Dioses de la Calamidad

Mantener la mente en blanco. Una relajación muscular perfecta. Alejando cualquier pensamiento innecesario que pudiera provocar una falta de concentración. Se debía de mantener completa calma y relajación, evadir cualquier pensamiento intrusivo, para poder estar en un estado de paz completa, una meditación que pocos podían lograr. Mantener la mente vacía de cualquier pensamiento. Relajar los músculos hasta que pareciera que no sentías tu cuerpo, que lo habías abandonado y estabas siendo una representación de tu alma. Poder quedar relajado hasta el punto que nada llegaba a tus oídos, que nada perturbaba la paz a tu alrededor y todo quedaba reducido a la nada.

Cuando llegabas a tal punto, la respiración era fundamental para seguir. Mantener una constante de oxígeno entrando en los pulmones, recorriendo el cuerpo para que no hubiera fallo alguno, con exhalaciones silenciosas e inspiraciones aún más calladas, como si no hubiera nadie en el lugar, todo sin perturbar la paz en la que se estaba meditando.

Respiración de Concentración Total.

Eso era lo que se intentaba conseguir cuando alguien estaba en semejante punto. Una respiración aun mayor que la demostrada por los cazadores, usada únicamente en un ataque decisivo, aumentando la fuerza física y mental a un punto sobrehumano y que solamente los Pilares o lo más expertos dentro de los Cazadores de Demonios, podían lograr manteniéndolo completamente, usando un enfoque completo durante el aliento y manteniéndolo en constante uso, siendo con esto claramente superior a cualquier cazador promedio.

Eso era lo que Uzumaki Naruto estaba entrenando, nuevamente bajo la cascada, con el cabello completamente empapado, cayendo sobre su rostro, cubriendo sus ojos cerrados. Llevaba un hakama oscuro, de un tono marino casi negro. Su torso quedaba al descubierto, completamente atlético, cubierto de cicatrices que no eran arañazos simples. Parecían pertenecer a un cuerpo mayor, más curtido y no quedaban en el adolescente de cabello dorado bajo la cascada de agua helada.

El invierno estaba cayendo sobre Kuoh.

Levemente, el pecho del Uzumaki se movía, siendo casi imperceptible para alguien que no tuviera sus ojos entrenados. Sus facciones se veían completamente relajadas. No había tensión. No había remordimientos. Si alguien viera al adolescente, solo podría ver paz, un rostro relajado que solo en los niños se podía ver.

Crack

Orbes azules se abrieron y se movieron por el lago, escaneando en lugar. Naruto respiró hondo, levantándose y perdiendo la pose de flor de loto que había tenido hacía solamente unos segundos atrás. El cazador quedó de pie, en la pequeña plataforma bajo la cascada, aun sintiendo el agua helada recorriendo su cuerpo, empapando su ropa.

Relajó el cuerpo. Agudizó sus sentidos. Intentaba descubrir que había sido aquel sonido. ¿Una rama? ¿Un simple animal destrozando una rama?

Uzumaki Naruto se apartó de la cascada. Movió sus ojos por el bosque cercano, escaneando los árboles, buscando algún indicio que indicara la presencia de alguien más...

¿Habrá sido mi imaginación?, se preguntó, rascando la nuca, removiendo el cabello empapado. Relajó su postura, que había mantenido tensa solo por unos segundos, y decidió moverse hacia la orilla y tomar su ropa. No había sentido para seguir entrenando...

Swing

Saltó, llegando a la orilla de un solo movimiento, viendo como una katana destrozaba el lugar donde había estado parado. Un hombre de cabello oscuro, atado en una coleta alta, estaba sobre los escombros de la plataforma, meciendo la espada, cubriendo su rostro con una máscara kabuki de un demonio.

Esta energía...

El cazador se movió, evadiendo a una segunda figura. Por centímetros, la hoja de la naginata no llegó a cortarle. Frenó con sus pies desnudos, mirando a la figura, ahora femenina, meciendo su arma larga. La chica se movió, desapareciendo de la vista de Naruto.

Uzumaki agachó su cuerpo.

Sloosh

Giró y lanzó la pierna, viendo como su contrario (el atacante chico), bloqueaba el golpe con su antebrazo y lo atacaba con una estocada veloz, intentando atravesarlo. El rubio saltó, con una voltereta hacia atrás, evadiendo el movimiento, y movió el cuerpo hacia la derecha, viendo y sintiendo como la naginata pasaba por su lado.

—Dos dioses de la calamidad—susurró el cazador Uzumaki, observando a sus dos atacantes. Hacía tiempo que no luchaba contra dioses de la calamidad—. Creí que todos habían desaparecido.

El hombre, con máscara de oni rojo, pareció divertido con el brillo perverso sobre sus ojos.

—¿Realmente? ¿Creías que todos los Dioses de la Calamidad desaparecerían sin la sangre de los humanos? Bishamon sigue viva. Ese idiota también lo está. ¿Por qué no lo estaríamos nosotros, Traidor?

Naruto frunció el ceño, sintiendo el veneno en las palabras de aquel dios menor de la guerra.

—Tendré, entonces, que deshacerme de vosotros—declaró, cambiando su rostro a uno completamente neutro.

—Me gustaría que lo intentaras, traidor—asintió el hombre, tomando con fuerza el mango de su katana. Naruto observó el shinki de aquel dios de la guerra. Desprendía oscuridad, miedo, depresión...un aura muy fuerte que pocos podrían soportar...a menos que hubieras pasado un tiempo rodeado de muerte.

Uzumaki relajó su cuerpo. Tenía la Nichirin algo alejada y no podría tomarla sin enfrentar a los dos dioses. Estaba un poco apretado por sus enemigos y no podría luchar completamente sin su espada.

Será la última vez que me separe de mi arma.

Slash

El rubio cazador saltó, evadiendo la hoja de la katana. Observó pro el rabillo del ojo, como la chica se movía a su espalda, tomando el mango de la naginata y pretendía cortarlo en dos. Frenó en seco, pasando por debajo de la hoja del dios.

Pam

Conectó un directo contra el plexo solar de su atacante, hundiendo el puño en sus costillas. Afianzó las piernas y descargó toda la fuerza, lanzando a su contrincante hacia atrás.

Respiró hondo, pero sin tiempo para más. Naruto saltó, evadiendo el movimiento de la naginata. Tomó el asta de la misma, con la hoja a un lado de su cuerpo y observó a la chica. Cabello negro. Ojos negros detrás de una máscara kabuki con aspecto de oni de color azul eléctrico.

Apretó los dedos sobre el asta, dispuesto a partir en dos el arma. Pero se vio obligado a separarse, alzando el brazo derecho y deteniendo una patada directa contra su rostro. Agachó el cuerpo, dejando pasar el segundo movimiento y saltó hacia atrás, sintiendo como los pendientes se mecían ligeramente.

Son dos dioses de la calamidad bastante expertos. ¿Cuánto tiempo llevan vivos, si nadie les reza?

Tomó su cuello, haciéndolo crujir levemente, no apartando su atención de ambos enemigos. Podía sentir un aura similar en ambos, llena de ambición, oscuridad. Alguien los había mantenido con vida. Podía verlo, sentirlo solo con tenerlos delante. No se habían mantenido sanos por sí solos.

Si tuviera mi espada...

Naruto se lanzó hacia adelante, observando la Nichirin a unos metros. El de máscara roja se interpuso en su camino, cortándoselo por completo. Saltó, encontrando a la chica también en movimiento.

Slash

Ploc Ploc

Uzumaki cayó unos metros alejado de ambos dioses de la guerra, sintiendo la carne cortada, como la sangre escurría por su costado, empapando la tela del hakama, su piel.

Le habían cortado. Tapó la herida con su mano y observó la sangre, como escurría por su mano. No había sido profunda, pero si sangrante.

—No te resistas—nuevamente, el dios de la calamidad habló, tomando el mango de su katana con firmeza, dispuesto a eliminar a Naruto. El cazador observó la rígida postura del dios, encontrando un hueco por el que podría pasar su Nichirin...si la tuviera.

—No lo hago—Naruto contestó, dando una sonrisa relajada. Tanto, que sorprendió al dúo de dioses—. Solamente...me divierto.

—¡¿?!

Slash

Pam

Crack

—¡Nii-sama!

Un parpadeo. Solamente un parpadeo, y el dios de la calamidad estaba estrellado en el suelo, con la mano del Uzumaki sobre su rostro, cuarteando, fragmentando la máscara de su enemigo.

El dios intentó mover el brazo con la katana...

Clic

—¿Buscas tu shinki, dios?—preguntó Naruto, mirando al dios menor de la guerra, apretando la mano que tenía sobre el rostro de su enemigo y mantenía la rodilla impidiendo que pudiera mover el brazo. La hoja de aquel shinki descansaba sobre el cuello de su enemigo.

—Bastardo traidor...

—Hmp—Naruto apretó la hoja de la katana contra el cuello de su enemigo. Sus ojos se habían vuelto fríos, helados—. ¿Quién os envía? Dudo que dos simples dioses menores hayan querido tomar mi cabeza...por su cuenta. Incluso ese hedor que proviene de vuestra aura no es normal.

—¡No voy a decírtelo, bastardo! ¡Traicionaste al Shintō, destruiste todo por lo que Amaterasu-sama trabajó! Solamente eres un perro traidor, Uzumaki. No eres digno de ser llamado...

Rash

El dios calló. Sus ojos se mantenían abiertos tras su máscara. Su propia arma lo había atravesado desde el hombro, hasta el costado...dejándolo sin un brazo izquierdo.

—¡AHHH!

—¡Nii-sama!

La diosa de la calamidad intentó moverse. Naruto miró por encima de su hombro, clavando un ojo helado sobre la chica. Ella se detuvo, completamente estática, como una estatua.

—Por tus palabras, descartaré que te haya enviado Amaterasu, Susanoo o cualquier dios de primera línea—expresó el rubio, retirando la espada de su enemigo. Gotas rojas cayeron sobre la máscara del dios—. Así que podrían ser o bien mi padrastro...o bien cualquier dios de la primera generación. Incluso mis hermanos podrían haberos creado para este propósito.

El dios mantuvo silencio, escuchando las palabras del Uzumaki. Sentía la falta del miembro, como la sangre se iba derramando por el suelo y como su vista comenzaba a nublarse, todo ello de un modo lento y agonizante para él.

—No deberías proteger a aquellos que te han enviado a la muerte, ¿sabes? Si soy un traidor, no es precisamente por algo bonito—aseguró, levantándose. Retiró la mano de la máscara que aun cubría el rostro del dios de la calamidad, dejándola con grietas—. Deberíais marcharos, si es que queréis vivir.

Con un movimiento, clavó la katana a un lado de la cabeza del dios derribado, caminando hacia donde estaba su ropa de entrenamiento (un hakama y un haori corto) junto a su espada, la cual había abandonado creyendo que no correría peligro. Después de todo, Raiser estaba a diez días de él.

Swing

Naruto bajó el cuerpo, dejando pasar la hoja de la katana, sintiendo la sangre del dios menor desparramándose sobre él. Pisó con fuerza el suelo y giró, asestando un codazo directo en su estómago, mandando al hombre sin brazo a estrellarse contra un árbol, el cual tembló por el fuerte impacto, dejando caer hojas sobre él.

—No voy a repetirlo—oscuramente, Naruto comenzó a hablar. Había tomado su katana Nichirin, mostrándola bajo el baño de la luz del sol, dejando ver un color ligeramente anaranjado, oscurecido por la hoja negra de la espada—. Si no os marcháis...dejareis de existir.

—¡Debemos matarte!

La diosa de la calamidad, dejándose llevar por sus sentimientos (un error en un combate fatal), se lanzó sobre el Uzumaki, arrastrando la naginata que era su shinki, lanzando un tajo descendente contra el rubio.

Hacía tiempo que no estaba...en forma.

Crash

Froosh

Naginata bajó por completo contra el Uzumaki, levantando un inmenso viento y destrozando el suelo cuando chocó contra el cazador, haciéndolo desaparecer en una nube de polvo.

—¡L-lo logré! ¡Nii-sama, lo he lo....!

Rash

Su voz fue cortada por el movimiento de una hoja cortando el viento, rasgando el silencio. Lentamente, la cabeza de la diosa menor se desprendió de su cuerpo, cayendo a la fría hierba cubierta de escarcha. Pequeños copos de nieve habían comenzado a caer también y el cielo se había ido oscureciendo.

La sangre contrastaba con el blanquecino toque del hielo.

—Lo lamento por tu hermana—Naruto tiró de la naginata. Había atrapado la hoja de aquella shinki solamente con dos dedos, el índice y el pulgar, y solo fue desplazado unos metros—. Pero os lo advertí...no, te lo advertí. Tú has sido el responsable no solo de tu mutilación, pequeño dios, si no de la muerte de tu hermana.

—¡B-bastardo!—el dios menor escupió sangre, intentando levantarse y gritando con furia.

Pam

Solamente con su pie, Naruto detuvo el movimiento del dios de la calamidad, obligándolo a alzar el rostro, encontrándose con unos ojos azules como el mismo hielo. Un hielo, capaz de congelar el mismo averno.

—No me interesan los temas del Shintō, pequeño dios. Soy un exiliado, un paria, un renegado—enumeró el Uzumaki, mostrándole tres dedos—. Por ello, me mantengo alejado de Kioto, lugar de los Yōkai y de cualquier templo del Shintō, lo cual está bien conmigo. No sé qué es lo que tu creador ha inventado de mí; pero no fui tachado de traidor por un simple pleito de faldas, como pasa con los dioses—Naruto colocó la mano izquierda sobre el rostro del dios, sobre la máscara—. Cuando te dijeron mi nombre, debieron investigar, diosecillo. No soy un humano normal. No temo a la muerte ni a la vida. Debiste saber por qué me expulsaron.

—¿Q-qué h-hiciste?

Uzumaki Naruto permitió que una sonrisa corriera por su rostro. Una sonrisa que no era...humana.

—Simplemente, los muertos no necesitan saber.

Rash

Sangre salpicó su rostro, pero no le importó. No era un dios vago o un rey escrupuloso. Estaba hecho para la batalla. Fue criado para estar rodeado de muerte. La sangre no era nada para él.

Tal vez deba hacerle una visita al dios Yaboku.   


*Al final, no sé porque, he metido Noragami en el crossover y no sé si os molestará, pero creo que queda bien para completar el Shinto.

Ahora, tengo una duda. Para el shipp de Naruto estoy entre:

Kanroji Mitsuri de Kimetsu no Yaiba

Y Bishamon, de Noragami.

De DxD realmente no valdría ninguna, porque Kuroka está muy usada y no quiero a Naruto con Rias o algún diablo, no sería ético de su lado.

¿Qué opináis? 

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