Prologo
Todo después de un tiempo, te deja de doler o te deja importar, para un niño de casi 3 años. Era casi comprensible determinar esa lógica con su vida, como si fuera un comienzo algo curioso de ella. No es que no esté agradecido de la vida que le toco vivir. Estaba agradecido por ello, por tener manos y piernas, ojos para ver, cerebro para pensar. No le faltaba nada y aunque el sentimiento libertad, felicidad y amor, eran casi escasa por decirlo bien. Nunca le importo tanto, o eso es lo que quiso que todos piensen. Porque lloraba al dormir y al despertar. Soñaba con aquella familia que nunca estuvo y nunca tendrá.
El mundo se lo dijo así, no le grito ni mucho menos lo golpeo, la soledad misma se lo había dicho. El cómo ver a todos los niños de su edad yéndose con sus padres con su miradas de odio. Los insultos de aquellos aldeanos eran lo que afirmaba esa teoría.
Un niño de cabellera rubia observa la gran vista, de un gran amanecer, los colores de un naranja en su mayor esplendor, eran el único consuelo de aquel abismo de soledad. Sus ojos azules miraban muy interesado y calmado esa gran vista de la naturaleza. Pero como todo y al igual que sus sueños, se desvanecieron para ver solo la oscura noche.
Levantándose de su lugar el niño rubio, no sabía qué hacer. Había sido botado del único lugar donde podía dormir y recibir algo de comida. No tenía un lugar fijo, ni metas, como sueños. Se acercó hacia el final de la roca hokage, siendo la cabeza del Shodai Hokage, para ser exactos.
Los ojos del rubio miraban ahora, el suelo, con mucha profundidad. Queriendo lanzarse, levanto el pie derecho al aire. Como si fuera a dar un paso la nada. Pensó que sería más fácil así, que era mucho mejor un sueño eterno a una vida solo. Pero eran tan cobarde que volvió a poner su pie en donde estaba, temiéndole más a la muerte.
Y en vez de bajar de un golpe, bajo por las escaleras.
Entonces se topó con un hombre, o más bien un anciano, por las arrugas en su rostro, con una barba y algunos lunares en su rostro. Siendo el rubio, que se impresiono por ver a tal persona delante de él, pero no lo demostró. Siendo respetuoso saludo al hokage actual de la aldea oculta de las hojas, hiruzen sarutobi.
_ Buenas noches, hokage-sama _ el niño dijo, con una sonrisa felicidad pura. O eso es lo quiso hacer para que el hokage no sospechara nada del acto que estuvo a punto de hacer. Sabiendo por los libros que había leído en la biblioteca, sabía quién era el hombre y su poder. Tal vez algo impresionante para su edad. Pero lo que algunos pensarían que serían un genio, alguien muy inteligente; no era otra manera que simplemente necesidad. Ya que los libros era el único medio para usar su imaginación y pensar en un mundo mejor. Habiendo aprendido solo por como algunas cuidadoras del orfanato ayudaban a diferentes niños a aprender a leer, pudo sacar más provecho el, que los alumnos que solo se entretenían con otra cosa. Y así fue como había aprendido a leer de una forma temprana.
El hombre de edad avanzada, miro completamente la sonrisa del niño y le pareció algo interesante de su puesto, como hokage ya que era apenas un niño y nunca tuvo la oportunidad de hablar con el directamente. Y le sorprendió como el niño sonreía después de haber sido botado del orfanato donde lo puso. Ya habiéndose encardado personalmente con la directora de aquel local.
Sonrió un poco para establecer confianza.
_ Buenos días, Naruto, escuche lo que paso en el orfanato _ el anciano hokage hablo con calma y lastima.
A Naruto, no le sorprendió que el hokage de la aldea, supiera de su existencia. Siendo el niño famoso pero no de buen sentido de la palabra. Pero tuvo que fingir, su tristeza, ya que ni el hokage, debe saber que era alguien listo. Solo le tomo un año, para saber que las personas. No estaban acostumbras a que alguien de su calibre, fuera mejorar como persona. A sí que tuvo, que fingir su tristeza, por indignidad y enojo.
_ o si, esa anciana me expulso del orfanato, como la detesto y ahora donde iré, ¡ha! Como la odio _ tomándose el pelo rubio en frustración actuada. Y enojándose por la maldita anciana. El rubio se quejó.
_ si me permites, Naruto, te ofreceré un departamento solo para ti, pero tienes que prometerme algo antes _ el anciano dijo, ya teniendo todo preparado para el nuevo hogar del rubio.
Ahora el niño rubio, estaba algo sorprendido, pero claramente no lo mostro y solo puso una cara de que mierda estas hablado.
_ ¿y cuál sería esa promesa? _ el rubio pregunto, mirando atentamente al hokage.
_ la promesa seria, que te volvieses un shinobi de la aldea de la hoja en un futuro_ el hokage propuso, sabiendo que era lo que los niños más querían y a la vez beneficiándolo a que el niño este en las filas de konoha.
Naruto al saber todo lo que tenía que saber de los ninjas, sabía que esto era sospechoso, como era posible que un don nadie como él, tuviera una oferta así, por el mismo hokage. Los ninjas mentían, engañaban y mataban, para su beneficio, el niño lo sabía perfectamente, tenía que haber una razón lógica. Porque uno de los grandes quería que este en su armada. De una u otra forma tenía que saber el porqué de esto.
Pero teniendo en cuenta que no era el momento de preguntas, se enfocó en su actuación.
_ ¡enserio!, genial, donde firmo _ de una forma torpe y acelerada el niño se acercó al anciano.
Y este al ver como el niño, estaba emocionado por su oferta, solo pudo reír de lo animado que era el hijo de su sucesor como hokage.
_ no tienes que firmar nada, naruto, solo tienes que prometérmelo _ el anciano hablo.
_ ¡lo prometo, prometo que seré el ninja más poderoso! _ el rubio rugió al aire, levantando su puño. Como todo niño se alegró, pero en su interior no estaba tan emocionado por esto. Ya que en su mente pensaba en muchas teorías.
_ apuesto que lo serás, ven sígueme vamos a tu nuevo hogar _ el viejo dijo, mientras era acompañado por el niño imperativo.
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A la mañana siguiente paso como todos los días, siendo ignorado pero ahora esto no estaba divagando en su cabeza. El niño pensaba en una realidad o posibilidad. Que le estaba molestando desde que miro cierta foto. O mejor dicho, un marco, en la torre hokage, donde estaban las fotos de los anteriores hokage.
Para ser exactos, al cuarto hokage, Minato Namikase, su parecido con el hombre era muy acertado. Ambos tenían ojos azules, aunque del niño eran más claros. Y su cabello rubio eran casi idénticos de color y la fecha de su muerte era el mismo día en que nació. Nunca afirmo nada sin tener pruebas, pero esto no era así.
Acostado en su cama el niño, tenía la certeza de que ese hombre, era su padre. Y él tenía en cuanta que no era el único rubio de la aldea. El clan yamanaka, era de su mayoría rubios, pero él no se apedaba, yamanaka, si no, Uzumaki, eso explicaría el de porque el hokage, insistiría que se convierta en un ninja para la aldea.
Y eso traería otra constante afirmativa, como el hecho de que pudiera ser el jinchuriki del zorro de las nueve colas. La biblioteca tenía tanta información que ni los ignorantes de sus habitantes sabían. En unos libro el rubio había leído, decía que los demonios con cola, solo era un manifestación de chakra y siendo eso exacto, no se podría matar a la bestia, ya que se reformaría en otros lado.
Entonces leyó el termino jinchuriki, sacrificio humano, donde atravesé de un sello, absorbía y sellaban el chakra dentro del contenedor, que era él.
Si eso era cierto entonces afirmaba el odio de la gente hacia él. Siendo que los aldeanos eran tan incultos de saber la diferencia entre kunai y pergamino.
Abriendo sus ojos, el niño se despertó en su nueva cama y aunque no confiaba en el hokage, tuvo que agradecer el gesto. Por fin pudo dormir en un colchón y no en el suelo como antes. Se levantó de su cama y observo sur reloj sobre su mesita de noche, era temprano, casi las 5 de la mañana. No le molestaba tanto el sueño, ya que si su teoría era correcta, era la manifestación de ese poder, que le daba más energías.
Lo primero que hizo fueron el aseo, que solo duro unos minutos para terminar y para luego vestirse. Tenía que hacer muchas cosas hoy, así que Salió de casa a buscar respuestas.
No tardó mucho en llegar a la biblioteca, donde sigilosamente se adentró a ella. Para su suerte la bibliotecaria era una anciana algo ciega. Llego a los enormes estantes y empezó a buscar todo lo que tenía que saber del chakra. Y eso era más sencillo, ya que había unos cuantos libros de aquel tema. ¿Qué es el chakra?, sistema circulatorio del chakra, bobinas de chakra y chakra elemental.
Leyó todo por un par de horas y los devolvió a los estantes, antes que la anciana pasase por el lugar donde estaba. Ya con toda la información merodeando en su cerebro, salió por una de las ventanas. Y queriendo probar algunas cosas se fue a su departamento.
Al llegar, se fue al baño y se desvistió. No era ningún tonto, el niño rubio, estaba seguro de que el hokage de alguna manera lo espiaba. Pero sabía que aún no sospechaba nada, que no lo tomaba como amenaza, aun así por las dudas, sabía que el anciano no lo vigilaría en el baño, se sentó en pose meditativa al suelo. Y busco ese poder que tenía, su chakra. Había leído que los niños despertaban tal poder a los 6 años de edad.
Pero tenía la certeza de que él podía lógralo, si era un jinchuriki, era obligatorio que sus bobinas de chakra se expandieran y maduraran más que otros niños. Su circulación de chakra tendría que estar tan madura como un joven ninja de 13 o 15 años. Y siendo que el kyubi era el más poderoso, era más que confortable.
Estuvo por más de un hora así, y sus logros fueron un éxito, cuando lo sintió. El cálido poder que salía de él. Se concretó más, para sentirlo más al fondo. Y lo sentía, como si fuera unos caños en su interior, que en vez de trasportar agua, transportaba el chakra, su chakra.
Dejo de hacer que fluya y se levantó de donde estaba sentado, y estando desnudo pudo mirar toda su piel. Entonces observo esa marca en su abdomen. Un sello muy complicado. Sonrió un poco por saber que sus suposiciones eran correctas. Estaba satisfecho por el éxito que tuvo, no solo afirmo que era un jinchuriki, quien era su padre, si no, había despertado su poder y todo en un día. Parecía que la promesa que tuvo que hacer, estaba más asegurada.
Como era temprano aun. El joven pensó en mejor seguir con su actuación de niño bueno, así que mejor se fue a un lugar que si le gustaba ir. Y aunque no era sano, era lo mejor que pudo conseguir sin que lo boten.
Camino hasta ese establecimiento de ramen y el olor que salía del restaurante era relajante de alguna manera. Entro, atravesando el mantel y se sentó en una de las bancas del lugar.
_ ¡un miso ramen de cerdo, viejo! _ El niño grito al chef de emoción. Y no era por nada, eran las únicas personas que trataban al joven Uzumaki como un niño normal, estaba más que agradecido por eso, el cocinero y su hija, son las personas más amables dicho por el rubio.
_ A la orden naruto _ el viejo contesto, solo volteando la cabeza ligeramente para ver su cliente número uno.
_ o ¿y Ayame-san? _ Naruto pregunto, buscando con la vista a la hija del dueño.
_ acaba de salir, fue a comprar algunas cosas _ teuchi, el dueño del restaurante termino para concentrase en la orden de su cliente.
Entonces el niño rubio, espero en silencio su ramen, pero en eso se fija que alguien se sienta a su costado y no sabía cómo sentirse. Sorprendido, enojado, preocupado y confundido. Ahí a su costado estaba el hokage, aun así no siguió con lo tenía que hacer.
_jiji, no sabía que te gustara el ramen, pero claro, es el manjar de los dioses _ expreso con orgullo, naruto, como si el plato de fideos se una deidad que el alaba.
Hiruzen se rio de lo energético que era el niño, ahora que lo pensaba tenía la apariencia de su padre y personalidad de su madre. Una mescla especial. Pero se alegró por aquel niño, aun después de todo, era feliz.
_ me gusta y dime naruto, ¿qué te pareció tu nuevo departamento? _ el viejo hokage pregunto, a la vez pidiendo su orden.
_ Esta increíble, gracias por el departamento, jiji _ el rubio agradeció.
El hokage le pareció divertido la actitud del niño, no parecía que le estaba hiendo mal, como él pensaba. Aun así se acercó al muchacho para hablar con él, interactuar y saber de su condición psicológica, temiendo que el niño odiase a su aldea por los idiotas del pueblo. Que no sabían más que darle un dolor de cabeza.
Y así pasaron un rato, el rubio y el hokage, hablando de cosas triviales, para el final del día, Hiruzen estaba aliviado de que el niño, estaba bien.
Ya en la anochecer, naruto se encontraba en su casa, mas con exactitud, en su baño, practicando como liberar su chakra con más facilidad. Y para la hora de dormir ya podía expulsar su chakra sin estar en pose de meditación y aunque le costaba un poco concentrarse, sabía que era un buen comienzo.
La luz del sol, molesto al niño de cabellera rubia, que se levantó y miro su reloj, era un poco más tarde que el día anterior, pero era comprensible por la manera que estaba entrenando su chakra hasta tarde. Y como era rutina, se fue a acerarse y luego vestirse. Hoy tenía pensado ir al bosque y buscar un lugar para ocultar su presencia.
Pero como ya conocía bien el pueblo, le fue sencillo buscar un terreno oculto entre unas rocas. Un pequeño claro de césped y con algunos árboles al final. Le pareció bien el lugar y empezó su entrenamiento. Tenía una promesa que hacer y para su desgracia su palabra valía más que cualquier cosa.
Empezó con lo básico, ejercicios de estiramientos, velocidad y uno que otro de fuera. Era un niño de ya casi 4 años de edad, teniendo en cuenta algunos libros de medicina que había leído, era malo para un joven de su edad hacer ejercicio de fuerza. Por eso se enfocaba más en ser más flexible y rápido, aun no era muy sano para su cuerpo practicar los ejercicios que dependían de su fuerza.
Su flexibilidad, era buena, tanto así que podía un Split perfectamente, y su velocidad era del promedio.
Y al terminar su rutina, empezó el entrenamiento de chakra, ya siéndole fácil expulsarla de su cuerpo, tenía algunas técnicas básicas que había leído en libro de chakra, uno de los entrenamientos más fáciles y principales era el escalar o pegarse a la pared mediante la concentración del chakra en sus pies.
Por lo que había entendido, el expulsar y acumular demasiado chakra en las piernas romperían la estructura que iba a trepar. Y como negativo, si usas poco chakra, te resbalaras. Todo era en un punto intermedio.
Parándose frente a un árbol, el rubio empezó a exponer su chakra y dirigirla a sus pies, decidió bajar un poco de su poder para no romper la corteza del árbol. Ya con el chakra que le pareció perfectamente equilibrado, empezó a subir el árbol, nunca dejando su concentración. Y al ver que estaba ya al final de árbol, se detuvo. Y empezó a nivelar su chakra, le pareció algo sorprendente de que le hubiera tenido éxito, pero dejo eso de lado para concentrarse en llevar todo su chakra a niveles controlados a sus pies. El objetivo del ejercicio era quedarse por unas horas ahí, controlando su chakra.
A la primera hora, ya no tenía que concentrase tanto, ya establecido cuanto poder tenía que enviar a sus pies. Aunque aún seguía parado y teniendo un poco de sudor en su frente. Pero viendo el progreso no se quejó.
Ya para el medio día, había caído al suelo agotado, tenía el cuerpo hecho trisas, se sentía débil, pero se paró para irse a su casa y comer algo. Su estómago le pedía a gritos comida.
En medio del camino observo algo que lo intereso, unos cuantos kunai, clavados en un árbol y viendo que había un poco de sangre seca, era muy predecible que esta área estaba abandonada. Se acercó para tomar todos los kunai que eran solamente 5. Pero estaba algo complacido de tener la suerte de encontrarlos, no sabía si el viejo de las tiendas de armas le vendería a él.
No queriendo que lo pillen lo guardo todo en una bolsa pequeña que tenía y se fue a su departamento. A guardar las armas.
En el camino pensó en todo estos dos tres días. Parecían que las cosas mejoraban para él, ya no le importaba estar solo, es más ni siquiera le intereso tener compañía. Estando mente y cuerpo en sus descubrimientos y entrenamiento. Había conseguido un departamento, el hokage le daba una paga mensual, que agradecía y ahora los kunai, parecía que cada vez su mundo se volvía mejor, solitario, pero mejor.
Había caído la noche y niño rubio se encontraba meditando, él tenía muchos conocimientos por los libros, pero esto era algo que estaba acostumbrado a hacer. Ignoraba completamente su alrededor y su mente lo dejaba en blanco. No era una forma de entrenamiento, pero era estimulante y relajante, teniendo una vida como la suya, era su droga para aliviar sus dolores mentales.
Medito por horas para después solo acostarse a dormir, mañana tenía que perfeccionar su escalada de árboles. Odiaba el día en que prometió en ser el más fuerte ninja del mundo. Se le había soltado cuando actuaba como un idiota, pero que podía hacer su palabra era ley para el mismo.
Pero en vez del sueño común, simplemente no pudo dormir por toda la información en su cabeza. No había tomado el hecho de que su padre era el yondaime hokage, alguien alabado por casi toda la aldea. Querido por muchas personas y respetado por millones.
Pensando en sí mismo, detallo su contraparte; él era odiado por toda la aldea, un odio injustificado, pero sigue siendo odio, no era respetado por nadie y nunca fue querido por nadie, bueno solo talvez por la familia del viejo teuchi. Algún día les agradeceré por hacerme sentir querido en ocasiones.
El analizo el hecho de que su padre le hubiera arruinado su vida, pero era comprensible, teniendo en cuenta que si lo sellaba en otra persona que no sea un bebe, hubiera sido diferente, la persona adulta no era manejable para tener ese poder, moriría en semanas o al instante, liberando igualmente al demonio, pero un bebe, era diferente, se podía moldear y vivir el proceso.
Todo su análisis acabo derrumbándolo al sueño.
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Habiendo una pasado una semana, los logros se volvieron grandiosos, las capacidades del rubio de resplandecieron; era tan elástico, que parecía inhumano, su cuerpo era capaz de doblarse hasta un cierto punto y era tanto su flexibilidad, que algunos ninjas estarían celosos, su velocidad aumento a nivel alto, pero lo que llamo más su atención era que era más resistente. Lo que solo podía dar 3 o 4 vueltas a su campo de entrenamiento, se trasformó a 15 hasta 20 vueltas con esfuerzo. Pero algo que si lo impacto fue el hecho de que tenía un factor de regeneración medio, supuso que era por parte del kyubi, pero esto aumento su entrenamiento. Sus músculos dañados y heridas leves eran sanados a la mañana siguiente. Eso ayudó mucho en su entrenamiento de velocidad.
Otro progreso enorme era su control de chakra, su caminata en los árboles, era más que perfecta. Y con ayuda de los kunai que había encontrado. Su lanzamiento de estas armas, eran de una forma decentes.
Para ganar experiencia, peleaba con algunos animales salvajes por ejemplo; osos, lobos y serpientes. Después de matarlos se comía su carne, para ganar proteínas. Ya que los aldeanos no le vendían nada o se lo vendían a alto precio, entonces en vez de perder su tiempo y quedarse enano por comer solo ramen, se enfocó en cazar su comida. Y gracias a sus habilidades le felicitaba su captura.
Tuvo un estirón considerable a la mitad de la semana, ya no era pequeño por no comer saludable, ahora era uno de los más altos de su edad, en la aldea.
Pero después de todo eso, su formación quedo parado. No había nada en la biblioteca para el control de su chakra y propuesto ningún Ninjutsu, ya que era una biblioteca del área civil y no del área shinobi.
El niño de cabellera se conformó con el entrenar con sus kunais y régimen. Estando ahora mismo apuntando a los diferentes objetivos, con una sola mano lanzo sus kunais a los blancos y solo cuatro acertaron, el último solo se desvió.
_ Esto es frustrante _ el niño se quejó, mientras recogía sus kunais. Aún estaba pensando en cómo obtener algún tipo de información para su formación. No había posibilidad que le pidiese uno al hokage, pero era el único que conocía, en el área shinobi.
_ ¿Qué es tan frustrante? _ hablo una voz desconocida, a lado del rubio.
Naruto se sorprendió de no haberlo visto o escuchado, pero no lo demostró, en cambio se calmó y miro al sujeto de alada. De pelo corto y negro, aproximadamente 12 o 14 años de edad y tenía el itallate de konoha en su frente. El rubio pensó que podría ser un uchiga por su apariencia.
_ ya no tengo nada por aprender y eso pauso mi entrenamiento, eso es lo que me frustra_ Naruto dijo calmado, ya que fue descubierto era mejor estar del lado del ninja, dándole lo que quería y a si, tendría una posibilidad de que esto quede en secreto.
_ entiendo, es obvio que no darían a un niño como tú esa clase de información, para empezar, cuántos años tienes _ el adolecente pelinegro pregunto de buena manera, casi jugando.
_ voy a cumplir 4 años en unos días _ el rubio contesto, honestamente importándole nada ese día.
_ ¡impresionante!, ni yo podría tener tan buen control del chakra a tu edad, pero aún sigo siendo impresionante _ el pelinegro hablo con orgullo, de forma cómica.
Por alguna razón Naruto, se alivió de que no sea como otros uchigas; orgullosos, fríos y mal perdedores, este tipo era muy diferente a los de su clan.
_ por cierto, soy shisui uchiga_ el chico pelinegro se presentó.
_ Naruto _ el rubio siguió al shinobi.
_ entonces, dices que te atoraste por no tener nada para aprender _ Shisui pregunto. Al niño que estaba al costado suyo.
_ así es al parecer _ Naruto contesto, mirando al chico.
_ Bueno, yo te enseñare algunas cosas, soy un chunin y ahora mismo no tengo nada que hacer, así que opinas _ el pelinegro pregunto al niño.
Naruto estaba ahora más que anonadado, un ninja chunin, estaba dispuesto a entrenarlo por simplemente el hecho de que estaba aburrido. Y ahora se preguntaba si alguna deidad, había escuchado sus quejas. Pero era demasiado bueno para ser verdad, aun así miro la expresión del pelinegro, parecía que estaba diciendo la verdad y sus instintos no temían ni le alertaban de nada.
Sus palabras parecían completamente verdaderas y sinceras. Y era una oportunidad única, no la desperdiciaría.
_ acepto, shisui-sensei, que vamos aprender hoy _ Naruto pregunto.
_ Mi pequeño alumno, veo que ya sabes el trepar por las paredes, que te parece si te enseño el nivel 2 _ shisui hablo, hablando como ya sabiendo perfectamente lo que iba enseñarle.
_ ¿nivel 2?, es una nueva manera de controlar mi chakra _ pregunto Naruto, muy curioso por tal enseñanza, en su mente pensaba en maneras de hacerlo, pero ninguna acertada.
_ ven sígueme, conozco un lago cerca de aquí _ shisui a camino hacia adelante, siendo seguido por un rubio muy interesado.
El rubio miro tranquilamente los arboles a su alrededor y para terminar en un pequeño lago, miro como su maestro avanzaba y no se detenía al enfrentar el agua. Otra vez sorprendiéndole como el chakra hacia cosas maravillosas.
Su nuevo maestro, pisaba el agua como si fuera el suelo mismo, observaba como como dirigía el poder en forma diferente a sus pies. El chakra que utilizaba en vez de ser solo enviar el poder, él lo hacía fluir, Entonces quiso intentar hacerlo. Ya teniendo una idea clara de la técnica.
Se concentró en hacer fluir su chakra y una vez que lo obtuvo, camino hacia el agua. Cerró los ojos para mejorar su concentración, ya que esta vez, su control de chakra era diferente, tenía que hacer tres cosas; producir, trasformar y enviar. Pero sonrió un poco al sentirse aún seco.
Shisui uchiga, se sorprendió de gran manera, de cómo su alumno, había dominado la técnica, si no fuera porque sus ojos eran azules y tenía el pelo amarillo como el sol, hubiera pensando que él era de su familia, un uchiga. Pensó que era asombrosa como el niño de apenas 4 cuatro años, pudiera trepar los arboles mediante su chakra, pero ver como manejaba la práctica de caminar sobre el agua era expedido. Pero el joven pelinegro se rio un poco de como su alumno al abrir los ojos, inmediatamente cayó al agua.
Unos minutos más tardes se podía ver como un niño rubio estaba empapado de agua, frunciendo el ceño por como su maestro se estaba riendo más fuerte. Y comprendió que el momento era gracioso, ya que si estuviera en el lugar de shisui, también se reiría, era un niño después de todo y siempre le gusto las bromas.
_ Jajajaja, hay niño, me haces el día, jajaja _ el uchiga se reía más y más. Tardo unos momentos para que se calmase y mirarse al niño.
_aunque estoy impresionado, de que si quieras pudieras caminar a la primera, no muchos pueden hacer eso, como recompensa de tu desempeño, hoy invito el almuerzo, te gusta el ramen_ shisui pregunto, pensando en ese caldo de cerdo que le gustaba comer, no como el dango que siempre le hacían comer.
_ Si y se me antojo ahora mismo, que lo has mencionado _ Naruto contesto contento, estaba feliz de comer con alguien, que lo podía considerar un amigo. Una sonrisa sincera descansaba en los labios del rubio.
_ vamos entonces, ya huelo el caldo de cerdo _ shisui hablo, haciendo que el rubio asintiera con aprobación. Y ambos caminaron hasta el restaurante.
Ese día, Naruto, conoció la amistad y aunque le costara pensar que se dé realidad, las acciones del joven pelinegro, eran tan convincentes que no mentían. O eso esperaba el niño.
Pero mientras más se conocían, era mejor, el entendimiento de aquellos muchachos.
Pasaron tres días y la fecha más esperada por la mayoría de los aldeanos, hoy era el día, donde su yondaime hokage venció al kyubi, trayendo la paz a la aldea y con su vida perdida en batalla. 10 de octubre, no solo un día patriótico, también el cumpleaños de cierto rubio. Quien solo se quedaba en casa esperando que el día termine.
A él no le gustaba esta fecha por razones justificadas, casi toda la aldea, buscaba una excusa barata para lastimarlo verbalmente o físicamente. Y en vez de pensar en el día de su cumpleaños, pensó en estos 4 días con su nuevo maestro/amigo.
No solo había dado un paso enorme a su entrenamiento, también había ganado un amigo real.
Su velocidad había sido llevada a niveles sorprendente, hasta para él. Al igual que su resistencia, era como una máquina que podría correr unas buenas horas, sin frenar. Y gracias a su flexibilidad, pudo aprender taijutsu de su gran maestro y aunque no era del todo perfeccionado, podía contarse como un buen menú para su arsenal.
No aprendió ninjutsu ya que sus sensei querían mejorar su control de chakra para comenzar con eso. Y hablando de control de chakra, los avances de Naruto, fueron abismales, no solo, ahora podía trepara por las paredes, si no también caminar por el agua y con mucha facilidad, tanta que podía dar batalla con shisui y no perder la concentración.
Su amistad con el uchiga, también había mejorado y ahora, aunque no lo diría en voz alta, consideraba a shisui como el hermano mayor que nunca tuvo. Tenían gustos similares y era un poco bromista. Y esa soledad que tanto estaba consigo parecía estar alejándose.
El rubio se levantó al escuchar unos toques en la puerta y al abrirlo, se encontró con un uchiga pelinegro, con una pequeña caja en sus manos.
_ ¿sensei? _ Naruto pregunto.
_ claro que sí, traje pastel por tu cumpleaños, vamos a comerlo _ shisui hablo con una sonrisa, mientras entraba al departamento de su alumno.
Y ese fue el primer cumpleaños que el niño rubio celebro y no era el último. Ya que su amistad continuaría hasta algunos años más.
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