Pasos #4

Estaba muy ocupado en el trabajo como para pretarle atención a los llamados del pequeño, balbuceaba su nombre como podía con su ausencia dental. Aunque el mayor le repitiese infinitamente que estaba ocupado el niño insistía. Hacía un informe muy importante y se concentraba en cada letra que colocaba y el significado de cada palabrita. Escuchó los juguetes rodar pero siguió en lo suyo, escuchó otros balbuceos pero seguía concentrado, sintió como jalaban su mano caída pero no miró, volvieron a jalar pero no funcionó, babear sus dedos, aquella sí era una manera efectiva de llamar su atención. Apartó los dedos y lo miró con seriedad.

- ¿Qué pasa?.- con lentitud, analizó y logró notar lo que el niño estaba haciendo... ¡Caminaba!. Sin ayuda, parado en sus dos piernitas.- ¡Puedes caminar!.

Se llenó de alegría y se levantó para tomar sus manitas y dirigirse hasta un punto cualquiera para ver sus piernitas en acción. El bebé se soltó de sus manos y caminó por unos cuantos pasitos hasta que perdió el equilibrio para que el mayor lo levantara entre sus manos. Muy contento, lo alzó y rozó su naricita con la suya en un besito esquimal muy cuidadoso. Lo dejó de nuevo en el suelo para sentarse también allí, volvieron a aparecer aquellas molestas lágrimas. ¿Eran Felices? Los primeros pasos de aquella criaturilla de meses, estaba infinitamente orgulloso y feliz de aquel momento. ¿Eran nostálgicas? Extrañaba a el padre de la criatura y lamentaba que no pudiese ver aquel inmenso logro. El bebé gateó y estiró sus brazos cuando vió las lágrimas, fue llevado a los brazos del mayor pero éste siguio llorando... con una sonrisa amplia.