capitulo 2

Fuerza y dolor

Eran un día tranquilo en la aldea escondida entre las hojas, cada nuevo alumno integrante a la academia ninja estaba emocionado, no había ningún niño que no estuviese feliz de convertirse en un ninja, pero solo pocos sabían lo que realmente significaba entrar a la academia ninja.

Era el comienzo de una carreara donde derramarían; lagrimas, sudor y sangre, aunque en la mayoría de vece no proveniente de ellos. Lo que pocos chicos o chicas conocían, es que una vez que comienzas la carrera shinobi, no había vuelta atrás. Algunos incluso serian solo carne para fusil, pero eso no les importaba, estaban contentos de ser fuertes y asombroso shinobi.

Iruka Umino, estaba mirando la lista de su nuevo grupo de clases, el había leído la lista muchas veces, dándose cuenta de que la mayoría eran hijos de los patriarcas de los clanes más importantes de su aldea, futuros líderes. Noto algunos nombres civiles también, pero el que le llamo más la atención era cierto alumno.

Naruto Uzumaki, jinchuriki del zorro de las nueve colas, un secreto de rango s. no sabía mucho del rubio, ni mucho menos interactuó con chico. Por eso mismo estaba curioso de cómo podría destacar, era huérfano y no creía que tendría un buen entrenamiento ninja, como los jóvenes herederos de sus compañeros. Hasta dudaba que el muchacho sepa leer o escribir. No es que digiera que muchacho fuera tonto, tal vez sería más listo y maduro por lo que tuvo que llevar en su vida. Pero descartaba la idea de que alguien le enseñe algo, el mocoso tenía una popularidad negativa.

Y aunque no le agrade el muchacho era su deber como maestro educar correctamente a todos alumnos, si el niño tenía problemas para seguir el paso de sus compañero, el mismo se quedaría unas horas extra para ayudar al muchacho.

Entonces escucho la puerta del salón abrirse, solo para sorprenderse al ver entrando de ella, al rubio que estaba pensando, se sorprendió un poco por su altura, era alto, mucho más que cualquier chico de sus edad, también le llamo la atención su vestimenta; un pantalón ambu negro, polo manga larga del mismo color, una camisa azul noche y en las parte las muñecas tenia amarrada vendas blancas. Su cabello estaba cortado por la parte izquierda, dejando parte de arriba y derecha cubierta con sus cabellos rubios, dándole un toque de chico malo, pero con su vestimenta corregía su rebeldía.

Ambos se miraron por un momento, el rubio le asintió aburrido en forma de saludo y se fue a uno de los asientos del fondo, dejando a su maestro pensando.

Naruto, estaba aburrido, no es que sea por despertarse temprano, él ya estaba acostumbrado a despertar a estas horas. Solo tenía un pensamiento en punto muerto, no sabiendo cómo llegar más lejos con su katana. En esa área estaba completamente flojo, no es que no fuera bueno, no, el caso era diferente, el rubio no sabía cómo mejorar con ella, como lo había hecho con sus demás habilidades. Sus taijutsu era su área más fuerte y eso sin todavía estar mejorando en su nueva forma de pelear, su control de chakra había regresado a su mejor momento y su ninjutsu era pocos, pero letales y bien controlados. Habiendo dejado de lado a su kenjutsu, por hace unos días atrás intento encontrar formas de aprender más sobre ella, pero todos sus descubrimientos eran lo mismo de todo.

Y hasta ahora no había ningún rastro de su maestro, la misión que habría tomado, debe ser muy importante para que durase tanto tiempo.

Se sentó mirando a ningún lado en particular, estando solo pensando en cosas cotidianas.

Parte del maestro, se encontraba algo curioso por el simple saludo de su alumno, parecía callado y tranquilo. Se alegró de ello, no creía ser capaz de aguantar a un rubio, bromista y tonto.

Ambos esperaron en silencio a los demás alumnos, que en una hora habían llegado, poco a poco cada estudiante entraba y se sentaba con un conocido o amigo que se llevara bien.

El rubio miraba a todos aburridamente, pero eso solo demostraba sus ojos, ya que por dentro analizaba a sus compañeros de clase.

Naruto era consciente de que sus compañeros, eran herederos de clanes importantes de la villa. Al primero que observo con sus ojos, fue al inuzuka, siendo demasiado obvio por sus rasgos caninos y el perro pequeño que tenía en su cabeza; por lo que vio era un chico demasiado presumido y energético, declarando algunas veces que era el alfa a sus compañeros del costado.

El otro alumno a su costado era un joven regordete y con unos remolinos en sus mejillas, seguramente del clan akimichi; su actitud era tranquila y comelona, estando ahora mismo comiendo unas papitas.

El siguiente era un niño con un peinado de piña, parecía cansado y se durmió en su pupitre, tenía una actitud, de que no quería estar aquí. Un Nara pospuesto, el rubio, sabia de ellos, era el clan de puros estrategas y con una manipulación de las sombras, que le aprecia muy eficaz a su parecer.

Atrás de ellos alguien que se sorprendió de verla de nuevo, era la misma chica quien dos veces había ayudado, Hinata hyuga, heredera del clan hyuga, la conocía más que los demás, era tímida, amable y callada. Naruto se alegró de que estuviese bien, no le hubiese gustado que su ayuda fuera en vano.

Girando su vista para ver los alumnos más alejados, se encontró con unos ojos verdes pálido, que lo estaban mirando con atención.

La chica de ojos verdes pálidos, al ver sido pillado mirando a su compañero, giro completamente la vista a otro lado.

Naruto, sabía o tenía una suposición de quien era, un yamanaka, eran los únicos rubios, además de él, que Vivian en la aldea. El joven se preguntó si su cabello se veía mal, se lo había cortado de la parte izquierda, para no tener muchos problemas al combatir, por lo que vio, la niña yamanaka, tenía una actitud amistosa con su compañera de lado.

De cabello rosa claro, delgada y unos ojos de color verdes más fuertes que los de su compañera. Parecía que era de un clan civil. Y tenía la misma actitud que la de su costado.

Apartando su vista de ellas, miro a las primeras filas y miro a un chico pelinegro, pálido y con una apariencia algo fornida. Un Uchiga, el clan de sus sensei. Con gran orgullo en la parte de atrás de su camisa azul, tenía el logo de su clan.

Y regresando su vista a lado suyo, Naruto se quedó un poco atento al chico de su costado, era alto, pero no tanto como el, tenía una ropa que no dejaba ver mucho y usaba unos lentes negros. Por los oídos tan afinados que tenía, escuchaba algunos movimientos en el. Parecía incestos, y supuso que era del clan aburame, un clan conocido por su colaboración con sus insectos.

Iruka se levantó de su asiento y miro su tablero de mano, para tomar la asistencia. A Naruto le importuno menos escuchar los nombres de sus compañeros. Solo levanto su mano cuando llamaron a su nombre, había sentido miradas sobre él, como curiosa, amistosa y sorprendida.

Las clases fueron sencillas, hablando solo un tema de historia, como se fundó si aldea, la colaboración de hachirma senju y Madara uchiga, creando un lugar donde hubiera paz. Para Naruto, era algo que podía respetar. No muchas personas harían algo por el bien común. En vez de solo juntarse y ordenar orden con sus poderes, crearon un sitio donde los clanes pudieran vivir tranquilos.

Entonces vinieron las evaluaciones físicas, algo que el rubio estaba esperando, quería saber cuál era la diferencia de él y sus compañeros de clases. No tenía la intención de sentirse superior, quería demuestra algo a sí mismo, su fuerza, contra la fuerza de las personas que lo tuvieron todo.

Desde un tiempo, Naruto se preguntaba hipotéticos casos que sus padres estuvieran vivos, si hubiera adquirido la fuerza que tenía con ellos vivos.

Pero no sabía cómo demostrar eso, pero ahora tenía la oportunidad de saberlo, sus compañeros de clanes, que tuvieron padres y madres, amigos y poder. Contra él, que no tuvo nada de eso hasta los 4 que conoció a shisui, por eso no presentar al público sus técnicas, solo pura fuerza y velocidad que pudo recolectar con el pasar de los años.

Naruto solo instrucciones de su maestro y por lo que escucho, primero era la práctica de lazar kunai y churiken, algo que había perfeccionando con su sensei.

Las posiciones estaban por medio de lista, colaborando que era el último, al rubio le pareció bien, podría ver cómo le iba a sus compañeros. La prueba consistía en lazar 5 churiken y kunai, en blancos de una distancia de 8 a 10 metros. Cada acierto era dos puntos y el puntaje perfecto era de 20, el reprobatorio era de menos de 12. Pero como solo el profesor quería saber el potencial de cada alumno, no incluirá este ejercicio en notas, tal vez solo un informe al hokage, de sus futuros ninjas de konoha.

Lo que vino, le pareció decepcionante casi todos en su mayoría habían desaprobados, solo dando uno o dos aciertos. Solo dos alumnos pudieron aprobar, con 6 y 7 aciertos al blanco. El uchiga y aburame, eran lo más preparados.

El rubio se acercó a recoger los churiken y kunai, cuando su nombre fue mencionado, observo que algunos maestro de solones contrario lo miraban con desprecio y odio, lo alumnos con curiosidad y pocos con esperanzas. A él no le importo mucho y solo miro sus objetivos, no queriendo demorar más lanzo todos de un solo movimiento de sus manos.

Los alumnos y profesores que miraban al chico, se quedaron mirando como el chico rubio que estaba a punto de hacer su lanzamiento, maestros y alumnos superiores miraron con burla cuando el niño demonio, había decidido lanzar todos de una. Alguien que también sonrió con burla fue un pelinegro, quien creía ser más poderoso y habilidoso, por ser un uchiga y haber tenido un entrenamiento por su hermano, que era un prodigio en las artes ninjas.

Ino yamanaka, miraba al chico que le llamo su interés con mucha curiosidad, ella no sabía mucho de su compañero rubio, pero tenía un presentimiento de que aquel niño, era alguien fuerte. No solo porque había sido un poco atraída por él. Si no, por su aura que decía peligro.

Hinata hyuga, miro con seguridad y timidez a su enamoramiento, ella estaba al tanto de las habilidades de su Naruto, quien no solo derroto de una manera fácil e imaginable a sus agresores, sino también, porque tenía una seguridad absoluta de que el rubio podría hacerlo, no por nada, era su salvador.

Todos quedaron atónitos, por el resultado del rubio, habiendo dado todos en el blanco, obtuvo un perfecto 20, algo que solo se había visto en la generación de itachi uchiga y hatake kakachi. Los profesores abrieron los ojos, he Iruka que estaba cerca del rubio, evaluándolo, le pareció una increíble demostración de habilidad, o todos los días podías ver a alguien así.

Sasuke uchiga estaba molesto, no solo había sido derrotado, si no, había sido humillado por un dobe. Estaba enojado también enojado consigo mismo de no ser así de fuerte, de no esforzarse más y no hacer que el nombre de su clan se escuchado por su habilidad, apretó los puños y juro que la próxima prueba iba a ganar.

Ino yamanaka, salto de alegría y chillo un sí, en forma de celebración pero se calmó al ver que había llamo un poco la atención de sus compañeros.

Hinata solo sonrió por el resultado. Pero también miro a su compañera rubia a su lado, no sabía, pero sentía que la niña era una amenaza para su acercamiento a su salvador.

Naruto por su parte, volvió al sitio donde estaba mirando los resultados, esperando las órdenes de su maestro.

Iruka ya recompuesto, continúo con las pruebas para medir el nivel de cada estudiante. La batallas dos contra dos, aun no podía incluir pruebas de ninjutsu, eso era para más adelante. Llamo a cada alumno por su nombre y los agrupo en dos, dejando aparte el de las niñas, siendo ellas que se estaban negando hacer la prueba, por llamarlo bárbaro para ellas.

Así que solo tomo en cuenta a los niños, que estaba más interesados en las peleas. Soltando un suspiro, Iruka comenzó las batallas. Y como era de esperarse de niños, solo algunos demostraban una que otra habilidad con su taijutsu, pero era mínimo a lo que vería por la siguiente pelea.

Los dos últimos nombres de la lista; Sasuke uchiga contra, Naruto Uzumaki.

Naruto, camino tranquilo hacia el círculo donde le tocaba pelear, observo como su oponente hacia lo mismo, pero observando su rostro parecía que estaba degustado con él. Conocía muy bien lo orgullosos que son el clan uchiga, pero le pareció algo preocupante que un niño tuviera tanta arrogancia, analizando las cosa, tenía una idea hipotética de que el joven frente a él, causaría algún problema en un futuro, pero no le importaba en absoluto, estaba en una batalla y no ahora otra cosa que concentrase en ella.

Sasuke uchiga, estaba cabreado, delante de él estaba la persona que lo supero en la prueba anterior, con una mirada aburrida. Como si estuviera peleando con un adulto que lo trataba como un niño pequeño, eso lo molesto, cuando escucho la partida comenzar, se posicionó en la postura firma de su clan, el puño interceptor.

El rubio miro como el pelinegro, hacia la postura de su sensei, cerró los ojos y suspiro, el niño era tan ignorante u orgulloso que no entendía bien como funcionaba su taijutsu, no solo porque era un niño inexperto en predecir golpes, si no por el hecho que no tenía lo fundamental para complementar su taijutsu, el charingan.

Abrió los ojos para iniciar una breve conversación y enseñarle un par de cosas a su adversario.

_ eres estúpido _ Naruto preguntó, mirando a su oponente como si le faltar un tornillo.

_ ¿Qué?, a quien le dices estúpido, dobe _ sasuke hablo irritado, por ser insultado por un don nadie.

_ crees que con ese estilo, podrás derrotarme _ Naruto declaro, simplemente parado, sin tomar ninguna postura.

_ este estilo es el mejor, es del clan uchiga, mi clan, no te pongas arrogante por haberme vencido en la anterior prueba, dobe _ sasuke dijo, mientras aun miraba detenidamente a su oponente.

_ no estoy cuestionando tu fuerza, solo estoy hablando sobre tu taijutsu, no tienes lo necesario para usarlo _ Naruto explico.

El pelinegro, sabia de lo que hablaba el rubio, era cierto que le faltaba un requisito para tener completamente dominado su estilo de lucha, el charingan, una herencia ocular e gran poder, en su clan. Y aunque no lo tenía, estaba seguro que con su fuerza podría vencer al dobe delante de él.

_ no necesito, soy completamente fuerte para vencerte _ sasuke alardeo.

Naruto entendió que no solo ignorante, también arrogante a niveles altos. Hablar con la seria como hablar con una piedra. Entonces solo espero que su oponente venga contra él y que observara, sintiera la realidad.

Como el rubio había pensado, el uchiga vino contra el con un golpe directo hacia su pecho, el en un movimiento simple, lo esquivo poniéndose a un lado y con una gran velocidad, lanzo su contragolpe, directo a su mentón. Haciendo que el pelinegro quedara inconsciente, por los innumerables golpes que su cerebro recibía al chocar con su cráneo.

Todos los alumnos, escucharon la conversación de sus dos compañeros y no entendieron de lo que hablaban o se referían. En cambio Iruka que estaba cerca para escuchar, entendió perfectamente todo y por lo visto saco conclusiones de sus alumnos: el pelinegro, uchiga era tan demasiado arrogante para ser un niño, eso era malo y hablaría con el hokage sobre proporcionar ayuda psicológica al muchacho.

El otro, Naruto Uzumaki, era tranquilo, inteligente y perspicaz, ya estaba impresionado por sus Azaña anterior, ahora si estaba seguro de que su alumno rubio era alguien extraordinario, por su dialecto, noto que era alguien culto. Esto información se lo daría al hokage rápidamente, al terminar su clase.

Pero cuándo todos vieron caer el cuerpo inerte de conciencia del uchiga, todos quedaron ya por tercera vez en el día, sorprendidos. Estaban seguro de quien era el más fuerte de la academia, demostró su fuerza en un solo golpe y eso empezó un cadena de eventos. La fuerza mostrada ante ellos, era lo suficiente para saber que no deben molestar al niño rubio.

El maestro Iruka, termino el partido, dando como vencedor a, Naruto Uzumaki, también llamando a la asistencia médica para que revisen el estado del niño pelinegro. Dejando las clases por terminado, Iruka se fue a dar su informe al hokage.

Mientras tanto, Naruto, salía de la academia ninja, caminaba su casa para planear como mejorar con su katana, en medio del camino escucho que alguien lo seguía, no demostró ninguna reacción, pero se giró para ver una Hinata escondida, sonrió un poco al verla por lo tímida que era, sabía que por la demostración anterior, podría influir temor en las personas, no era algo nuevo que siempre las personas temieran un poder que no pudieran controlar.

Usando su velocidad, se posiciono detrás de la niña peli azul.

_ no deberías temerme, somos compañeros después de todo, ¿no? _ Naruto hablo, mirando como la niña se quedó paralizada y poco a poco, giraba su cabeza para verlo de frete.

_a- n-naruto-kun, l-o siento, no era mi intención molestarte, yo, yo, _ fue lo último que dijo la hyuga, que estaba hirviendo de rojo por la vergüenza de ser pillada, después de ser descubierta se desmayó.

Afortunadamente el rubio pudo cargarla antes de que caiga, sosteniéndola en sus brazos, teniendo la niña inconsciente, Naruto no tenia de otra que llevarla casa, solo pudo suspirar, por lo raras que eran las niñas de ahora.

El día paso tranquilo después de que el rubio dejo a la niña en su casa, o dicho, lo entrego a su padre quien estaba esperando a su hija. Después de un agradecimiento cordial, siguió su camino, el cual era su casa.

Durante el camino, pudo ver las miradas que estaba acostumbradas a ver; odio, asco y miedo, desde los 5 años de edad, esos ojos que lo miraban y lo señalaban ya no les tomaba importancia, el rubio no se dejó intimidar por ese odio, lo combatió desde que tenía razón y no tenía por qué rendirse ahora. El asco que sus oídos escuchaban era como alabanzas a ser mejor, a fortalecerme y no depender de nadie para serlo. Y el miedo que ellos sentían hacia él, era justificado, deberían temerle, no por ser el portador del kyubi, no, deberían temer en lo que se convertirá.

Un ser que demostrara lo que es la fuerza al mundo entero, con solo el habla de sus puños, piernas y poder.

Y así paso unos años demostrando su fuerza, los estudiantes y maestros creado rumores de su fuerza. El hokage aceptándolo como un ser y no un niño. Todo era una rutina que Naruto estaba aburriéndose, para su mala suerte, hay cosas que ni el hokage podía hacer, dando a demostrar sus habilidades al público, el consejo retraso su ascenso a genín y solo podía graduarse al mismo tiempo que sus compañeros, no es que llegara a molestar al rubio, pero se estaba aburriendo de solo estar jugando con su clase.

Un Naruto de 7 años, entrenaba como de costumbre en su área de entrenamiento secreto, ya había paso mucho desde que no había visto a su sensei, aun así no paro con su entrenamiento, no solo había mejorado considerablemente a su fuerza, velocidad y control del chakra. Su katana ahora era suya, no solo físicamente, se había hecho uno con su arma, tanto así que lo consideraba un amigo, hermano y rival.

Su técnica y habilidad eran una sola, no había cosa alguna que no pudiese cortar, tomo meses practicar con ella para conseguir el pensamiento de que era solamente una extensión de su cuerpo, pero la gente solo se quedaba ahí, no perfeccionando esa extensión que le proporcionaba el arma. Era notable que Naruto era perfeccionista en sus habilidades.

Ya era tarde y se veía la luna entera, a todo su esplendor, y el joven rubio dejaba que cuerpo volviese a tensarse al escuchar un ruido proveniente de los árboles de su en frente. Al abrir sus ojos que la tenía cerrado por su concentración, los abrió un poco al ver su sensei, shisui uchiga, preocupado por ver que derramaba sangre de sus orbitas oculares, se acercó rápidamente a ayudarlo. Pero una mano de su sensei, lo detuvo.

_ es bueno, saber que aun entrenas hasta tarde, Naruto _ shisui hablo algo alegre, aunque no pudiera ver, por no tener sus ojos. Sabía que su alumno estaba preocupado y tenía muchas preguntas por su situación, pero no era la hora para eso, más adelante entenderá lo que está a punto de hacer, su última voluntad.

_ De aquí hacia adelante, habrá problemas, Naruto, demasiados y quiero que estés preparado para eso_ shisui hablo, acercándose a Naruto, quien se mantenía callado para escuchar su sensei, que parecía estar despidiéndose.

Naruto se quedó quieto por el movimiento que hizo su sensei, un abrazo fue lo suficiente, para que el niño que aun tenia dentro, sintiera perdida. He inconscientemente imito el gesto de su hermano.

Shisui abraso tiernamente a Naruto por su cabello, era la última vez que sabría o escucharía a su hermano menor. Como él lo consideraba, estaba gravemente herido y no tenía sus ojos. Entonces haría lo único que podía hacer por su otouto, despedirse. Y antes que Naruto preguntara, el de porqué del abrazo.

_ te quiero, hermanito, espero que puedas perdonarme por esto _

Fue rápidamente noqueado por un golpe en la nuca, de parte de shisui.

Quien sintió como su hermano rubio caía al suelo, usando todos sus sentidos, puso sus manos en uno de los ojos del rubio y en un rápido movimiento le arranco uno de sus ojos. Para luego sacar de uno de su pergaminos el remplazo.

Un charingan, con tres tomes en él, lo coloco en la cuenca vacía de su inconsciente hermano. Y uso ninjutsu médico para estabilizar el trasplante, ya sabiendo que el factor curativo que tenía su alumno, completaría su trabajo.

Ya con su trabajo completo, shisui escondió a Naruto en unos arbustos y se fue del lugar para conversar con alguien, también especial para él. 

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A la mañana siguiente, Naruto se despertó sudando, su agitación y dolor en su ojo izquierdo provoco que inconscientemente se tomara este para aliviar el dolor. Sitio el frio del lugar y se fijó que estaba entre unos árboles. Miro atentamente el lugar, se levantó del suelo para ver su campo de entrenamiento y un poco más alejado el color carmesí de la sangre manchando el suelo.

De un golpe los recuerdos de antes que quedar inconsciente, llegaron, sus puños se apretaron con fuerza, tanta que sangro, recordó la despedida de su maestro, como le hablo que se cuidase, que lo quería como su hermano y que lo perdonase. Unas lágrimas fueron el detonante para darse cuenta del dolor en su ojo izquierdo, en esta única ocasión, detestaba y odiaba con el alma de ser tan perspicaz con la mayoría de cosas.

Sacando un kunai, miro su reflejo con él. Sola para frustrase aún más y enojarse con todo, los tres tomoes de un charingan maduro, estaban moviéndose agitadamente y convirtiéndose en un forma de churiken de cuatro puntas. La sangre en sus puños se volvió un poco más intensa y las lágrimas aumentaron.

Naruto sabía de quien era este ojo y no quería pensar de que era de él, pero definitivamente el reconocía que estaba en una etapa de negación. Se arrodillo y miro al suelo con lágrimas, quiso gritar, ya que este era un dolor, un dolor que nunca había sentido. En toda su vida, habiendo sufrido con el desprecio, odio y soledad, de la aldea. Ni los golpes, ni cuando se torcía los dedos de tanto entrenar, rompiéndose los huesos para solo superarse.

Ni uno de esos dolores se sentía como esto, le dolía y mucho.

El joven rubio se quedó ahí, en su misma posición, recordado, pensando y reacomodando su pensamientos, pasaron horas en las que el Uzumaki solo dejo de llorar y miraba el cielo, ahora no solo recordando y hablando mentalmente con su madre y padre, si no con su hermano. Y aunque no tuviera las ganas de levantarse, lo hizo, Solo para ir a la torre hokage, en un paso lento.

Cuando llego, ignoro a la secretaria y solo camino hacia la oficina del hokage. Una vez ahí entro por la puerta sin pedir permiso. No se dignó a mirar al hokage y solo se sentó en la silla que estaba al frente de su escritorio.

Hiruzen, miro preocupado por como Naruto, entro callado y con la cabeza baja hacia el asiento del frente. No tenía ninguna conjetura exacta de lo que hubiera pasado para que el joven Uzumaki estuviera en ese estado. Y no sabía que era tan importante para que hubiera un rastro de tristeza en el.

Había pasado un año desde la última conversación con el niño y el tema era algo sensible, como la identidad de sus padres y ni eso lo afecto, se preguntaba que era tan malo para estar todo deprimente. Por las notas que Hiruzen recibía de Iruka, tenía una idea de cómo era el chico en realidad.

Sus resultados eran los mejores, taijutsu no tenia, pero lo recomenzaba con una gran fuerza y velocidad. Ninjutsu básicos de la academia eran excelentes y su conocimiento en exámenes escritos, era buenos. Era amable con las personas que no lo molestaba, no sonreía mucho y en ocasiones lo hacía, era calmado y muy perspicaz. Todo un paquete completo de un ninja, desgraciadamente no pudo accederlo como genín por el consejo, algo que no lo molesto porque, el niño era habilidoso y no parecía afectado por negarle un acceso. También pensó que sería bueno que el niño conviva con niños de su edad, para que establezca amigos, pero por lo reportes, se hablaba con pocas personas.

Mirando al niño delante de él, con su cabello rubio tapando sus ojos y silencioso, espero que el niño, empezar la conversación, cosa que paso.

_ ¿puedo confiar en usted, hokage?_ Naruto pregunto, aun mirando el suelo, pensando en las palabras que iba a decir, con tal las respuestas del hokage.

Hiruzen lo miro por un momento, entendía mucho la desconfianza del chico, no se molestó o entristeció por eso, cualquier niño desconfiara de todos, si pasaran un día en la vida de Naruto, esta vez, no quería ser el hokage que hablara, el niño no necesitaba eso, ahora lo que necesitaba era un abuelo. Con sus manos indico unas señales para que los ambus se retiraran de su oficina y luego de que se fueran, hizo una señal de manos para activar los sellos de privacidad.

Con todo el perímetro cubierto, se quitó el sombrero de hokage y se acercó al niño, tomando con su mano su hombro, sonrió un poco para animar confianza.

_ puedes confiar en mi Naruto, ahora el hokage no existes, me tienes como un amigo que quiere ayudar _ Hiruzen hablo calmadamente. Naruto tardo un rato pero asintió un poco feliz.

_ Gracias, pero, para confiar en usted, puedo preguntarle algo y usted puede responder con la verdad, necesito saber esto y le agradecería mucho si lo confirmara _ Naruto otorgo la oportunidad al viejo. Quien aunque era algo prohibido rebelar alguna clase de información, por esta vez rompería su norma como hokage, para poder ser de confianza al joven.

_ responderé con solo la verdad, Naruto, que es lo que quieres saber _ Hiruzen acepto.

Naruto se sintió un poco contento de tener a alguien de confianza, que pudiese hablar con él y aunque nunca le había importado el hokage, era la persona más amable con el después de shisui, solo esperaba que no sea un mentira.

_ ¿es verdad, que shisui uchiga, falleció? _ Naruto pregunto al hokage, con melancolía y no quería escuchar la respuesta, pero tenía que hacerlo y negar la realidad, pero aun así tenía la esperanza de que estuviese vivo.

Hiruzen parpadeo un poco por la sorpresa, no sabía que el niño, conociera al ambu uchiga, aun así entendía que shisui era importante para el niño, pensó en que quizás lo consideraba alguien cercano, tal vez un hermano. Y como todo hermano perdido en batalla, solo quería saber la condición de él.

Lamentablemente, Hiruzen había recibido informes de itachi uchiga, de la muerte de shisui, de que se lanzó a un barranco para suicidarse. Y también hablaron sobre esa decisión y el joven uchiga dijo, que había sido atacado de gravedad y quería otorgarle el despertar de su mangekyou charingan, como último sacrificio.

El viejo bajo la cabeza para responder la podrida verdad al niño.

_ Lo siento mucho Naruto, pero shisui uchiga murió anoche _ declaro Hiruzen.

Naruto nuevamente apretó sus puños y se puso a llorar, aunque era fuerte, maduro e inteligente para alguien de su edad, aún era un niño de 7 años, que solo había sentido el amor fraternal por solamente una persona y ahora esa persona estaba muerta.

Hiruzen al ver al niño llorando, lo abrazo al niño, para intentar consolarlo en su pena. No quiso preguntar o no era la hora para hacerlo, tenía muchas preguntas para el rubio, que ahora lloraba en su hombro, no era el momento para hacerlo. Había pasado unos minutos y Naruto se tranquilizó.

Cerró los ojos por un momento, y respiro, tratando de relajarse.

Una vez que sarutobi, miro que se calmó, dejo el abrazo y volvió a su asiento, pero aun dejando su sombrero de lado. Miro al niño que se calmó y volvió a su típica mirada. Seria, con una sonrisa amable y teniendo una actitud relajada, pero si mirases un poco mejor, notarias que estaba un poco triste.

_ como puedo confiar en usted, puedo suponer que me guardaría un secreto, por unos años _ el niño dijo, más que una pregunta, había sido más una afirmación, que el viejo hokage asintió con algo de seriedad y un poco feliz de que el hijo de Minato y kushina confiara en él.

_ puedo hacer eso, Naruto, nada de esta conversación habitación saldrá _ el hokage explico, había mandado a sus ambus afuera desde el principio de la conversación y había puesto los sellos de privacidad, no se preocupa de que alguien estuviese escuchando algo.

Naruto, también estaba al tanto que no había nadie en la habitación, hace algunos meses ya había aprendido como detectar algunos ninjas en un área cercana. Por lo que sabía él estaba solo con el hokage y podía confiar en el anciano, como una vez lo había hecho con shisui.

Levantando la vista para que el sandaime mirase su rostro, pero aun con los ojos cerrados, los abrió los ojos lento y una vez completamente abiertos hablo.

_ tengo un charingan, el charingan de mi sensei shisui _ Naruto explico.

Ahora mismo todo tenía sentido para el hokage, él porque Naruto estaba triste, pero todo eso se fue al tacho, cuando sarutobi miro el ojo charingan en el lado izquierdo del niño.

Se levantó de su asiento por la sorpresa para mirar más de cerca el charingan de Naruto, esto le recordaba a uno de sus ambus actuales, kakachi hatake, pero la diferencia era que Naruto no tenía la cicatriz y kakachi sí.

No acuso de nada al rubio, ya que como había dicho Naruto, shisui era su sensei y no creía capaz al niño, arrancar el ojo de alguien tan importante. No es que dudara de las habilidades del rubio, pero shisui era alguien muy fuerte, no había probabilidad de que Naruto lo hubiera vencido.

Solo pudo pensar, que shisui se lo implanto como último regalo, al igual que itachi, al ayudarlo a despertar su mangekyou charingan.

_ entiendo, no quiero que me expliques por el momento, sé que lo harás cuando estés listo, pero dime, que piensas sobre esto _ el hokage pregunto, al joven rubio.

_ Que será un problema ocultarlo, pero estoy muy agradecido de tenerlo, es un recordatorio _ Naruto dijo, algo contento de tener algo para recordar a su sensei.

_ es bueno que pienses así y claramente será un problema ocultarlo, pero no te preocupes, le mandare un informe falso a Iruka, tu maestro de la academia, para que todos en tu salón piensen que tuviste un accidente _ el hokage dio una alternativa jugosa para el niño, quien se lo pensó y asintió por la buena idea.

_ gracias, supongo que no tengo que preocuparme a que la clase entera esté al tanto de mi ojo, faltante, ojala pudiera decir eso del consejo de ancianos, no creo que les guste un jinchuriki medio lisiado _ Naruto escupió con humor, no hubiera sido diferente a como metían sus narices en su ascenso a genín.

Para el viejo profesor, no le pareció sorprendente el hecho, de que el rubio supiera de su inquilino dentro de él. Con lo listo que era Naruto, parecía que el descubría por cuenta propia los secretos de la aldea. Le parecía divertido como bromeaba con su faltante ojo.

_ jajá, no creo que les importe, ya que el informe que les otorgare, será el mismo que le daré a Iruka, no te preocupes _ Hiruzen explico, los temores del rubio.

_ eso sería bueno, pero bueno necesito descansar, pudieses incluir en ese informe, una semana libre, quiero despejar un poco mi mente y no quiero, moler a golpes a los futuros herederos _ Naruto dijo, no es que realmente lo hiciera, pero no quería estar renegando por sus tonterías.

Hiruzen rio, pero asintió y observo como el niño se ponía una de sus vendas a su ojo izquierdo, tapando su ojo con tomoes y salió de su oficina despidiéndose.

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