❤Nevada❤ [+18]
Al caer la noche, las pequeñas y tenues luces, era lo único que lograba mantener aquel ambiente cálido, en aquel frío y sombrío templo.
Las luces se dejaron ir, haciendo que la oscuridad envolviese cualquier luz que intentara penetrar la fría noche en el templo; ahora oscuro.
♥ ♥ ♥
—¿Frost? —Preguntó el ninja de hielo mientras movía a su aprendíz, dormida. La mujer de cabellos color cielo abrió los ojos lentamente, fijando aquella mirada fría en los luceros azules de Kuai Liang.
—Maestro. —Habló la criomante mientras se sentaba sobre la gran cama y se acomoda sus ropas y cabellos; su maestro la miraba expectante.
—¿Tienes idea de dónde éste Hanzo? —Preguntó con voz preocupada ahora el Maestro, pues hacían unas horas que su consorte había salido junto a Takeda, y aún no habían vuelto.
Kuai Liang sintió como algo en su pecho se oprimía; y al girar sus ojos y posarlos sobre aquel gran reloj que colgaba sobre la pared, sintió algo de temor; era ya demasiado tarde.
Para Sub Zero no era normal quedarse esperando por un largo tiempo a una persona, pero desde que entregó su corazón y alma a aquel ex-espectro, sabía que muchos sentimientos nuevos afloraban sobre él y dentro de aquel cuerpo helado.
Se alejó de Frost mientras se ponía de pie y pensaba en los ojos de su amado: y ¡diablos! Jamás había estado tan preocupado.
Con un paso rápido se acercó a la puerta, aunque antes de poder jalar la perilla, se detuvo al oír la voz de su aprendiz.
—¿Irá en busca de Hanzo? —Preguntó la mujer con voz ronca mientras miraba directamente a su maestro. Sub Zero se planteó por un momento salir en busca de Hanzo, y sin meditarlo más tiempo, salió de la habitación, cerrando la puerta con cuidado.
Al bajar por las escaleras, observó entre las penumbras de aquella oscuridad, una pequeña luz que se filtraba entre las cortinas de la sala; con cuidado y a paso lento se acercó a la ventana, y al abrir las cortinas, pudo observar el viento y la fuerte nevada, que le dejaba observar la gran luz de aquella luna llena.
Su preocupación creció. Abrió la puerta de su templo y observó las afueras con detenimiento, podía con aquélla Nevada y nada le impediría salir en busca de su consorte fogoso.
Al dar un paso sobre la nieve, sintió como el mover de los árboles atraían aquel viento tan frío. Cerró los ojos dejando que la brisa moviese sus ropas y cabello, raramente podía sentir una tranquilidad extraña, aunque el viento y la nevada fueran fuertes y fríos.
♥ ♥ ♥
Había cruzado el bosque sin ningún problema, mientras con sus manos se apoyaba en los árboles mientras caminaba y aceleraba su paso. A pesar de su preocupación, había algo de serenidad dentro de su frío cuerpo, pues no se permitía a sí mismo dejarse llevar por una simple idea.
Por un momento en su camino, su mente se dejó llevar por aquellos recuerdos tan lejanos, trayendo las imágenes de cuando él y Hanzo dejaron de ocultarse aquel amor tan hermoso.
Sub Zero cruzó el bosque, y la fuerte niebla y Nevada cubrió por completo la visión del criomante; éste sintió como la fuerte movida del viento lo golpeaba una y otra vez. Kuai Liang cerró los ojos al sentir como su cuerpo se desplomaba sobre aquel húmedo y frío suelo.
♥ ♥ ♥
—Kuai, maestro...
—Despierta.....
Abrió sus ojos despacio, mientras sus oídos oían aquellas voces tan conocidas, despertó de pronto, mientras sus ojos creaban imágenes borrosas, que de a poco tomaban la forma de sus conocidos.
Frente a él, se hallaba Smoke, sosteniéndose de la cama con una apoyada en esta, y con sus orbes grisáceos mirando al hombre de hielo.
—Al fin despertaste. —Escuchó una voz femenina, al voltear se encontró con la mejor amiga de Kitana Kahn sentada sobre una silla de madera masiza.
—¿Dónde estoy? —Preguntó confundido Kuai Liang, con a penas su inaudible voz. Smoke lo miró directamente y soltó una sonrisa graciosa.
—Ésta es tu habitación, hielitos. —Contestó con ternura. El Gran maestro soltó un suspiro y cerró los ojos por unos segundos; estaba tan cansado, que no podía pensar con claridad.
El chirrido de la puerta de aquella habitación, llamó la atención del nombre humo, de la edeniana, pero Sub Zero ni se inmutó al oír la puerta; parecía completamente sumido en sus pensamientos.
—Traje algo de té. —Aquella voz tan melodiosa, y grabe, hizo que nuestros criomante abriese los ojos con rapidez. Observando aquella figura tan hermosa, vestida de amarillo y con una barba en su rostro tan hermoso.
Hanzo dió un paso hacia adelante con una gran sonrisa en su rostro, y con sus manos en una bandeja, que encima tenía una taza humeante de aquel líquido caliente y verde.
Smoke y Jade les dieron espacio; Hanzo al estar completamente cerca de Kuai Liang, se sentó sobre la mesa, y dejó la taza sobre la mesita de luz.
—Amor. —Susurró, mientras se acercaba al Maestro azul y apoyaba sus labios cálidos sobre los fríos labios de su consorte helado. Sub Zero sintió como la calidez de Hanzo atrapaba completamente su esencia helada, sintió como su corazón se derretía.
Ambos se separaron.
—Oye... ¿Dónde estabas? —Preguntó el Lin Kuei asombrado.
—Takeda y Kenshi tuvieron una pelea, y tuve que estar ahí para separarlos. —Declaró el Shirai Ryu mientras pasaba las llemas de sus dedos por las mejillas de Kuai Liang. —Y tú te desmayaste por la tormenta.
Las cálidas palabras de nuestro ninja amarillo, hicieron soltar una cálida sonrisa a Kuai. Éste miró a Hanzo unos momentos y luego con lentitud tomó las manos de su consorte y lo lanzó a su lado, Hanzo abrió los ojos sorprendido y después sonrió.
—Lamento preocuparte.... ¿hay alguna forma de reparar mi error? —Preguntó en tono sexy el ninja ígneo.
Sub asintió.
—Si~
Hanzo con cuidado quitó las sabanas que estaban sobre su amor, y se sentó sobre el regazo del helado y comenzó a besar el cuello de su copo de nieve, éste soltó algunos.gemidos, sientiendo los cálidos labios de Scorpion sobre su cuello.
Ambos comenzaron a quitarse la ropa con cuidado, hasta quedar ambos con sus torsos al descubierto; y ambos admiraron por unos segundos, mientras unas sonrisas picaras adornaban sus rostros.
—Jamás había logrado apreciar tanta belleza en un sólo lugar... —Declaró Kuai Liang.
—¿Y qué me dices de Frost y Takeda? —Preguntó el ninja amarillo.
—Ellos son hermosos. Pero los veo cómo mis alumnos y buenos amigos, a ti te veo con otros ojos y deseos. —El ninja gélido se mordió los labios mientras terminaba de hablar.
Hanzo acarició el torso de Sub Zero con sus cálidas manos, y luego las llevó hasta la zona íntima del Maestro helado.
—Me gustaría probar tu fría carne... —Dijo Hanzo en un jadeo muy sensual.
Kuai Liang sonrió y bajó sus pantalones, mientras que el contrario le tomaba por el miembro y lo sujetaba fuertemente. Kuai Liang asintió mientras que Hanzo le pasaba su lengua tan cálida y húmeda por la punta del miembro y luego se lo metía en la boca. Sub Zero soltó un gemido mientras que con su mano izquierda tomaba los cabellos de hanzo y le movía la cabeza de arriba a abajo.
Hanzo no paraba de chupar y saborear el miembro erecto dentro de su boca, y Kuai Liang no podía dejar de gritar mientras el otro jugaba con su pene.
—Sigue así... —Pidió el de azul mientras se movía por la excitación que sentía.
Hanzo continuó hasta que su boca se llenó por completo de la semilla de su amante.
—Ahg, disculpame... —Se disculpó Kuai mientras su rostro se volvía completamente rojo.
—No te preocupes.... es muy satisfactorio.
El shirai ryu se limpió la boca. Kuai Liang con un movimiento ligero se movió quedándose encima de Hanzo. Comenzando a besar el pecho de su amante fogoso.
El ninja helado bajó los pantalones de Hanzo y luego se sentó sobre la cama. Sentando a Hanzo sobre su erecto miembro, haciendolo gemir fuertemente. El Shirai Ryu comenzó a dar pequeños brincos mientras volvía a unir sus labios con los de Kuai.
♥ ♥ ♥
—No se preocupen, yo suelo estar aquí cuando cosas así pasan, y les digo que no es nada cómodo. —Declaró Frost mientras en sus mejillas se notaba un ligero sonrojo.
Sareena, Smoke, Jade y Takeda estaban tomando su caliente café con galletas en la sala, mientras los jugueteos y los gritos de ambos maestros se oían a lo lejos.
—Ujum... esto es algo incómodo. —Smoke se rascó la cabeza mirando el suelo.
—Y que lo digas. —Takeda se puso sus audífonos.
—Pinches pendejos, tienen que darse tajo, tajo, por atrás te la encajo ahora. —Pensó Frost mientras bebía su café.
Se qué es un capítulo que llegó más tarde que el gameplay de el Joker. Pero aquí estoy, con un no tan lemmon, pero con un capítulo.
Los quiero.
Apofis_
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