Libertad
Todo el clan Hyuga sin excepción se encontraba reunido en el dojo que era utilizado por todos los ninjas de la familia, frente a todos se encontraba un altar con la foto de quien se sacrificara para salvar a la aldea y sobre todo a la familia principal del asesinato del embajador del país del rayo, el silencio del lugar solo era interrumpido por el llanto de un niño de seis años que se encontraba solo junto a los ancianos del clan, el nombre de este, Neji Hyuga, hijo único de Hizashi Hyuga, adelante de los ancianos y el niño se encontraba Hiashi junto a Hana ambos con la cabeza agachada pegada al suelo pidiendo perdón por el precio pagado por la libertad de su hijo, de pie al final del gran cuarto se encontraba Naruto mirando como todos rendían honores a su tío que decidió morir por el, aunque desconocía su motivación pero no es como si el pudiera responder a sus dudas ahora, lo otro que notó fue la ausencia de la esposa de su tío, ver a su primo llevando este momento solo era algo triste si consideramos que el solo tenía seis años.
-"Naruto san"- Naruto miró a quien le hablaba y vió a Ko, quien ejercía como el protector de Hinata, era alguien pegado a las costumbres del clan a pesar de ser bastante joven lo que lo convertía en alguien de confianza, el pelicastaño asintió -"Hay un anbu de Lord Hokage que lo necesita afuera"- Naruto asintió y se retiró de manera silente pero sin antes mirar la foto de su tío y hacer una reverencia. A lo que llegó a la entrada del recinto se encontró con un anbu de cabello plateado con una mascara de perro.
-"Usted dirá anbu san"- habló el pelicastaño, en cuanto al anbu de su estuche de shuriken sacó un pequeño pergamino que se lo extendió al Hyuga.
-"Es para ti, debes leerlo y destruirlo inmediatamente frente a mi"- ordenó el anbu para quedar en silencio, Naruto lo miró un instante para asentir, desenrrolló el pergamino y lo leyó, rápidamente su mandíbula se tensó.
-"Por orden directa del consejo de sandaime Hokage Hiruzen Sarutobi, debe vigilar a Hideki Hyuga por confabulación con el país del rayo para el secuestro de la heredera del clan Hyuga Hinata Hyuga, en caso de ser encontrado culpable deberá"- pero no fue necesario seguir leyendo, el anbu sintió la variación en el chakra del muchacho frente a el y se preparó para responder cualquier ataque pero nada lo preparó para verse rodeado por cuatro Hyuga con sus ojos activados y listos para atacar.
-"creo que su visita terminó anbu san, en cuanto al contenido del pergamino, rechazo tal acusación"- el anbu miró al niño para seguidamente desaparecer.
-"Naruto san"- habló uno de los hyuga.
-"Hay que aumentar la vigilancia"- fue lo único que dijo Naruto para regresar al interior, repitiendo el final del pergamino -"Asesinarlo por el bien de Konoha"- eso jamás sucedería, menos su abuelo, quien ha hecho todo de si para que el clan Hyuga esté en el lugar que ocupa actualmente en la aldea, nunca levantaría su mano contra su abuelo.
Hinata Hyuga, hija del líder del clan Hyuga y heredera del mismo clan, una niña muy tímida, inocente de lo que ocurría a su alrededor, de las miradas de decepción por parte del resto de la rama principal por su carácter, un insulto para el clan, desconocido para el mundo era que ella en realidad si estaba enterada de todo, sentía la mirada fría de su familia, su madre como su padre trataban de subirle el ánimo pero el rechazo estaba presente. Escondida en un pequeño bosque al interior del recinto se encontraba la peliazul, sentada en el suelo abrazando sus piernas, escondiendo su cabeza e intentando desaparecer de este mundo, aunque el saber que su madre estaba embarazada la detenía de intentarlo con más fuerza, quería mucho a su madre y no quería que sufriera.
-"Qué haces escondida Hinata chan?"- Hinata levantó su mirada y lo vió, su hermano estaba agachado frente a ella para quedar de la misma altura, su mirada se iluminó, si había alguien en el mundo que daba toda la seguridad que necesitaba, ese era su hermano, se sentía aliviada como si el fuera un farol en un mundo tan oscuro como lo era su clan, sin esperar nada se impulsó hacia adelante para abrazar a Naruto que cayó sentado al suelo con su hermana en sus brazos, cosa que lo hizo sonreír, su hermana se encontraba muy presionada por un peso que desde un comienzo no era para ella, pero si todo salía bien esto terminaría pronto.
-"Ni sama, quédate conmigo para siempre"- comentó la Hyuga ocultando su rostro en el pecho de Naruto.
-"Siempre estaré para velar por ti tonta, no confío en nadie más para que vele por ti"- Naruto de un momento a otro apretó a Hinata a su cuerpo y giró a la derecha esquivando varios kunais que iban en su dirección, movimiento que asustó a Hinata pero que empeoró cuando tres anbus con mascaras blancas aterrizaron en el claro.
-"Naruto Hyuga, debes acompañarnos"- habló uno de los anbus vigilando los movimientos del Hyuga que se encontraba haciendo de escudo entre los anbus y Hinata.
-"Hinata, cuando ordene debes correr"- ordenó el pelicastaño a su hermano.
-"pero Ni sama"- Hinata guardó silencio al cruzar miradas con su hermano.
-"Ahora"- Hinata bajó la mirada ocultando sus ojos con su cabello y corrió de regreso a su hogarmientras que Naruto relajó sus músculos y de a poco comenzó a tomar la postura inicial del taijutsu de su familia, así como las venas al rededor de sus ojos se remarcaban con el pasar del tiempo, durante unos segundos nadie se movió -"están en mi circulo de adivinación"- comentó Naruto, los anbus no reaccionaron ni se movieron-"Hakke Rokujuuyon shou"- los golpes salieron a toda velocidad contra los anbus que en ningún momento trataron de escapar, simplemente los recibieron, como si el dolor de estos no fueran nada, cuando la técnica se vió acabada, los enmascarados cayeron hacia atrás y desaparecieron en explosiones de humo cosa que sorprendió al pelicastaño que tarde reaccionó al anbu que aterrizó detrás de el y que lo noqueó.
-"Objetivo atrapado, ahora cubriré las huellas, regreso a la base"- el en mascarado sacó varias etiquetas bombas y las lanzó al aire, tomó al Hyuga inconsciente y desapareció sin más. Varios hyuga incluido Hiashi avanzaban al lugar donde Hinata informó que habían sido atacados ella y Naruto, pero su paso se detuvo por una gran explosión.
-"Ni sama"- gritó Hinata siendo afirmada por Hiashi viendo como el lugar ardía consumiendo todo a su paso, activó su Byakugan pero no se encontró con nadie.
-"Rápido, busquen a mi hijo y tráiganlo ante mi"- ordenó Hiashi con su hija llorando en sus brazos.
Mientras tanto en la casa de Hideki.
-"Ya está hecho Hideki san, estoy muy feliz y satisfecho de haber hecho negocios con el clan Hyuga, con este aporte creo que tu deuda queda saldada"- Hideki solo miraba al hombre sentado frente a el, hablando con tanta calma, habían secuestrado a su nieto, nunca creyó que pagaría tan caro entrometerse con ese tipo de persona.
-"Vete de mi casa y no vuelvas más engendro del demonio, vuelve a tu nido serpiente ponzoñosa, juro que esto no se quedará así, no te saldrás con la tuya, eso tenlo por seguro"- gruñó el anciano.
-"Vamos, vamos, esto iba a suceder y tu lo sabías, ahora el clan Hyuga queda libre de toda deuda, sin más que hablar creo que este es un adiós viejo amigo"- comentó aquel hombre para levantarse de donde estaba sentado y desaparecer, Hideki solo bajó la mirada.
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