Dueño#★

Era de noche, y las brisas del Otoño se adueñaban de todos los rincones de la casa. El cuidador había salido a comprar un par de cosas para poder darle de comer a la criatura mientras lo dejaba con su pareja. Este último lo tenía en las piernas jugando con una sonaja mientras el adulto veía televisión sin prestar real atención a su cachorro. El sonido de la sonaja era bajo y podía oír tranquilamente su programa de noticias pero el bebé comenzó a agitarla más rápido y a hacer cada vez más ruido, el mayor de ojos azules se irritó pero lo intentó ignorar hasta que la sonaja dió contra su brazo. Bastante molesto, le arrebató la sonaja y lo cargó ignorando el hecho de que llorara asustado por la brusquedad de los movimientos. Subió las escaleras y dejó al bebé en la cuna, lanzando la sonaja a uno de sus costados.

- Ahora sí. Haz un escándalo, chiquitín. - dijo con tranquilidad dándole un besito en la frente antes de irse de nuevo.

Bajó tranquilamente las escaleras para volverse a lanzar al sofá y subir el volumen de la T.V. para no oir los lloriqueos del bebé que aguardaba solo en su habitación. El niño lloraba a voces intentando salir de la cuna, llamando "Papá" como se lo permitiese su escaso lenguaje. Tanto era el escándalo que ya el adulto, atormentado, subió corriendo y lo sacó de la cuna para llevarlo abajo. Apagó la televisión y se acostó en el sofá para colocarse al bebé encima. Sin decir nada y sin hacer algún movimiento, la criaturilla se fue calmando hasta dejar de llorar completamente, mirando con sus grandes ojos verdes a los del mayor que soltó una risa ronca al verlo tan inocente.

- Saliste completamente a él.

- ¿A quien?.- dudó una segunda voz a las espaldas del adulto. El niño balbuceó su nombre y estiró sus brasitos alegremente deseando que lo cargase.- Hola, bebé. - saludó él, levantándolo y dándole un besito en la cabeza a la vez que lo abrazaba.

- Decía que se parece mucho a tí. Es tan lindo como tú.

- Cállate. - rió nervioso el cuidador acercándose a él mientras se abría paso para sentarse a su lado.

Ya junto a su pareja, esta no perdió el tiempo y lo besó con posesión. Pasó una mano a su nuca y lo juntó a él... pero al niño no le pareció. Balbuceó a gritos lanzando manotazos a su pareja, los novios se separaron para ver a la criaturita enojada gritar con su ignorancia con el lenguaje. El cuidador calmó a el agresivo cachorro y rió ante la escena.

- Tranquilo, es un poco celoso es normal.

- Contigo, no conmigo. - le reprochó su pareja.

El cuidador volvió a reir y le plantó un pequeño beso antes de recostarse de su hombro. El bebé seguía en los brazos del cuidador mirando fijamente a el más grande que lo miraba devuelta seriamente. Aunque al cuidador no le gustaba, era otra discusión cotidiana, el bebé y su pareja peleandose por el amor del cuidador. Se retaban queriendo saber quien realmente era el dueño de su cariño.