperio al mismo punto que su padre, el difunto Carmine Falcone, quien fue un mafioso prominente hasta su muerte.

Y Mario quería superar a su padre.

El joven Falcone se encontraba en su despacho en la última planta del edificio que hacía de tapadera formando una empresa de bienes raíces ficticia que el hombre manejaba junto a sus hombres, dando una falsa sensación de legalidad que era empañada por el apellido que llevaba: Falcone. Tal vez los jóvenes podían ser engañados, pero los viejos que llevaban años en Gotham conocían perfectamente el apellido que perteneció a Carmine Falcone, el hombre de la edad del crimen más prominente.

Recientemente Mario había logrado establecer una pequeña alianza con la familia Maroni, estableciendo un tratado de paz entre ambas familias demasiado jugoso para ambos bandos dándoles jugosos ingresos a ambos lados.

Mario veía a los Maroni como una oportunidad, un aliado. Salvatore Maroni había sido el enemigo de su padre Carmine y el culpable de que los Falcone no crecieran como debieron después del declive de la familia; sin embargo, Mario no estaba dispuesto a seguir los pasos de su padre y permitir que los rencores del pasado guiaran sus decisiones. Él estaba dispuesto a un crecimiento completo, a llevar a los nuevos Falcones a la gloria que tuvieron antaño.

Un ruido seco detuvo el movimiento de Mario. Estaba frente a su portátil, revisando los últimos datos obtenidos, nivelando esos mismos datos con los crecimientos que tuvo la familia bajo el mando de su padre antaño. Esos mismos datos fueron un reflejo del manejo de Mario, de su desempeño como negociador y de su alianza con la Tríada, los Maroni y otros grupos de empresarios y mafiosos.

―¿Hay alguien hay?

Lentamente abrió el primer cajón de su escritorio y sacó de este un Colt reluciente que mostraba lo bien cuidado que estaba. La culata estaba adornada con unos una enorme F y M que hacían referencia al nombre de su dueño. El tallado en el marfil no mostraba ninguna imperfección y los ligeros retoques en el metal que daban la sensación de una zarza de espinas, solo dieron un toque exótico al arma insignia del cabeza de familia de los Falcone.

Marito abandonó su puesto detrás de su enorme escritorio de ébano y caminó hacia la puerta con pasos lentos y silenciosos, intentando no alertar a quien estuviera al otro lado. Un asesino podía haber sido enviado por alguna de las otras familias o incluso por sus aliados, pero Mario no creía que un asesino hiciera ruido para ser descubierto. ¿Tal vez habría sido un movimiento brusco de sus guardias?

Lentamente acercó la mano al pomo de la puerta. Fue en ese segundo cuando ambas puertas se abrieron y lo derribaron, haciendo que perdiera el control de su revólver y escapara de su mano.

―¡¿Pero qué...?!

Imponente, oscura, de ojos helados, una figura que Mario reconoció se erguía sobre él. Detrás de esta oscura persona, un rastro de sus guardias derribados marcaba el camino por el que había venido hasta él, por el que había llegado a la puerta. Pequeñas gotas de sangre manchaban los oscuros guantes de la figura, goteando hacia el suelo.

―...

Mario Falcone tragó saliva sintiéndola como si fuera una enorme piedra. Después de casi un mes sin señales, tenía frente a él una de las figuras más importantes de Gotham, aquella que devolvería la luz a la oscura ciudad mientras se escudaba en las sombras.

―Batman. ¿Q-qué hace el caballero oscuro en la oficina de un noble hombre como yo? ¿Ha eliminado a mis empleados? Eso sin duda será mal visto. Solo soy un empresario de inmuebles...

―¿Por qué un empresario de inmuebles tendría tantos guardias entonces?―una carpeta cayó entre las piernas de Mario. Los ojos del hombre se abrieron ampliamente y un frío sudor comenzó a perlar su frente―. La familia Flacone quedó sepultada con la muerte de Carmine Flacone por el Ahorcado; sin embargo, los antiguos aliados de su padre han comenzado a moverse y es extraño que usted se haya visto con Maroni y una representante de la Tríada en los últimos días.

Fotografías, contratos y una enorme lista de nombres. Mario Falcone había sido descubierto junto a todas las personas que estaba pagando tras el telón (personas que untó para conseguir permisos, personas que chantajeó para eliminar rivales). Junto a dicha lista, había un extracto bancario con los movimientos asociados a una empresa fantasma a la que Mario envió dinero a través de otros movimientos (tanto legales como ilegales) para encubrir dicha transferencia, todo ello sin apuntarle a él directamente.

―La tecnología no ha parado de crecer. La IP desde donde alguien se conectó, apunta directamente a esta oficina. Y si yo alineo todos los movimientos y datos, apunta a tratos que no debería tener, Mario Falcone―los ojos se movieron hacia el Colt―. ¿Esperaba poder usarlo contra alguien?

Desde la reunión que tuvo con Jim Gordon en la azotea, el nuevo Batman había dedicado su tiempo completo a descubrir a uno de los nuevos jugadores que se habían intentado establecer: Mario Falcone, el hijo mayor de Carmine Falcone y hermano de Sofía y Alberto Falcone. Fue algo que Batman predijo cuando Jim le comentó sobre los movimientos del bajo mundo. Alguien como Mario, hijo del difunto Carmine, estaría demasiado predispuesto para tomar el control y volver a formar a la familia Falcone bajo su mando.

Siguiendo esa línea, el nuevo Batman investigó todos los movimientos de Mario, todas las personas con las que se había reunido en aquellos veinte días y todos los movimientos bancarios asociados a cualquier cuenta con la que él hubiera estado en contacto. Podía haberse formado como un mafioso completo si no hubiera cometido el simple error de usar un equipo asignado a esa oficina como el encargado de emitir los movimientos de dinero iniciales.

"Falcone podría culpar a un empleado, a un directivo, pero es justamente su equipo desde el cual se han hecho los movimientos. Alguien quiere que elimine a Falcone".

Todo estaba puesto sobre la mesa para la caída de Mario Falcone y fue demasiado fácil de descubrir. Si alguien realmente hubiera hecho el intento, Mario no habría iniciado con la construcción de su imperio efímero en primer lugar.

"Alguien está jugando. ¿Otro jugador más?"

El nuevo Batman ya había establecido la hipótesis de otro jugador. No contaba con aliados actuales y ni siquiera había contactado con los aliados del viejo Batman; pero alguien lo había guiado hacia Mario Falcone y él solamente lo hizo caer como una pieza de domino provocando que otras piezas cayeran de forma lenta pero segura.

La caída de Falcone sería la caída de sus aliados y la desaparición completa de un imperio que podría haber cambiado el balance.

Industrias Wayne; despacho del CEO

El despacho que perteneció a Lucius Fox se había mantenido igual, sin cambio alguno desde la compra de Industrias Wayne. El actual dueño de la empresa no había remodelado el despacho, dejando la esencia de Fox y Wayne en él, enviando los efectos personales a los hijos del hombre fallecido, quien resultaba ser el mejor amigo de Bruce antes de su muerte.

Pero el hombre si había hecho una modificación, o mejor dicho mejoró una ya hecha por Bruce Wayne. Detrás de un reloj de cuco, mejoró la habitación secreta que el último de los Wayne utilizaba para guardar los trajes de Batman, aquellos que solía utilizar en momento críticos o cuando Industrias Wayne era atacada y el vigilante debía hacer su salida para detener los posibles problemas.

Cuando el hombre rubio salió de aquella habitación, lo hizo llevando un traje de Armani negro, con una camiseta blanca bajo la chaqueta y con una corbata negra colgando de su cuello, dando la imagen de un hombre poderoso, que contaba con el poder de una empresa apoyándolo constantemente.

Quien conociera a Bruce Wayne, podría ver una réplica en el nuevo CEO de Industrias Wayne. Ambos llevaban el mismo estilo de traje cuando representaban a la empresa, ambos mantenían un alter ego similar (Bruce había sido Batman y Naruto aún no se había establecido como uno, pero si usaba su traje) y ambos parecían ser realmente inteligentes. En todos aquellos años, Bruce trajo la caída a más de una de las familias mafiosas y villanos de la ciudad de Gotham trayendo la ligera esperanza cuando ocultaba su rostro en el traje del Caballero Oscuro. Recientemente, Naruto había eliminado a Mario Falcone y con ello se había quitado a un posible enemigo difícil de eliminar en el futuro, aunque había sido gracias a un aliado inesperado y que el hombre no conocía...aún.

Naruto tiró de la corbata desanudándola y dejó escapar un suspiro ligero cuando su cuello perdió la presión que lo estaba ahorcando ligeramente. Nunca había sido un hombre de trajes y aquello realmente podía verse cuando comenzaba a sentir incomodidad.

―Espero la noche le haya sido tranquila señorito Naruto.

En la oficina de Industrias Wayne que pertenecía al CEO se encontraba un hombre con un traje característico de los mayordomos, con el bigote presentando mechas blancas debido a la edad y con ligeras arrugas causadas por sus años de preocupación.

―Alguien me ha estado guiando hasta Falcone. No sé todavía quien, pero los datos que incriminan a Mario Falcone y Salvatore Maroni junto a la Tríada china, salieron de un ordenador de su oficina, de SU propio ordenador.

Naruto dudaba que Falcone hubiera sido tan idiota como para enviar los datos él mismo, tanto los pagos como otros datos extra que aparecieron frente a él y los que le hicieron investigar al hijo de Carmine en primer lugar.

―¿Podría pensar en los Maroni?

―No. Salvatore había acogido a Mario como su compañero de cama―la corbata fue puesta sobre la mesa. Lentamente, desabotonó el primer botón y liberó su cuello―. Alguien más está jugando y puede terminar completamente quemado.

―El señor Bruce también tuvo problemas similares. Los criminales de Gotham...son peculiares.

Alfred Pennyworth quedó completamente a la vista cuando este se irguió por completo, depositando una taza de café americano junto al ordenador portátil del nuevo CEO de Industrias Wayne.

―Gracias Alfred.

―Lleva solo un terrón de azúcar, como le gusta.

Alfred sirvió a la familia Wayne durante años, décadas. Primero fue el mayordomo de los padres de Bruce y pasó a ser el tutor del último de los Wayne cuando sus padres fallecieron convirtiéndose en el pilar de un hombre paranoico, lleno de demonios que intentaban devorarlo desde el interior de su mente.

―¿Aun no quiere desvelar todo?

Aquellas palabras de Alfred eran el indicio de un plan tramado desde hacía años, antes de la muerte de Bruce Wayne su empleador anterior. Un plan que hasta la fecha, solo Alfred conocía sus pautas completas y Naruto solo conocía la parte que él mismo tenía que trabajar.

―No. Hasta la lectura del testamento de Bruce el 17 de marzo, quiero mantener todo lo demás oculto. Creo que es esencial para poder localizar al asesino de Bruce, el causante de todo este caos.

Jim Gordon había ocultado el "regreso" del Caballero Oscuro, del vigilante que atemorizaba a los criminales de Gotham con su sola presencia, el héroe que la oscura ciudad necesitaba.

Alfred ocultó al resto de compañeros de Bruce el plan de este, su protección de Gotham ante los problemas posibles que causaría la desaparición de Batman.

―Entiendo―la noche estaba despejada, como si la luna necesitara ser testigo de aquella conversación dada en la clandestinidad. Alfred debía haber sido el nuevo dueño de Industrias Wayne o, en su defecto, alguno de los pupilos de Bruce; pero toda la empresa estaba en manos del hombre sentado frente al antiguo escritorio de Lucius Fox―. Si no necesita nada más, me retiro a la mansión.

Alfred fue un miembro de un cuerpo de fuerzas especiales del Ejército Británico, teniendo la mentalidad y la fuerza necesarias para mostrar entereza; sin embargo, aunque ya casi había pasado un mes de la muerte de Bruce, el dolor lo afectaba en la oscura soledad.

―Alfred―las manos del rubio detuvieron sus movimientos―. Juntos descubriremos al asesino. Te lo juro.


*Nota de Autor: quiero aclarar que no va a haber presencia directa de personajes como Superman o Wonder Woman en este fic. Está más centrado en los villanos y criminales usuales de Batman, aunque no se descarta la presencia de héroes como Green Arrow.

Espero les haya gustado el capítulo.

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