Huye
Una mujer omega corría en la oscuridad, su destartalado hogar estaba inundado de feromonas que ya no se sentía capaz de soportar, su pelo verde y maltratado se sacudía con el viento y ella volteaba a todos lados, no quería que la llegaran a mirar. Miró a todos lados y en su desesperación, olvidó mirar también al frente. A punto de ser arrollada, sintió su muñeca ser apresada por una mano delgada y fuerte. Para luego ser atraída contra un pecho suave lleno de un olor agradable.
Conocía la mujer, lo que hacía para vivir y lo mal que estaba que compartieran siquiera el mismo aire. Pero no pudo evitarlo. Luego de un intercambio incómodo de palabras que no quería tener, dos palabras quedaron grabadas en su mente.
"Debes huir"
La omega, que había creído toda su vida que esa no era una posibilidad, se vio a si misma pensando que debería intentarlo. Porque quería vivir de una manera que no implicara sufrimiento.
Izuku sentía que, de algún modo, su vida había perdido el enfoque, tanto que algunas veces incluso sentía que veía todo borroso y a una velocidad increíblemente rápida o increíblemente lenta.
Como cuando al cabo de una semana, las personas dejaron de hablar de Alba, de lo que, según ellos, le había pasado y de lo triste que era su partida, para luego centrarse en Hikaru, un omega que se pavoneaba de aula en aula, sin ocultar sus ansias de atención y lo mucho que disfrutaba ser admirado.
A diferencia de los rasgos dulces que poseía Alba, Hikaru era en realidad una especie de "omega-fatale", desbordaba sensualidad por cada uno de sus poros y no parecía inocente en absoluto.
Hikaru abiertamente expresaba su preocupación por subir de peso, por lo que algunas personas se burlaban de él solamente a sus espaldas, porque en cuanto sus feromonas se esparcían, -por más leve que fuera el rastro- todos se callaban y lo miraban con ojos anhelantes, los omegas querían ser como él, los alfas querían poseerlo, y los betas deseaban ambos.
Hikaru no se veía especialmente poderoso, pero a Izuku le sorprendió cómo nadie era capaz de decir algo contradiciendo a Hikaru o en su contra mientras él pasaba cerca, pero ni siquiera ese asombro le bastó para disminuir su desagrado. Hikaru había esperado una semana exactamente, como si contara los días de manera cuidadosa hasta que se permitió caminar entre los pasillos, llamando descaradamente la atención. Porque Alba ya no estaba, entonces le tocaba a él ¿no? Izuku pensó que tal vez esa era la manera en que la mente de Hikaru trabajaba.
Y se sintió asqueado.
Izuku se sentía nervioso, la manera en que Hikaru lo miraba a veces le asustaba. El omega era consciente del escozor que le molestaba en la nuca cada vez que caminaba junto a Shoto, que era en realidad todos los días.
Se preguntó si acaso Hikaru podría intentar algo contra él, si quizá Shoto preferiría abandonarlo ahora que parecía haberse desarrollado.
Pero no tuvo mucho tiempo para preocuparse por ello. Al cabo de tres días, un oficial de policía hizo acto de presencia en el aula de Izuku, dando una ojeada rápida, habló con el maestro en voz baja y a continuación, el maestro beta sonrió de manera mezquina y dijo en voz alta:
- Señor Mirdoriya Izuku, el oficial lo necesita.
Los murmullos se elevaron en el aula e Izuku se sintió esperanzado, tal vez habían decidido reabrir el caso de Alba y sumarían los hechos de Reji, tal vez Touma sería castigado y él podría vivir de una manera que le resultara no tan sofocante.
Pensó que podría ayudar a honrar la memoria de Alba.
Cuando entró al aula de la rectora y vio a Shoto ahí, sus esperanzas aumentaron.
Por supuesto que necesitarían a Shoto para la investigación.
Pero la mirada confusa que Shoto le dedicaba le hizo pensar a Izuku que tal vez no iba a pasar algo tan bueno como lo que deseaba.
- Muchas gracias por su ayuda señora rectora- dijo el oficial haciendo una leve reverencia hacia la mujer beta- Pero supongo que entiende que éstas investigaciones deben ser llevadas al cabo con sumo cuidado.
Era una invitación para que ella se fuera.
Apenas la rectora abandonó su oficia, el oficial se paró frente a ambos.
- Tal vez se pregunten por qué estoy aquí y por qué los mandé a llamar- los miró detenidamente, observando con mayor precisión a IZuku, quien se encogió en su asiento- Es acerca de la muerte de dos de sus compañeros, Reji y Alba.
Izuku casi sonríe de alivio, finalmente podía verle salida a todo aquel embrollo. Él realmente estaba listo para señalar a Touma y a la rectora. Aún era consciente de que incluso con ellos dos fuera, no había manera en que lo dejaran en paz de la noche a la mañana, pero al menos calmaría su consciencia por Alba.
- Los casos de abuso escolar son bastante usuales y son difíciles de investigar- dijo el agente mientras cruzaba los brazos sobre su pecho, permitiéndole a Izuku ver que tenía una complexión fuerte, incapaz de ser ocultada incluso debajo de ese traje que rozaba lo desaliñado- pero las víctimas eran especiales.
Izuku lo entendió de manera inmediata. Si alguien como él moría, era asesinado o se suicidaba, le daría igual a todo el mundo.
Pero una persona tan hermosa como Alba representaba una tragedia. La gente quería la historia detrás de la muerte. La razón trágica del suicidio.
Incluso Reji, aunque el motivo principal no fuera su apariencia sino su cuestionable familia y el hecho de que siguieran siendo el foco de atención en la sociedad.
Ambos llamaban la atención.
- Ustedes están aquí porque la señorita Malena, rectora de la universidad, nos facilitó grabaciones de las cámaras de seguridad.
Izuku se acomodó en su asiento, listo para decir todo lo que sabía.
- ¿Cómo es que ustedes aparecen en imágenes con ambos estudiantes días antes de sus respectivos decesos?
El tono de duda y cuestionamiento, la mirada inquisidora y el aire que se tornó pesado le hizo saber a Izuku que no estaban esperando que él señalase un culpable, sino que admitiera la culpa. Y no sólo él.
Miro a Shoto a su lado. Parecía impasible, como si tuviera todo bajo control.
Tal vez si Izuku se permitiera verle a los ojos, habría notado el brillo de pavor que danzaba sobre ellos.
Hola! Se supone que estaba en vacaciones y podría escribir mucho más pero... Guau, tengo Academia TODO EL DÍA.
Escribí esto ayer y planeaba escribir más (aquí o en otra historia) pero al parecer no vienen ideas a la cabeza cuando tienes fiebre.
En caso les preocupe, yo no creo morir pronto, la vida no es tan fácil ni complaciente. JAJAJAJAJAJ
Lamentablemente, esto es todo lo que tendrán de mí hoy.
Ahora, yo creo que es obvio quién es la Omega del inicio... Pero ¿adivinan quien es la mujer alfa?
Besitos, les tkm. Usen mascarilla y si están enfermitos no salgan y contagien 😭.
Gracias por sus lecturas, votos y comentarios. Por ustedes sigo viva... Casi JAJAJAJAJA.
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