Capítulo 9
Oscuridad. Profunda y fría, la oscuridad lo rodeaba todo, ocultándolo completamente de su mirada sin emoción alguna. No había personas. No había edificios. Cualquier sonido era completamente silencio, engullido por la misma oscuridad que lo rodeaba. Dio un paso hacia el frente y después dio otro. Su cuerpo se inclinó cuando la pierna derecha se hundió completamente en algo húmedo. ¿Era agua? ¿Sangre? ¿Tal vez arenas movedizas? El sonido de algo moviéndose en aquella oscuridad, le hizo levantar el rostro. La figura era ominosa, gigante. No cabía ni siquiera completamente en su visión, por lo que echó la cabeza hacia atrás siendo guiada por el cuerpo, encontrando unos inmensos ojos rojos que lo miraban con cierto interés, con un tono de burla que él no podía identificar.
Largos minutos pasaron. Ojos azules miraron aquella profundidad de ojos rojos como la misma sangre que no disminuyeron en su intensidad. Estaban clavados él y él no podía librarse de aquella intensa mirada. Era hipnótica. No podía hacer un movimiento sin sentir que era aplastado por aquel parte de ojos que parecían querer introducirse en su interior, taladrar y atravesar su alma como si no fuera nada para él. Se sentía completamente desnudo ante aquella indiscreta mirada tan intensa y que, por alguna extraña circunstancia, no encontraba hostilidad en la misma, brillando con calma, como si esperara algo.
Percibió un movimiento justo en frente. Desde varios metros por debajo de la figura envuelta en sombras, el chico vio como esta movía las mandíbulas en un claro intento de transmitirle algo que no alcanzaba a oír ni siquiera con sus mejorados sentidos kryptonianos.
Después, solo encontró luz y todo desapareció.
Naruto parpadeó ante la intensidad de la luz que lo enfocaba. Concentrándose en recuperar completamente la visión, el clon del hombre de acero subió sus defensas completamente, esperando el movimiento de algún enemigo en su contra. Lo único que captó estando en aquella situación, fue el sonido de hundimiento del sofá a unos metros por delante de él y una voz femenina que le preguntaba algo que no podía descifrar, como si la voz estuviera siendo bloqueada.
―¿Qué?
El clon se sorprendió. Rasposa, la pregunta que lanzó a la mujer en la sala se oyó pastosa, ronza y casi ininteligible, como si hubiera sido dicha por una bestia en vez de por él.
―¿Qué has visto en tu mente, Naruto?
Imra Ardeen pasó la punta del bolígrafo por la hoja del cuaderno de notas que descansaba sobre su muslo derecho. La marciana miró al clon con sus intensos ojos que no se apartaban de la figura inclinada del rubio híbrido. Ella como una telápata contratada por el mismo Batman para ayudar a aquel muchacho, había hecho algo que muchos telápatas hubieran hecho en un punto anterior: meditación. Algo dentro del adolescente estaba bloqueando sus poderes hasta cierto grado y, no queriendo abusar del clon y su confianza, ella no lanzó un abusivo movimiento sobre su mente para poder establecer mejores lazos. Por ello recurrió a la meditación y parecía que estaban llegando hasta cierto punto de evolución con esto.
―Una...¿figura?―Naruto frunció el ceño al sentir como su sien palpitaba de dolor. En las anteriores sesiones, no había logrado llegar a divisar a aquella figura y mucho menos sentir como se hundía en algo líquido. Lo máximo que llegó a alcanzar, fueron pequeños flashbacks de sus momentos estando en aquel tubo oculto del mundo exterior antes de ser liberado por un fallo en el sistema de la misma cápsula, probablemente gracias al escape de Superboy―. No...no lo recuerdo muy bien. Solo recuerdo unos ojos completamente rojos mirándome, ocultando un mundo salvaje de dolor detrás de aquella permeable retina.
Imra tarareó ante la información que el chico le había brindado. Después de la misión del Equipo sobre Amazo y la necesidad de Naruto en el terreno, ella había estado con el chico todos los días que ella misma podía ceder para el caso, estando acompañada sin duda por Canario Negro o por Wonder Woman por si el clon se salía de control. Ella lo dudaba, pero Batman no era un hombre que dejara cosas al azar y lo agradecía. Era su seguridad la que estaba en juego estando encerrada con Uzumaki Naruto, el segundo y más peligroso clon de Superman.
Él venció a Amazo, el androide de Ivo, en unos segundos. Mostró la habilidad del Detective volviéndose intangible y mostró ser mucho más veloz y fuerte que Conner, como su la velocidad y fuerza de Wonder Woman y Superman se hubieran superpuesto dándole más fuerza a él.
Imra no estaba ajena a la misión más reciente que tuvo el Equipo y la primera oficial del segundo clon del súper hombre. Ella de hecho había tenido una reunión con el chico momentos antes de ser llamado por Batman para actuar como el apoyo, aunque después fue él mismo quien se llevó todo el reconocimiento. Había hecho algo que ni siquiera varios miembros de la Liga habían podido lograr.
―Bien―Imra apuntó las palabras en el cuaderno. Garabateó y miró a los ojos zafiros del muchacho una vez, buscando aquella piza de frialdad y locura que vio cuando el clon volvió de la misión para detener a Ivo. Aquel instinto animal había sido mantenido bajo cuerda después de aquel enfrentamiento y ella no la sacaría a relucir sin más―. ¿Algo más? ¿Sigues con los flashbacks?
―Estos han mitigado.
Nuevamente, ella apuntó en el cuaderno la respuesta que sus oídos escucharon, más unas notas personales sobre el caso. Canario Negro debería ser la psicóloga del equipo; pero ella se encargaba de Naruto al poder acceder a su mente...de cierta manera. Desde su primer intento no lo volvió a intentar por miedo a que aquella cosa se abalanzara sobre ella y le arrancara la cabeza. La veía capaz.
―¿Y tu relación con tus compañeros?―sin apartar los ojos del cuaderno, Imra pudo ver el torcimiento de los labios de Naruto y como su rostros se retorcía en un ligero gesto de incomodidad―. Has pasado mucho tiempo con Wally, ¿cierto? Dinah ha indicado que tu desempeño con ellos ha mejorado desde el incidente con Ivo.
―Si, he salido con Wally y él me ha mostrado la ciudad, como Dinah hizo en su momento―Naruto habló con palabras lentas y seguras, maravillando a Imra por su perfecta pronunciación a pesar de que anteriormente no solía hablar demasiado―. Diría que mi desempeño con ellos, ha sido creciente desde mi unión a la última misión.
―¿Cómo te sientes con ellos?―Imra preguntó. Había iniciado un camino que iba a recorrer y buscaría toda la información posible sobre las relaciones del chico. Más allá de Dinah o la misma Diana, el clon no parecía demasiado interesado en ampliar su círculo―. Es importante que puedas trabajar con ellos en el futuro.
―Es...incómodo―él admitió. El clon frunció el ceño y procedió a pensar seriamente en aquella pregunta, intentando de algún modo encontrar la respuesta que satisficiera a Imra y así mismo. Pero por más que buscó, no encontró absolutamente nada. Lo único en lo que, podía pensar sobre ellos, era en lo incómodo que era trabajar acompañado, sobre todo en situaciones en las que él podría valerse por sí mismo sin la necesidad de un segundo―. Estoy acostumbrado a lidiar con las cosas a mir propia manera y ver como Robin intenta tomar el liderato en cada momento, como parecer haber sido entrenado de un modo distinto al resto, hace que yo no pueda pensar realmente una opción perfecta para trabajar.
Raspaduras sobre el papel se oyeron por unos segundos, antes de que el silencio volviera a llenar la habitación, con Imra tomando fuertemente el bolígrafo en su mano derecha.
―Eres una pieza clave aquí, Naruto―Imra lanzó aquellas palabras sabiendo el efecto que tendrían. Habían pasado unas semanas en aquellas reuniones, con el chico entrando a su mundo interior y con los enfrentamientos desgastadores a los que él y el resto eran sometidos, cada uno siendo llevado por su propio ritmo―. Fuiste clave para derrotar a Amazo e Ivo y que nadie saliera ileso. Eres prácticamente un as bajo la manga tanto para el Equipo como para la Liga y toda la información que los villanos puedan tener de ti, se reduce a los archivos del Proyecto S de CADMUS, si es que hay algo de valor en unos archivos como aquellos.
―¿Qué es lo que quieres decir?
Imra respiró hondo y dejó a un lado su libreta y bolígrafo.
―Conner es un clon de Superman―Naruto asintió cuando los ojos de Saturn Girl se posaron en él, como dos agujas clavas en la piel―. Tú eres un clon de Superman―el clon volvió a asentir, intentando encontrar el camino por el que la mujer estaba intentando ir―. Pero al contrario que Conner, tú cuentas con la suficiente mentalidad como para no ser un estorbo para tus compañeros. Lo sé perfectamente, Naruto. Vas andando paso a paso, todos ellos dados con seguridad, en un intento de tantear el hielo bajo tus pies para dar el siguiente paso.
―...
―Eres precavido, sensato. No das pasos en falso y eso puede deberse a uno de aquellos que hayan aportado para tu creación y nacimiento―la mujer calló que era Batman justamente quien actuaba con sensatez a través del cuerpo del muchacho. Ella lo vio en su mirada, sus gestos y como parecía analizar todo con la mirada―. Eso está bien, Naruto. Cuando tú estes listo, el Equipo estará para ti...
La puerta fue abierta con cierta fuerza, haciendo que Imra callara y Naruto alzara la cabeza, mirando al joven que había interrumpido su sesión con la saturniana.
―Wally―Imra suspiró, tomando las notas que estaban a un lado, en el sofá―. ¿Cuántas veces te he dicho que llames a la puerta?
―¡Oiga! ¡Al menos no he usado mi Speed Force!―Wally West se mostró ofendido ante las palabras de Imra y poco después cohibido por los mismos ojos de la mujer.
―No importa―Imra suspiró y se levantó―. Hemos terminado. Por hoy eres libre, Naruto.
El chico dio un cabeceo ante aquellas palabras. Pronto, fue abordado por el velocista y sintió el peso del brazo derecho del pelirrojo sobre su cuerpo casi empujándolo hacia abajo. Probablemente si él no fuera, prácticamente, un superhombre, el entusiasmo de Wally lo habría enviado al suelo de haber sido cualquier otro miembro del Equipo.
―¿Por qué el entusiasmo?―Naruto miró los ojos verdes de Wally mientras salían se aquella sala con pasos lentos―. Normalmente tu corazón no está acelerado y mantienes el pulso en un estado normal para ti, si es que cientos de pulsaciones es algo "normal".
―¿Cuentas mis pulsaciones?―Wally West parpadeó cuando aquella información entró en su cabeza―. ¿Por qué?
Naruto señaló sus oídos.
―Tengo mejor audición. No puedo contenerme, aunque quiera―admitió con su rostro neutro habitual.
Wally se había acostumbrado a aquel rostro. No era frío ni desagradable, pero ni él ni el resto del Equipo habían visto una pequeña sonrisa cruzar aquellos labios siempre apretados. Casi era como ver a una copia de Superman, pero con el cabello rubio y desordenado y con unos ojos azules contrarios a los del superhombre.
―No importa―Wally desechó aquellos pensamientos que tuvo por un segundo y sonrió ampliamente―. ¡Tenemos nueva compañera!
―Y estas contento porque es mujer, pero al mismo tiempo estas descontento―Naruto vio el debate en los ojos del joven héroe incluso antes de que Wally pudiera decir algo al respecto.
―Si―el velocista admitió las palabras de Naruto, cambiando rápidamente su rostro―. ¡Pero no me gusta! Es por su culpa que Roy no esté con nosotros.
Roy Harper, más conocido como Red Arrow, el aprendiz y compañero de Green Arrow hasta la formación del Equipo. Por lo que Wally le había contado, Roy abandonó su posición como compañero de Oliver Queen cuando la Liga no parecía demasiado dispuesta a dejarles libre albedrío y cuando estos formaron el Equipo, Roy lo vio como un modo de controlarlos de un modo más efectivo.
Naruto admitió que respetaba a Roy incluso si no lo había conocido. El chico tomó su camino cuando vio que no podía crecer mucho más y había estado trabajando por cuenta propia desde hacía unos meses, lo que convertía a Roy Harper en un vigilante y un solitario. Sin respaldo completo, Red Arrow había estado haciendo un buen trabajo por su cuenta, entrando en el ojo de la Liga.
―Ella no es la culpable del porque Roy no esté aquí―Naruto detuvo sus pasos al borde de la sala de entrenamiento. Con un movimiento de hombros, se deshizo del brazo del velocista―. Los adultos fueron los causantes de la fricción entre Harper y el resto, además de su decisión futura de no pertenecer a este equipo.
Wally meneó la mano.
―Bueno―Wally miró hacia la sala―. Tenemos entrenamiento con Canario Negro. ¿Te vas a unir en esta ocasión? Mi interés por ver quien es más fuerte, si Conner o tú, es demasiado alto.
―Si, lo haré.
El velocista dio un asentimiento y caminó hacia el interior. Justo en el borde, Naruto miró a los miembros del equipo, intentando encontrar al nuevo miembro para ponerle rostro.
Sintió un picotazo en la espalda. Clavando los talones, giró y enfrentó a una chica de cabello dorado y ojos verdes como el mismo bosque. Acostumbrado al uniforme de Green Arrow, Naruto no encontró demasiada diferencia cuando vio el traje de aquella arquera cubriendo su cuerpo tonificado.
―¿Y tú eres...?
―Artemis. Llámame Artemis.
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