Capítulo 10

Con un grito ensordecedor, Conner Kent se lanzó contra su hermano en un movimiento rápido y audaz. Naruto se mantuvo en posición, mirando como Conner se movía contra él en una sucesión de pasos que sus ojos kryptonianos pudieron ver completamente. Levantó el brazo derecho, bloqueando así el brazo de Conner, y pasó el brazo izquierdo por debajo del derecho de su compañero, haciendo una llave que detuvo cualquier movimiento por el lado del clon de Superman, dejando a Conner en una posición vulnerable. Posición que fue derribada cuando Naruto movió su pierna en un barrido que desestabilizó completamente al moreno y lo derribo sobre su espalda con un golpe de codo contra el pecho del clon primario.

Conner rodó por el suelo, tomando bocanadas de aire al intentar ponerse de pie. Mientras que Kid o Robin podrían ponerlo en aprietos por sus habilidades y Kaldur por su fuerza atlante, era su hermano quien lo presionaba mucho más debido a las similitudes en poderes que ambos tenían al ser clones de Superman. Era por ello que él sentía con dolor los golpes del clon rubio del super hombre y como su cuerpo se estremecía ante las llaves de Naruto durante las prácticas, llegando a descubrir que Naruto poseía mucha más fuerza y resistencia que él mismo, lo que no llegaba a comprender demasiado bien. Ambos eran clones de Superman, pero solo Naruto tenía más fuerza, rapidez y resistencia en los enfrentamientos que ambos habían tenido hasta el momento. ¿A caso su hermano poseía un poco más de conexión con Superman?

Ante la pregunta no formulada, Conner frunció el ceño con cierta molestia. Superman lo había estado ignorando todo ese tiempo, como si él no existiera, como si no fuera nada. Y, para más inri, su hermano no parecía querer saber nada de Superman, llegando a ignorar al precursor de la Liga como si fuera un simple extra dentro de su vida. ¿A caso Naruto no quería hablar con Superman? ¿No quería tener algo más que ser un clon? Naruto era demasiado extraño para él y parecía un completo desconocido a pesar de ser un clon de Superman como él. ¿Qué tenía su hermano que él no tuviera para poder desligarse de Superman tan fácilmente?

Conner respiró hondo y se impulsó hacia arriba, encontrando como los ojos azules del clon rubio de Superman lo estaban examinando minuciosamente, como si estuvieran buscando algo en él. Este escrutinio lo hizo estremecerse por un segundo, antes de fruncir los labios y el ceño.

―¿Qué?

―Estabas demasiado ido―Naruto respondió con total calma. Los brazos cruzados sobre su pecho, la postura firme y el pecho hinchado, le hicieron parecerse a un instructor militar a los ojos de Robin, quien se mantenía admirando la práctica desde lejos, acompañado de Kaldur―. ¿En que pensabas?

―Nada.

―¿Realmente en nada?―el rubio alzó una de sus cejas, mostrando con el gesto que no creía en las palabras que le estaba diciendo.

Ante aquel interrogatorio, Conner tomó la misma postura que su hermano. Cruzó los brazos sobre su torso, cuadró sus hombros y plantó su cuerpo a escasos centímetros del rubio, mirando siempre los ojos zafiros de Naruto sin pestañear.

―¿Estas intentando hacer de hermano mayor, Naruto? No necesito que intentes preocuparte por mí. Soy un super, después de todo.

―Eso es lo que me molesta―el rubio habló con calma, captando en la respuesta de su hermano la confusión y duda que surcaban por la mente de Conner―. No eres Super.

Sintiendo como la visión se volvía roja para él, Conner tomó de la camiseta a Naruto y lo levantó unos centímetros. Apretó su agarre, mirando los ojos brillosos de su hermano clon.

―No necesito que te preocupes por mí, Naruto―siseó, apretando los dientes con cada palabra―. No necesito...

Ambas manos de Naruto cayeron sobre las muñecas de Superboy, haciendo una ínfima fuerza que doblegó al adolescente y lo obligó a bajar al Uzumaki al suelo nuevamente. Cuando sintió el suelo bajo sus pies, Naruto tomó con su mano el rostro de Conner en un movimiento rápido y lo derribó contra el suelo, quedando el por encima del moreno y sin que nadie más del Equipo o los instructores pudieran hacer nada.

―Cállate, idiota―aquellas palabras no sonaron como una amenaza. Conner miró los ojos de Naruto y no vio ningún sentimiento, ni siquiera la confusión o irritación que él mismo tenía por todo lo que estaba pasando con Superman y ser un clon del mayor héroe de la Tierra en la actualidad y precursor de la Liga―. No sé que mierda te pasa, Conner, pero deja todos esos pensamientos que tengas de mí a un lado. Deja de pensar en Superman como si fuera nuestro padre y céntrate en formar tu vida, en crear a Conner Kent y Superboy―la mano abandonó el rostro de Conner y Naruto se puso de pie sobre su hermano―. Nosotros somos quienes decidimos lo que ser. Yo no soy un clon de Superman ni soy un Super. Soy Naruto Uzumaki y tu eres Conner Kent. No somos Superman.

Con aquellas últimas palabras, Naruto se apartó de Conner y caminó hacia la salida de la Sala de Entrenamiento. Su rostro era un inescrutable poema plasmado en piedra que no mostró nada ni a Robin ni a Kaldur, que miraron al rubio antes de mirar al derribado Conner nuevamente, pensando en lo que tenían que hacer, dejando que ambos solucionaran sus problemas por sí solos. Probablemente si molestaban a uno de los dos Supers, serían aplastados por la fuerza de los mismos.

Naruto detuvo sus pasos en la entrada del pasillo y golpeó débilmente la pared a su derecha, apretando los dientes en el proceso. Él no tenía la culpa de ser quien era. ¿Por qué debía causar esa envidia y cierto resentimiento en Conner? Como Superboy, él fue creado por CADMUS para ser un reemplazo de Superman con todo lo que ello conllevaba. ¿A caso Superboy no veía que eso lo estaba lastimando? Él aceptó que no era Superman y que no iba a serlo. Ni siquiera tenía pensado usar la S en su pecho si era posible ni un nombre con "Super" en él como lo hacía Superboy. Prefería completamente centrarse en sí mismo, en ser Naruto y no un simple clon del hombre azul.

Pero, aunque él mismo se hubiera aceptado como algo más que un clon de Superman, eso no quería decir que Conner se hubiera aceptado y alejado de Superman. Aquel intento de relación que su hermano estaba intentando formar, podría ser el final del mismo Conner si no encontraba una estabilidad a sus propias emociones.

―Un dólar por tus pensamientos.

Naruto abrió los ojos y dio un paso hacia atrás ante la voz femenina. Quitándose el estupor, miró como Artemis estaba apoyada en la pared con su uniforme verde, mirándolo con ojos verdes y una sonrisa burlesca en sus labios.

―¿Qué?

El adolescente parpadeó, confuso. Artemisa rio silenciosamente, devorando aquella confusión y dando un repaso ocular al chico mientras este estaba shockeado en su propia mente, probablemente intentando encontrar un camino para las palabras, lo que hacía parecer que el chico estaba completamente vulnerable para ella.

―Has dado un buen repaso con Conner y no solamente con los golpes. ¿Vi resentimiento en las palabras?

Naruto recuperó la compostura ante la frase de Artemis.

―No, no tengo resentimiento con Conner. Más bien es él quien tiene un cierto "resentimiento" conmigo, debido a que acepté lo que soy mucho antes que él mismo―Naruto pasó su mano por detrás de su cuello, aprovechando para mirar a Artemis. Al contrario que Megan, Artemis contaba con un cuerpo más atlético, mucho más entrenado que el de la marciana. Tras la licra de color verde que se pegaba a su cuerpo, Artemis escondía un cuerpo esterilizado y bien formado por los entrenamientos que siguió desde su niñez y no exactamente por el lado bueno de la sociedad, algo que Naruto intuyó el día que se conocieron―. ¿No entrenas con los demás?

―No me hace demasiada falta―ella expresó, encogiéndose de hombros cuando Naruto levantó una de sus cejas. Al contrario que el resto del Equipo, ella no necesitaba entrenar constantemente en compañía. Sabía defenderse mano a mano contra combatientes de corto alcance y prefería pulir mucho más sus habilidades como una arquera consumada, claramente dispuesta para poder ser una buena arquera dentro del Equipo, encarnando a Arrow dentro de aquel pequeño equipo adolescente. Claramente, era mejor eso que su destino predispuesto por su padre―. Se golpear cosas desde que tengo uso de razón. Probablemente podría golpearte a ti en un par de asaltos.

Un crujido hizo que la sonrisa de Artemis creciera. Con los brazos cruzados bajo su firme pecho, la arquera miró al rubio a unos metros de ella. Brillante, una sonrisa de aceptación la estaba invitando a realizar aquellos asaltos que había prometido de palabra.

―Espero que realmente puedes aguantar unos rounds, chica dura.

Naruto caminó, pasando por el lado de Artemis. Antes de que ella pudiera responder, la mano derecha del clon cayó sobre su cabeza brevemente, deteniendo cualquier palabra que hubiera querido decir.

CADMUS: Sala S

Lex Luthor observó las ocho cámaras restantes de su Proyecto S que mantuvo en secreto, incluso más que el Proyecto Kr del que obtuvo a Conner. Sus ojos nunca abandonaron una de las cámaras, más específicamente la novena. Esta cápsula en forma de tuvo se encontraba completamente vacía, con el cristal destrozado sin rastro alguno de lo que debería estar allí dentro.

Como científico ciertamente loco, Lex había dedicado una gran cantidad de recursos en formar un clon perfecto de Superman, dando así paso al Proyecto Kr que lo llevó a estar orgulloso consigo mismo. Logró en poco tiempo crear un clon perfectamente estable de su némesis y lo tenía como un remplazo para el mismo Superman para cuando llegara el momento. Lastimosamente, el chico fue sustraído por la Liga y todo CADMUS se vio obligado a moverse de locación para no ser detectados nuevamente ni detenidos por los miembros de la Liga, quienes estuvieron mucho tiempo molestando tras conocer al clon primario de Superman.

Pero como todo científico, Lex tenía un claro respaldo si el Proyecto Kr fallaba o era sustraído de CADMUS. Sin embargo, este proyecto no era precisamente como los anteriores ni contaba con su propio ADN para mantener en control el ADN kryptoniano del siguiente clon. Creyendo que si Kr era sustraído todos sus planes se vendrían abajo, creó lo que pasó a llamarse como Proyecto S, un proyecto de clonación que claramente intentó superar lo que era el mismo Superman, dándole así un total de diez especímenes completamente estables y con ADN kryptoniano y de distintos héroes y villanos.

Sin embargo, uno de sus especímenes se salió de control y desapareció de CADMUS siguiendo los pasos del Proyecto Kr, cayendo así en las manos de la Liga y dejándolo a él con unos nueve clones completamente inconscientes y en formación.

―No puedo permitirme que uno del S sea sustraído―Lex habló con calma, volviendo al presente y saliendo de sus propios pensamientos. Acompañado por Guardian, el hombre miró específicamente el tubo de criogenización donde había estado anteriormente el llamado S-9―. Puedo aceptar que Superman obtenga a Kr, pero no al S-9. Los clones de este proyecto podrían dar al traste con nuestros...planes.

―¿Qué desea hacer?

―Tal vez una reunión de la Luz traiga algo de entendimiento a mi mente confusa―Lex respiró hondo. Masajeó el puente de su nariz y exhaló todo el aire que mantuvo dentro de sus pulmones. Mantener unos clones completamente criogenizados, no era tan sencillo como alguien normal esperaría―. No podemos dejar que S-9 este mucho tiempo con esos jóvenes del Equipo. Ni siquiera podemos permitir que Superman llene de ideales al chico mucho más de lo que ya lo habrá hecho. Si este termina confiando en la Liga, será un muro que no podremos sortear una vez sus poderes sean completamente maduros.

―Entonces tal vez debamos enviarla a ella, mi señor.

Ante las palabras de Guardian, Lex abrió los ojos ligeramente, un gesto que pasó completamente desapercibido para su compañero. Mientras pensaba como obtener a S-9 nuevamente, Lex nunca pensó en usarla a ella para traerlo de vuelta. Pensó, como todo ser primario, en usar alguno de los otros clones del proyecto, pero jamás usar al S-10 para obtener al chico nuevamente.

El hombre se giró hacia Guardian y mostró una sonrisa completamente complacida, lo que extrañó ligeramente al hombre de mayor estatura, pero no dijo nada. Que Lex Luthor sonriera como lo había hecho, solo eran indicios de problemas para otras personas y no precisamente para Guardian, que se mantuvo estoico observando como su empleador caminaba hacia la cápsula denominada como S-10 y apretaba un botón lateral.

Con un chasquido, el cristal se desplazó para dejar que una nube de vapor helado escapara del interior, obligando a Lex a echarse a un lado y observar junto a Guardian como, lentamente, una figura femenina quedaba completamente a la vista de ambos, quienes miraron el rostro completamente apacible de la joven dormida.

En un parpadeo de ambos hombres, orbes rojos los estaban observando antes de pasar a ser unos de color lavanda.

―Bien. Creo que podremos tomar de regreso al chico.     

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top