POV AUTORA:

Los celestiales, incluido el padre de solaad, estaban boquiabiertos. Nunca podrían creer que su amada deidad seria capaz de cometer tal atrocidad, para ellos la deidad suprema era una mujer benévola y bella que luchaba por el bienestar de los suyos.

Elate: eso no puede ser...nuestra deidad..-susurro con la vista en el suelo, estaba realmente decepcionada de su historia.

Solaad: seguros que era ella?...es decir, pudo ser un engaño!-dijo intentando animar a su esposa

Elizabeth: era ella, es imposible olvidar a mi madre.-dijo mirándolos con compasión.

Zoria: su madre!? Eres la diosa elizabeth!?-exclamo impactado, al igual que su hijo, abuela y nuera, todos los del clan sabían la historia de la diosa y el demonio.

Elizabeth: si, yo soy la reencarnación de esa elizabeth, y el es el mismo meliodas que lucho junto a mi en la guerra santa.-explicó mirándola su novio

Abuela(la viejita que esta obsesionada con hawk.): son ustedes los de la leyenda!? La diosa y el demonio que se enamoraron, rompiendo las leyes de ambas deidades!?-grito casi desmayándose sobre hawk

Hawk: abuela!-se quejó sintiendo el peso de la anciana.

Meliodas: exacto pero no estamos aquí por eso. Necesitamos su ayuda, por favor.

Elate: que necesitan?-pregunto mirandolo a los ojos

Meliodas: necesitamos ayuda de tres miembros del clan de las diosas, para liberar el cuerpo de nuestra amiga de la posesion de la deidad suprema. Requerimos que tres de ustedes vengan con nosotros.

Elate: yo voy!-exclamo sin dudar

Solaad: no sola, yo también voy.-respondió con una sonrisa segura.

Ban: seguros? Pensé que habrían tenido suficiente con nuestra última aventura.

Solaad: se los debemos, ustedes lucharon una batalla que no les correspondía, es nuestro turno de devolverles el favor.

Elate: además, quien podría desperdiciar la oportunidad de salir al mundo exterior? Ni de broma me quedare aquí.

Elizabeth: gracias, significa mucho para mi que quieran ayudar a liberar a mi hermana pero aun falta un druida. Conocen a alguien que quiera ayudar?

Zoria: yo quisiera ir pero ya que solaad ira con vosotros entonces yo me quedare en su lugar como el guardián de la espada.-explico con pena

Abuela: yo tampoco podre ir, por mas que quisiera ya no soy tan joven y mi magia seria inútil contra la deidad suprema.

Elate: tal vez...creo que se de alguien que podría ser de utilidad.-informo con un brillo nervioso en los ojos

Solaad: quien?...-se tenso al pensarlo un poco.-no! no! Y no! De ninguna manera ella vendrá con nosotros!-exclamo con su cuerpo tembloroso

Todos: quien!?-preguntaron intrigados y sorprendidos por el actuar de la pareja

Elate: siganme.-ordeno alzando el vuelo

Los pecados, caballeros, magestades y celestiales no dudaron en seguirla, aunque para ban fue bastante obvio el terror en la cara del rubio alado pero decidió ignorarlo.
Llegaron a lo que parecía ser las ruinas de un coliseo, en medio lograron divisar a una celestial meditando.

Se acercaron a ella, menos solaad que estaba escondido detrás de un confundido ban. Elate fue la primera en acercarse a ella y tocar su hombro para hacerla reaccionar.

Elate: hola...necesitamos tu ayuda.-dijo con una mezcla de nerviosismo y timidez en la voz.

La chica se levanto del suelo y volteo a ver a los recién llegados. Esta demás decir que simon, escanor y arthur se sonrojaron levemente, la chica era muy hermosa y realmente parecida a elate y elizabeth.
Su piel blanca, ojos azules profundo y cabellos malva, acompañados por una dulce sonrisa.

Elate: pecados capitales ella es mi prima, ginebra.-presento sonriendo muy levemente

La chica les dedico una sonrisa y se acercó a los pecados a paso calmo.

Ginebra: que necesitan de mi, pecados capitales?-preguntó con una voz tan angelical que incluso los que estaban casados sintieron como sus corazones dieron un pequeño vuelco.

Meliodas: ah..am..no-nosotros...ejem! Necesitamos tu ayuda. Una amiga nuestra esta en riesgo de desaparecer para siempre si no expulsamos a la intrusa que se robo su cuerpo.-explicó intentando no volver a tartamudear, claro que la mirada afilada de su mujer no ayudaba mucho.

Ginebra: un exorcismo eh? y quien seria esa amiga?

Arthur: era mi prometida, señorita ginebra, necesitamos su ayuda para salvarla. Estaría dispuesta a ayudar?-pregunto intentando conservar la tranquilidad

Ginebra: quien eres tu?-pregunto mirándolo de pies a cabeza

Arthur: perdone mis modales, mi nombre es arthur pendragon, el rey de camelot. Es un placer conocerla.-se presentó tomando su mano para dejar un beso en ella en un gesto caballeroso.

Ginebra: les ayudare...y el placer es todo mio, joven rey.-respondió regalándole una linda sonrisa que preocupo de sobremanera a la pareja de celestiales pero que nadie mas noto.

Continuará...

Lo siento no había podido actualizar antes por que estaba muy ocupada, comencé a trabajar hace una semana y estoy algo estresada por mi horario. Les pido algo de paciencia.