Salvación
Las últimas noticias no anunciaban nada bueno, la ciudad aledaña habia caido hace menos de tres días, ya no importaba si habían sido los izquierdistas o los de extrema derecha, el gobierno no podía detener los desmanes que surgian de un lugar y otro constantemente, no era bueno permanecer ahí, no cuando la enorme marca roja teñia la puerta y la bandera de muerte se alzaba sobre el edificio.
— Tenemos que hablar— suspiró Seok Jin reuniendo a los setenta niños que habitaban aqurl orfanato— Se que muchos están asustados
Él tenía que sacarlos de ahí, era el mayor que quedaba, Luhan y Minseok habían sido raptados hace poco y aunque doliese admitirlo posiblemente ya no estuviesen vivos para ayudarlos, Junmyeon era un niño listo también pero tenia demasiado miedo y temblaba como un conejito aplastadose contra el cuerpo del pequeño Lay, no podía dejarlos a su suerte tampoco, habia bebés como Sanha que apenas podía caminar y decir unas cuantas palabras, no podía permitir que murieran.
— ¿Vamos a morir?— preguntó Seungwan con timidez— Vernon dice que la marca en la puerta significa eso hyung
Jin se mordió la lengua y negó, no quería preocuparlos más de lo que ya, el pequeño Jungkook pataleaba en s sus brazos reclamando atención y Taehyung tiraba de su pantalón haciendo pucheros, eran su familia, no podía dejarlos en medio de la nada.
— No, cariño— suspiró alborotandose el cabello— No vamos a morir pero no podernos quedarnos para asegurarnos de que no intentarán hacer algo contra nosotros
Por noticias anteriores sabían lo que pasaba con los locales del gobierno, la mayoria eran incendiados y los que eran encontrados dentro eran cruelmente asesinados, a un orfanato a las afueras de la ciudad lo quemaron dejando adentro a todos los niños que vivían alli, los que sobrevivieron al incendio acabaron siendo cruelmente asesinado, Jin aún no puede sacar de su cabeza la imagen de las cabecitas de los niños colgadas de estacas en la imagen del periódico.
No podían pedir ayuda tampoco, la mayoría de las casas aledañas tenían una bandera naranja si eran izquierditas o una azul si eran de extrema derecha, ninguno de los dos bandos tenían interés en niños del gobierno, su idea era que seria mejor acabar con los futuros ejércitos del gobierno antes de que pudiesen ser reclutados.
— ¿Lugege?— preguntó Lay mordiendo su pulgar— Pometio leeme un cuento
Las lágrimas se escondieron en lo profundo de Jin, no debía llorar, debía ser fuerte y salvar a todos estos niños, podria llorar la muerte de sus mejores amigos más tarde, no ahora.
— Regresara pronto— suspiro con asco al saber que sus palabras eran mentiras— Por lo pronto será mejor que hagan sus mochilas, empaquen todo lo necesario
Luhan y Minseok tenían quince años, ambos iban a ser adoptados el anteaño anterior pero con todos los desmanes en el gobierno nunca pudieron completarse los papeles, ambos niños habían asumido el liderazgo del orfanato cuando los mayores decidieron dejarlos a su suerte pero... hace unos días se les había ocurrido que quizás podían pedir ayuda a la comisaría cercana, quizás se compadecian de ellos y se llevaban a todos al ejército, era lo mejor de todas formas, pero no regresaron, las noticias de que habían quemado la comisaría se esparcio como pólvora y al final del dia, la casa solo había terminado con una enorme tacha roja en la puerta anunciandoles un final eminente.
— ¿Manito?— la pequeña Jimin se acercó Jin abultando sus mejillas— ¿Manito Minseok va a regresar pronto?
Jongdae le ahorro el esfuerza llevandose a la niña con él, aunque al chico de sonrisa gatuna también le dolía la pérdida de Minseok sabía que lo mejor que podía hacer para honrar su memoria era cuidar a su pequeña hermana.
— ¿A dónde iremos?— preguntó Yoon Gi asesorando al pequeño Park Jimin en una cangurera entre sus brazos— No tenemos los sificientes víveres y nadie va a recibirnos allá afuera
Catorce años, se dijo Jin, el no había vivido catorce putos años en vano, no se dejaría asesinar por unos tontos sin escrúpulos, superviso que todos tuvieran sus cosas listas antes de volver a hablar.
— Llevaré el bus escolar a la salida del pueblo— dijo con decisión— Ellos creeran que voy a venderlo y me dejarán salir con el vehículo, estoy seguro de que ese mismo día querran atacarnos
Los niños se miraron entre ellos asustados, las pequeñas abrazaron sus muñecas de trapo inseguras y jugaron con sus piececitos asustados.
— ¿Nos dejaras?— preguntó con desesperación Hongbin— Puedes llevarte a Hyuk contigo, es chiquito y no suele llorar— suplicó señalando al bebé que N tenía en brazos— Por favor
Pequeñas lágrimas rodaron por las mejillas del menor y aunque el chico quiso llorar ante la desesperación no lo hizo.
— No dejaremos a nadie— resoplo tratando de calmar los llantos de los niños— Los mas pequeños tendrán que esconderse en el bus y los grandes saldrán durante la noche
El viejo autobús amarillo fue acondicionado para el viaje, la comida fue escondida entre los motores y se acomodaron pequeños compartimientos bajo los asientos apra ocultar a los niños.
— Bien— suspiró Jin tamborileando sus dedos sobre el timon— Podemos hacerlo, recuerden que deben moverse lo mas silenciosos posibles, los esperare en el lago
Salir del pueblo no fue sencillo, los controles le hicieron demorar demasiado, además Jin no sabía manejar y tenía que hacerlo con lentitud para no causar ningún daño.
— Te estás llevando a mi Jimin— le advirtió Yoon Gi frunciendo el ceño— Cuidalo bien o voy a matarte
El miedo burbujeo como polvora en su estómago cuando llegó al bosque, se ocupó de liberar a los niños y pedirles que guardasen silencio, solo quedaba esperar, si tenían un poco de suerte los demas llegarían antes del amanecer.
— Sanha por favor, duerme ya— suplicó acostando a los niños— De verdad, deben dormir pequeños
La mayoría de los bebes se mantenían observando la entrada sollozando, querían a sus hermanitos o amiguitos mayores de regreso, el pequeño Jimin llevaba todo el dia inflando los cachetes y limpiando sus lágrimas.
Cuando se cumplió un día desde que llegó ahí, empezó a perder las esperanzas, Yoon Gi debio haber regresado ya, incluso si el no hubiese podido llegar se hubiese asegurado de que Hoseok estuviese a salvo, perp no había ni rastro de ellos.
— TaeTae cielo, por favor no llores— suplicó desesperado— Por favor dejen todos de llorar
Los cuarenta niños le observaron haciendo pucheros breves, Jin necesitaba encontrar una solución rápido antes de perder la cordura.
El único niño de siete que estaba con él era Ren, los demás le habían llorado tanto para que se lo llevara que terminó aceptando traerse al niño con él y aunque sentía que debía dejarlo a cargo y regresar, noe staba seguro de que el pequeño Ten pydiese cin todo.
— ¿No vendrán?— preguntó Ren limpiando sus lagrimitas el quinto día— ¿Ellos no van a venir, verdad?
Quiso mentirle pero no se atrevió a hacerlo, el rostro abatido del pequeño lo conmovió, ellos no deberian estar en esta situación, joder, apenas tenían siete años, debían estar jugando con carritos o esas cosas.
— Ren, necesito que te quedes a cargo— le dijo al séptimo día— Ire al pueblo a saber que pasó, sino vuelvo en tres días tienes que sacar a todos de aquí
Sabía que era demasiad para un niño tan pequeño, pero el pequeño rubio no se negó, apreto la cadenita que au hyung Baek Ho le habia dado antes de partir y asintió, el haría lo correcto.
Jin se despidió de todos dandoles suaves besitos en sus cabecitas, incluso besó a Nini y Sehun quienes se negaban a comer hasta que sus mayores regresaban, sobre todo Nini que dormia llorando todas las noches abrazando su pororo y reclamaba que su dodo hyung volviera.
— Confío en ti, Ren—
No fue sorpresa encontrar el pueblo destruido, la mayoria de las casas aún tenía chispas de fuego cubriendolas, había snagre por todos lados y conforme se acercaba al orfanato iba perdiendo las esperanzas, las lágrimas se agolparon en sus ojos y cada paso se hacia mas dificil que el anterior, el había hecho lo correcto se dijo, Yoon Gi nunca le hubiese perdonado que Jimin también muriese, el había hecho lo que Luhan y Minseok hubiesen querido ¿Verdad?
El lugar destruido, habia rastros de sangre en el lugar, algunos peluches destruidos y sobretodo una enorme cruz negra en la puerta, se hinco en el suelo y suplicó perdón abrazando los restos de un rilakkuma que le había pertenecido a S-Coups, las lágrimas salieron como cataratas y aunque intentó calmarse no pudo, odiaba la situación, odiaba haber perdido a su familia, odiaba todo esto, quizás por eso no se dio cuenta que había sido rodeado, quizás por eso ni siquiera se inmutó cuando una pistola le apunto directamente en la frente e internamente rogo porque Ren no fuese atrapado y supiera cumplir su misión.
— Entonces...— dijo aquella voz a la cual Jin se negó a escuchar— ¿Qué tan divertido es ser el hijo del.presidente?
Jin temblo nadie lo sabía más que unos cuantos, el solo pensar que Jungkook también correría peligro por ese simple detalle le hizo alzar la vista, su ceño se fruncio y limpió sus lágrimas tratando de no evrse asustado.
— Como una patada en el.horto pero no será mejor que cuando te quemes en el infierno, hijo de puta— gritó apretando el.rillakkuma entre sus manos—
El encapuchado río con sorna y se agacho divirtiendole la situación de Jin, alzo su mejilla y limpió con sus pulgares sus lágrimas.
— No sabía que te habías vuelto tan mal hablada, princesa—
La capucha cayó dejando ver un rostro desconocido, Jin abrió los ojos con sorpresa y rompio en llabto miebtras abrazaba al chico.
— N-namjoon— sollozo aferrandose a su pecho— ¿C-como?
Dos de los encapuchados avanzaron hacia el dejando ver sus rostros, Jin sollozo mas fuerte aferrabdose a los tres.
— H-hyungs— sollozo avergonzado— L-lo siento
Minseok y Luhan negaron con una sonrisa acariciando al menor mientras hablaban de los quejica que había sido Yoon Gi cuando llegaron esa misma tarde a rescatarlos y que quizás había llegado la.hora de enseñarle un.poco de modales a ese niño.
— Bienvenido a la resistencia, princesa— le susurro Namjoon sujetandole de la cintura mientras besaba su mejilla— Es momebto de ir por nuestros niños e ir a casa
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