FINAL DEL LIBRO #1
Ya han pasado algunos años desde que los Pevensie y yo llegamos a Narnia.
Hemos reinado con sabiduría y conseguimos la paz en gran parte de Narnia.
Claro que antes de llegar a algún acuerdo Peter y yo casi siempre estabamos en desacuerdo con las ideas del otro. Sus ideas siempre eran sobre ir a la guerra y las mías eran evitar a toda costa que se perdieran vidas, pero con la intervencion de sus hermanos lograbamos siempre tomar las mejores decisiones.
Hoy tenía una cita con Ed y si. Desde que cumplimos 18 en años Narnianos comenzamos oficialmente una relación.
Al principio creía que solo me veía como una amiga y por eso guardé mi amor por muchos años sin embargo gracias a un visitante de otras tierras que vino a nuestro Palacio a pedir mi mano Edmund finalmente declaró sus sentimientos hacia mi.
Hoy, con 24 años tendríamos nuestra cita de aniversario en el bosque.
Los árboles danzaban y saludaban en mi dirección guiandome al camino donde me esperaba mi amado.
La brisa hacia que mi cabello se moviera y cerré mis ojos disfrutando el aire fresco.
-Mi reina-La voz de Ed me sobresaltó por un instante.
-Mi Rey.-Exclamé con una sonrisa cuando abri los ojos y lo vi a un par de metros de distancias de mí.
Corrí en su dirección y me arrojé sobre sus brazos con tal fuerza que él no pudo evitar caer conmigo encima.
Ambos nos reíamos divertidos y me ayudó a levantarme para así ir a nuestro lugar secreto de todo el bosque.
Allí me tenía preparado un picnic.
-Oh esto es hermoso.-La sonrisa no se me borraba.-Otro año juntos. -Suspiré risueña y Edmund toma mi rostro para dejar un suave beso en mis labios.
-Así és. Pero te aseguro que este es el mejor de todos.-Me susurra sobre mis labios y vuelve a dejar un beso un poco más apasionado.
-¿A que te refieres?-Susurré apenas alejandome de sus labios sin embargo el vuelve a capturar los míos.
Me pega aún más a su cuerpo y nuestro beso se profundiza aún más hasta que la falta de aire nos obliga a separarnos.
La tarde fue perfecta, ambos reimos y compartimos muchos besos y anécdotas pero cuando el atardecer pintó el cielo de un hermoso naranja mi novio comienza a ponerse nervioso.
-¿Ed? ¿Estas bien?-Lo miré preocupada. Había comenzado a sudar y sus mejillas estaban sonrojadas.-¿Quieres que llame a alguien para que te revise?-Toqué su pecho y siento su corazón latir con rapidez.-Tu corazón late muy rápido, no es normal. Voy a buscar a alguien y...
-_____..-Susurra él tomando mi muñeca delicadamente antes de que pudiera irme-No es necesario.
-¿Seguro? Pero...
-Nunca te he dicho como ni cuando me enamoré de ti ¿Cierto?-Dice él mirándome a los ojos y yo vuelvo a sentarme a su lado lentamente.
-No.-Murmuré con timidez.
-Cuando le revelé tu información a la bruja blanca la escuché idear planes de como deshacerse de ti, desde ese día cada momento en mi mente estabas tú y lamenté mucho lo hice y cuando ella visitó a Aslan y al día siguiente tu no estabas creí que ella lo había logrado. Cuando te ví en aquel grifo supe de inmediato que no quería perderte nunca ni dejaría que algo malo te pase. Por supuesto éramos niños y no sabía lo que sentía hasta que cumpliste 18 años y recibiste muchas propuestas de matrimonio. No iba a ser muy justo si me batía en duelo con cada intruso que se atrevía a declararse pues eres hermosa y para mi desgracia los demás tienen ojos.
Aquellas palabras me hicieron reír mientras mis ojos se cristalizaban por las hermosas palabras de mi amado.
-Entonces supe que quería permanecer a tu lado por el resto de mi vida y que me aceptaras como tu novio fue el día más feliz de mi vida. Hoy quiero repetir aquel sentimiento de felicidad y yo...-Edmund toma mi mano y me hace poner de pie. Yo lo miro asombrada cuando comienza a arrodillarse. Levanta su mirada sacando una cajita de su traje y al abrirlo había un hermoso anillo-______, reina heredera y protectora de Narnia, ¿Me harías el honor de ser tu esposo?
-Oh Dios-Chillé en emoción y asentí eufóricamente.-¡SI! Me encantaria ser tu esposa Ed.
-¡Esto es tan bello!-La voz de Lucy resuena por el bosque espantandome.
-¡LUCY!-Grita Peter en forma de regaño para luego escuchar sonar trompetas.
Varios Narnianos y los hermanos de mi, ahora futuro esposo, aparecieron en la escena.
Edmund toma mi mano y me coloca el anillo de compromiso para luego levantarse y tomarme en sus brazos para dar una vuelta. Rei divertida y cuando me bajó ambos nos besamos.
-¡Que vivan los novios!-Grita Susan y todos empezaron a aplaudir.
[•]
Un año después se llevó a cabo la boda puesto que había considerado que sería perfecto casarnos en primavera. Todo se veía tan floral y lleno de vida que me encantaba.
Lucy y Susan me ayudaron a estar perfecta para este día. No podía negar que estaba nerviosa sin embargo las chicas lograban tranquilizarme.
-_____ luces muy bella-Exclama Lucy mientras colocaba una corona de flores en mi cabeza.
-Lucy tiene razón, estas hermosa.-Sonríe Susan y me entrega un ramo de flores.-Peter llegará en un momento.
Ambas me dejan un beso en cada mejilla y luego de un abrazo se van para ponerse en su lugar en la ceremonia.
Suspiro nerviosa y salgo al balcón para tomar aire un instante perdiendo me en mis pensamientos.
Realmente me hubiera gustado que mi padre asistiera a mi boda. Desde aquella vez que hablamos en la playa no lo había vuelto a ver.
-¿Lista?-Pregunta Peter haciéndome sobresaltar al no escucharlo entrar.
-Lista.-Exclamé volteando lentamente y lo vi con timidez.
-Mis niños están tan grandes-Dice el limpiando una lágrima falsa haciéndome reír.-Luces preciosa, ahora si...-Me extiende su brazo-Es hora de llevarte al altar.
Tomé su brazo mientras con la otra mano sostenía mi ramo y nos encaminamos hasta la entrada de donde se llevaría acabo la boda; en la Sala de Tronos donde fuimos coronados por Aslan.
Las trompetas comenzaron a sonar y las puertas de Cair Paravel se abren.
Con una sonrisa y con el corazón latiendo con rapidez Peter me acercó hasta donde estaba Edmund y ¡MI PADRE!
-Papá-Susurré sin poder creerlo.
Peter me dejó en brazos de mi amado Edmund y mi padre iba a ser quien nos casara.
-Queridos Narnianos hoy nos encontramos aquí reunidos para unir a la reina _____ y al rey Edmund en sagrado matrimonio. Esta union sellara por fin su amor, como padre estoy muy orgulloso de mi hija, es un honor oficializar esta ceremonia y les deseo a ambos la mayor de la felicidad, que el amor florezca y de sus frutos en todo Narnia.-El León nos sonríe y asiente con la cabeza entregando su bendicion-Ahora les pregunto, Reina ____. Heredera y protectora de Narnia ¿aceptas a Edmund Pevensie como tu legítimo esposo?
-Acepto-Exclamé mirando a Edmund a los ojos y el me sonrie.
-Rey Edmund, el justo ¿Aceptas a _____ como tu legitima esposa?
-Acepto.-Responde él mirándome con un hermoso brillo en sus ojos.
-Con la aceptación de ambos es un honor para mí declararlos marido y mujer, que su reinado sea próspero. Puede besar a la novia.
Edmund no perdió tiempo y tomó mi mejilla para dejar un dulce beso en mis labios sellado así nuestros votos de amor.
Edmund y yo por fin estabamos casados.
El tomó mi mano y ambos caminamos por la alfombra mientras todos aplaudían y celebraban arrojando pétalos en nuestra dirección.
Terminamos de salir al balcón y saludamos a todos los Narnianos que hacían fuera del Castillo.
Ahora comenzaba la fiesta.
[imaginen que es Skandar Kaynes]


[•]
-¡El ciervo blanco apareció!-Exclama Edmund ansioso y yo lo miré divertida.
-¿Intentaras ir por él otra vez?-Pregunté entre risas y el asintió emocionado.- llevas años intentando capturarlo.
-Pero este sí lo atraparé.-Dice decidido.
Habían pasado 6 años. Ambos teníamos 30 años y seguíamos siendo los mismos reyes burlones.
-Yo iré.-Exclama Lucy.
Lucy se había convertido en una mujer hermosa la cual nunca perdió su dulzura.
-Y yo-Exclama Susan.
-Por supuesto que yo no me perderé esto.-Dice Peter divertido mientras comienza a molestar a mi esposo.
Ambos comienzan a empujarse y a agarrarse en forma de juego y yo río.
-Corran antes de que el ciervo desaparezca. Yo me quedaré aquí a ver que todo esté en orden en el castillo.-Exclamé con una sonrisa mientras me acercaba a los hermanos Pevensie quiénes todavia llevaban una juguetona lucha cuerpo a cuerpo y los separe para poder besar a mi esposo.
-Volveremos pronto, mi amor.-Dice Edmund en promesa.
Luego de darme un profundo beso mi esposo y los tres Pevensie salieron de Cair Paravel con sus caballos hacia el bosque.
Aproveché ese momento para armar los preparativos de la sorpresa que les tenía.
Estaba embarazada y esa tarde les revelaría la gran sorpresa.
Sin embargo los cuatro Pevensie jamás volvieron.
Fin del primer libro.
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