CAP 10: ¡Comienzan los exámenes Chunin!
En el campo número 7 de Konoha había tres Genins esperando a su maestro. Después de unos 30 minutos apareció un hombre de cabellera plateada, una banda que cubría su ojo izquierdo y una máscara en la boca.
-¡Kakashi-sensei! ¡Llega tarde!- gritó la fangirl del grupo.
-No sé como tou-san te deja ser nuestro maestro, el próximo Dios Shinobi no debería tener que esperar a alguien inferior- dijo el pelirrojo con arrogancia.
-Tch- el pelinegro solo apartó la mirada.
El jounin solo suspiró.
-Os he recomendado para los exámenes Chunin.
Sasuke sonrió arrogantemente y Menma se emocionó.
-Por fin podré mostrar mi fuerza.
-No te olvides de mi, soy un Uchiha de Élite, no tengo pensado perder.
-Eso, eso, Sasuke-kun ganará a todos.
Kakashi los miró agotado, no sabía como los había aguantado.
Él creía que ese sería el mejor equipo, no podría estar más equivocado. Menma no se parecía en nada a su padre, era un arrogante que se creía el mejor y consideraba a los demás perdedores. Sakura podría ser inteligente, pero su condición física era pésima y su obsesión con Sasuke era demasiada y opacaba las pocas cualidades buenas que tenía. Y en cuanto a Sasuke, también se creía el mejor, pero él por ser de la "Élite" del clan Uchiha.
No tenía pensado recomendarlos para los exámenes, pero el Consejo Civil había influido, obligándolo a presentarlos. Los miró una última vez.
-Dentro de una semana a las 11:00 en el aula 301- dijo y desapareció con un Shunsin.
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Akari parecía ser la típica chica arrogante y que se creía superior, básicamente todos pensaban que Akari era igual a su hermano Menma. No podían estar más equivocados. Claro que era arrogante, pero solo era una fachada. Akari no recordaba a su hermano mayor, sin embargo, sabía que le necesitaba. Incluso solo sabiendo su nombre, le echaba de menos. Quería que volviese y que fuesen de nuevo una familia feliz. Pero hasta ella sabía que era imposible. Todas las pruebas decían que Naruto había muerto, y aún en el caso de que no, nada le decía que quisiera volver con gente que le había hecho mucho daño.
La chica suspiró y miró hacia delante, por donde venían sus compañeros de equipo.
Satsuki era su mejor amiga, lo era desde que tenía memoria, se llevaban muy bien y se complementaban también genial. El otro chico era Sai. No sabía mucho cobre él, pero tenía claro que era bastante fuerte y poseía una peculiar técnica ninja de tinta. Cuando llegaron se saludaron y no tuvieron que esperar mucho antes de que una persona apareciese.
-Buenos días mis queridísimos genins- dijo una mujer de cabello morado que había aparecido desde un árbol.
-Anko-sensei- dijeron los tres a la vez.
-Supongo que ya sabréis para que os he citado- Akari y Satsuki asintieron, mientras Sai seguía con esa sonrisa falsa- os he recomendado para los exámenes Chunin.
La pelirroja y la morena sonrieron y se chocaron los cinco, mientras Sai... era Sai.
-Debéis estar dentro de una semana a las 11:00 en la academia, aula 301. Espero que me deis un buen espectáculo- dijo sonriendo de manera algo sádica.
-Claro- contestó la Uchiha.
-No lo dudes- añadió Akari.
Anko se dio la vuelta y se internó en el bosque.
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Los seis magos de Fairy Tail y sus maestros provisionales ya estaban listos para irse. Llevaban la misma ropa de ayer, sin embargo, debido a que podrían reconocer a Naruto, este se había teñido completamente el pelo de turquesa, además de ponerse unas lentillas que cambiaban su color de ojos a negro y pintarse ojeras (algo así como Gaara). También llevaba una máscara para la boca.
-Suerte- dijo Hiro.
-No te preocupes viejo- exclamó Natsu- ganaremos.
Erza le dio un golpe mientras el líder de Yugakure reía.
-Bien. Isao, Yutaka, confío en vosotros.
-Sí Hiro-sama- contestaron.
Todos partieron alegres y charlando. Se tardaban seis días en llegar, por lo que tendrían uno de descanso.
-¡Bien! ¡Vamos a patear traseros!- gritó el pelirrosa y todos rieron. Ni siquiera Erza le dio un golpe porque estaba totalmente de acuerdo.
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Minato estaba en su oficina comprobando las aldeas que participarían en los exámenes Chunin.
Konohagakure, Sunagakure, Takigakure, Kusagakure y una nueva aldea formada hace poco llamada Otogakure.
Suspiró, tenía la impresión de que estos exámenes iban a ser muy moviditos. De repente, entró un Ambu y el Hokage lo miró, esperando a que hablara.
-Ha llegado una carta de recomendación para los exámenes Chunin.
-¿De dónde?- preguntó Minato confuso. Que él supiese no había ninguna aldea que quisiera venir.
-Yugakure.
Eso sorprendió aún más al rubio.
-¿Estás seguro?
El Ambu asintió y le entregó la carta.
-Bien, puedes retirarte.
Una vez que el Shinobi se hubo ido, el Yondaime abrió la carta.
Probablemente le sorprenderá que vayamos a participar en los exámes Chunin, pero hemos decidido que este año sería el último, y para ello hemos envíado dos equipos Genins con un gran potencial. Se los presento aquí.
EQUIPO DRAGÓN→Zu Dragneel, Natsu Dragneel y Mirajane Strauss. Sensei: Yutaka Daigo.
EQUIPO FÉNIX→Erza Scarlet, Gray Fullbuster y Cana Alberona. Sensei: Isao Gushiken.
Eso es todo, siento no poder ir.
Un saludo,
Hiro Fujiwara, líder de Yugakure.
Luego de leer la carta Minato estaba pensando, le había sorprendido, pero no podía rechazarlos, por lo que los registró.
"Ahora que lo pienso esos Genins tienen nombres y apellidos muy raros" pensó, pero luego sacudió la cabeza.
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Ya habían pasado seis días, solo quedaba uno para el examen. En la aldea un niño de no más de 10 años, pelo castaño en punta y una bufanda azul andaba cabizbajo por la aldea. Ese niño era Konohamaru Sarutobi, el nieto del tercer Hokage. Todos pensarían que el lo tendría muy fácil, pero no era así, pues Konohamaru Sarutobi había nacido sin Chakra.
Había perdido a su madre en el nacimiento, y a su padre en una misión, por lo que vivía con su abuelo, el cual siempre le había contado acerca de un niño que apenas tenía Chakra y todos lo despreciaban, pero quería hacerse más fuerte. Un día le preguntó que donde estaba ese niño ahora a lo que su abuelo le había contestado que se había marchado de la aldea. El nombre de ese chico era Naruto. Siempre lo había considerado su ídolo y quería conocerlo, aún sin saber si seguía vivo.
Debido a que iba andando pensando en sus cosas y no prestaba atención a su alrededor, acabó chocando con alguien. Konohamaru alzó la cabeza encontrándose con un niño que tenía un traje negro y pintura en la cara. El adolescente le cogió del cuello y lo elevó.
-¿Cómo te atrever a chocarte contra mí mocoso?- preguntó.
-Lo siento- contestó el Sarutobi con pena- no era mi intención.
El chico se vio momentaneamente sorprendido, pero lo cambió rápidamente por una cara de enfado.
-No me interesan tus disculpas.
-Kankuro, déjalo, no queremos que "él" se enteré- le dijo una chica rubia con cuatro coletas.
-No está aquí Temari. Puedo divertirme un poco- respondió Kankuro.
-Está bien, pero date prisa.
Konohamaru lo miró con miedo. No sabía que le iban a hacer, pero lo que sí sabía es que no iba a ser nada bueno.
El chico de la cara pintada preparó su puño e iba a golpear al niño, quien cerró los ojos. Pero el golpe nunca llegó. Konohamaru abrió los ojos algo confuso, para encontrarse una mano con un guante corto verde oscuro que detenía el puño.
-No creo que esté bien pegar a otros- dijo su salvador. Tenía una voz suave, aunque ahora había hablado con frialdad.
-No debes meterte donde no te llaman- contestó Kankuro.
El otro chico solo apretó más la mano. El ninja lo miró frunciendo el ceño e iba a hablar, pero no le dio tiempo porque una persona apreció en un Shunsin de arena.
-¿Qué estás haciendo Kankuro?- le preguntó. Era pelirrojo con ojos turquesas, además de un Kanji en la frente que ponía "amor".
-Gaara- al decir eso el de las pinturas emprezó a temblar.
-Estás haciendo quedar mal a nuestra aldea- dijo el chico llamado Gaara. No había elevado la voz, pero en la frialdad de ella se podía notar un profundo odio.
-Yo...Gaara yo...
-No quiero escusas.
-Yo le dije que no lo hiciese- dijo Temari.
-Cállate.
La rubia cerró la boca con miedo. El pelirrojo se giró para ver a los otros.
-¿Quiénes sois?- les preguntó.
En ese instante Konohamaru se dio cuenta que no solo había solo uno, sino seis.
-Es de mala educación preguntar un nombre y no decir el tuyo- dijo su salvador cruzándose de brazos. Sarutobi lo miró mejor y pudo apreciar su pelo turquesa, además de ojos negros y una máscara en la boca. También llevaba una braga azul al cuello y unos guantes cortos verdes oscuros.
-Sabaku no Gaara- respondió- ellos son Sabaku no Temari y Sabaku No Kankuro.
-Zu Dragneel. Ellos son Natsu Dragneel- dijo señalando a un pelirrosa- Mirajane Strauss- la albina sonrió- Gray Fullbuster- ahora señaló a un pelinegro que estaba en ropa interior- Erza Scarlet- la mencionada solo los miró fijamente- y Cana Alberona- la chica ni se molestó en verlos, estaba demasiado ocupada viendo sus cartas.
Gaara los miró a todos antes de clavar su mirada en Zu.
-Madre ansía tu sangre.
El de pelo turquesa alzó una ceja confuso, pero no dijo nada. El pelirrojo se dio la vuelta y se fue acompañado de sus hermanos. Una vez que se hubieron ido Zu se giró hacia el niño.
-¿Estás bien?
-Sí- respondió en voz baja.
Naruto, viendo que estaba triste le apoyó una mano en su hombro.
-¿Cómo te llamas?
-Konohamaru, Konohamaru Sarutobi.
El mago trató de evitar que la sorpresa se plasmase en su cara. ¡Aquel niño era el nieto del tercer Hokage! Lo había conocido cuando el niño apenas tenía dos años, y ya casi no se acordaba de él.
-Ya veo- se quedó un momento se silencio- si quieres te puedo acompañar a tu casa.
El niño se ilusionó, pero Erza habló.
-Tenemos cita con los senseis, no puedes acompañarlo- Sarutobi bajó un poco la cabeza triste- que le acompañen Rioko y Happy.
Konohamaru se mostró confuso.
-Está bien- dijo el Dragneel más mayor.
Entonces, dos gatos, uno gris y el otro azul, se acercaron.
-Hola, soy Happy, ¿quieres un pescado?- le dijo el azul.
-Soy Rioko- comentó solamente el otro.
-¡¿Los gatos hablan?!- gritó el nieto del Sandaime.
El gato gris se tapo las orejas mientras maldecía al niño.
-No grites mucho- dijo Happy sonriendo- Rioko-sempai tiene los oídos muy sensibles.
-Esa es la cosa más inteligente que te oído decir en toda tu vida- le respondió Rioko.
Konohamaru los miró divertido antes de que ambos gatos comenzasen a andar y el niño los siguiese. Una vez que se hubieron ido Natsu se acercó a su hermano.
-Oye Nii-san, ¿no era un Sarutobi el que te cuidaba?
-Sí, y ese es su nieto.
-¿Y por qué no se lo has dicho?
Naruto lo miró con algo de tristeza.
-No quiero dar falsas espernzas de que me voy a quedar.
-No te preocupes Naruto-kun- le dijo Mirajane.
Todos se quedaron callados durante unos momentos hasta que Cana habló.
-¿No teníamos que ir con Isao-sensei y con Yutaka-sensei?
Las reacciones fueron más cómicas de lo esperado, dieron un brinco y empezaron a correr en una dirección. Cana los miró alejarse.
-Pero si no era por ahí- murmuró. La chica se encogió de hombros y se dirigió en dirección contraria a los demás.
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Al día siguiente se podía ver a varias personas en la academia ninja. Estaban un chico de traje verde y otra chica intentando entrar, mientras detrás habían varios equipos genin, incluídos los magos.
-¿Por qué no nos dejan pasar?- preguntó Natsu molesto.
Naruto frunció el ceño levemente.
-Este es el segundo piso- dijo en voz baja, para que solo sus amigos lo oyesen. Todos le miraron confundidos- seguidme y no hagáis ruido.
Todos lo comprendieron y se fueron retirando menos Natsu, al cual Erza tuvo que arrastrar. Ya estaban a punto de empezar a subir cuando oyeron una voz.
-Quita el estúpido Genjutsu, veo a través de él incluso con los ojos cerrados.
Naruto se tensó y se dio la vuelta lentamente, encontrándose a un pelirrojo con complejo de superioridad.
-Es cierto, quitarlo de una vez- añadió el moreno.
Los dos de la puerta los miraron.
-Parece que hay más gente buena este año- dijo y deshizo la ilusión, dejando ver el 201 de la puerta.
"Menma es idiota" Podían haberse quitado gran cantidad de rivales, pero ahora por su culpa no.
Suspiró y siguió a sus compañeros, que ya habían subido. Cuando llegó se sentó y esperó a que los demás subiesen. Pudo ver como sus "hermanos" entraban, además de los otros novatos. Luego hablaron con un tipo de gafas que se llamaba Kabuto y que, por alguna razón, le daba mala espina.
-¡Quietos! ¡Gamberros!- de repente, un hombre con una gran cicatriz apareció en una explosión de humo- lamento haberos hecho esperar. Soy el examinador del primer test del examen de selección de Chunin, Ibiki Morino.
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