Smile/Dancing/Lipstick

-Narancia, ¿Qué traes puesto? – El joven de cabellos rubios se acercó al más bajo poniendo el pulgar sobre su labio inferior de manera rápida ante la mirada confundida del otro.

-¡Oye Fugo, no hagas eso de nuevo! – Contrariado y algo sonrojado, se cubrió la boca no queriendo a que lo tocase otra vez.

– ¿Labial? – Dijo al ver el color rosado sobre su dedo y luego lo miró interrogante viendo el tono brillante que ya estaba más que corrido sobre sus comisuras. – ¿Desde cuándo usas labial?

Narancia, se tocó a sobre donde se había corrido la pintura y está ya era tenue mostrando solo algunos brillos.

-No es nada, solo comía una paleta de frambuesa. Es todo... - Quiso excusarse mostrando el rubor que generaba su piel, trató de evadir a Fugo queriendo salir de ahí lo más pronto, pero este lo detuvo sosteniéndole el brazo. – ¿Qué quieres? Déjame en paz.

-No me mal entiendas. – Comenzó haciendo que Narancia le viera de manera menos defensiva. – Digo, comprendería si tuvieras curiosidad. – El joven no entendió a lo que se refería.

-¿De qué demonios hablas? – Fugo soltó una risa con la expresión aun mas extrañada de Narancia.

-No trates de ocultarlo. Digo, es obvio... - En ese momento, el chico enrojeció violentamente haciendo que el rubio soltara con más ahínco su risa.

-¡Diablos, Fugo! ¡No! – Lo tomó por la camisa bastante asustado sin que el otro dejara de carcajearse. – N-no es lo que parece, solo fue sucediendo y no es como si lo planeara. Fue tan tentador y supongo que desde un principio me gustó, ¡Pero pasó! Yo...

-¡Hey, tranquilízate, tonto! – Se soltó del brusco agarre sin dejar su sonrisa burlesca y el rostro asustado de Narancia. – ¿A qué le temes? No tiene nada de malo.

-Eso no lo sabemos. – Se agarró la cabeza imaginando lo que pasaría si los demás llegaban a enterarse. – ¿Qué diría Bucciarati? ¡Mierda!

-Le importaría un comino, te lo aseguro. – Fugo tomó las manos del chico haciendo que se soltara. – Después de todo, Abbacchio también usa maquillaje.

Narancia sintió un choque confuso en su mente y le vio con suma duda con sus manos al aire después de soltarse.

-¿Qué?

-Tú sabes. Todo el tiempo vemos a Abbacchio con labial y seguramente con polvo para la cara. ¿Qué tendría de diferente verte a ti usando un pinta labios? Es bastante común y a decir verdad, a mi no me importaría. – Se encogió de hombros y realmente no le importaba ver a Narancia maquillado. – Aunque si me dejas opinar, creo que un color naranja te quedaría mejor que ese rosado brillante que llevas. – Fugo puso una mano sobre la barbilla pensativo inspeccionando al joven quien no asimilaba del todo lo que había dicho.

Si bien, a los pocos segundos pudo tranquilizarse al saber que el rubio no tenia idea de la verdadera razón por la que llevaba pintada la boca, pues pensaba que este había tomado un lápiz labial y se lo había colocado por mera estética.

Cosa que no era cierta.

-Sí, claro, supongo que tienes razón... - Puso una mano atrás de su cabeza como si considerara las palabras de su amigo. – Sí me disculpas, tengo que salir a comprar... algo. Nos vemos luego.– Dio la vuelta y con paso rápido se fue dirigiendo a la salida y antes de que este se perdiera de vista de Fugo, el rubio le gritó.

-¡Procura escoger un buen color! – Le comentó alzando la voz, Narancia solo cerró los ojos apenado.

...

Más tarde en el parque más cercano

-¡No lo puedo creer! – Decía entre risas descontroladas la joven sentada junto a Narancia quien mostraba vergüenza al contrale lo sucedido con Fugo. – ¿Enserio creyó que te habías pintado de rosa? Creí era más listo.

-¡Sí! Y no sabes el susto, la vergüenza y la confusión que me provocó. – Dio un suspiro queriéndose dar más calma. – Al menos agradezco que no supiera que tú y yo...

-¿Salimos? – Terminó la joven acercándose a Narancia dándole un beso haciendo que de su propio labial, se pintaran de rosa los del otro. – Tal vez deba usar un poco menos. – Dijo al ver cómo había terminado jaspeado la boca de este. – Mancha demasiado.

-¡No! Amo el sabor que tiene, Trish. – Pidió cual niño pequeño, enterneciendo a la chica y dándole otro beso más duradero.

-Entonces usa mis pinta labios.

-¡No es lo mismo! Pero si debo engañar a Fugo y a los demás, estoy dispuesto a hacerlo. – Dijo pensativo poniendo un puño sobre su mejilla sosteniéndose; recordó que Fugo le había dicho que el rosa no le quedaba, por lo que lo llevó a preguntar. – Aunque, ¿Crees que me quede el naranja? – Miró hacia el cielo con una extrañada Trish.

-¿Acaso Fugo dijo que no te quedaba mi color? – El joven asintió un par de veces haciendo reír una vez mas a la chica. – Podría ser, no te favorece mucho si somos sinceros. – Le quitó un poco de pintura sobre su cara. – Deberíamos seguir el juego y comprarte maquillaje. – Narancia se exaltó sorprendido, ¿Estaba emocionado? – Pero después tendremos que decirle a todos que somos novios. – De inmediato el encanto del joven desapareció siendo remplazado por una de susto.

-¿Qué, estas loca? ¡No! – Exclamó con el temor en sus ojos, Trish se cruzó de brazos poniéndose firme.

-Bucciarati no se negará. ¡Vamos! – Lo tomó de ambas manos y lo besó castamente mirándolo a los ojos junto con una sonrisa tranquilizadora. – Ya es hora de que se enteren de lo nuestro, ¿Qué dices?

Los esmeraldas de Trish desarmaban al joven y es que cada que lo besaba y ponía esa cara, lo terminaba hipnotizando aceptando en todo lo que ella quisiese. Temía de su jefe, pero sabía que no seria tan rudo si llegaba a enterarse de que llevaba meses viéndose con su amada para darse todo el amor que quisiesen.

Narancia dio una mueca y luego suspiró rendido.

-Esta bien, pero si me termina matando o descuartizando con Sticky Fingers será tu culpa. – No lo decía en serio, pero si rezaba para no recibir un castigo o algo por el estilo; y eso Trish lo sabía.

-Gracias. – Acarició su rostro y parte de sus mechones, para darse un beso lleno de cariño agradecimiento. Se separaron y la chica lo miró sorprendida. – Insisto en que debo de dejar de usar tanto labial...

-¡No!

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Día 4 xd espero les haya gustado, gracias por leer :3