La familia compuesta por Alastor & Charlie (más los niños), y sus viejos amigos (Vaggie, Angel & Husk), están realizando una pequeña excursión por uno de los espinosos bosques del Infierno, no muy lejos de un lago rojizo (un lago de sangre, aunque es mejor no meterse en demasiados detalles).

Y mientras que Vaggie & Charlie ponen a Carlos a trabajar, Alastor pasa un poco de tiempo de calidad con su hija pequeña...

-Y recuerda mi pequeña criatura, cada bala la descontaré de tu mesada.- Alastor advirtió manteniendo la sonrisa en su rostro, después de dejar una de sus escopetas en manos de su hija. Escopeta que queda desproporcionadamente grande entre las manitas de la pequeña niña-demonio, debemos decir.

-¡Pero tú no me das ninguna mesada!- Alice exclamó inflando un poco las mejillas ante las palabras de su padre, sin soltar la escopeta...

-Por eso lo descontaré de la mesada que te da tú madre, querida.- Alastor explicó insensiblemente, haciendo aparecer un momento la alcancia en forma de chanchito de su hija pequeña.

-¡Ah!- Alice exclamó, casi desapareciendo el aire de sus pulmones. Por supuesto la princesa del infierno no tardó en intentar apuntar la escopeta en dirección a su padre...

-¡Vamos Alice!¡Tú puedes!- Angel Dust & Husk se abrazaron mutuamente con entusiasmo apoyando a su sobrina (figurativamente), apoyando el intento de fatricidio por parte de la pequeña demonio de cabello castaño-rojizo. Y Alice legítimamente apretó el gatillo, solo para que el arma no disparara en absoluto.

-¿Qué te enseñé Alice? Antes tienes que quitarle el seguro~- Alastor volvió a repetir "educativamente" a su hija pequeña. Las escopetas más viejas del demonio de la radio no tienen seguro, pero como Charlie prefiere mayor seguridad alrededor de los niños, él consiguió unas un poco más modernas.

Alastor tomó el arma de entre las manos de su hija, y quitó el seguro...antes de apuntar y disparar a quemarropa contra Angel Dust & Husk, que salieron corriendo apurados mientras que Alice solo se cubría los oídos ante la risa de Alastor -Vamos querida, se están escapando.- Alastor exclamó entusiasmado por la cacería, sintiendo un incipiente disparo de la adrenalina por la emoción de la persecusión.

La sombra del demonio vestido de rojo levantó a la niña-demonio, mientras que Alastor iba a un paso calmado detrás de sus viejos amigos.

-¡Diviértanse chicos!- Charlie mencionó inocentemente sonriente, ella está casi segura de que Alastor no matará a los tíos de su hija (y menos contando que Angel Dust es el padrino de Alice).

-Endereza la espalda.- Vaggie le ordenó a Carlos, de hecho enderezando la espalda del demonio-adolescente ella misma, resultando en un pequeño "crack" (que obviamente no podía provenir de las papas que está pelando Carlos).