Emperador 3/3

La pequeña sonrisa de la reina volvió poco después de que el pequeño príncipe pronunciara sus primeras palabras, su segundo embarazo fue mucho más tranquilo y aunque se la pasó encerrado en sus aposentos pudo disfrutar de las visitas de su rey muy a menudo.

— Majestad— chillo Minki tratando de calmar al pequeño príncipe— Su pequeño no deja de tirar de mis cabellos

La risa de Jin llenó el lugar mientras paseaba con Hoseok en brazos por los jardines del palacio, el criado se quedó petrificado observando a la reina y sonrió brevemente.

— Usted ha vuelto a reír, su alteza...

— No puedo estar triste por siempre— murmuró con una sonrisa cansada— Tengo a mis niños y a mi rey conmigo

— Al fin lo ha entendido— gruño Aaron tirando de las manitos del principe para soltar a Minki— Espero que su pequeño pillo comprenda que eñ cabello de mi esposo no se come

— Aún me confunde con una chica— lloriqueo Ren haciendo un puchero— Eso no es justo...

— Afortunadamente aún no sabe decirte noona— se burló Jin con una sonrisa radiente— ¿Alguna noticia?

Aaron negó mientras Ren asentía varias veces nervioso, se aseguraron de llevar a la reina al palacio imperial y de matener a los herederos a recaudo antes de llamar a BaekHo.

— Su alteza— dijo el chico sentándose— El rey me ha enviado a protegerle

— ¿Por qué? El palacio es muy seguro— murmuró confundido— Mi Yoon Gi y mi Hoseok no salen de mis aposentos a menos que sea conmigo, no hay riesgo alguno...

— Al parecer, su familia le quiere de regreso— informó Ren nervioso— Le quieren llevar junto a Hoseok

— ¿Y mi Yoon Gi?— preguntó asustado— Jaehwan prometió no contarselo a nadie, mis bebés...

Jin toco su vientre ligeramente abultado y mordió sus labios inseguro.

— ¿La reina está en espera?—

Ren se lanzó aobre Baekho y cubrio sus labios con sus delicadas manos mientras hacía un puchero.

— No puedes decírselo a nadie— gruño en voz baja— Ni siquiera el emperador lo sabe, será informado cuando regrese a palacio, nadie debe saberlo hasta ese momento

— ¿Por qué? La reina es muy querida por el pueblo, la llegada de nuevos príncipes será una noticia alegre para el pueblo—razonó confundido— No hay nadie que no ame a la reina

— Aquí no— murmuró Minki inseguro— Estos aposentos están vacíos por una razón, oficial, el amor por la reina no llega a este palacio

— ¿Podrían dañar a los principes?— todos asintieron haciendo una mueca— Eso es inaudito

El regreso del emperador trajo la alegría al palacio, la reina corrió a su encuentro mostrando por primera su vientre abultado, el rey lo tomó en sus brazos alegremente y lleno de besos su pequeño vientre sonriendo, la reina regresó al lecho real y llevó a sus hijos consigo sin replicar.

— Mi rey— murmuró sonrojado cubriendo su desnudez— ¿Puedo quedarme en su lecho por siempre?

— Siempre, mi reina— dijo sonriendo— ¿Los niños se han estado portando bien?

Sus mejillas se tiñeron de rojo mientras asentía contento, cerró los ojos brevemente y se dedicó a escuchar los lastidos de su esposo.

— ¿No se has molestado porque no se lo dije antes de irse?—preguntó bajito— Nuestros pequeños príncipes están muy entusiasmados con la llegada de estos nenes

— Hiciste bien, amor— murmuró acariciando su vientre— Yo no hubiese resistido contarselo a alguien antes de irme y ellos no hubiesen sido muy amables

— Han dicho que me regresaran a casa— sollozo abrazandose a sí mismo— No quiero irme, Namjoonnie hyun

— Y no lo harás— contestó besando su frente— Eres la reina de Joseon, madre de mis hijos y mi esposo, nadie va a llevarte a ningún lado

— Ellos dicen que no soy más la reina— confesó recordando todo el llanto que había derramado— Ellos piensan que solo soy una consorte extranjera, tengo miedo por nuestros niños

— ¿Confías es mi?—

— Mi rey...—

— ¿Confía en mí o no, mi reina?

— Lo hago, confió en usted—

— Entonces tenga por seguro de que los mantendré a salvo—

Los gemelos Taehyung y Jimin llegaron algunos meses después convirtiendo la casa real en un griterío, los pequeños donceles disfrutaban sacando de sus casillas a sus hermanos mayores mientras corrian por todo el palacio con la reina siguiendoles los pasos.

— Su majestad la reina acaba de... y los Príncipes Yoon ...Ho... Ta... Niños no corran por ahí... —

Namjoon intentó detener a la reina pero este solo se liberó dandole un corto beso para luego seguir corriendo por los pasillos.

— ¡Detengan a la reina!— chillo Minki corriendo detrás— Oh... rey... con permiso

— ¿Por qué está corriendo?—preguntó a BaekHo confundido— Pense que no le gustaba correr

— A la reina noble gusta correr, pero el médico real le dijo que sería saludable para el bebé— comentó distraído— Al parecer todos los Príncipes creyeron que era divertido y no han dejado de correr por el palacio

— ¿Cuál bebé?—

— El bebé real, su alteza— soltó mirando sus uñas— ...Oh... usted... no lo sabía..  la reina va a matarme...

— ¿Hay un nuevo bebé en camino?—

— Sí— suspiró Minki golpeando a BaekHo— Procure no llamar gprdo a su alteza o se echará a llorar durante horas de horas....

— ¿Quién le llamó gordo?—

Los criados se miraron entre sí mientras se encogian de hombros, Namjoon rompió a reir cuando el pequeño Jungkook llegó al mundo y su pequeño Tae técnicamente lloró porque su hermanito era muy feo. La reina aún convaleciente permaneció en su palacio rodeada de su familia hasta que la noticia de una guerra alertó a la población.
El día en que todo pasó, Jin estaba jugando con sus principes en el jardin especial de sus aposentos, Yoon Gi reía alegremente cuidado a sus hermanos mientras Jimin mordia los cachetes de Taehyung.

— Majestad— chillo BaekHo tomando al principe heredero en brazos— Deben huir majestad, han tomado el ala norte del palacio, tenemos que sacarles de aquí

Su corazón se tenso mientras corria por los pasillos con su pequeño Jungkook en brazos y sus criados cargando a sus demás hijos, podía escuchar los gritos de horror eb el lugar al igual que el sonido de las espadas, colocó a su hijo menor en manos de Minki y le ordenó que se marchara con sus niños, el tenía que volver por Namjoon, por más que los criados y los niños lloriqueron para que no lo hiciese, Jin los ignoró tras verlos marcharse.
Ningún soldado reparó en la reina asustada que caminaba entre los charcos de sangre buscando a su marido, cuando logró encontrarlo le vio rodeado de soldados, su corazón se estrechó mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.

—Usted no merece la corona— gritó el anciano a cargo de la revolución— No debió escoger a su estúpida reina

Un sable fue lanzado hacia Namjoon, el emperador esperó la muerte con los ojos cerrados pero ésta nunca llegó, Jin cayó en sus brazos con una sonrisa calmada, llevaba la misma bata rosa que hace muchos años cuando le conoció, esta gue tiñendose de rojo mientras Namjoon gimoteaba besando su frente.

— Mi reina...— sollozo cuando el chico cerro los ojos— Mi reina no me dejes...

El príncipe Jaehwan llegó poco después con algunos soldados para controlar la situación, su sonrisa desapareció cuando vio a su pequeño primo morir en los brazos de su esposo.
El reino empezó a decaer después de eso, para el pueblo, la muerte de la reina significaba el ocaso de su civilización, para el rey era la pérdida de lo que más amaba...

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Namjoon se levantó agitado de la cama, encendió las lámparas y sollozo abrazandose a sí mismo, la cama estaba fría sin él.

— ¿Nam?— preguntó una voz adormilada entrando en la habitación— ¿Está todo bien?

— ¿Hyun?—

— Te escuché sollozar— murmuró sentándose al lado suyo— Sabes que puedes contarme lo que sea...

Namjoon observó la sonrisa amable de su mejor amigo, tiró de él y lo envolvió en un fuerte abrazo por un largo rato.

— Hey, está.bien, no voy a irme a ningún lado—

— ¿Lo prometes?—

— Lo prometo—

Un casto beso fue depositado en la mejilla de Nam mientras se dejaba abrazar por el menor en la cama para volver a dormir.

— ¿Tuviste una pesadilla?—

— Soñe que te perdía, hyun—

— ¿A mi? ¿Por eso llorabas? ¿Soy importante para ti?—

— Eres mi mundo, Kim Seok Jin— murmuró besandolo— No tienes que fingir que no somos pareja cuando estamos solos, nadie va a grabarnos aquí

— Olvidé cerrar la puerta—

— Jinnie, mi reina, creeme, nadie va a querer acercarse cuando te oyan gemir—