Naruto dejó el dinero encima del mostrador. Había decidido irse a otro pueblo y buscar un gremio, tal como su padre le dijo. Nada más salir, respiró el aire puro de la mañana. El lugar estaba vacío, algo lógico debido a que eran las seis de la mañana, pero el chico estaba acostumbrado a esos horarios. Solamente llevaba una mochila a la espalda con lo justo, pero no necesitaba más puesto que no solía abusar de equipaje. Anduvo durante media hora sin rumbo fijo, pensando en muchas cosas, su cabeza era un lío de pensamientos y emociones. En apenas un par de días su vida había cambiado de una manera brutal, la discusión con su padre, la desaparición del mismo, aquel sueño tan extraño en el que salía un dragón llamado Acnologia, que sorprendentemente le sonaba familiar, el viaje entre dimensiones, y por último, las palabras de aquel señor. No lo conocía de nada, pero de alguna manera, estar con él le había calmado, esas palabras que dijo aún estaban presentes en su mente ."Llora... es bueno... deshazte de tus miedos y de tu dolor.... no pienses en el pasado, sino en el futuro" Todas aquellas palabras residían en su interior, llenando su alma de valor para continuar a pesar de lo sufrido.

De repente, se dio cuenta de que había llegado a una ciudad, parpadeó sorprendido y miró el mapa de Fiore que llevaba en la mano.

-Esto es la ciudad de Hargeon- murmuró algo sorprendido. ¿Tanto había avanzado? Guardó el mapa en la mochila y entró en la ciudad

Sonrió al ver a los niños jugando en la calle, los mercaderes en los puestos, las mujeres comprando, los hombres en alguna taberna o en el casino... Hacía tiempo que no veía eso, desde sus años en Konoha. Alzó la mirada y vio con una sorpresa y una emoción contenida algo que desde hacía ya tiempo quería ver, el mar, una extensión de agua que cubría más de lo que la vista podía alcanzar. Empezó a correr en dirección a la playa, quería verlo de cerca, tocarlo e incluso bañarse. Ya estaba llegando cuando una explosión lo hizo detenerse, frunció el ceño y, echando una última mirada al mar, se dio la vuelta para correr en dirección a la explosión. Nada más llegar se encontró con una casa ardiendo, y un mago en el tejado de la misma, tenía una sonrisa diabólica pintada en la cara. La gente observaba esto horrorizada. Finalmente, un chico de unos diecisiete años, avanzó valientemente un paso.

-¿Quién eres y qué es lo que quieres?- dijo.

-Me llamo Negan, en cuanto a que es lo que quiero... ¿De ti? Nada- respondió- ¿Del pueblo?- se encogió de hombros- la verdad es que nada.

-¡¿Entonces por qué atacas?!- exclamó el adolescente indignado.

-Ya me estás hartando- murmuró el mago. Levantó la mano y lanzó un rayo hacia el joven, el cual vio como la descarga se acercaba a él sin que pudiese hacer nada. Cerró los ojos esperando su inminente muerte, pero de repente, oyó gritos de asombro y murmullos, por lo que se decidió a mirar, y lo que vio le dejó asombrado. Un niño estaba delante suya con una mano levantada.

-Ha absorbido el ataque- dijo un hombre.

 El hombre del tejado había visto todo con una incredulidad enorme.

-¿Qué demonios?- Negan lo miró con rabia- ¿Quién eres?

-Mi nombre es Naruto- respondió el rubio mientras miraba indignado a Negan- y he venido a detenerte.

El mago empezó a reír macabramente.

 -¿Detenerme?- dijo parando de reír- mírate, eres solo un mocoso, ¿cómo, según tú, vas a detenerme?

-Con magia.

El hombre gruñó enfadado.

-Niñato engreído- dijo y saltó al tiempo que creaba una bola de rayos en sus manos. Naruto se puso en guardia y apartó al joven que se hallaba detrás de él de un empujón. El hombre estaba a punto de golpearlo pero Naruto desapareció, apareciendo detrás del mago oscuro, y con un puño del dragón del espacio lo mandó a volar. Negan gimió de dolor al golpearse con una roca, iba a levantarse, pero en un momento el mago rubio estaba encima de él y lo golpeó repetidas veces hasta que el hombre estuvo casi inconsciente.

-Ya está- dijo Naruto- ahora es mejor que lo arresten.

Los guardias que acababan de llegar asintieron y se llevaron a Negan. La gente lo miraba fijamente y eso ponía nervioso al joven mago.

-Esto... creo que ya me voy.

-Espera- le retuvo una mujer- tenemos que pagarte.

-¿Eh?- Naruto no podría estar más confuso- ¿qué quieres decir?

-Nos has salvado, es lo menos que podemos hacer.

-Ah, si es por eso no, solo estaba de paso.

-Eso no cambia lo que has hecho- dijo un joven que se le hacía conocido- me has salvado la vida. Por cierto, me llamo Shaz.

Ahí lo reconoció, era el joven que se había encarado a Negan.

-Es cierto que no cambia nada, pero no voy a aceptar dinero por hacer lo correcto.

-Pero eso es lo que hacen en un gremio.

-¿Gremio? Yo no estoy en ningún gremio- respondió Naruto negando con la cabeza.

-Vaya, pues con lo fuerte que eres para ser tan joven servirías de mucha ayuda en uno- dijo la señora.

Ahí el mago vio la oportunidad y tuvo una idea.

-Sí, suena bien, pero no se a cual debería ir...

-Fairy Tail- dijo Shaz- es el gremio perfecto para ti.

-Perfecto- asintió contento- y ¿dónde está?

-En Magnolia.

Naruto sacó el mapa y vio que se hallaba bastante lejos andando.

-Está muy lejos- dijo.

-Puedes ir en tren- Naruto levantó la cabeza sorprendido a lo dicho por Shaz- Yo pago, es lo menos que puedo hacer.

-Está bien- suspiró el mago.

No tardaron mucho, fueron a la estación y compraron un billete.

-El tren va a salir ya- dijo Shaz- Es mejor que vayas entrando.

Naruto asintió y entró al vagón. Levantó la mano y los despidió con ella.

-¡Adiós!

Cuando ya no los veía, Naruto se sentó en el asiento, no sabía por que, pero se encontraba muy mal. Jadeó un poco antes de desplomarse en el asiento casi inconsciente. Estuvo así todo el viaje, el cual, aunque solo había sido de dos horas le había parecido mucho más.
Al llegar bajó arrastrándose.

-Dulce tierra- dijo mientras besaba en suelo. Ya lo había decidido, no iba a volver a montar en esa cosa. Se levantó aun mareado y se dirigió al gremio. No le costó encontrarlo ya que resaltaba por su tamaño en la ciudad.

-Así que esto es el gremio de Fairy Tail- comentó mientras miraba el imponente edificio que se hallaba frente a él.

Se decidió y abrió la puerta, nada más hacerlo tuvo una insólita vista. Estaban peleando, pero no una riña de palabras, estaban peleando con puños. Las sillas volaban, la magia también... Nadie parecía haberse dado cuenta de que había una persona en la puerta. Iba a hablar cuando de repente notó un olor característico a dragón. Frunció el ceño y miró a ver de quien provenía el olor. Su mirada se cruzó con la de un pelirosa, el cual, al verlo también captó su olor.

-¡Tú!- exclamó el pelirosa haciendo que todas las miradas se posasen en Naruto- ¿Por qué hueles a dragón? ¿Has visto a Igneel?- Con esa pregunta hizo que todo el gremio abriese mucho los ojos sorprendidos.

-No se quien es ese tal Igneel, pero si huelo a dragón es porque yo también soy un dragón slayer como tú- respondió Naruto.

Eso atrajo más aún la atención del gremio.

-¡En serio!- dijo emocionado el pelirosa- ¡Combate contra mi!

-¡¿Eh?!- Sin darle tiempo a decir algo más a Naruto, el pelirosa hecho a correr hacia el con al mano envuelta en llamas. Pero no llegó a golpearlo, pues una mano gigante lo aplastó.

-No ataques a los invitados Natsu- dijo el hombre que le había golpeado, el cual era muy bajito, por lo que Naruto no entendía como podía tener una mano tan grande. El anciano redujo su mano y miró al chico con tranquilidad-¿A que has venido?

-A unirme al gremio.

- Ya veo, ¿cómo te llamas?

-Naruto.

- Yo me llamo Makarov y soy el maestro. ¡Bienvenido!

La gente comenzó a festejar el que hubiese un nuevo integrante. Muchos se acercaron a hablar con él. Uno de ellos fue una chica con el pelo blanco recogida en una coleta y mirada feroz.

-Me ha dicho el maestro que te ponga la marca del gremio, ¿dónde la quieres y de qué color?

Naruto se lo pensó un momento.

-En la parte superior del brazo y de color turquesa.

La chica asintió y le puso la marca.

-Por cierto, me llamo Mirajane,  aunque me puedes llamar Mira. El pelirosa es Natsu, y con quien está peleando es Gray, la de pelo escarlata es Erza y ellos dos son mis hermanos, Elfman y Lissana.

Y así siguió presentando a los demás, Cana, Levi, Jet, Droy,  Laxus...
La fiesta duró hasta entrada la noche, pues había un nuevo miembro en esa gran familia.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
                   NOTA AUTOR

Si esta batalla es corta es porque el rival era débil y no es importante de momento, no porque Naruto fuese muy fuerte.