Asco

Nemuri Kayama era su nombre y sin embargo, en el local en que trabajaba, todos le conocían como Midnight.

No podía decir que fuera la favorita de alguien, o que ganara mucho dinero a pesar de lo desagradable de su trabajo. No podía decir que le gustara quedarse allí o la manera en que se sentía cuando su "turno" terminaba.

Nemuri no podía decir muchas cosas, porque pensar pesaba. Y cuando la jeringa expulsaba el contenido en su cuerpo antes de cada turno y también cuando llegaba a casa, podía decir aún menos. Pero entonces se trataba de que su lengua pesaba.

Cada que llegaba a su hogar, Nemuri se inyectaba un alivio líquido de efecto inmediato. Incapaz de cargar con sus voces interiores.

Aquella noche, sus paredes no la protegieron del desagradable olor de otro alfa y salió a caminar. No estaba lúcida, pero encontró a una omega que sabía que sufría tanto o más que ella. Y todo el valor que le faltaba, se lo dio a la mujer.

"Huye"

Al llegar a casa, pensó cuán fácil y doloroso había sido ayudar a alguien más, sabiendo que ella se quedaría justo donde estaba, miró el frasco vacío que se encontraba a su lado. Tomó otro y extrajo el contenido con la última jeringa que había usado. Las marcas rojas parecían salpullido en su brazo. Supo que tendría que empezar a usar otra parte del cuerpo entonces. Detenerse no era una opción.

Pero ¿No era esa acaso su manera de sobrevivir?


Izuku estaba enfadado.

La clase de enfado que te hace perder el afecto por cualquier clase de ser viviente. La que nace con los parias por el rechazo y el odio. Tanto el que reciben, como el que desearían dar.

No entendía cómo es que el detective delante suyo les hacía esa pregunta.

¿Se veía él como alguien que podría acosar a otra persona?

¿Se veían ellos como la clase de personas sin poder que podían terminar bajo los caprichos de Izuku?

Miró al beta y sus manos sudaron cuando un pensamiento acudió a su mente. Fugaz. Como si no quisiera ser descubierto.

¿Qué pasa si no quiere la verdad?

¿Qué pasa si la verdad no resulta ser lo que quiere y decide cambiarla?

¿Qué pasa si no quiere culpables que no sean ellos?

- ¿D-disculpe?- Izuku miró al detective. El hombre no se había presentado, y sin embargo, tenía una identificación colgándole del cuello, su nombre era Tanaka Miyamura. Del departamento de homicidios.

- Somos menores de edad, no deberíamos tener esta clase de cuestionamientos sin un adulto o un abogado- Todoroki estiró el brazo delante de Izuku, impidiendo que siga hablando. Pero Izuku se sintió reconfortado.

- Claro- el señor Tanaka levantó sus palmas, en señal de inocencia, relajando de pronto el semblante y dando unos pasos hacia atrás- están en su derecho.

Todoroki frunció el ceño, tomó a Izuku por el antebrazo y se levantó.

- Procure al menos una citación formal la próxima vez- miró a los ojos al señor Tanaka, a punto de sacar la única carta a su favor que pesaba más que el resto, la que no le gustaba usar- A mi padre no le gustaría esto.

Y sonrió, como si se sintiera seguro diciendo esas palabras.

Izuku entonces se preguntó.

¿Quién se supone que era el padre de Todoroki?

Izuku se dio cuenta de que Todoroki era alguien más que sólo su salvador. Que su apellido y su nombre eran las únicas cosas que sabía y probablemente era lo mismo por su parte.

Mientras era llevado hasta quedar fuera de la oficina de la rectora, decidió que tal vez de esa manera estaría mejor. Porque Todoroki no podía ser nadie más que el alfa que le otorgaba protección porque le convenía. E Izuku no podía ser más que el omega que necesitaba protección y no por ser un omega delicado.

Se miró las manos llenas de cicatrices y callos. Aún cuando había perdido todas las luchas.

Era tremenda y patéticamente débil.

Por eso necesitaba protección.

Cuando estuvieron separados de la oficina por algunos pasillos, Shoto se detuvo y tomó a Izuku por los hombros. Izuku se agachó aún más.

- Si yo no estoy cerca, no cerca, no debes responder sus preguntas ¿Entendido?.

Izuku asintió.

Todo se sentía tan injusto.

Ambos se fueron a sus salones, pretendiendo que lo que acababa de pasar no los había dejado asustados. Shoto no podía permitírselo. E Izuku no quería parecer aún más débil.

Entró a su aula y fingió que las miradas esa vez no le incomodaban más que de costumbre. Se sentó y fijó su vista en el profesor.

Lo seguía con la vista, lo suficientemente atento como para notar incluso cuál era su ademán antes de girar o preguntarle a alguien para probar el grado de atención que le estaban prestando. Sin embargo, era incapaz de escuchar una sola palabra que pronunciaba. Agradeció que no le preguntaran nada nunca, porque entonces estaría perdido.

Su mente regresó a las dudas que se habían presentado ante él cuando el detective los cuestionaba.

¿Hay alguna manera de forzar la verdad?

Izuku se preguntó si había alguna manera de lograr que el detective encontrara y expusiera la verdad incluso si eso no era lo que deseaba.

Se levantó de su silla de pronto. Decidido.

Tomó su bolso y salió nuevamente del aula, con la excusa poco creíble de ir al baño.

Se dirigió a la oficina de la rectora. Confiando en que el detective aún estaría ahí.

Al encontrarlo, le daría las evidencias que intentaron adjuntar en la denuncia contra Touma. Con tales pruebas, era imposible que se negara a la idea de proceder con la verdad.

De cualquier manera, Izuku intentó convencerse, eso del detective aceptando o no la verdad es una simple corazonada mía.

No supo por qué, pero al llegar a esa oficina. Algo le impidió llamar a la puerta.

Sus nudillos, que se habían detenido centímetros antes de golpear, retrocedieron un poco, su puño temblaba.

¿Qué pasa si ignora la evidencia?

¿Aún tengo copias en casa?

¿Aún son válidas?

- Señor Tanaka- ronroneó una voz desde el interior.

Izuku se detuvo. ¿Qué estaba pasando?

- Ah, Señor Tanaka- la misma voz, en un tono más agudo- Si es usted tan efusivo, yo- La voz fue interrumpida, de manera que sólo emitió algo parecido a un gemido.

Izuku giró el picaporte con cuidado.

Empujó la puerta, esperando que esta no hiciera ningún sonido.

La abrió sólo lo suficiente para que la mitad de su cara pudiera pasar. Sólo lo suficiente para ver lo que sucedía.

Era grotesco.

El cuerpo de la rectora estaba siendo empujado contra la pared frente a la puerta. Las extremidades de ambos parecían estar enredadas y ellos daban la ilusión de ser sólo uno. La espalda del detective cubría casi todo el cuerpo de la rectora, y sólo sobresalían sus largas extremidades que lo mantenían aún más cerca.

Izuku subió la vista, hasta encontrarse con la nuca del detective.

Aunque no esperó encontrarse también con el rostro de la rectora. Pensó en retroceder. Pero los ojos de la mujer se dirigieron hacia él, sin rastro alguno de sorpresa o bochorno. Como si esperara que pasara exactamente eso.

- Tanaka-san- volvió a ronronear la rectora- Acerca de lo de antes- frotó sus labios pintados sobre el cuello del detective.

- Si Malena lo pide, supongo que así tendrá que hacerse.

Izuku no sabía con exactitud a qué se referían.

No sabía qué había pedido la rectora o qué estaba dispuesto a hacer el detective por ella.

Pero al ver la sonrisa viciosa en el rostro de ella, supo que no significaba nada bueno para él.

Sintió un escozor en el cuello. Y el aire se hizo asfixiante.

El bolso en el que cargaba evidencias del caso de Alba representando su remordimiento, pesaba ahora más que nunca.

No se preocupó de cerrar la puerta, ni siquiera le preocupó el ruido de sus pasos mientras corría al baño.

No se preocupó de revisar si los cubículos estaban vacíos, o si el inodoro en que se apoyó estaba limpio.

Su boca estaba ensalivando, y sentía un bulto en la garganta.

Vomitó.

Tal vez porque era la única manera de exteriorizar todo el asco que bullía en su ser.

Presionó el bolso contra su pecho, cuando sintió que su estómago ya estaba vacío.

¿Alguna vez podría librarse de esa carga?

Holaholahola!!!

Primer punto a aclarar: Cuando Shoto menciona que son menores de edad, me refiero a que tienen 19 años. En 2018 se redujo la mayoría de edad japonesa a los 18 años, pero pretendamos que esto es antes de 2018 y que se consideran mayores sólo a partir de los 20. 

Segundo: Tanaka Miyamura y Malena Sin-apellido, son OC (personajes inventados y de  creación, los nombres los pedí prestados AJSAUSDJKJ)

En fin, qué tal? Cómo están? Cómo estuvo el capítulo?

Gracias por leer, votar y comentar. Por seguir llegando y por recomendar. Me esforzaré por ser más puntual. Los tkm.

Pd; DIOSMIO, OLVIDÉ PONERLE TÍTULO JASLJDXMSJXKNSJZ







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