Capitulo Final - Platillo de los dioses... Adios pequeño
Capitulo Final Comienza
-¡Maldición, Naruto! ¿A dónde te fuiste? gritó Dragon, desesperado, mientras seguía la estela de polvo que había dejado el recorrido de su nieto. Nunca antes había visto esa expresión en la cara de Naruto, y eso lo preocupaba profundamente. La velocidad con la que se esfumó solo incrementó su inquietud.
-¡Sai, crea aves para que busquen a Naruto!, dijo Danzo, desesperado, mientras la preocupación se reflejaba en su rostro por la situación que se estaba desarrollando. Desde que conoció al pequeño, que no hacía mucho tiempo, supo que este no era alguien que soliera hacer cosas que preocuparan a los demás... Bueno, salvo por sus bromas y esas ocasiones en las que casi lo mataba de un susto. Pero, más allá de eso, nunca había visto al niño actuar de esa manera. Ahora, estaba tan inquieto como Dragon, ya que, si algo malo sucedía, todos los aldeanos del lugar podrían estar en peligro.
-Sai, que escuchó a su ahora abuelo como él quería que lo llamara, creó aves que rápidamente alzaron el vuelo, buscando por todos lados la dirección en la que estaba Naruto. Finalmente, notaron cómo una estela de polvo se alzaba en la lejanía. Siguiendo ese rastro, los tres ninjas se apresuraron a seguir a las aves, que habían logrado localizar a Naruto.
-Antes de que las aves pudieran seguir la estela de polvo, vieron cómo esta se detenía de golpe y comenzaba a desaparecer. Las aves se quedaron dando vueltas en círculos en el lugar donde el polvo se había cortado. Unos segundos después, llegaron los tres ninjas, quienes comenzaron a buscar desesperadamente a su precioso Naruto, pero no lograban encontrarlo. Finalmente, Sai, más tranquilo que los ancianos, señaló en una dirección, llamando su atención.
-Sai había señalado hacia donde veía a Naruto, quien estaba parado como si fuera una estatua, mirando fijamente un simple puesto de comida. Intrigado, Sai observó a su abuelo y a Dragon para entender qué estaba ocurriendo, ya que ellos no decían ni hacían nada. Fue entonces cuando notó cómo sus rostros estaban completamente sudorosos, mientras poco a poco comenzaban a mirarse entre ellos con evidente nerviosismo.
-Ma... ¿Maldición? No puede ser verdad... ¿verdad? preguntó Danzo, con dificultad, mientras tragaba saliva pesadamente tras cada palabra. El sudor corría por todo su rostro, reflejando su creciente ansiedad. A su lado, Dragon, temblando y sudando como si compartiera el mismo temor, también tragó fuerte, mientras lágrimas comenzaban a caer de sus ojos.
-No puede ser posible... ¿Esto de verdad? ¿Por qué tiene que ser este lugar? preguntó, entre lágrimas, mientras el sudor le corría por el rostro. Estaba al borde del colapso, a punto de tirarse al suelo y llorar como un bebé.
-Abuelitos... ¿Qué es este lugar? escucharon la voz de Naruto, que sonaba completamente distinta, mientras poco a poco comenzaba a moverse, dirigiéndose hacia el lugar que estaba mirando.
-¡No, Danzo, deténlo! ¡No lo dejes! Esto va a ser muy peligroso para todos, gritaba Dragon desesperado, mientras corría hacia Naruto y lo sujetaba con fuerza, intentando detenerlo y llevárselo. Sin embargo, para su sorpresa, aquello no fue suficiente. Su pequeño nieto continuaba caminando como si nada, arrastrándolo sin esfuerzo alguno.
-Danzo, al ver esto, rápidamente agarró al chico, intentando hacerlo retroceder mientras concentraba chakra en sus pies para aferrarse al suelo y tirar hacia atrás. Sin embargo, para su sorpresa, no funcionó en absoluto. En lugar de detenerlo, terminó siendo arrastrado junto con la parte del suelo a la que se había adherido.
-¿Qué demonios...? pensó Danzo, desconcertado, mientras, con expresión seria, soltaba al niño y comenzaba a realizar señales con las manos.
-¡Estilo de tierra: Pantano del inframundo! gritó Danzo, mientras la tierra que los rodeaba se convertía en lodo, comenzando a succionar todo a su alrededor. Sin embargo, para sorpresa del anciano, Naruto caminaba sobre el lodo como si no existiera tal técnica.
-¿Qué demonios...? Se supone que esto es una técnica de rango S, dijo Danzo, con los ojos bien abiertos, mientras cancelaba el jutsu.
-Naruto, que seguía caminando hacia el lugar que lo llamaba con una voz tan dulce como la de un ángel, no supo en qué momento ocurrió, pero estaba seguro de haber visto a alguien con una forma extraña, haciéndole señas para que se acercara y mostrándole un plato. Sin embargo, no sabía qué contenía ese plato.
-Necesito ir ahí, decía el rubio, completamente inconsciente de la situación que estaba ocurriendo.
-Naruto-kun, mira, tu hermano perro-kun te está llamando, dijo desesperado Dragon, mientras intentaba con todas sus fuerzas empujar al rubio hacia atrás sin éxito. Comenzó a llorar, sintiendo el dolor de sus bolsillos que ya no podían soportar más.
-De un momento a otro, Naruto desapareció del lugar y, para la consternación de los dos viejos que aún se sostenían entre ellos, se dieron cuenta rápidamente de que el pequeño ya estaba sentado en esa tienda de mala muerte que los familiares Uzumaki adoraban como si fuera una deidad.
-Bienvenido, pequeño. Es un gusto conocer a un nuevo cliente. Este es el puesto de Ichiraku Ramen y yo soy Teuchi, el dueño de este lugar. Y esta es mi pequeña hija, Ayame. Saluda al pequeño, dijo a su hija, quien levantó la mano con una sonrisa mientras miraba al pequeño y lindo niño que estaba frente a ellos.
-¿Ramen? ¿Qué es eso? Suena bien... No importa qué sea, quiero todo lo que tengas, decía el pequeño, mientras la baba comenzaba a caer por su barbilla, traspasando la máscara y haciendo que los dos que lo miraban se rieran.
-Este chico le recordaba a una apreciada clienta que ya no estaba, pensaba Teuchi con una sonrisa.
-Bien, vamos con algo que creo que le gustará al nuevo cliente, dijo mientras miraba a su hija. Ayame, un Miso Ramen, por favor.
-Naruto, que todavía estaba en trance, se había sentado y esperaba lo que fuera ese tal ramen. Pero cuando comenzó a sentir el olor que salía desde la cocina del lugar, su mente se quedó en blanco.
-¿Qué es eso?, se preguntaba el rubio, mientras sentía que flotaba por los aires y el aroma lo envolvía como un abrazo.
-Saliendo un plato de Miso Ramen, dijo Teuchi con una sonrisa, dejando el plato frente al rubio, quien salió de su trance al verlo. Naruto miraba los espectaculares fideos, que parecían sonreírle mientras le pedían que se los comiera.
-Agarrando los palillos que estaban en un vaso para mantenerlos limpios, los partió y, sin miedo ni preocupación, tomó uno de los fideos. Bajó su máscara, realmente quería probarlo sin que nada se interpusiera en su camino, sin saber lo que ese pequeño acto provocaría a su alrededor.
-Sorbiendo poco a poco el fideo que había agarrado, comenzó a masticar y saborear el platillo, mientras el sabor se apoderaba lentamente de toda su boca.
-¡Aaaaahhh, qué ricooooo! gritó Naruto, mientras masticaba y se ponía una mano en la mejilla, disfrutando de los fideos y asegurándose de no perder ni un solo sabor. De repente, una enorme aura de flores y corazones apareció por todo el lugar, haciendo que Ayame comenzara a ver corazones en sus ojos. La emoción la sobrepasó, y sangre comenzó a salir de su nariz, mientras caía al suelo y comenzaba a vomitar arcoíris.
-Demonios, fue lo único que pudieron decir Dragon y Danzo, mientras un dolor en el pecho los hacía caer de cara contra el suelo. Desde los costados de sus caras, que estaban contra el suelo, empezaron a salir arcoíris.
-Sai, que observaba todo con una expresión impasible, de repente se acercó poco a poco a Naruto. Lo abrazó por detrás y comenzó a acariciarlo inconscientemente, ya que, al acercarse al rubio, el chico de piel blanca se había desmayado.
-Vaya, esto sí que es nuevo, decía Teuchi, riendo en voz alta mientras limpiaba un vaso y veía a su hija tirada en el suelo, riendo como tonta. Realmente algo nuevo... Me recuerda a Kushina, este niño, por alguna extraña razón, pensaba mientras sonreía, y se dirigía a preparar más comida para el pequeño, que ya estaba terminando su tazón.
-Todo esto sucedía mientras, a los alrededores del puesto de comida, la gente se desmayaba al pasar, vomitando arcoíris. Los shinobis se ponían en alerta, pero poco podían hacer, ya que al acercarse al lugar, todos se desmayaban. Esto duró unas cuantas horas, hasta que el pequeño Naruto, sintiéndose satisfecho por haber comido tanto del delicioso platillo que había descubierto, dejó de comer.
-Aaaahhh, qué delicioso, dijo el pequeño mientras se estiraba. Subiendo su máscara, miró a su alrededor y se sorprendió al ver, confundido, a cientos de personas tiradas alrededor del puesto de comida, junto a sus abuelos y amigos.
-¿Ehh? ¿Qué pasó aquí? preguntó, moviendo la cabeza de un lado a otro, completamente desconcertado.
-Aahhh, qué tierno, dijo Teuchi con una sonrisa. "Parece que te gustó mucho este lugar. Desde ahora, eres un cliente especial para nuestro local. Puedes volver cuando quieras y a la hora que quieras."
-Naruto sonrió de felicidad al saber que había encontrado un nuevo lugar para disfrutar con todos sus amigos, donde podría comer mucho y pasar muchos momentos buenos. Además, la comida era la mejor del mundo. Pensaba que iba a venir todos los días a este lugar solo para comer eso, sintiéndose feliz. Mientras tanto, una aura de brillitos aparecía a su alrededor, haciendo que las personas que comenzaban a levantarse de su colapso volvieran a caer al suelo, maldiciendo cualquier cosa que pudiera estar causando tal fenómeno.
-Ya habían pasado unas horas desde que Naruto encontró el puesto de ramen, y lo primero que hicieron Dragon y Danzo fue notificar la mala noticia que se avecinaba para sus bolsillos. La reacción del tercero no fue exagerada; literalmente, empezó a llorar y a patalear por todos lados, gritando que había hecho todo lo posible para que el pequeño rubio no pudiera ni oler el ramen. Sin embargo, de un día a otro, ya estaban doliendo sus bolsillos, mientras lloraba como un bebé en el suelo.
-Time Skip
-El tiempo en Konoha había pasado. Los niños pequeños que entraron a la academia lo hicieron para poder convertirse en ninjas como sus padres o simplemente por el sueño de ser grandes ninjas.
-La Academia Ninja ya estaba llegando a su fin, con algunos felices de que al fin iban a poder salir de ese maldito lugar, otros tristes porque fue muy lindo estar allí y conocer gente... Y otros, simplemente, no les daban importancia.
-Sai, que había crecido mucho más de lo que era antes, ya no era el pequeño de antes; ahora era alguien que se podría decir alto para su edad.
-El chico de piel blanca, durante todos estos años, estuvo siempre al lado de Naruto. Con el tiempo, se hicieron mucho más cercanos, y las emociones del chico de piel blanca comenzaron a salir a flote poco a poco, gracias al rubio.
-Ahora mismo, Sai estaba observando a Naruto, quien se estaba rascando la cabeza nervioso y algo enojado, lo que hizo que una aura negra apareciera a su alrededor. Sin embargo, esta desapareció en el mismo instante en que se mostró, gracias a la mejora de la máscara que le habían regalado.
-La razón por la que el pequeño Naruto estaba enojado era por el examen que estaba tomando en ese momento, ya que era el último día de clases y las pruebas finales. Ellos sabían que pasarían fácilmente las pruebas de ninjutsu y demás, pero lo que les preocupaba eran las pruebas escritas... Bueno, Naruto estaba preocupado, y Sai lo estaba por él, ya que Naruto tenía problemas con sus calificaciones, aunque el chico de piel blanca no.
-La campana sonó, haciendo que Naruto se tirara de los pelos, asustado. Había resuelto algunos de los problemas, pero no sabía si estaban bien o si con eso alcanzaría la puntuación necesaria para aprobar los exámenes. Él era inteligente... Claro que lo era, pero no prestaba atención en las clases y no sabía la mayoría de las respuestas sobre lo que habían visto. Así que, simplemente, rezó para que todo estuviera bien.
-Después de que se llevaran sus exámenes su profesor Iruka que ahora lo quería también como uno mas de sus amigos les estaba mirando y estaba apunto de empezar con sus estúpidas charlas sobre como se convertirían en ninja pero al ver la mirada de todos mejor se callo y decidió empezar con los exámenes físicos donde Naruto y sus amigos no tuvieron ningún problema en pasar ya que Naruto al ver como sus amigos eran tan malos con los jutsus y demás decidió darles una mano enseñándoles un par de cosas... Bueno Naruto mostraba como hace el las cosas y Sai les interpretaba lo que su adorable amigo les mostrabas... Aunque mas que adorable en esos momentos parecía un demonio ya que hacia unos jutsus tan destructivos que hasta los anbus que protegían a los pequeños tenia que correr del lugar por el miedo de quedar atrapados.
-Los padres, que nunca antes habían visto a sus hijos esforzarse lo mínimo para convertirse realmente en grandes ninjas, se sorprendieron al ver cómo el progreso de sus hijos aumentaba a una velocidad increíble, y todo gracias al pequeño niño rubio que les brindó su amistad. Estos, al estar unas pocas veces con él, no pudieron evitar tomarlo como uno más de su familia. Siempre se podía ver a Naruto paseándose por las grandes casas de los clanes como si fueran suyas, y nadie le decía nada.
-Algo que sorprendió a todos fue ver cómo Naruto entraba y salía del clan Hyuga como si fuera su casa. Al preguntar un poco sobre esto, descubrieron que el pequeño rubio se había interesado en los ojos lavanda de la hija mayor de Hiashi, y ambos se hicieron amigos en secreto, sin que nadie lo supiera debido a la timidez de la pequeña Hyuga. Cuando ella decidió llevar al niño a su clan, todos miraban con enojo tanto a la chica como a su nuevo amigo. Pero cuando Hiashi vio al chico, no dijo nada; solo lo miró como si fuera un bicho raro.
-Naruto, que estuvo disfrutando de su tiempo con su amiga, descubrió que la maltrataban en su propio hogar. El pequeño y tierno Naruto, entonces, se convirtió en un demonio, golpeando hasta los huesos a todos los que vivían en ese lugar, incluyendo a los ancianos, quienes eran la máxima autoridad junto al patriarca Hyuga. Este último intentó defenderse, pero fue completamente apaleado por una increíble avalancha de Narutos.
-En todo el pueblo, las personas que conocían al rubio le pusieron de apodo "el tierno Naruto", mientras que en el clan Hyuga lo conocían como "el chibi demonio" debido a su pequeño tamaño y a cómo masacró a todos.
-Pero, aunque no lo dijeran, el clan Hyuga realmente estaba agradecido de que el pequeño Naruto llegara hasta ellos, ya que gracias a él, ahora el clan estaba más tranquilo. La rama principal del clan ya no abusaba todos los días de la rama secundaria, ya que a Naruto no le gustaba esto. Cuando se enteraba de tales cosas, golpeaba hasta que los huesos de esos bastardos que abusaban de los más débiles.
-Hiashi, que era el más agradecido de conocer a Naruto, se dio cuenta de que su hija ya no era una pequeña y débil niña. Ahora realmente se estaba convirtiendo en alguien fuerte, y todo gracias a Naruto. Al ver el entrenamiento que hacía con ella, le había preguntado si era estúpido o qué, ya que le enseñaba nuevamente el puño suave a Hinata para que pudiera aprenderlo bien. Naruto, al sentir el chakra de Hinata y ver cómo el estilo de combate no era compatible con la afinidad de su amiga, le dijo esto a Hiashi, después de darle un par de golpes por ser tan estúpido. Rápidamente, el patriarca fue a buscar uno de los estilos más ocultos y guardados del clan Hyuga, que nadie usaba, ya que todos en el clan tenían afinidad con el agua. En contra del nombre de "puño suave", este se llamaba "puño duro", creado por uno de los anteriores patriarcas, cuya afinidad elemental era la tierra y no el agua. Decidió no ser tomado por débil y creó su propio estilo, donde el efecto era lo opuesto al puño suave. En vez de bloquear los puntos de chakra del cuerpo, invalidaba el cuerpo mismo con golpes contundentes, que usando un poco de fuerza, podían alcanzar la misma fuerza de Tsunade.
-Después de todo esto, Naruto, junto a sus amigos, entrenaron y entrenaron para este día, donde al fin se convertirían en ninjas oficiales de Konoha.
-Todos ya estaban sentados en sus pupitres mientras miraban a los que iban entrando poco a poco al salón de clases: los dos Uchiha, que eran sombríos como siempre; Kiba, Hinata, Shino, Choji, Shikamaru, Ino, Sakura y Sai, todos con una cosa en común: su banda de Konoha, que los reconocía como ninjas del pueblo. Pero no importaba eso. Lo que realmente importaba era la última persona que tenía que entrar por la puerta. Naruto rompió la puerta de una patada, gritando que lo había logrado, haciendo que todos se tiraran sobre el pequeño, que empezó a reír como tonto, haciendo que todos se rieran con él.
-Aunque todos estuvieran riendo con el pequeño, todos siempre tenían la misma preocupación, ya fueran los más grandes o los más pequeños... Naruto nunca creció. Se quedó con el tamaño y la complexión de un niño de 6 años.
-Hiruzen, que estaba de visita en la casa de Naruto para felicitarlo por convertirse en ninja, pasó todo el tiempo con él, haciendo cosas y divirtiéndose, hasta que llegó la hora de dormir. Fue entonces cuando el viejo Hokage hizo que el pequeño Naruto se acostara.
-Realmente me preocupa... ¿Por qué no crece? ¿Realmente se va a quedar de esta forma para siempre? se preguntaba el viejo con lástima. Aunque a él le gustaría que fuera así para siempre, sabía que esto iba a ser un problema a futuro para su pequeño nieto.
-¿Realmente quieres que el mocoso pueda tomar la forma que debería tener a su edad?, escuchó la voz grave y reconocible de Kurama. Hiruzen, mirando a los ojos rojos de su nieto, vio lo que era ahora el Zorro de Nueve Colas. "¿Realmente tienes una forma para que él pueda tomar el cuerpo de un niño de su edad?", preguntó Hiruzen, esperanzado.
-Ya que estoy dentro del cuerpo del pequeño y tengo más libertad que nunca, puedo hacer algunos arreglos desde adentro para corregir lo que lo hace pequeño, dijo Kurama, sin emociones en su voz.
-¿Cuál es el precio de esto? preguntó Hiruzen, sabiendo que nada es gratis o sin un peligro de por medio.
-Eso lo sabrás más adelante, cuando realmente necesite un pequeño favor de tu parte. Pero por ahora, puedo hacerlo sin que nada sea peligroso para él, respondió Kurama.
-Entonces acepto. Si solo es hacer un favor hacia ti, no importa qué tan peligroso sea, solo quiero que mi nieto tenga una vida normal", dijo Hiruzen, con determinación.
-Kurama se adentró en el cuerpo de Naruto, comenzando su tarea de transformar al pequeño en lo que debía ser según su edad, mientras el brillo naranja de su chakra envolvía al niño. A lo lejos, Hiruzen observaba, con una mezcla de esperanza y preocupación, preguntándose si todo saldría como esperaban.
-Espero que nada salga mal con esto, pensó Hiruzen mientras se alejaba de la casa, dejando atrás al pequeño Naruto que dormía tranquilamente.
-Ya era de mañana, y todos los nuevos novatos que salieron de la academia estaban parados frente al Hokage, haciendo que este sonriera con felicidad al ver a los próximos líderes de clanes y ver lo fuerte que su nieto los había entrenado. Hablando de su nieto, este todavía no había llegado, lo cual le preocupaba, pero confiaba en el zorro, así que solo iba a esperar.
-Oye, Sai, ¿tienes alguna idea de dónde estará Naruto? preguntó Shikamaru con cansancio mientras bostezaba. Cuando fui a la casa, él ya no estaba allí, así que solo vine a este lugar pensando que estaría aquí, pero veo que me equivoqué.
-¡Bien, genins de Konoha, guarden silencio! ¡Sus nuevos senseis están entrando a la sala! gritó el Hokage, haciendo que todos se pusieran rectos mientras guardaban silencio, observando cómo tres personas entraban en la sala donde estaban ahora mismo.
-Cada uno de ustedes debe saber a cuál equipo pertenece, así que iré nombrando a cada equipo y se pondrán frente al jounin que se les asignó como sensei para comenzar a trabajar como verdaderos shinobis de Konoha —dijo Hiruzen mientras comenzaba.
-Equipo 10: Ino, Choji y Shikamaru. Su nuevo sensei es Asuma Sarutobi dijo Hiruzen, haciendo que los tres chicos se dirigieran hacia donde estaba el hombre, levantando la mano.
-Equipo 8: Kiba, Hinata y Shino. Su nuevo sensei es Kurenai Yuhi anunció Hiruzen. Los tres, al escuchar el nombre de Kurenai, no dudaron y se dirigieron directamente hacia donde estaba la bien conocida mujer.
-Equipo 7: Sai, Sakura, Sasuke, Satsuki y Naruto. Su nuevo sensei es... Kakashi Hatake, junto a Yamato anunció Hiruzen. Luego suspiró, recordando al estúpido chico que siempre llegaba tarde. El único presente es Yamato. Vayan con él.
-Hokage-sama, ¿se puede saber dónde está Naruto? preguntó Sai, manteniendo su apariencia mientras se dirigía al hombre que también lo trataba como a un nieto.
-La verdad es que no tengo la menor idea de dónde podría estar ese chico dijo Hiruzen, suspirando. No importa eso ahora. Vayan con sus sensei a los campos de entrenamiento, después veré qué hacer con Naruto y Kakashi.
-Ya fuera de la torre, todos se miraron unos a otros, confundidos, mientras no entendían por qué ninguno de los dos estaba allí. Los mayores sí sabían por qué no estaba Kakashi, pero no sabían por qué faltaba Naruto.
-Bien, creo que es momento de separarnos y emprender nuestro camino —dijeron los tres sensei mientras se saludaban. Nos vemos luego, chicos se despidieron los chicos con una sonrisa.
-Hiruzen, que había acompañado a los nuevos genin hasta la puerta, sonrió y, cuando estaba listo para volver a entrar, escuchó gritos que se acercaban desde lejos... Gritos de mujeres.
-¿Qué demonios está pasando? preguntó Hiruzen, mientras los sensei se ponían en guardia, preparados por si se trataba de algún peligro.
-Poco a poco, se podía ver cómo una multitud de mujeres intentaba detener o atrapar a alguien, pero no se podía distinguir quién era, ya que todas ellas bloqueaban la vista. Después de unos minutos, la multitud llegó frente al Hokage y los ninjas, sin prestarles atención. Lo único que bastó para que esa turba de mujeres locas desapareciera del lugar fue un fuerte instinto asesino proveniente de los cuatro shinobis mayores.
-¡Dios! ¿Alguien me puede decir qué demonios está pasando aquí? Desde que me desperté, mi ropa no me entraba y tuve que salir con unos pantalones que me dolían al caminar. Luego tuve que comprar ropa nueva. Después de eso, cuando intenté llegar aquí para saber sobre nuestro nuevo sensei, un grupo de mujeres comenzó a hablar conmigo y, de repente, se convirtieron en un montón de locas. Cuando les hablé, gritaron como desquiciadas y no me dejaban salir. ¡Qué bien que al fin llegué! Jiji, ¿ya nombraron los equipos? preguntó una persona, haciendo que Hiruzen abriera los ojos en shock.
-¿Na-Naruto? preguntó incrédulo Hiruzen.
¡Naruto! —gritaron todos los hombres en shock.
-¡Naruto! dijeron las mujeres, con un enorme sangrado de sangre mientras caían al suelo con espasmos y corazones en los ojos, mientras pequeñas manchas aparecían en sus partes privadas.
-¿Qué acaso tengo algo en la cara? preguntó confundido... el guapo y sexy rubio que estaba frente a ellos.
Fin Naruto El Anbu Mas Tierno
Fue un gusto disfrutar de esta hermosa historia con ustedes manga de negros, Aunque la empecé hace años ya mucha gente se quedo y cuando estuve inactivo 2 años por la eliminación de mi canal de youtube aun tenia gente que me apoyaba y siguieron con amor esta serie pero este es el final y gracias a todos por estar y compartir esta negrada de historia fue un gusto crear para ustedes y escribir esto para su disfrute ahora sin nada mas que decir nos vemos en próximas actualizaciones :,)
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