POV AUTORA:

Nuevamente los días nublados en camelot seguían, la pena de perder a su reina aún no los abandonaba pero poco a poco iban recuperándose, muy al contrario de su joven rey quien no habían vuelto a ver salir el palacio después del incidente.
Sabían de ante mano que perder a un ser amado pero confiaban en él, rogaban por que pronto el dolor de su corazón pasara.

Palacio...

Un nuevo día y un nuevo tormento para el rey de camelot quien no había dormido en toda la noche gracias a las voces que resonaban cruelmente en su cabeza, cath no se había movido de su lado en toda la noche, estaba acurrucado en su pierna y lo miraba con lastima.
El sufrimiento cada vez mas rápido nublaba la visión del muchacho y no lo dejaba ver mas allá de la traición de la que fue víctima.

"Ella no te amaba"

"Ella te abandono"

"Es una traidora"

"Te mintio"

"Ingenuo"

"Estúpido"

Arthur: basta! Callaos de una vez!!-exclamo tomando sus cabeza entre sus manos

Cath: arthur...

Arthur: estoy bien, cath, solo quisiera poder olvidar...olvidar que algún día la conocí.-susurro con rabia

Cath maullo mostrando su desacuerdo, sabia mejor que nadie que la deidad de ojos esmeralda fue lo mejor que pudo pasarle al rey de camelot y estuvo a nada de replicae pero los toques en la puerta lo interrumpieron.

Dos mujeres entraron a la habitación, sin siquiera sorprenderse al ver todo destrozado, ni siquiera tuvieron que correr las cortinas que separaban el pequeño salón con la cama donde estaba el rey pues la cortinas estaban hechas jirones en el suelo.

Adelaida: majestad, los pecados capitales exigen su presencia en el salón del trono.-informo algo tímida

Arthur: no deseo ver a nadie en este momento, adelaida, diles que se retiren.

Merlín: ellos no se irán, vinieron desde muy lejos para hablar contigo. Tienes que recibirlos.-regaño como una madre a su malcriado hijo

Arthur: merlin, siento decirte que incluso su presencia no me resulta agradable, por favor retirence ahora!

Merlín: de ninguna manera! Sal inmediatamente de esta habitación o te juro por el gran maestro que me vas a conocer realmente enfadada arthur pendragon!-exclamo con los ojos resplandecientes de ira

A su lado adelaida miraba seriamente al rey, ella lo había cuidado desde que se volvió rey a la corta edad de 14 años, y ese hombre frente a ella no se parecía en nada al dulce niño que tanto quería.

Con un suspiro de resignación, el chico se decidió por salir de su cautiverio para ir al gran salón del trono donde lo esperaban los 7 pecados capitales, exceptuando a diane y elaine, la princesa de liones, el antiguo gran maestro de lionés, simon y slader, aun sin expresión se dirigió a su trono.

Elizabeth: buenos días arthur.-saludo queriendo romper el incomodo silencio

Arthur: princesa elizabeth, pecados capitales, caballeros de liones, sean bienvenidos. En que puedo ayudarles.-preguntó seriamente

Algunos de los presentes sintieron un estremecimiento al ver al joven jovial y risueño rey ahora convertido en un hombre frío y serio.

Meliodas: necesitamos tu ayuda. Elizabeth y yo hemos estado investigando acerca de la desaparición de isabella y lo que dijo la deidad suprema, creo que encontramos algo. Primero que nada, ella tenia razón, mi padre aun se encuentra con vida, su alma no volvió del todo al purgatorio y ahora mismo se encuentra tratando de recuperar sus poderes, no sabemos donde esta ubicado solo se que su alma no esta en el purgatorio como debería.-explicó seriamente

A los que aun no sabían nada del rey demonio se les fue el color el rostro, incluso el rey se mostró levemente sorprendido ante la mención del oscuro ser.

Elizabeth: y además de eso cuando estuvimos en danafor descubrimos que un alma al ser expulsada de su cuerpo, no desaparece, ella vaga por un tiempo hasta poder alojarse en algún objeto valioso que haya sido de su pertenencia mientras estaba en mundo mor...

Arthur: camelot aportara toda su ayuda con el problema del rey demonio, por eso no deben preocuparse, se perfectamente que un enfrentamiento entre las deidades seria catastrófico puesto que los demás clanes estamos en medio del campo de batalla pero siento decirle princesa que no logro comprender el tema que acaba de explicar.-interrumpió

Nuevamente el tono que ocupo el pelirrojo los descolocó por completo.

Elizabeth: es..es sobre isabella. Hay una forma de traerla de vuelta... Si me permitieras ver algunas de sus cosas...tal vez..!-intentaba decir nerviosa

Arthur: isabella ya no existe, Elizabeth! Aceptalo de una vez...así como yo lo hice.-sentencio levantándose de su trono para caminar hacia la puerta

Meliodas: acaso ya no amas a isabella!?-exclamo perdiendo la paciencia, incluso por breves segundos sus ojos cambiaron de verde a un morado oscuro.

Esas palabras lograron tensar al niño rey pero aun así siguió su camino y salio del salon dejando a sus compañeros desconcertados por su repentino desinterés por la mujer que decia amar.

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Una bella mujer de largos cabellos turquesa miraba su reflejo en el enorme espejo en el que alguna vez fue su hogar, su reino...
Estaba cambiada, su fria mirada guardaba muy en el fondo un enorme arrepentimiento...

Deidad suprema: eras una estúpida, hija mía.-susurro desvíando la mirada

Continuara...

Tachan! Volví y ahora me voy otra vez, con permisito dijo monchito y se fue por un cafecito!