Perdón

En China y Rusia, se practica un proceso llamado "Elongación ósea" que consiste en fracturar quirúrgicamente los huesos de las piernas a la vez que se sujetan con tornillos para estimular el crecimiento de hasta tres centímetros al mes. Al fracturar el hueso, cuando este regenere, será más largo. Al igual que con este hueso, muchas personas sostienen que sólo los corazones que se rompen pueden volverse más grandes y generosos.

Pero entonces ¿Qué tan mala debe ser la ruptura para que el corazón disminuya su tamaño hasta parecer inexistente?

Los bucles eran curiosos y reconfortantes de una manera extraña.

Algo como despertar, dejar que el tiempo pasara y luego dormir.

Tal vez, si Izuku se hubiera sumergido en un bucle, entonces se sentiría más adormecido. Algo que sólo los bucles generaban. 

En cambio, sólo se sentía mareado. Como si su cabeza estuviera haciendo todas las cosas que se supone él debía hacer, mientras que su cuerpo se había quedado atrás. Arrodillado y llorando frente a su casa, con un clima que no lograba recordar. Gris.

No sabía nada acerca de otros familiares. No tenía sus números ni nada parecido. No sabía cómo había terminado el juicio de su padre. Sinceramente no sabía cómo llamarle sin sentir miedo cada que lo hacía.

No sabía cómo se suponía que funcionaban las cosas cuando alguien moría. No se supone que debería saberlo hasta muchos años más tarde. Sólo le informaron que debía recoger el cuerpo de su madre después. 

¿Después de qué?

Él pidió que la cremaran. No tenía dinero para celebrarle un funeral que siquiera se acercara a digno. Y menos aún había gente. Sólo estaría el con su madre. Arrodillado, pidiéndole perdón cada que su recuerdo se acercaba y lo lastimaba.

Lleno de arrepentimientos que quizá no le correspondían.

Existía un protocolo para los sobrevivientes de violencia familiar. Pero Izuku no supo nada de eso. Nadie llegó para decirle quién se haría cargo de él en ese tiempo. Él incluso estaba seguro de haber leído un artículo que informaba de cómo el gobierno se aseguraría de que un menor sobreviviente, pudiera seguir estudiando con subsidios del gobierno. 

Él no sabía qué se supone que debía hacer. El tiempo pasaba muy rápido. Y la única persona a su lado, la señorita Nemuri, nunca pasaba más de media hora consciente.

A veces, luego de inyectarse, ella le preguntaba a Izuku, un poco asustada, cuál era su nombre y qué hacía en su casa.

Izuku respondía con todo el tacto que podía, porque la señorita Nemuri no le había pedido nada a cambio de dejarle pasar todas esas noches en su casa.

Ella salía todas las tardes y regresaba en la madrugada. Entonces armaba un escándalo haciendo caer cosas en la cocina y luego en la sala. Estaba demasiado mareada para pararse de manera firme.

Izuku entonces la ayudaba a acostarse. 

Y aunque no era ningún secreto para las personas de aquella calle a qué se dedicaba Nemuri, el omega se sorprendió cuando descubrió una mezcla de olores impregnados todos en ella. Desde dulces fragancias omega hasta olores que usaban los alfa para intimidar.

Nunca lo dijo en voz alta. Pero en ese momento, Izuku entendió por qué ella sonreía cuando se daba cuenta de que las drogas no le dejaban recordar nada de las últimas horas.

Sintió que tenía sentido.

- ¿Vas a darte de baja? Eres consciente de que el proceso no se puede revertir ¿Verdad?- Le dijo el decano, mientras las gafas que se aferraban al puente de su nariz no coincidían con la dirección de sus pupilas.

Esa mañana, Izuku había conseguido una noche de sueño completo. La señorita Nemuri había llegado a las 6 a.m. y él no había tenido ninguna pesadilla. Cuando intentó encender su teléfono, descubrió que estaba apagado y luego, al cargarlo y encenderlo, descubrió que habían pasado tres semanas completas desde el fallecimiento de su madre. Casi como si nada. Izuku sabía que esas faltas pesarían en las notas y el promedio mínimo que necesitaba para seguir teniendo la beca. Y que entonces la perdería.

- Sí señor- Dijo Izuku- Pero esperaba que yo...- Sintió su voz temblorosa, así que tomó aire- Yo pensé que podría, tal vez, aplicar a otra beca cuando llegara el momento. Si usted sabe de alguna tal vez... Un centro de ayuda o...

Claramente él no tenía dinero. No podía pedírselo a la señorita Nemuri y, hasta el momento, no había tenido el valor para ingresar a su casa. 

-¿Ayuda económica? Acabas de desperdiciar tu oportunidad faltando por tres semanas. No hay más caridad para omegas irresponsables, firma esto y vete- dijo el beta, completamente hastiado.

- Señor, es sólo que... no creo poder regresar hasta dentro de unos años y...

- Hazlo si así lo quieres, no es como que perdamos una estrella cuando te vayas- Le cortó bruscamente el decano.

Izuku quería preguntar si acaso el tiempo que se esperaba antes de dar de baja a un alumno tendría la misma validez en su caso. Pero le llegó la sensación de rechazo. El hombre delante suyo no tenía ninguna clase de interés en ayudarlo si eso implicaba que pasaría más tiempo con él en su oficina.

Boqueó unas cuantas veces, intentando gesticular. Simplemente no lo logró.

- Está bien.

Salió de la oficina sin firmar nada. Inseguro de si alguna vez podría regresar. 

Pasaba malos momentos en la universidad, innegable. Pero su madre le había instado cuanto pudo para llegar allí. Confiada en que una mejor educación, le procuraría también un mejor futuro como omega.

Sus hombros se dejaron caer, resignados como él. Porque las promesas se rompían. 

No tenía nada que recoger. Nadie de quién despedirse o lugares que quisiera ver por si era la ultima vez. Así que se limitó a seguir su camino directo a la salida.

Y de pronto, como si hubiera estado acechándolo en las sombras todo ese tiempo, un recuerdo se adueñó de sus pensamientos.

Su mamá, su papá y él. Una familia de tres. Habían muchos problemas y papá a veces tiraba platos y hacía llorar a mamá. Pero Izuku no pedía ayuda. No sabía a quién pedírsela. De hecho, con algo como tirar platos ¿Debía pedir ayuda?

Papá era feliz en su trabajo. Pero cuando llegó el recorte de personal, sintió que su presencia no tenía valor y que a nadie le importaba su felicidad. Papá estaba constantemente molesto.

Mamá intentaba ayudar. Mamá era amble con papá y pedía que mientras él estuviera cerca, nadie hiciera ruido. Mamá era muy amable.

Pero papá estaba enojado. Pensó que le ofrecían lástima y que debían parar. Sólo que no dijo "Paren".

Papá empezó a golpear.

- ¡Midoriya!

La primera vez que Todoroki lo llamó por su apellido, un sentimiento extraño se alojó en su pecho. Algo cálido parecido a la melancolía. 

Esta vez había sido completamente distinto.

Un escalofrío le recorrió en cuerpo. E incluso pudo decir que sintió sus vellos erizarse.

Sujetó su bolso con más fuerza mientras veía al alfa de pelo castaño acercarse.

- ¡Midoriya! ¡Faltaste por tres semanas! ¿Qué pasó contigo?- Touma pasó su brazo por encima de los hombros de Izuku. De la manera en que los amigos hacían- ¿Recuerdas esa tarea de estadística que te pedí que hicieras por mí?  Me quedé esperándola y la maestra se molestó conmigo- Touma apretó su agarre sobre él mientras le sonreía- Pero eso no importa. ¿A quién le importan las tareas y las notas? - Dijo, al tiempo que reía de manera cínica- Llegó de manera curiosa a mis oídos que tienes un trocito de papel que juega en mi contra.

Los documentos.

El sudor frio le hizo temblar. Había traído los documentos, como siempre.

- No sé de qué...

Touma suspiró de manera audible, interrumpiendo la excusa que Izuku estaba a punto de ofrecer.

- Ese trocito de papel es una simbolización del poder- El alfa guió sus pasos a un lugar que Izuku desconocía- ¿Sabes cuál es el problema con el poder?- Volteó a mirarlo con los ojos color chocolate que le resultaban tan intimidantes.

- Es que no tiene voluntad. Es muy voluble. El poder te ayuda a cumplir tu cometido sin importar si eres bueno o malo- Touma asintió con su cabeza, como dándose razón a sí mismo- Si se lo das a una persona fuerte, entonces será casi invencible. En cambio, si se lo das a una persona débil, el poder sólo la hace más vulnerable.

El alfa lo miró directamente. Él, Izuku, era la persona débil con poder.

Los documentos del caso de Alba, que siempre llevaba encima, eran el poder. Y eso no le otorgaba ninguna ventaja, aunque tampoco esperaba una, por el contrario le hacían más vulnerable.

Nuevamente el poder se escurría de las manos de Izuku. Para jugar en su contra.

Touma lo empujó contra la pared de algún cuarto de servicio.

- Entrégame esos documentos, ahora mismo- Le exigió el alfa, mientras aseguraba la puerta detrás suyo.

- No los tengo conmigo - Izuku se agachó más. Incapaz de soportar el ambiente- ¿Por qué los traería conmigo?

Sujetó con fuerza su bolso. 

Si perdía esa copia no pasaría nada. Tenía más en casa, aunque no quisiera ir. 

Pero al mismo tiempo, dejar esa hoja en su poder se sentía determinante. Las cosas que Alba había sufrido, las cosas que podían pasarle a él. 

Las ideas que él había tenido.

Si le entregaba los documentos, sentía que estaba entregándole todo eso. No sólo un papel.

Una carcajada interrumpió los pensamientos de Izuku. 

- ¿Está en el bolso?- Sus ojos se abrieron mientras abrazada más el bolso. El lenguaje corporal le delataba. Había algo que proteger en el bolso. Si se hacían las cuentas correctamente, se podía saber que los documentos estaban en aquel bolso.

- Dame el bolso, Midoriya.

Su nombre se sentía mancillado. Antes, cuando escuchaba a alguien decir cualquier cosa relacionada a "cerdito", su estómago se cerraba y sus manos sudaban Incluso si no se referían a él. 

Ese era su estado actual.

Entonces, no quiso imaginar qué pasaría si Touma seguía llamándole "Midoriya". Si acaso él tendría nauseas y sudaría cada que lo llamaban por su nombre con un tono falsamente amigable.

Al alfa no le tomó mucho tiempo conseguir el bolso, volteándolo y dejando que el contenido se volcara en el suelo, esparciéndolo con  los pies y levantando sólo los documentos que le interesaban, mientras los recogía, sus manos se detuvieron.

- ¿Qué es esto?

Touma fijó su mirada en una caja con píldoras al lado de los documentos.

-¿Supresores?-  Una risa burlesca fue expulsada por sus labios mientras terminaba de levantarse con los documentos en su la mano. Luego estirando su pie para pisar las píldoras, destruyendo la caja- Sólo los omegas necesitan esto. Los omegas de verdad.

Las manos de Izuku temblaron mientras intentaba alcanzar la caja.

Los supresores eran demasiado caros y ahora no tenía ninguno. Su próximo ciclo de celo ¿Qué le pasaría?

Sólo los omegas necesitan esto.

Izuku deseó no ser un omega. O ser uno verdadero, que no tuviera probabilidades de ser molestado por Touma.

Izuku se acercó a gatas, apresurado, inclinándose sobre sus codos para ver si quedaba siquiera una píldora por salvar.

Touma lo miró con sorna, mientras retrocedía y abría la puerta del cubículo, pero sus pasos no se alejaron.

Un olor dulce invadió el espacio al tiempo que pasos suaves se internaban.

- Midoriya- La voz de Hikaru resonó. Su tono estaba lleno de pena falsa, como si realmente lamentara ver aquellos supresores en el suelo- ¿Por qué actúas así? Como si alguien de verdad fuera a quererte para cualquier cosa.

Izuku estaba temblando, pero aún encontró una píldora, estaba a punto de guardarla cuando uno de los pies de Hikaru se estiró para pisarla.

- Ni siquiera tu mamá quiso llevarte consigo ¿Cómo un alfa podría querer algo que nadie más quiere?

¿Qué?

La mirada inquisidora de Izuku se levantó de pronto, brillando con un toque de pánico y agresividad.

Hikaru no había visto esa mirada antes, y aunque la mirada resignada que antes mostraba le tenía harto, esta altanería no le agradaba.

Hikaru retrocedió unos pasos, inseguro de cómo actuar a continuación.

-¿No es eso lo que pasó? Tu madre encontró un nuevo alfa y decidió abandonarlos a ti y a tu padre- El omega había puesto una mano delante de su rostro antes, para protegerse de la mirada intimidante que Izuku le dirigía, y ahora la utilizaba para cubrir su maliciosa sonrisa- Viendo cómo consiguió un alfa tan pronto, supongo que debe ser una cosa mejor que tú.

Izuku no tenía opiniones muy distintas a quienes se acercaban a molestarle. Si ellos decían que él era desagradable, Izuku coincidía. Si ellos decían que Izuku era un cerdito obeso, entonces también estaba de acuerdo. Y en la noche, mientras tomaba un baño, recordaba esas palabras mientras miraba su cuerpo. Las sentía y sentía su odio.

Esta vez no fue así. Su padre le había quitado la vida a su madre. Su madre no huiría con otro alfa. Su madre no lo abandonaría.

Izuku vio cómo Touma y Hikaru compartían una conversación y luego decidían salir.

Sintió en ese momento una adrenalina inexplicable. Las puntas de sus dedos picaban. Se levantó del piso y con la cabeza gacha empezó a gritar.

-¡Mi madre no escapó!

Touma y Hikaru giraron con sorpresa. El cuerpo del omega temblaba, estaba asustado, y tenía las manos en puños, pero siguió gritando.

- ¡Mi madre no merece que la ensucies con tus sucios labios!

Izuku levantó lentamente la mirada, para ver cómo Hikaru era protegido por uno de los brazos de Touma. 

Hikaru tenía los ojos abiertos por completo, mirándolo con una mezcla de incredulidad y furia, como si estuviera indignado, pronto empezó a temblar y quitó el brazo de Touma enfrente suyo. Se acercó a pasos acelerados hasta Izuku y le propinó una bofetada...

- ¿Sucios labios?- Hikaru bufó- Dos semanas deben haberte hecho olvidar las cosas que no pueden hacer los cerditos- El omega tomó del cabello a Izuku y lo obligó a encararlo- Alguien como tú no puede atreverse a decir eso de mí. Viendo cómo te ofende tanto, supongo que tu madre fue en realidad una omega fácil. Una prostituta.

Izuku tembló con más fuerza y empujó a Hikaru.

-¡Cállate!- Se acercó al omega y empezó a patearlo, lo empujó, tirándolo al piso. Se acuclilló sobre él y empezó a repartirle golpes- ¡Cállate! ¡Sólo cierra la boca!

Pronto sintió un tirón en el cuello, que lo alejó del cuerpo tendido de Hikaru. Ninguno de los dos omegas sangraba de manera preocupante. Como si sus cuerpos ni siquiera fueran suficientemente fuertes para sangrar o hacer sangrar a alguien más.

Izuku fue empujado directamente al piso. Y aunque intentó levantase y defenderse, no habían muchas cosas que él pudiera hacer ante Touma.

- Maldito loco - chasqueó Touma- Sólo quédate callado de una vez.

El alfa se alejó de él y fue hacia Hikaru, dispuesto a llevárselo.

Izuku sintió la resignación adueñarse de él, como bloqueando sus manos y sus pies, imposibilitándole moverse. Levantó la vista, listo para ver a la pareja alejarse.

- Dejaste los documentos allí- Señaló Hikaru antes de ser levantado por Touma. El alfa entonces se dirigió al lugar señalado para tomar los documentos.

- Todos los omegas son unas prostitutas, y si te los coges, deberían agradecerte, no intentar denunciarlo.

Izuku vio como el gesto en el rostro de Hikaru se congeló por un segundo, pero no se preocupó por ello.

La imagen de Alba llorando ensangrentada en el baño le vino a la mente, Izuku vio la espalda de Touma y su mente se volvió difusa.

¿Qué diferencia había entre él y su padre?

Su padre era una persona como él. Y había matado a su madre.

Se levantó de la manera en que pudo y saltó hacia la espalda de Touma.

- ¡¿Cómo puedes decir después de lo que hiciste?! Eres un violador, un asesino. 

Al estar tan pegado a Touma, fue capaz de notar el momento en que se tensó, cuando una persona iba pasando y al escuchar las palabras que Izuku tan insistentemente gritaba, decidió voltear.

Touma se había sentido desesperado y tal vez fue la primera ocasión en que se sintió amenazado de manera real, pero no por Izuku, sino por el hecho de que alguien pudiera creerle.

Su relación con la rectora había sido terminada por ella misma. Touma había quedado casi en el desamparo sin la protección de aquella mujer y entonces una acusación como la del omega trepado en su espalda podía realmente arruinar su vida.

- ¡Cierra la boca!- vociferó Touma mientras se daba la vuelta e intentaba quitarse de encima a Izuku.

- ¡No!

- ¡Maldita sea!- Cuando el alfa pudo aferrarse al cuello de la camiseta de Izuku, lo lanzó al piso- ¡Cierra la boca imbécil!.

- ¡ASESINO!- Izuku miró el rostro del alfa encima suyo, incapaz de saber si acaso era su padre o Touma.

- ¡VIOLADOR ASESINO! - Intentó empujarlo por los hombros para escapar, pero era simplemente un oponente muy débil.

Los golpes empezaron, primero mientras Touma estaba encima de él y luego, cuando se acercó más gente, el alfa no podía permitir que a Izuku se le ocurriera decir algo más. Así que no pensó en detenerse.

"Mamá, ¿Por qué no te defiendes?"
Izuku miraba a su madre con el ceño fruncido. Ella estaba llorando porque su padre le había gritado y la había arrastrado a la habitación.

"Tu eres fuerte mami. ¿Por qué no le golpeas de vuelta?".

Su madre con ojos cansados le devolvía la mirada.

Y mientras detallaba sus rasgos, el llanto no pudo ser reprimido.

"Perdón bebé, por tener una madre tan débil"

Las palabras enervaban a Touma. Así que Izuku se quedó callado y con miedo.

No se atrevió a emitir quejido alguno mientras se resignaba a recibir dócilmente los golpes que le porferían.

Los dedos que cubrían casi sin sentido su rostro, se separaron para que sus ojos pudieran entrever la figura de Touma.

¿Cómo se atrevería siquiera a intentar presentar pelea ahora que era y se sentía tan débil?

Perdón mamá.

Sentía dolor incluso en sus cabellos, pero las lágrimas en su rostro venían de un dolor en el alma.

Se sentía culpable.

Él mismo era tan patético y por años había culpado a su madre de manera inconsciente por ser débil.

Moriré.

Adelante, mátame.

Los ojos de Izuku, que se apagaban lentamente, creyeron ver a lo lejos, el pelo verde y ondulado de su madre.

Deseó estirar su mano para alcanzarla y abrazarse a ella.

Perdón mamá, por tener un hijo tan débil.

Pero todo se oscureció.

Holabolaaa!

Yo, después de muchos meses desaparecida vengo con un capítulo que me costó un huevo por algunos diálogos. Tengo listos dos capítulos más aquí y ambos son "especiales" (literalmente, uno es la versión de Todoroki y otro es un poco más de Alba).

El capítulo de "Crush" se publicará mañana o en unos días.

Me siento muy mal por dejarles esperando tanto tiempo y aunque tampoco puedo prometer que desde hoy publicaré semanalmente, haré mi mayor esfuerzo por traer contenido a ustedes de manera regular.

Este es básicamente el último capítulo del pasado de Izuku, los especiales serán también de este lapso de tiempo y luego llegaremos al presente.

Muchas gracias por leer, votar, comentar y ahora hasta reaccionar.

Pdta: Estoy desde el celular porque mi laptop se descompuso así que no puedo dedicar capítulos pero menuet7  muchas gracias por venir corriendo cuando recibiste la falsa alarma, la verdad es que estaba revisando errores y en lugar de poner "vista previa" le di a "publicar" lol. Muchas gracias por estar atent@. Tkm.

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