Dios de Fuego
La reunión de los Pilares terminó con la noticia de un ascenso y dos nuevos compañeros dentro de los Pilares no demasiado bien acogida, al menos por Naruto. Su hermana, aquella que no había visto desde hacía años, ahora estaba allí, en la base central de los cazadores. No sabía como actuar, que hacer si la veía. Había sido una noticia algo...fuerte para él. Esperaba volver a ver a su familia, pero no tan pronto, en una situación demasiado delicada.
Mientras las palabras y noticias de Kagaya calaban en la gente, Rengoku Kyōjurō había tomado un tren con el equipo de los novatos más destacables: Tanjirō, Zen'itsu y e Inosuke, los tres cazadores novatos más destacables y que podrían llegar al nivel de un Pilar con un buen entrenamiento. Kyōjurō aceptó tomar como pupilo al joven Kamado Tanjiro, dado que la Respiración del Dios del Fuego estaba basada en la de la Llama, o al menos eso parecía. El Pilar de la Llama no había visto jamás aquella respiración y no podía entender de donde provenía, pero si creía haber oído sobre ella en algunos libros de su padre, por lo que llevar a los chicos a su casa estaba dentro del plan. Después, todo sería seguido por la ardua investigación sobre la respiración tan especial que parecía tener el chico.
Pero, a poco de montar en el tren que los llevaría al hogar de los Rengoku, un demonio tomó el control de todo este, obligando a los cazadores y el Pilar a actuar, enfrentando al demonio Enmu, el último de las Lunas Inferiores, ostentando el puesto de Primera Luna Inferior. Estando dentro de las Doce Lunas Demoníacas, el demonio obligó a los cuatro a luchar por sus vidas dentro del tren, terminando el mismo vehículo descalirrado con el demonio volviéndose cenizas, eliminado por la espada de uno de los cazadores, terminando con aquella fatídica pesadilla. Enmu les había dormido en el tren, haciéndoles ver un sueño donde todo era perfecto, manteniéndolos inconscientes para poder eliminarlos finalmente. Por suerte, su plan se cayó por completo cuando Tanjirō se despertó, salvándose así mismo y sus compañeros y terminando con los planes de Enmu y eliminándolo en el proceso.
Habían salvado sus vidas y la de todos los pasajeros, evitando muertes innecesarias o que ellos lamentarían. No entendían que era lo que Enmu estaba haciendo. Los podría haber matado mientras dormían, o alguno de los otros pasajeros; pero simplemente los estaba llevando en aquel tren hacia algún destino, sin hacerles daño hasta que ellos mismos despertaron e iniciaron la pelea.
Las intenciones del demonio quedaron a la vista cuando la Luna Superior Tres se presentó, mostrando su cuerpo albino con marcas azules, gruesas, con un cabello rosado y presentándose como Akaza.
Con solo su presencia, los cuatro cazadores supieron del poder de aquel demonio. Kyōjurō obligó a los tres chicos a permanecer detrás de él, mientras que respiraba con calma, desenvainando su espada y mostrándola a su enemigo. Akaza no pareció sorprendido, si no más bien extasiado por lo que se avecinaba.
Él iba a luchar contra el pilar más fuerte.
Siendo un Pilar y una de las Doces Lunas Demoníacas más poderosas, el combate no tardó en dar inicio, con enfrentamiento igualitario entre Kyōjurō y Akaza, sorprendiendo a los espectadores, que observaron los movimientos del Pilar y el demonio. Ambos se presionaron, obligándose así mismos a pelear hasta el último aliento, lo que en el caso de Kyōjurō...parecía ser así.
En un movimiento devastador entre ambos, el Pilar finalmente fue herido de gravedad, dejándolo caer de rodillas, soltando su espada, con la sangre goteando por su rostro, mirando directamente al demonio, el cual estaba de pie frente al derribado Pilar, observándolo con cierto respeto. Pero la sangre de demonio impulsó al propio Akaza a eliminar definitivamente al Pilar de la Llama, eliminándolo de la vida al no querer pertenecer a los demonios.
Es una gran pérdida.
Con ese pensamiento, Akaza de las Doce Lunas Demoníacas, movió su brazo para atravesar el torso de su enemigo, acabar con su agonía y mandarlo con todos los muertos, al otro lado, bajo la atenta mirada de un imponente Kamado Tanjirō.
Frooosh
Brummm
El golpe devastador de Akaza levantó incluso viento y polvo, cubriendo a Rengoku Kyōjurō de una nube que impedía a cualquiera ver el estado del cazador, al cual le quedaban solamente segundos de vida hasta ese golpe. Por la devastadora fuerza, quedaba claro que el Pilar de la Llama había sido eliminado completamente, no dejando rastro...
Lentamente, la nube fue mermando. Akaza miraba serio, esperando ver como su brazo atravesaba el cuerpo del derrotado Rengoku Kyōjurō...pero no esperó lo que vio.
Su devastador puñetazo, había sido detenido por una hoja negra como la noche, de una espada Nichirin y un joven rubio estaba obstaculizando su movimiento, sin inmutarse, apenas haciendo fuerza.
Antes de poder preguntar, Akaza saltó, evadiendo un tajo llameante del lado del intruso, quien se mostró como Uzumaki Naruto. Naruto movió la mano derecha, colocando la Marca del Sol sobre la herida de su compañero, dejando una semejante, de un color más blanquecino, y encaró al demonio con sus ojos azules, carentes de empatía hacia Akaza.
―¿Y tú eres...?
Naruto deslizó los dedos por el mango de su katana, lanzándose sin responder hacia Akaza, moviendo la hoja en un corte de media luna inverso, obligando al demonio a alzar el brazo, bloqueando la hoja y desviando el movimiento. Pero eso no detuvo al Uzumaki. Pisó con fuerza el suelo, y giró, descargando otro tajo inverso en el lado contrario del demonio. Akaza abrió los ojos ante la rapidez, viéndose obligado a moverse del lugar, evadiendo la Nichirin.
En solo dos movimientos, Akaza había sido superado por aquel cazador. Era más veloz que Kyōjurō, más fuerte y no parecía regirse por unos sentimientos en sus movimientos, al menos a primera vista. Akaza miró su brazo, notando un fino corte.
―Eres bueno, humano. Soy Akaza, la Luna Superior Tres, de las Doce Lunas Demoníacas―Akaza se presentó, relajadamente, dándole tiempo a Naruto de darse la vuelta, agitando su haori rojo y negro, mostrando sus pendientes hanafuda agitándose por el viento, así como su cabello―. Me has sorprendido. No esperaba que hubiera alguien tan...interesante. Eres mejor que el Pilar de la Llama.
―No. Él siempre es mejor que yo.
Naruto miró seriamente a Akaza. Movió su Nichirin, mostrando la hoja. Tal vez la otra vez enfrentó a un clon de las Doce Lunas, pero no esta vez. Y esta vez...no iría a medio gas.
Pisó con fuerza el suelo, flexionando las piernas y salió disparado hacia el demonio, moviendo la hoja. Akaza se lanzó hacia el mismo cazador, moviendo su brazo. Naruto descargó un poderoso tajo y Akaza lo bloqueó con el suyo, comenzando un intercambio de tajos y golpes. Kenjutsu versus taijutsu, generando leves hondas de viento, bajo la atenta mirada de Tanjirō, quien observaba aquel...baile con ojos asombrados, encontrando en Naruto los mismos movimientos que su padre solía hacer cuando bailaba en las frías noches de invierno.
Akaza bajó el brazo en un codazo. Naruto alzó la Nichirin, saliendo empujado hacia atrás por la fuerza sobrehumana de su adversario, pero evitando daños al usar la espada como escudo, pero siendo estaba ligeramente mellada por el golpe.
―¡¿Eso es todo ningen?!
Naruto detuvo su avance, plantando bien los pies. Bajó los brazos, mostrando un poco de sangre manchando su uniforme. Pero no era suya. Dio una leve sonrisa hacia Akaza, quien bajó la vista. Naruto le había hecho doce cortes exactos en doce puntos distintos de su cuerpo, los cuales iban cerrando.
―Ni he empezado―llamas rodearon la Nichirin―. ¡Danza del Dios del Fuego! ¡Vals!
Froosh
Akaza abrió los ojos. La espada bajó hacia el en un tajo ardiente, destrozando el suelo, quemando el mismo suelo por las llamas intensas, a un lado del demonio, el cual dio un paso, evadiendo aquel corte. Pero no fue un fallo de Naruto. Él quería que viera su fuerza, su poder bruto sin contenerse...y aun no lo había dado todo.
Intentó reaccionar, pero Naruto levantó la espada y, con el lado romo, usando la fuerza de su torso, golpeó el costado de Akaza, estrellándolo contra un árbol, el cual se partió en dos, cayendo sobre el mismo Akaza.
―¡ESO HA SIDO GENIAL, NABRUTO!
Naruto no hizo caso del grito de Inosuke, mirando hacia donde estaba la Luna Superior Tres. Abrió los ojos, bajando la cabeza, evadiendo la pierna del demonio, que pasó por encima de él. Giró, tomando la pierna y lanzó a Akaza contra el suelo. El demonio detuvo su caída con las manos, impulsándose para una patada contra su enemigo. Sorprendentemente, Naruto detuvo la patada con su espada, la cual salió empujada a un lado, desarmando al cazador.
―¡Ahora no tienes arma!―rugió Akaza, girando y descargando su pierna sobre el cuello del cazador, estrellando a Naruto contra el suelo―. ¡Un cazador sin espada, no es nada!
Ante la declaración de Akaza, Naruto comenzó a levantarse, mostrando sangre goteando de su boca. Hizo crujir su cuello con un movimiento, levantando el rostro.
―¿Nada eh?
La espada no define al guerrero, chico. Su corazón, su voluntad, su resolución. Esas tres cosas son las que te hacen quién eres, Uzumaki Naruto.
Frooosh
Fuego dorado rodeó al Uzumaki, cubriéndolo como un torbellino, obligando al mismo Akaza a retroceder. Naruto caminó fuera de aquel mar de llamas, envuelto en una capa de fuego dorado/anaranjado (Naruto en modo Kurama completo), mostrando sus ojos azules, marcas negras sobre aquella capa de fuego.
―¿Qué...?
―Tal vez no lo sepas, por tu ineptitud de demonio―Naruto declaró, caminando lentamente. De un movimiento, deshizo aquel torbellino de llamas―; pero provengo del linaje que encerró a Muzan, tu señor, y estoy dispuesto a matarlo completamente. No voy a contenerme, no nuevamente. No saldrás vivo de aquí, Akaza de las Doce Lunas Demoníacas.
Antes de que el mismo Akaza pudiera responder, Naruto desapareció y en un parpadeo estaba frente al demonio.
Pam
Akaza sintió sus entrañas volverse simple polvo, ante el puñetazo simple de su enemigo.
¿Cómo lo ha hecho?
Naruto bloqueó el gancho de Akaza con su mano y pateó el pecho del demonio, girando al mismo tiempo y lanzando al demonio contra el tren.
Crack
El cuerpo del demonio destrozó la carrocería de aquel vehículo, quedando atravesado por el hierro de este. Akaza intentó moverse, pero Naruto estaba sobre él nuevamente, con una esfera en su mano que disparó hacia la cabina, haciéndola estallar en llamas.
Uzumaki saltó hacia atrás, observando. Sabía que aquel movimiento no eliminaría a Akaza. Su poder no estaba completo y se estaba resintiendo, notando como su cuerpo estaba siendo sometido a una gran presión.
―Aun con ese poder―Akaza salió de las llamas, sangrando―; no eres capaz de matarme, ¿verdad mocoso?
―¿Mocoso? Tengo más años que tú, insecto―Naruto tomó la Nichirin, deshaciendo su transformación, pasando todo el fuego a la espada―. No menosprecies mi poder. Lo lamentarás.
―Eso me gustaría verlo, ningen.
Akaza se movió hacia Naruto, moviendo su brazo izquierdo, dispuesto a un golpe directo contra el Uzumaki. Naruto no se movió. Guío su mano izquierda hacia la empuñadura de la Nichirin, quedándose en el lugar, mientras la Marca del Cazador aparecía en la mitad derecha de su rostro, como unas poderosas llamas.
Slash
Akaza abrió los ojos completamente, sorprendido, sintiendo como su brazo ardía completamente, como la sangre goteaba por su lado izquierdo. En solo un parpadeo, Naruto cortó el brazo izquierdo de la Luna Superior Tres, con un simple movimiento de su espada, sin moverse del sitio, evadiendo cualquier daño que el demonio pudiera hacerle.
―¿C-cómo?
Akaza sintió como su cuerpo se quedaba estático, bloqueado.
Dándole la espalda al demonio, Naruto meneó la espada, salpicando la sangre demoníaca sobre la hierba, comenzando a darse la vuelta. Akaza miró al rubio, observando la silueta de un hombre pelirrojo y ojos índigo detrás del rubio, para luego ver otra figura detrás de aquella imagen, siendo difusa, como una enorme llama que bailaba al viento.
―Eres insignificante―Naruto habló, con tres voces distintas: la suya, la de un hombre mayor y poderoso y una voz algo más amortiguada, como si viniera de un lejano lugar―. Un simple demonio, una hormiga en mi camino―Naruto lentamente tomó la empuñadura de su espada, levantándola sobre su cabeza, de forma vertical. Llamas comenzaron a emerger de la hoja―. Muzan se cree con poder. Cuan equivocado está, pequeño Akaza―susurró el Uzumaki, esta vez con la voz del hombre adulto, poderoso―. Los demonios no pueden con dioses―declaró la voz amortiguada. Llamas doradas surgieron del lado izquierdo de Naruto, de la Marca del Cazador―. ¡Lo barreremos de este mundo!―las tres voces declararon. El suelo tembló, el fuego se arremolinó―. ¡Danza del Dios del Fuego: Kagutsuchi!
Slash
Froosh
Naruto bajó la espada en un tajo vertical simple...mandando un mar de llamas que arrasó con el bosque detrás de Akaza, llevándose al demonio con el tajo simple, rodeándolo de fuego a la vez que lo cortaba en dos, sin miedo, sin temor, dejando un mar de llamas y humo, mostrando el poder de un dios de fuego.
Arf Arf
Naruto miró su obra, sintiendo el sudor escurriendo por su rostro. Apoyó la Nichirin contra el suelo, apoyando a la vez su cuerpo sobre la empuñadura de su espada, tomando aliento.
Lentamente, las dos figuras que estuvieron detrás del joven desaparecieron completamente.
Pero el rastro de su presencia...no se borraría.
*Para aquellos que lloraban, que Naruto era inútil sin su espada y que se estaban quejando de ello. Naruto no es débil, simplemente sabe a quienes puede vencer sin todo su poder, a quienes no y a quienes tratar como basura. Ya lo iréis viendo, pero Naruto odia a los demonios y por ello no se contiene, mientras que los demás para él son simples obstáculos que puede borrar de su camino. Dentro de poco, veréis el verdadero poder que este Naruto puede alcanzar.
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