Una canción perfecta para un capítulo muy místico, espero lo disfruten:)

https://youtu.be/_JB-MEqcLPg

Mi cuerpo era ligero, notaba como flotaba sobre mis sábanas. No existía ni el frío ni el calor, era como si eso no fuera importante. No veía ni oía nada, era como estar sumergida en el agua. Todo tenía una extraña calma, y cuando intenté moverme, no notaba mi cuerpo.

De la calma pasé al miedo en una fracción de segundo. Estaba segura de que esa sensación era lo más parecido a estar muerta.

Entonces, de la nada, empezó a soplar el viento, al principio suave y agradable, pero, poco a poco más violento.

Intenté moverme de nuevo, pero todo fue en vano, y la oscuridad que había en aquel lugar no me ayudaba a relajarme.

Distinguí unos pasos que se iban acercando cada vez más hacia donde yo estaba. Seguía sin ver nada, pero comenzaba a distinguir sonidos y sensaciones.

Notaba como si estuviera rodeada de algo frío, algo que parecía ser agua. La brisa traía consigo restos de hojas que golpeaban mi cara y agitaban el fluido donde yo estaba sumergida.

Los pasos siguieron acercándose hasta que cesaron al lado mía, como si alguien se hubiera parado donde yo estaba.

- Veo que por fin estás aquí, ya era hora de que vinieras y pudiéramos hablar.

Intenté contestar, pero ningún sonido salía de mi voz.

-No te molestes, aquí es imposible hablar. Aquí convive la nada y el todo, es como un lienzo vacío esperando a su pintor. Ahora estas dentro de un lienzo en blanco y aquí la pintora soy yo. Necesito que me escuches-Susurró aún más cerca esa voz. -Estas en un lugar donde nadie puede encontrarte, donde estás a salvo, pero eso no es bueno. Dejaste tu cuerpo desprotegido allí de donde provienes. Dejaste a tu mente introducirse aquí, pero tu cuerpo te ha abandonado. Ahora eres débil, susceptible a cualquier ataque, así que debes de controlar eso porque de aquí en adelante...lo necesitarás.

Aquella voz era suave y calmada, pero llena de profundidad. La escuchaba como si emergiese de las profundidades de un pozo.

-Debes saber que en tu camino nunca estuviste sola, siempre estuviste acompañada. Debes dejar tus miedos atrás, realmente no eres así, eres valiente y llena de energía, llena de vida, No permitas que nadie te robe aquello que tú eres. Siempre que me necesites llámame y apareceré donde menos lo esperes. No tengo nombre ni género, solo con pensar en mí apareceré. Debes de distinguir entre los buenos y los malos, porque siempre hay dos bandos, nunca hay uno neutral. No temas a confiar en aquellas manos que siempre te estuvieron sujetando-Dijo con voz aún más fuerte.

Seguía sumergida en aquella burbuja protectora, y lo cierto es que, a pesar de que la voz me advirtió que estaba en peligro al haber dejado mi cuerpo atrás me sentía inexplicablemente bien.

-Nunca jamás te quedes más tiempo del que debes aquí porque sino será demasiado tarde y querrás quedarte para siempre, de forma que tu cuerpo morirá en la Tierra y quedarás atrapada aquí. No olvides que esto lo hiciste tú, todo esto que sientes, este mundo oscuro. El mundo en calma que tú siempre quisiste. Esto no es la solución a tus problemas, querida-Dijo con voz más dulce. No te hagas esto, Nanami, permítete equivocarte de vez en cuando, errar es de humanos, nunca lo olvides.

Entonces sentí una caricia en mi rostro que se sintió tremendamente real y pude ver unos ojos que me miraban directamente al alma.

Entonces alrededor de mí, las cosas empezaron a tomar color, formas y sombras. Todo empezó a volverse muy vivo, muy real, y aunque no sentía mi cuerpo, lo sentía todo a mi alrededor. Sentía como si mi alma se hubiera fusionado con el viento, paseando por la copa de los árboles, acariciando el agua y brillando con el sol.

Cuando empecé a girar sobre sí misma me di cuenta de que ahora estaba sola, rodeada de una inmensa naturaleza tan bella y perfecta que jamás mis ojos pudieran ver o mi mente imaginar.

La luz era tan brillante que a mis ojos les costaba quedarse abiertos, todo era...la perfección.

Entonces divisé a Yukiko a lo lejos, saludándome con la mano y sonriéndome.

Ella corrió hacia mí y me dijo al oído:

- No te preocupes hermana, estoy bien, tuve que irme y no pude decirte donde, fue por tu seguridad, Lo siento mucho-Dijo cogiéndome de la mano y acercándosela a la cara-Ahora por fin podrás liberarte de todas tus cadenas y dejar fluir quién eres, ven conmigo.

Mi hermana me cogió de la mano y me guio a través de los árboles con paso firme pero lento. Yo a cada paso, observaba la belleza de mi alrededor con gran asombro. No sabía dónde estaba, ni si quiera podía discernir con claridad si era un sueño, pero era lo más bello que jamás había visto.

Conforme íbamos andando, una voz se iba escuchando a través de los árboles. Era la voz más preciosa que jamás habías escuchado, era sencillamente perfecta, calmaba el alma y el espíritu, era magnífica.

https://youtu.be/DTGdMv0i-c4

De una voz se dividieron varias, era un auténtico espectáculo. Los diferentes tonos de aquellas voces vibraban a través de la naturaleza, como si les diera vida.

Mi hermana sonreía cada vez más, como si supiera como me sentía. Nunca la vía así conmigo, tan sonriente y feliz. Siempre fue una chica hermética, fría y distante, la cual no parecía importarle nada.

Llegamos a un claro del bosque donde estaba Mirabelle. Ella no se había percatado de nuestra presencia, pero empezó a agitar los brazos al son de una canción, la cual era la misma que había escuchado y de la tierra empezó a emitir una luz cegadora de múltiples colores. Mirabelle cerró sus ojos y se concentró aún más. Su voz no provenía de sus cuerdas vocales, era como si naciera de aún más adentro. Era magia, la magia que describen los libros. Su poder producía potentes torbellinos de agua cada vez más grandes y llenos de luz. Entonces, los torbellinos explotaban, regando todos los árboles y las flores de su alrededor, los cuales su color se veía aún más intenso y saludable. Era como si ella fuera la causante de la vitalidad de aquel bosque.

Otra voz no tardó en oírse, esta vez, provenía de un hombre. Vi a Erik aproximarse a Mirabelle mientras cantaba aquella melodiosa canción, pero el efecto fue distinto.

De la superficie del agua empezaron a emerger cristales de hielo, como si de las manos de Erik surgiera una ventisca que se propagara a su alrededor. De pronto, el cielo empezó a llenarse de nubes y la lluvia empezó a caer. Su voz comenzó a elevarse, y conforme más elevada era, más fuerte caía la lluvia. Sus manos continuaban agitándose y sus ojos iban poniéndose cada vez más blancos. Con las manos en dirección al cielo, la lluvia se convirtió en nieve y dejó todo nuestro alrededor con un manto blanco.

Ante mi cara de sorpresa, mi hermana me cogió de la mano y me apretó suavemente para que me calmara.

Y de pronto, de nuevo salió el sol.

Entonces, ambos se giraron hacia mí con cara de preocupación, pero antes de que hablaran, otra voz masculina empezó a sonar.

Era más profunda, eléctrica, capaz de hacerte sentir un cosquilleo con solo escucharla. El viento se levantó a mi alrededor, las hojas secas y las flores golpeaban mi cara con suavidad. Mi pelo empezó a agitarse y enredarse con precisión como si aquella brisa tuviera manos y me estuviesen tocando. De entre los árboles surgió una cara conocida, la cual estaba rodeada de un halo de luz dorada y de ráfagas de viento.

Su cara, totalmente indescifrable, tenía un semblante igual a la primera vez que nos vimos y empezó a caminar hacia mí. Era como aquel sueño, todo transcurría exactamente igual, pero, esta vez, un halo de luz le rodeaba como si lo protegiese.

Su mirada era igual, pero con un matiz distinto, como si él me estuviese esperando, como si quisiera enseñarme lo que él realmente es, lo que realmente son.

No me importaban las caras de mi hermana, de Erik o de Mirabelle, lo único que quería era alcanzar a Steve.

Esta vez, no quería despertarme, quería hacerle preguntas, quería saber más.

Entonces conforme se iba acercando, iba cayendo en la oscuridad, como si de nuevo me sumergiese en el agua. Intentaba con todas mis fuerzas quedarme, pero la gravedad me iba atrayendo cada vez más a la oscuridad, pero antes de sumergirme completamente en ella, una voz conocida me dijo

- Todo a su debido tiempo, tus preguntas tendrán sus respuestas.

Y mi despertador sonó.