C27. Clan Uchiha

Media hora después el juicio siguió su curso. Tsunade pasó por al lado de los acusados y le avisó a Itachi que no hacía falta que se levantara. Él asintió agradecido y se mantuvo sentado. Parecía que estaba bien, pero bajo su capa, una pequeña babosa, perteneciente al cuerpo de Katsuyu, lo ayudaba con el ninjutsu médico. 

Cuando todos se sentaron y Tsunade pidió silencio, comenzaron con la segunda parte del juicio. La sala estaba en tensión, puesto que en estos momentos estaban por comenzar con Itachi, aquel joven que con solo trece años de edad había masacrado a casi todo su clan.

—Seguimos con el juicio. Es el turno de Itachi. Debido a una enfermedad, no tendrá por qué levantarse de su sitio. Itachi Uchiha, de la aldea de Konoha. Acusado de matar a Shisui Uchiha, masacrar después a su clan con la edad de 13 años, huir de la aldea y convertirse en renegado, unirse a la organización criminal Akatsuki y de matar a una lista de personas, en las que se incluye, igual que Kisame, Roshi de Iwagakure. En cargos menores, aunque no menos importantes, infiltrarse en la aldea con el objetivo de llevarse al Jinchuriki, dañando en el proceso a alguno de nuestros Jounin. Itachi, ¿tienes algo que decir en tu defensa?

—No me arrepiento de lo que hice...—dijo con seriedad.

—Puede que no, pero aunque no lo quieras, tendrás que explicarnos el verdadero motivo del asesinato de tu clan, Itachi. Espero que lo comprendas.

El Uchiha suspiró pero asintió. Ya era hora de aceptar que era el momento para que la verdad fuera revelada.

—Dinos, ¿cuáles fueron los factores para que decidieras hacerlo?

—En aquel momento, yo trabajaba como ANBU para el Tercer Hokage, pero también para Raíz. Un escuadrón a órdenes de Danzo Shimura. Desde el ataque del Kyubi, la aldea había empezado a ver con malos ojos a nuestro clan, asegurando que el ataque fue provocado por uno de nosotros. En cualquier caso, tenían razón, pero ni siquiera nuestro clan sabía que él existía. Finalmente, nuestro clan fue apartado a las afueras de la aldea. Mi padre creía que nos vigilaban. Cuando me ascendieron a ANBU, mi padre aprovechó para obligarme a espiar a la aldea y sus altos cargos... mientras que la aldea y los altos cargos, me ordenaron vigilar al clan.

—Entonces, te utilizaron como doble espía, ¿cierto?

Itachi asintió y tragó con fuerza. Recordar aquellos tiempos siempre era duro. La presión que llevaba en sus espaldas era enorme y solo pensar en ello, se sentía agobiado por estar allí, rodeado de personas a las que ni le iban ni venían su historia. Pero no tenía opción.

—Así es. Conmigo estaba Shisui Uchiha. Mi mejor amigo y mi compañero en ANBU. Gracias a él, la presión no me consumió del todo. Pero la situación en el clan empeoró al punto de que decidieron provocar un golpe de estado—ante sus palabras, muchos de los aldeanos soltaron un grito ahogado—. Shisui y yo intentamos convencerlos de que no lo hicieran, pero no nos hacían caso. Shisui propuso utilizar su Kotoamatsukami para que cambiaran de opinión por una orden de su Sharingan. Sin embargo, la noche que quedamos en hacerlo, lo encontré al borde del barranco. Danzo Shimura le había arrancado uno de sus ojos y ya no podría hacer lo que habíamos planeado. En ese momento la presión acabó con él. Me dio su otro ojo y se despidió de mí antes de tirarse por el barranco...

—Dices que la muerte de Shisui fue un suicidio, causado principalmente por el supuesto golpe de estado y el ataque de Danzo Shimura—Itachi asintió afectado por recordar todo aquello, y Tsunade suspiró mientras apuntaba lo dicho—. Bien, continúa.

—Al ver morir a mi mejor amigo, mi Mangekyou Sharingan despertó—al escucharlo, Sasuke bajó la mirada, recordando como al saber que había matado a Naruto, sintió como se activaba el suyo—. Después de aquello, todo cayó en picado. El plan del golpe de estado estaba cada vez más próxima, tanto Sandaime como Danzo me obligaban a vigilar al clan, mi padre a la aldea y la presión aumentó. Luego, miembros de la policía local vinieron a mi casa a acusarme de la muerte de Shisui, mi padre dejó de hablarme... Después, la visita de Madara Uchiha me desconcertó y él me habló de una solución más radical. Cuando Danzo Shimura me dio dos opciones, no me dejó más remedio que elegir.

—¿Qué opciones eran, Itachi?—preguntó.

—O ellos mataban a todo el clan, incluido mi hermano y yo. O yo mataba al clan y mi hermano se salvaba con la protección de la aldea—confesó después de unos segundos de silencio—. Danzo sabía qué era lo más importante para mí y lo utilizó en mi contra. Aun así, no me arrepiento de mi decisión. Si alguien tenía que matar al clan, ese debía ser yo. Así que acudí a Madara y junto a él escogimos una noche para llevar a cabo la masacre. De lo único que me arrepiento es de no cumplir con la última voluntad de mis padres, y fue dejar solo a mi hermano cuando más me necesitaba.

Todos estaban en completo silencio. Itachi estaba con la mirada baja mientras Sasuke lo observaba con sorpresa. Seguidamente el Uchiha menor sintió sus ojos aguarse al recordar lo que ocurrió.

—¿Eso es todo?

—No. Si alguien tiene la culpa de que Sasuke huyera de la aldea y atentara contra Naruto, soy yo. Yo mismo le dije que entrenara y se volviera fuerte, yo fui quien le hizo odiarme, yo fui quien le dijo que para conseguir unos ojos como los míos debía matar a su mejor amigo. Y fui yo quién le dio pie a seguir el camino de la venganza. Esta es mi defensa para mi hermano.

—Itachi...—susurró Sasuke.

El mayor miró a Tsunade y ella dio el visto bueno, aunque se llevara acabo más tarde. Lo siguiente, fue Akatsuki. Tsunade comentó su entrada a la organización e Itachi carraspeó para seguir hablando. Contó que una vez que entró se dedicaron a matar criminales y ninjas de alto rango para ganar dinero. Luego, Pain les convenció para llevar hasta ellos los Jinchuriki y utilizar su poder para un plan final. Ahí entró él en juego cuando se llevaron a Roshi y posteriormente entraron a Konoha a por Naruto.

—¿Y qué plan era aquel?—preguntó Tsunade.

—Principalmente, para crear un genjutsu mundial y traer la paz al mundo ninja. En donde nuestros seres queridos siguieran vivos y viviéramos como queríamos. Hacer nuestra vida como nos hubiera gustado que fuera.

—Entiendo... Konan, Kisame, ¿algo que decir?

—Todos sabíamos lo mismo—dijo Kisame con seriedad—. Tampoco daban muchos detalles.

—La idea vino de Madara. Cuando Yahiko murió y Nagato cayó en un pozo de oscuridad, Madara lo convenció para liderar la organización y trabajar para llevar acabo ese plan. Eso fue lo que nos contó y lo que luego nosotros le dijimos al resto. Aun así... es bastante peligroso. No podemos tomarnos este tema a la ligera, Tsunade-sama.

—Lo trataremos al final de la sesión—declaró con seriedad, haciendo que Konan asintiera de acuerdo—. ¿Alguien que quiera decir algo en su contra o defenderlo? Y por favor, con argumentos coherentes y no repetitivos—en eso, Naruto se levantó. Todos dirigieron su mirada hacia él—. Dinos, Naruto.

—Puede que Itachi hiciera todo eso, pero en el tiempo que he convivido con él en Akatsuki he podido darme cuenta de que se siente culpable por todo lo que pasó, carga en su espalda miles de cosas que le adjudicaron siendo apenas un niño. Él es una buena persona, y si hizo lo que hizo fue por el bien de la aldea, por el bien de su familia y seres queridos—Itachi quería interrumpirle, decirle que no hacía falta aquello, pero Naruto lo miró con la suficiente determinación como para callarlo—. Si el golpe de estado se hubiera efectuado, hubieran muerto muchos más de los que lo hicieron aquella noche. Él solo veló por su hogar. Y aunque tomó la decisión de matar a su clan, a su familia, fue doloroso para él. Miles de veces lo vi escapándose de la organización para velar porque su hermano estuviera bien. Incluso estaba alargando su enfermedad con medicamentos para que, cuando llegara la hora de...

—¡Naruto, ya basta!—gritó Itachi con rabia alertando a toda la sala.

—Itachi... ¿Qué es lo que iba a decir?—preguntó Sasuke.

—Nada—declaró.

—¿Es lo que Madara dijo cuando te trajo malherido?—Itachi se quedó en silencio—. ¡Itachi, contesta!

—¡Sí! ¡Si alguien tenía que matarme eras tú!—dijo finalmente—. Necesitaba que alguien vengara lo que había hecho. Me estaba muriendo, y me mediqué para que llegara el momento en el que tú me mataras y acabaras con todo el sufrimiento.

Sasuke se sorprendió por lo dicho y entendió que a lo mejor en ese momento sus manos estarían manchadas de la sangre de su hermano, por culpa de la aldea y su venganza equivocada. La ira lo inundó y se levantó cabreado, mirando a su hermano.

—¿¡Y nunca pensaste en decirme la verdad en vez de hacer esa gilipollez!?

—¡No! Si lo hacía, posiblemente atentarías contra Konoha y sus habitantes por utilizarme. ¡Y no quería eso!

—¿Y te importa más una aldea corrompida que la vida de tu hermano?

—¡Yo no he dicho eso, Sasuke!

—¡YA BASTA LOS DOS!—gritó Tsunade, callándolos—. Se ha acabado. Entiendo que tengáis vuestra historia y queráis pegaros, pero estamos en una sala de juicio. No permitiré más griteríos, ni por vuestra parte ni por nadie. ¿Queda claro?

Ninguno de los dos habló. Simplemente, Sasuke y Naruto volvieron a sentarse y miró para otro lado, sin querer saber nada. Itachi asintió y Tsunade suspiró.

—Está bien. El caso de Itachi queda finalizado por el momento. Sasuke... es tu turno. 

El Uchiha menor se levantó de nuevo y quedó en frente de la Hokage. Ella suspiró y observó el papel frente a ella, antes de leer.

—Sasuke Uchiha, de la aldea de Konoha. Acusado de huir de la aldea, convirtiéndose en un renegado, de matar a Naruto Uzumaki... esta acusación queda descartada, puesto que Naruto está presente en la sala—todos miraron al rubio poniéndolo nervioso— y ya cumplió condena en su momento. Posteriormente, acusado de marchar de nuevo junto a Madara y unirse a Akatsuki. Eso es todo... ¿algo que decir en tu defensa?—preguntó y Sasuke negó—. Explícanos por qué te fuiste con Madara.

Sasuke bufó al tener que repetir lo que le contó a la Hokage en el despacho, pero tenía que hacerlo. Respiró hondo y contó lo mismo algo más resumido lo que había ocurrido, para que todos en la sala supieran qué había sucedido. Su culpabilidad por haber matado a su compañero, sin quererlo, y la oportunidad de salvarlo una vez que Itachi le dijo que estaba en peligro. Lo que había pasado en la organización y la posterior batalla contra Madara y los que aún seguían con él.

Cuando terminó, muchos empezaron a murmurar sobre esa batalla de la que Sasuke había hablado pero de la que nadie tenía constancia. Tsunade intentó callarlos, al principio sin éxito, pero su cara endemoniada calló a los aldeanos en cuestión de segundos. Se tranquilizó y miró a Sasuke.

—La culpabilidad por lo que supuestamente hiciste te dio impulso para salir a buscar al que era tu compañero que estaba en peligro—Sasuke asintió—. ¿Tenías pensamiento de volver en el momento en el que te fuiste?

—Sí. Mi pensamiento era salvarlo y traerlo a Konoha. Pero las cosas se complicaron... ya lo he contado...

—¿Crees que si actuamos en contra de los consejeros y Danzo Shimura podrás perdonar a la aldea de lo que hizo con tu hermano?—preguntó Tsunade de repente, dejando a Sasuke sin palabras.

—No sé a qué viene esa pregunta.

—Contesta—insistió.

—Puede que ellos tuvieran la culpa, de todas formas la aldea les hizo caso y despreciaron al clan sin darnos oportunidad de mostrar cómo éramos en realidad. Todos prejuzgaron al clan por causar algo que, generalmente, no hicimos, con el ataque del Kyubi. Vale, fue un Uchiha, pero el Uchiha que lo hizo lo dimos por muerto hace mucho tiempo. Danzo y los consejeros deben pagar por comenzar todo esto, por obligar a mi hermano a deshacerse del clan, pero la aldea también tiene culpa. Si se hubiesen dignado a conocernos de verdad, mi padre no se hubiese visto obligado a formar un golpe de estado. En mi opinión... necesitaré mucho tiempo para volver a ver a esta aldea como un  hogar... posiblemente, nunca lo haga.

Todos quedaron en silencio ante su confesión. Algunos se sintieron culpables por lo que había dicho, pues tenía su parte de razón, pero ya no podían hacer nada. Sólo intentar darle una nueva bienvenida.

—Bien. Teniendo en cuenta la defensa de tu hermano... y que no hay nada más que decir, aquí acaba tu caso entonces, Sasuke. 

El Uchiha asintió y volvió a sentarse con el rostro serio. Todo lo que había dicho era cierto, ya no veía Konoha como un hogar, sino como una aldea corrupta. En aquel momento no quería saber nada de nadie, sólo saber cómo iría el juicio de Naruto.

Tsunade ordenó los papeles en su mesa y seguidamente observó a Naruto. El rubio estaba nervioso. Con todo aquel mundo mirando, muchos de ellos pensando que él estaba muerto, no sabía como pronunciar palabra. Ya creía que había sido muy valiente para hablar frente a todos para defender a Itachi y había metido la pata. Cuando Tsunade lo llamó, Naruto se levantó y caminó hasta estar al frente de la rubia.

—Naruto Uzumaki, de la aldea de Konoha.


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Suspenso... Jajajaja Qué mala soy. Nah, en verdad es que el capítulo se me estaba haciendo largo, así que he pensado en hacer dos capítulos. El siguiente será el de Naruto y el final de los juicios (por fin!). 

Bueno, hoy no os podéis quejar de mí, he actualizado en las dos historias :v Que alguien me alabe, esto no será normal. Dar gracias que me quedan dos días... un día de vacaciones. Hoy se está terminando, así que sólo me queda el mañana... Qué filosófico, por kami-sama... Y el Lunes comienzo mi nuevo curso universitario, así que tendré mucho menos tiempo de escritura.

En fin. Espero poder publicar todas las semanas, pero no prometo nada.

Aquí se despide Luthien, ciao!


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