Dejando escapar un suspiro cansado, Dinah Lance dejó la taza de café encima de la isla de la cocina, observando con sus ojos como una pequeña polilla se movía alrededor de la bombilla que iluminaba casi toda la cocina, dándose de golpes contra el cristal de la misma. Parecía estar hipnotizada por la luz y no parecía comprender que podía moverse libremente por cualquier otro lado de aquella casa. Incluso podía escapar del lugar y volar por el frío cielo nocturno y perderse entre las estrellas si era necesario.

La semana había sido dura y el café delante de ella lo demostraba.

Como instructora de el Equipo, había tenido que estar al pendiente de todos ellos constantemente, quedándose a dormir dentro de las instalaciones del Monte Justicia cuando se quedaba más del tiempo establecido, siendo una sustituta de Red Tornado como niñera de los adolescentes.

Eso para alguien como ella no era un problema. También cuidó de su hermana varias veces cuando su padre estaba en el trabajo y era algo simple. Mantener el ojo en unos adolescentes, era lo más fácil que podía haber para ella.

Pero claramente, estos no eran simples adolescentes.

Mientras que Robin y Wally volvían a sus hogares a pasar la noche, de los otros cuatro que se quedaban en la base, dos eran clones del ser más fuerte en la Tierra y una de ellos era perteneciente a una raza de Marte, siendo esta su primera visita al planeta Tierra y careciendo así del conocimiento necesario sobre las costumbres terrestres por el momento.

El último de ellos solamente era un atlante, por lo que lidiar con Kaldur no era problema para ella. El chico había sido entrenado por el mismo rey de Atlantis, aquel que representaba a los mares dentro de la Liga de la Justicia: Aquaman. También, al contrario que sus otros tres compañeros, él fue entrenado con disciplina propia de un soldado atlante, por lo que mantenerse en calma y con la mente centrada y sin causar problemas, era algo que Kaldur podría hacer sin problema.

Eran los otros tres quienes más la preocuban. Si bien Megan era calmada y no causaba problemas, tanto Conner como Naruto eran los que más la preocuban y quienes más exigían de ella.

Conner había estado intratable durante las sesiones de entrenamientos, siempre exigiéndose más y mostrando que nada podía afectarle, como si intentara de algún modo demostrar que era como Superman. El clon parecía haber generado algún tipo de sentimiento hacia Superman y parecía necesitar de una figura paterna que lo ayudara a ver que él no era Superman, que era Superboy, alguien completamente distinto a Superman y que no necesitaba ser como él.

Por otro lado, Naruto se había ido integrando lentamente en el equipo, creando una extraña relación con el mismo Wally, quien parecía haberle cogido algo de cariño. Ver a esos dos en la misma sala, era como ver dos caras de una moneda. Mientras que Naruto siempre daba la impresión de ser callado y serio, Wally no paraba de hablar a la velocidad del rayo a un lado del clon, contándole las anécdotas más ridículas que ella podría haber escuchado. Y eso no parecía afectar al otro chico, quien solamente asentiría ante las palabras del velocista.

Aun así, Dinah no se dejaba engañar. De entre todos ellos, Naruto era el que más la preocupaba. Si bien el chico comenzó a integrarse debido a que ella lo presionó, eso podría causar un efecto negativo tanto en el equipo como en el mismo Naruto. El muchacho había sido creado y educado para ser el sustituto del mismo Superman, por lo que verse relegado a ser un subordinado más podría crear un conflicto dentro de la mente del Uzumaki que lo llevaría a algún tipo de estado caótico.

Y eso era lo que ella quería evitar.

Con la mente llena de trabajo, Dinah tomó la taza de café y la dirigió hacia sus labios, sorbiendo aquel tibio líquido lentamente mientras el sueño parecía ser aplacado por la cafeína de aquella bebida.

Necesito un descanso.

Como si dios la hubiera escuchado, unas manos aparecieron sobre sus hombros y un masaje dio inicio lentamente, obligando a la mujer a dejar escapar un quejido cuando un crujido ligero escapó de sus hombros.

Por si acaso, ella dejó la taza en la mesa.

―Esos niños deben de ser muy difíciles si estas así de tensa―una voz masculina llegó a sus oídos, justo detrás de ella―. Nunca te he visto así de tensa.

―Hm~.

Dinah solamente dejó escapar un gemido de placer cuando las manos de aquel hombre comenzaron a moverse por su espalda. Amaba aquellos momentos y nunca había necesitado un masaje como lo necesitaba ahora. Incluso llegó a creer que se rompería si seguía así de tensa.

―¿Difíciles de tratar?

―Conner parece presionarse demasiado. No atiende a los entrenamientos y eso podría terminar causando un conflicto dentro del equipo―Dinah echó su cuerpo hacia adelante, cayendo sobre la mesa y dando más espacio al hombre para masajear su espalda y hombros―. Megan aun es una niña sin un conocimiento firme sobre nuestras costumbres. Usar sus poderes telepáticos ha causado cierta fricción con sus compañeros. Espero que eso pronto quede a un lado―cerró los ojos cuando ambos pulgares de sus compañeros presionaron sus omoplatos―. Y Naruto es el que más me preocupa. Fue creado para ser Superman. Fue adiestrado para ser Superman. Como Conner, lleva en el mundo solamente unos días. Hay cosas que aun no comprende y eso podría causar problemas. Odiaría tener que lastimar al niño si se saliera de control.

―Eres muy pesimista a veces, Dinah―el hombre respondió, pasando las manos a la espalda baja de la mujer―. Conner y Naruto son clones del Hombre de Acero, del scout azul y rojo. Llevan sangre kryptoniana dentro de sus cuerpos y dudo demasiado que alguien pueda volverlos en contra de la Liga. Ciertamente serían un problema si se fueran de control, pero eso es poco probable. Si eso fuera a pasar, no habrían venido con nosotros directamente.

―O podría ser algún plan de CADMUS.

―Probablemente―el hombre presionó sobre la espalda baja de la mujer, generando otro gemido de esta. Él solamente dio una sonrisa socarrona, siguiendo con su trabajo―. Batman ya está haciendo pruebas. Ha tomado algo de sangre de Naruto. Parece que quiere ver si es realmente un clon al cien por cien.

―¿A qué te refieres?

―Según Batman, es poco probable que tanto Conner como Naruto sean clones cien por cien de Superman. La sangre kryptoniana es inestable por si sola y podría causar problemas en los jóvenes―respondió el hombre, volviendo a tomar los hombros de Dinah―. Es probable que ambos tengan algún otro tipo de sangre en su interior y eso es lo que le preocupa al murciélago.

Dinah frunció levemente el ceño, lo que le estaba resultando imposible con las manos de su compañero masajeando sus hombros. Ella quería solamente dejarse llevar por el placer, pero también necesitaba hablar con alguien.

―¿Ambos podrían tener sangre de otros héroes o villanos en su interior?―ella preguntó, mirando por primera vez desde el comienzo de la conversación al hombre que la había comenzado a masajear.

Cabello corto de un rubio oscuro, ojos verdes como las hojas de los árboles, barba cerrada y recortada. Un rostro serio surcado por quemaduras leves del sol por su tiempo en una isla desierta, le devolvió una sonrisa ligera. Aquel hombre no era otro que Oliver Queen, alias Flecha Verde, miembro de la Liga de la Justicia y esposo de Dinah Lance.

―Eso es algo probable dentro de la mente paranoica de Batman. Pero siendo sincero, creo que lleva razón en ese punto. Si la sangre kryptoniana es inestable por si sola, ¿cómo han logrado hacer a ambos muchachos? Añadir algún otro tipo de sangre y ADN parece lo más razonable―aceptó Oliver, obligando a su mujer a que se mantuviera echada ligeramente sobre la mesa. Aun no terminaba con su masaje y sabía que ella podría enfadarse por ello―. El problema será saber de quien tienen ADN ambos chicos, porque podríamos encontrarnos con que tuvieran en su interior los ADN de seres poderosos, oscuros y fríos. Y no me gustaría que alguno de los dos tuviera la sangre de Joker. Eso sería problemático.

Dinah estaba de acuerdo con ello. Si los chicos tenían algún otro tipo de sangre, ella también esperaba que no fuera de personas como el Joker. Eso podría terminar siendo un problema para el equipo y la Liga en un futuro si no encontraban como revertirlo.

Todos aquellos que tenían la sangre del payaso, no serían buenos por mucho tiempo.

―Volviendo a algo más sencillo―Oliver tiró de su mujer y la sentó rectamente en la silla, colocando ambas manos en los hombros de ella por unos segundos antes y moverse. También necesitaba una taza de café porque ya no podría dormir―; ¿cómo va el chico de bigotes?

Dinah dejó escapar un suspiro, moviendo la mano para masajear su cuello anteriormente masajeado por su esposo. Ella se había encariñado de cierta manera con el segundo clon de Superman, a quien Wally pareció oportuno llamar Uzumaki Naruto de algún modo, no comprendía él por qué.

Viendo como el muchacho parecía regodearse en su propia oscuridad, ella no podía quedarse quita sin hacer nada. Fue nombrada como la encargada del Equipo, tanto en el entrenamiento como en el tema psicológico, por lo que lidiar con los problemas de Naruto era su trabajo de cierto modo. Lo que ella jamás esperó fue coger afecto al muchacho.

Cuando comenzó a hablar con Naruto, sabiendo lo que el muchacho había pasado, para lo que lo estaban criando dentro de CADMUS, también comenzó a conversar con Oliver contándole del chico, de sus miedos y problemas psicológicos, no comprendiendo como CADMUS pudo llegar a tanto solamente por un interés personal. ¿No tenían moral?

Fue de hecho Oliver quien la aconsejó sacar a Naruto de la base en un paseo por la ciudad, ayudando así al chico a conocer un poco de la verdadera naturaleza humana y del mundo en general. Como a Conner, Naruto aún tenía mucho que aprender, sin embargo sería una tarea algo lenta que terminaría con la formación completa del chico, para bien o para mal.

Y el primer paso en la nueva vida del chico, fue dado cuando Wally lo tomó como su compañero, llevando al clon a dar varios paseos por su ciudad, llegando incluso a presentarle a Barry Allen alias Flash. Parecía que la presencia de Kid Flash era un gran cimiento para la vida que el clon tendría en adelante.

O al menos eso era lo que ella pensaba. Wally era, de algún modo, una buena influencia para el adolescente de cabello dorado.

―Lentamente parece que se va integrando con sus compañeros―ella finalmente respondió, saliendo de sus pensamientos y tomando la taza de café nuevamente entre sus manos, dando otro sorbo a la misma mientras observaba a su esposo tomar un poco de café también―. No parece que vaya a ser algo que ocurra de un día para otro, pero con el tiempo Naruto realmente será como otro adolescente más.

―Es bueno saberlo―Oliver respondió, dando un trago a su propio café. Ya no había manera de que él pudiera dormirse―. ¿Vamos a...?

―Por supuesto.

Y ambos adultos abandonaron la cocina, dejando ambas tazas aun con el tibio café sobre la mesa blanca.

Baticueva, Gotham City

Al mismo momento en el que Dinah y Oliver conversaban, Bruce Wayne dejaba a un lado su máscara que lo convertía completamente en el Caballero de la Noche de Gotham y se sentaba frente a un inmenso monitor con una imagen parpadeante de una secuencia de ADN. Esta secuencia no era otra que la del segundo clon que habían sacado de CADMUS, a quien él mismo registró con el nombre de Uzumaki Naruto para crear una vida para el chico, como hizo con Superboy y Martian Girl.

Bruce observaba con cierto interés y asombro aquella secuencia de ADN que estaba presente en su monitor. A pedido de Dinah y conociendo lo inestable de la sangre kryptoniana, había usado todos sus recursos para estudiar una muestra del muchacho que Canario Negro había casi adoptado como su hijo o hermano menor. Aun no estaba seguro de como parecían ambos, pero realmente parecían hermanos debido a su cabello y ojos. Incluso podrían pasar por madre e hijo. Siendo Oliver Queen el esposo de Dinah, no había nada que impidiera que Naruto realmente pudiera tomar el cabello rubio de ambos y los ojos de ella, oscurecidos levemente por el verde de él.

―¿Ha descubierto algo, señor Bruce?―dejando una bandeja a un lado de Bruce, el fiel Alfred lanzó la pregunta a su joven señor, mientras volvía a erguirse, mirando también aquella imagen de ADN que parpadeaba en la pantalla―. ¿Por qué está usted observando muestras de Wonder Woman y el señor Clark? También veo una muestra suya dentro del esquema, así como otras algo más pequeñas.

Bruce entonces volvió en sí, parpadeando y tragando algo de saliva. Él había esperado encontrar algo demasiado distinto dentro del ADN de Naruto, pero fue golpeado con una verdadera sorpresa.

―Es un pedido de Dinah―él respondió, golpeando una tecla con su dedo índice. Al segundo, una barra de descarga apareció en la pantalla―. Quien creara a Naruto, usó ADN no solo de Superman, si no que de Wonder Woman también. Incluso yo aparezco dentro del chico―respondió con algo de calma. No podía realmente estar demasiado calmado. ¿Quién usaría su ADN para crear un clon de Superman? ¿Con que objetivo real habían juntado todas esas muestras dentro de un solo clon? El hombre dejó escapar un resoplido―. Debo reunirme con los demás en la Atalaya. Tanto Superman como Wonder Woman necesitan saber de esto.

Y así como se había desecho de la capucha, Bruce Wayne volvió a cubrir su rostro con la máscara que lo convertía en Batman, el Caballero de la Noche de Gotham.

Acababa de descubrir, que Naruto era su familia.