Naruto: ¿He reencarnado en...? — Prólogo: "¿Se muere de vivir o de vivir se muere?"

¿Qué es la muerte? Para muchos, representa el cese de la vida, mientras que otros la ven como la separación entre el cuerpo y el alma. Pero surge la pregunta: ¿qué ocurre tras la muerte? Las opiniones son diversas: hay quienes creen en la cesación total de la existencia, sin dejar vestigio alguno del cuerpo o el alma; algunos consideran que el alma habita temporalmente en otro lugar; otros relatan un viaje a través de un túnel que lleva a revivir instantes decisivos de la vida; y hay una minoría que cree en la reencarnación, donde el alma o la consciencia se transfiere a otro ser tras la muerte, adoptando diversas formas de vida, no necesariamente humanas.

Estos eran los últimos pensamientos de un joven, víctima de un robo a mano armada. Con solo sus pertenencias universitarias, el asaltante le disparó repetidas veces en el pecho, dejándolo agonizante sobre el asfalto frío. Al cerrar sus ojos, meditaba sobre las injusticias de la vida. Su vida se deslizó por su mente como una estrella fugaz, culminando con la imagen de un joven rubio de espaldas y dos personas colocándole las manos en los hombros en un gesto de apoyo, y con esa visión, exhaló su último aliento, sin sospechar lo que vendría después.

Sin esperar volver a abrir sus ojos, al hacerlo sintió su cuerpo pesado y entumecido. Gritos y murmullos resonaban en sus oídos mientras hacía un esfuerzo titánico por levantar la cabeza. Al lograrlo, se sorprendió; se sentía desconectado de su cuerpo, como si no respondiera a las acciones que deseaba realizar, una extraña sensación de disociación. Se sentía poderoso y débil al mismo tiempo; las voces que resonaban, las imágenes que inundaban su mente y los sentimientos ajenos solo aumentaban su confusión. Incluso el aire, que le costaba respirar, parecía diferente, como si estuviera en otro mundo.

Al tratar de enfocar la vista, temió estar ciego, pues le costaba ver o distinguir algo. Sin embargo, tras varios intentos, logró distinguir colores borrosos que se mezclaban en una extraña paleta de tonos terrosos, lo que le hizo suponer que estaba en un bosque o lugar similar; incluso se le ocurrió la imagen de una selva. Su mundo se detuvo por completo cuando lo primero que percibió con claridad fue una figura alta, con lo que parecía ser cabello negro largo, vestimentas claras y una piel pálida. La persona parecía al menos tres veces más alta que él, su instinto le instaba a correr, a alejarse sin mirar atrás en cuanto tuviera la oportunidad, pero algo dentro de él le advertía que si huía, sería perseguido hasta ser encontrado. Su cuerpo, más rebelde que nunca, no respondía, un dolor punzante le impedía moverse, pero había algo en esa figura que le resultaba familiar.

Entonces habló: —Ku, ku, ku...—. Parecía burlarse de su desgracia con esa risa escalofriante. Después, pronunció un nombre que no entendió bien: —Uzaruto...— pero algo dentro de él resonó con ese nombre. Antes de que pudiera reaccionar, fue lanzado por los aires con una patada del hombre, lo que le permitió recuperar algo de control sobre su cuerpo y amortiguar el impacto contra uno de los árboles cercanos. En un intento de proteger su integridad física, se concentró y se lanzó sin miedo hacia el hombre sin entender lo que hacía, y este, en voz baja, murmuró: —Interesante...—. Sin compasión, le propinó otra patada y, lanzando un kunai, lo dejó clavado en uno de los árboles. Antes de desvanecerse en el caos, oyó un grito que parecía ser de una chica, seguido de esa extraña y perturbadora risa que le revolvía las entrañas, y con eso, volvió a cerrar los ojos cayendo en la inconsciencia.

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Eso sería todo, nos vemos, príncipes, y princesas. Que tengan una muy linda mañana, tarde, o noche. Dependiendo de dónde y cuándo me estén leyendo.

Se me cuidan, nos vemos pronto con una nueva actualización, y espero hayan disfrutado de leer el prólogo, ya dentro de poco voy a estar publicando el nuevo capítulo, esperó y lo puedan disfrutar.

Antes de despedirme, no te olvides de comentar, dejar tu estrellita, y seguirme, si no lo estás haciendo.

Bye.

ʙʟᴀᴄᴋʟᴜᴄɪᴀɴᴏ.