Una joven acomodaba la tienda y servía en la mesa fruta fresca, cuando me vio entrar hizo al igual que los demás una reverencia. Me llamó "Ayra" y se aparto para que yo pasara.

-Debes ser la doncella que mencionó Ramsés, ¿cuál es tu nombre?

-Tiaret majestad.

-¿Cómo me llamaste al entrar?

-Ayra emperatriz, tenemos órdenes de dirigirnos a usted por este nombre.

-¿Que significa?

-En su idioma "La elegida".

-¿Y tu nombre tiene algún significado?.

-Sí majestad, es Leona.

-¿Leona? ¿Por qué razón te pusieron así?

-Para mis padres el león es un animal que representa fortaleza, coraje y poder, todas estas cualidades ayudarían a que mi espíritu nunca se quebrantara.

-Oh vaya, eso es muy profundo, estás lejos de casa, ¿cierto?

-Al igual que usted Ayra.

-Mi nombre es Nadia.

-De ahora en adelante será Ayra.

-Puedes retirarte si quieres. -La verdad quería estar sola.

-No puedo majestad, tengo....

-Déjame adivinar, tienes órdenes de permanecer conmigo en todo momento.

-Sí Ayra, le traje fruta ¿Desea comer?

-No por el momento, pero gracias.

-¿Que quiere hacer?

-Sólo descansar, hace frío.

La doncella buscó un manto color púrpura y lo coloca sobre mis hombros, era de lana.

-¿Qué edad tienes Tiaret?

-Quince años, majestad

La miré con detenimiento, su piel oscura como el ébano, traía su acolochado y negro cabello recogido por una diadema, a pesar de ser tan joven era hermosa y se empezaban a notar sus atributos de mujer, su mirada es inocente y gentil, agradecí su compañía, al menos tendría con quien hablar hasta que....... No quise pensar en mi muerte, guardaba la esperanza que mi padre me encontrara antes de eso.

-¿Cómo llegaste aquí?. -Seguí el interrogatorio mientras me sentaba encima de los cojines.

-Mi familia es muy pobre, somos en total diez hermanos. Ramsés llegó a mi aldea y le ofreció a mi padre muchas monedas de oro por mí. A mi padre le pareció favorable el cambio y me entregó a él.

-Técnicamente te vendió. -Respondí indignada.

-En África hay mucha pobreza majestad, a veces se deben tomar ciertas medidas por el bien de los demás.

-¿Y no extrañas tu aldea?, ¿A tu familia y amigos?.

-Los extraño majestad, pero mi destino ya está marcado, nada puedo hacer.

-Siempre hay opciones.

-Quizás para algunos pero existe una minoría que no contamos con ese privilegio.

-¿Cómo aprendiste hablar inglés?

-Llevo dos años estudiando su idioma.

-¿Hace cuanto te compró Ramsés?

-Tenía doce años majestad.

Me sentí tan molesta, como era posible que existiera aún la esclavitud. Que destino le esperaba a esta joven, apartada de su hogar, vendida por su padre, al menos conservaba su pureza de lo contrario no sería doncella, pero cuanto tiempo estaría ausente de las miradas maliciosas y asquerosos deseos de los hombres, ¿Hasta que Ramsés se cansará de ella?, o ¿Decidiera que su misión como acompañante de la reina terminó? o ¿Fuera vendida a otro dueño no tan benevolente? Traté de visualizar su futuro, Tiaret no se merecía eso, debía crecer en un ambiente familiar, rodeada de amor, y cuando tuviera la edad adecuada, casarse con algún hombre bueno que la respetara, pero ¿Qué estaba pensando?, me encontraba muy lejos de Inglaterra.

-¿Se siente bien Ayra?, la noto contrariada.

-No te preocupes Tiaret, como dije antes estoy cansada.

Le di la espalda y busqué el cobijo de la piel en la cual despertara horas antes, aunque al principio fue difícil logré conciliar el sueño, desconectándome de aquel mundo incierto para mí.

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Hola, como sé que los capítulos son cortos, seguiré subiendo dos por día. Así atiendo a sus solicitudes, estoy siempre para complacerlos.