Capítulo 17.

Capítulo 17.





A la mañana siguiente todos nos despertamos algo tarde, ya que nos habíamos pasado la noche trazando el plan.

Que consistía en lo siguiente:

Un grupo reducido de centauros irían de madrugada, mucho antes del alba abriendo camino. Quitando los peligros que podía haber.

Después, partirían los hermanos Pevensie y Caspian antes del alba para llegar al castillo de hielo justo al alba.

Otro grupo de narnianos, como faunos, mino tauros, guepardos y demás animales pondrían rumbo al castillo de nuestro rey Caspian para recuperar el control sobre él.

Y por último iríamos Jason, algún mino tauro, unos centauros, algunos guepardos y yo después de los Pevensie y Caspian por si necesitan refuerzos.

Y también planeamos alguna maniobra para intentar acabar con la Bruja, pero más que nada era improvisar sobre la marcha.

Y bueno, ese era el plan. Espero que de resultado. Era nuestra última oportunidad.

______________________________________

El día se me pasó bastante rápido. Sería por los nervios de esta madrugada.

Pasé el día con Caspian y los Pevensie. Hablamos, montamos a caballo, jugamos a juegos, etc. No paraba de pensar en que podía pasar algo y perder a Peter. Estuve la mayoría del tiempo con él. Tenía miedo de perderle.

______________________________________

El primer grupo ya había salido. Ahora aguardábamos a que los Pevensie y Caspian pusieran marcha al castillo de hielo.

—Escucha, Peter —le agarré del brazo apartándole un poco—. Te quiero, no lo olvides ¿vale?

Él me besó. Un beso perfecto. Lleno de sentimientos, pasión y algo de desesperación.

—Yo también te quiero —me dijo poniendo una pequeña sonrisa.

Yo le imité y nos dimos un abrazo. Quizá el último.

—Chicos, tenemos que salir ya —dijo Caspian.

Me despedí de Peter. Luego de Susan.

—Hey —me dijo Ed abrazándome—, no nos va a pasar nada, tranquila.

Y por último, Lucy.

—_____ —me dio un abrazo tan fuerte que me dejó sin respiración. Se notaba que estaba asustada.

—Tranquila, Lucy —me separé de ella—. No os va a pasar nada, yo no lo permitiré.

—Te quiero mucho.

—Yo también, pequeña.

Antes de irse, Caspian me dio las gracias por mi servicio en la guardia real y un abrazo por nuestra amistad.

Después, se fueron. Media hora después mi hermano y yo nos preparamos para salir detrás de los Pevensie y Caspian.

—¿Crees que lo conseguiremos? —le pregunté a Jason

—No lo se, _____ —miró hacia el horizonte.

Terminamos de prepararnos y cogimos a nuestros caballos.

Nos pusimos en marcha hacia el castillo, sin saber que nos podría pasar. Seguimos el rastro de los Pevensie y Caspian. No se tardaba mucho en llegar, una media hora. Pero había que subir una montaña muy peliaguda.

______________________________________

Después de subir aquella montaña por fin dimos con el castillo de hielo de la Bruja.

Vimos los caballos de Peter, Susan, Edmund, Lucy y Caspian a la entrada del bosque atados. Los habrían dejado allí por precaución. Así que nosotros hicimos lo mismo.

Dejamos a Diablo, mi caballo, y a Darkness, el de Jason, al lado de los otros. Y aguardamos en la entrada del bosque por si algo salía mal.

Con los Pevensie y Caspian...

Narra Peter:

Cuando entramos al castillo esta bastante nervioso, por no decir asustado.

Iba de la mano de Lucy y ella si que tenia miedo.

Nada más pasar las puertas se cerraron y una manada de lobos nos rodearon. Caspian, Ed y yo sacamos las espadas, pero la Bruja Blanca se presentó ante nosotros con la misma sonrisa malévola de siempre.

—Vaya, vaya, vaya —dijo mirándonos con una sonrisa—. Mirad quienes han venido a hacernos una visita.

—Tú nos dijiste que viniéramos —le espeté apuntándole con la espada.

—Marchaos, dejadnos solos —les dijo a los lobos y estos se fueron—. Qué bien que hayáis venido, habéis cambiado bastante desde la última vez.

—¿Por qué nos has dicho que viniéramos? —le pregunté yendo al grano.

—Mi querido Peter, eres bastante impaciente —sonrió—, ¿queréis tomar algo? ¿Unas delicias turcas?

—No, hemos venido para recuperar lo que nos pertenece —respondió el varón más joven de los Pevensie de mala gana.

—Esta bien, esta bien. Hay que ver lo exigentes que sois —nos dijo—. Ernald, traedlo.

Ordenó la bruja. El enano asintió y fue a buscar aquella cosa.

—Seguro que os alegráis de verlo.

El enano vino con alguien atado de manos y con una soga en la boca.

Era un muchacho, era... ¡Eustace!

¡¡EUSTACE! —dijeron todos a la vez.

—Entregadlo —le ordené.

—¿Por qué he de hacerlo? —me miró con una sonrisa.

—Tú nos has llamado para que viniésemos a por él —dijo Susan con el arco en las manos.

—Ahí te equivocas, niña. Os hice llamar para hacer un intercambio —corrigió a mi hermana.

—¿Qué intercambio?

Todos estábamos bastante tensos, e incluso asustados.

—Yo os entrego a Eustace si vosotros me entregais Narnia —dijo la bruja—. Ese es mi trato.

Todos nos miramos y no sabíamos como reaccionar. Nos quedamos callados.

—Es muy simple —dijo ella—. Sólo quiero que me entregeis los dominios de Narnia, y yo a cambio os entrego a vuestro querido primo.

—Peter —llamó Caspian—, tenemos que hablar.

—Permitidnos un instante para hablarlo.

Nos reunimos en corro un poco más alejados de donde estábamos.

—Aprecio mucho a Eustace pero no podemos renunciar a Narnia, con todo lo que nos ha costado recuperarla, por un rehén —dijo Caspian algo agobiado.

—Lo se, pero es mi primo —dije yo.

—Además, no podemos regresar a Inglaterra sin Eustace, la tía nos mataría —dijo Lucy exaltada.

—Tienes razón, Lucy —dijo Caspian—, pero tampoco podemos renunciar a Narnia.

Seguiamos hablando cuando la Bruja habló.

—Se acabó el tiempo —dijo enfadada—, decid vuestra decisión.

Nos miramos con miedo entre todos. Pensé una idea algo atrevida pero soy un rey, y un rey hace sacrificios. Así que lo decidí.

—Tengo una propuesta mejor —dije yo a lo que todos me miraron confundidos.

—¿Cuál es? —preguntó interesada.

—Tú nos das a Eustace y a cambio yo me ofrezco a servirte todo lo que tu quieras —dije—, seré tu esclavo, renunciaré a mi trono y tú podrás vengarte conmigo.

Lucy empezó a llorar y Susan se quedó perpleja y con lágrimas en los ojos

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top